Finalizado el libro. Recomendable del todo. A partir del mismo me ha dado por leer mas "aventuras" de la epoca y me he econtrado con otro episodio tipo "retirada de Kabul": el sitio de Cawnpore durante la rebelion de los cipayos:
Cawnpore. “El espiritu británico se mantiene, pero no podrá mantenerse para siempre”
Posiblemente a muchos los luctuosos sucesos de Cawnpore les resulten extrañamente familiares. No es para menos, ya que la historia se incorporó al guión de “La carga de la brigada ligera” para dar un poco más de profundidad psicológica a la acción de los 600.
Cawnpore era el cuartel general del comandante militar de la provicia de Oudh. Era un punto fundamental, donde el Ganges se cruzaba con las dos grandes rutas terrestres de la zona, hacía Bengala y hacía Jhansi.
Oudh fué anexionada en 1856 por Dalhouise, y se consideró uno de los momentos más impopulares del gobernador, ya que lo había hecho sin más razones, a juicio de los nobles del territorio, que el afán de tierras de la compañía. Oudh era una zona dominada por la élite fiel a la religión del amora, y creó un poso de resentimiento muy fuerte en esta comunidad contra la supuesta arbitrariedad de Dalhouise. Como en muchos otros lugares, el componente europeo entre la guarnición de Cawpore ( Kanpur) era muy limitado. Solo 300 soldados europeos, frente a 3.000 nativos, de los 1º,53º y 56º regimientos Nativos de Bengala, y el 2º de Caballería Nativa de Bengala. Todos servían al mando del General Wheeler, un anciano con 54 años de servicio en la India, considerado generalmente como el oficial más capacitado de la compañía. Por si fuera poco, estaba casado con una mujer de la nobleza nativa, lo que le permitía un conocimiento profundo de los nativos del que carecían sus camaradas. Por desgracia, sobrestimó esta capacidad en el caso de Nana Sahib.
Cerca, en Bithur, Nana Sahib destilaba su repruebo contra los ingleses, ya que había recibido diversos agravios del gobierno de la compañía, privándole de su status privilegiado. Aunque en un principio los cipayos de Cawpore no se alteraron por las noticias de Delhi, el sagaz Wheeler tomó todas las medidas posibles para proteger a los europeos a su mando de una posible rebelión. Era un momento peligroso, ya que las tropas europeas habían sido enviadas a sofocar los disturbios del 7º de Irregulares Nativo, dejando a la guarnición en una situación muy difícil.
A pesar de que existían posiciones más fuertes, Wheeler eligió con buen criterio un conjunto de barracones militares próximos al río, que era la vía de comunicación más accesible para un eventual refuerzo. Inmediatamente comenzó la construcción de un parapeto y de posiciones para la artillería. Por desgracia, el estado de alteración entre los nativos hizo imposible conseguir suficientes trabajadores, por lo que el parapeto no consiguió la suficiente altura. Del mismo modo, faltaba el agua potable, y no consiguió trasladarla en suficiente cantidad dentro del área defensiva.
A finales de Mayo, Wheeler decidió que no podía retrasar más tiempo el traslado de los civiles, por lo que dio ordenes en esa dirección y envió un mensaje a Henry Lawrence en Lucknow en demanda de refuerzos. Lawrence solo pudo enviarle 84 hombres del 32º ligero, un regimiento de la reina, y 2 escuadrones de irregulares, de lealtad dudosa que se amotinaron y huyeron tras asesinar a su comandante nada más comenzar el asedio.Muchos civiles, pocas tropas, defensas incompletas y alimentos insuficientes. Las perspectivas no eran buenas, y disponer solo de 6 cañones no las mejoraba. 60 artilleros, los 84 del 32º, y unos 200 oficiales europeos de los regimientos amotinados eran toda la fuerza con que se podía contar. Con esas fuerzas había que proteger a 330 civiles europeos de los miles de amotinados. Por desgracia Wheeler cometió un error, seguir confiando en el taimado Nana Sahib. Tanto fue así, que cuando 100 hombres del 84º de infantería Real alcanzaron la posición, envió la mitad a Lucknow confiando en las informaciones de Nana Sahib sobre unos míticos refuerzos que se aproximaban.
La situación se descontroló cuando el 4 de Junio el 2º de Caballería y el 1º de Infantería de Bengala se amotinaron y se unieron a Nana Sahib, que logró convencer a los otros dos regimientos, aún leales, de unirse a él. Aunque su primera decisión fue marchar en dirección a Delhi, Nana Sahib logró convencerlos de que terminasen primero con las fuerzas de Wheeler. No obstante, en una política de calculada ambigüedad, Nana informó al General Wheeler de que los cipayos iban a lanzar un ataque a sus posiciones. Confirmando esto, los amotinados rodearon la posición y comenzaron a bombardearla, mostrando el error de Wheeler al no haber destruido las piezas de los cipayos.
Del 6 al 25 de junio se mantuvo un fuego constante sobre la posición europea, donde la falta de suministros, el exceso de refugiados y el fuego enemigo convirtieron la vida en un autentico infierno que el sol de Bengala no mejoró en absoluto. A pesar de que los francotiradores nativos mantenían la posición bajo fuego continuo, y que la artillería había derruido los mal construidos bastiones, dice mucho del respeto de los cipayos hacia la capacidad combativa de los europeos que se negasen a asaltar las posiciones a pesar de superar a los defensores por más de 20 a 1. El día 23, coincidiendo con el famoso aniversario de Plassey, lanzaron un ataque descoordinado que fué repelido por el coordinado fuego de la menguada guarnición. Wheeler envió una carta desesperada a Lucknow el día 24: “El espíritu británico se mantiene, pero no podrá mantenerse para siempre.No tenemos medicinas, alimentos ni municiones. No permita que muramos como ratas en una jaula”.
El día 25 de Junio la munición estaba a punto de terminarse, y no había ninguna señal de ayuda en el horizonte. Nana Sahib se introdujo entonces en la posición europea, acompañado de una mujer mestiza. Traían una propuesta de paz: “Todos los que no estén implicados en los actos de Lord Dalhouise y estén dispuestos a dejar las armas recibirán permiso para llegar a salvo a Allahabad”. Wheeler, que confiaba en Nana Sahib pero no en los amotinados, se opuso a la rendición. Pero el resto de oficiales consideraban que aunque su honor como soldados británicos les exigía entregar su vida en defensa de su bandera, la vida de las mujeres y los niños era una responsabilidad que no podían olvidar. Al final, en un compromiso totalmente de acuerdo con las tradiciones europeas, los ingleses aceptaron entregar la posición, el dinero de la compañía y las piezas de artillería, pero conservar sus armas individuales y 60 cartuchos por hombre. Se les entregarían barcas y alimentos para descender por el Ganges hasta las posiciones británicas. El error de los británicos fue olvidar que no estaban en Europa sino en Bengala.
A las 7 de la mañana del 27 de Junio, la fuerza británica abandonó la posición, formando con los civiles dentro de sus líneas, y protegidos por la escolta personal de Nana Sahib. Sin embargo, cuando se acercaban al Ganges, estos hombres dieron la orden de abrir fuego contra los británicos. Los europeos ya habían embarcado en las barcas, desde donde no pudieron reorganizarse para ofrecer un frente cohesionado. Por si fuera poco, muchas de las barcas habían sido empapadas con aceite, siendo incendiadas después. Con la munición empapada, y separados unos de otros en el río, los británicos ofrecieron una última resistencia tan heroica como inútil.Solo 4 soldados consiguieron escapar para contar su historia, muriendo dos de ellos en las posteriores batallas del motín.
Los civiles que trataron de escapar no tuvieron mejor suerte, y fueron tiroteados y alanceados mientras intentaban llegar a nado a la otra orilla.Un puñado de mujeres y niños fueron recluidos en una pequeña casa, la Bibirgah (harén), pero cuando llegaron las noticias de que los ingleses se aproximaban de nuevo, todos ellos fueron asesinados y descuartizados. Aunque no hay pruebas de ello, algunos testimonios de la época afirman que las mujeres fueron violentadas por los cabecillas nativos.
El Viento Del Diablo. “La venganza de los ingleses perseguiría a los amotinados en esta vida y en la otra”
Las fuerzas que se acercaban eran las tropas de los fusileros de Madrás ( europeos) que llegaban de Allallahabad bajo el mando del General Havelock. Eran fuerzas que habían participado en la reciente guerra contra Persia, y que atravesaron Oudh derrotando a fuerzas aisladas de amotinados. Los cipayos ofrecieron una resistencia simbólica,tras la cual los británicos tomaron la ciudad. Rápidamente encontraron la prisión de los civiles, y la impresión que causó en los soldados británicos aquel espectáculo espantoso fue enorme.
Uno de los oficiales escribió traumatizado: “La sangre de aquellos inocentes empapó por completo las suelas de mis botas”. Aquello terminó de enloquecer a los europeos, puesto que los amotinados ni siquiera se habían molestado en limpiar el lugar de la masacre. Consecuente con los sentimientos de sus hombres, el Teniente Coronel James George Smith Neill ordenó que cada amotinado capturado sería enviado a la casa y obligado a limpiar un trozo de la misma, tras lo cual sería inmediatamente ahorcado. Pero como se consideró que ser ahorcados era un tratamiento demasiado humano para los amotinados, a muchos se les obligó a limpiar los restos humanos con la lengua, y cuando fuese posible serían atados a la boca de un cañon y despedazados con el consiguiente disparo. Los civiles de la zona denominaron a aquel castigo: “El viento del diablo”. En palabras de un testigo: “Un hombre desaparecía así en una nube de fragmentos sanguinolentos y humo”.
Era un castigo no solo impresionante sino también meditado. Ningún hindú podría reencarnarse después de que sus restos fuesen esparcidos de esa forma. La venganza de los ingleses les perseguiría en esta vida y en la otra,y para asegurarse de ello ,muchos prisioneros fueron alimentados a la fuerza con lechón y buey, privándoles así de su casta. Neill dirigió una campaña de represión sanguinaria, incendiando varios pueblos de las proximidades, pero no fué nunca juzgado ya que murió como un héroe en la lucha en torno a Lucknow. Como en el caso de Dalhouse, a Neill se le hizo cargar con la responsabilidad por los excesos de la represión, ya que no podía defenderse de la acusación. Havelock moriría más tarde de disentería, pero en el reparto de los papeles, y a pesar de ser su superior, Havelock ya tenía asignado el de héroe. Pero la responsabilidad fué mucho más general. El Times exigía diariamente la ejecución de todos los cipayos capturados, y la Bibirgah se mantuvo relativamente intacta para ser mostrada a los reclutas recién llegados de Inglaterra y borrar de su alma todo rastro de piedad durante las operaciones de pacificación que se extenderían durante 1858 y 1859.
El Motín de la India 1857. La Rebelión de los Cipayos y la Reconquista Británica - Orden de Batalla. Historia Militar
The Bibighar Massacre: The Darkest Days of the Indian Rebellion of 1857 | Author Mimi Matthews