Hace pocos días que conozco la existencia de su movimiento. Me ha resultado alentador descubrir a un grupo de personas que parece luchan por la libertad. Me gustaría mandarle un texto escrito por mi hace un par de años y dirigido a amigos míos en el que hablo sobre la necesidad de abstenerse. Dicho texto no obtuvo respuesta alguna. Lo pueden encontrar a continuación, por si es de su interés.
Sin mas, y agradeciendo su atención, reciban un cordial saludo.
Javier Sánchez
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Estimados amigos,
Acabo de leer un periódico que dedica dos paginas completas a un nuevo programa de televisión que procura que sus participantes vendan su alma por dinero. Cuando he llegado hace un rato de leerlo, he escuchado en televisión a un estulto hablando, seguido de un grupo de estultoes, dándole cancha en un debate "sui géneris". Hace unos pocos meses me licencié en una facultad cuyo propósito fue enseñar a engañarme. Unos meses antes, en una tertulia de bar con uno de vosotros, un desconocido que se unió a nuestra interesante charla, reconoció con asombrosa sinceridad que prefería no ser una persona libre. Un par de años atrás, un potencial licenciado cum laude afirmo en un debate en clase, y con un tono de rotunda pasividad, que " ya está todo hecho". Terrible afirmación que ya había escuchado otro par de años antes en boca de un docente de la universidad. Antes de empezar la universidad, un profesor intentó convencer a su clase de que votar no es un derecho, si no una obligación.
Estas son unas pocas anécdotas de una lista infinita que ha regado mi vida desde años atrás. Este es el motivo de éste escrito que quiero compartir con vosotros.
Hace años decidí no ser participe de una sociedad corrupta. La falta de jovenlandesal y de integridad es la bandera que impera hoy día en todo el mundo. Una bandera que ondea de forma constante gracias a un flujo de miedo que la mayoría se niega a ver. No participaré en una sociedad cuyos pilares son la inmoralidad y el miedo. Jamás. Una sociedad en la que las leyes son mas importantes que la justicia. Una sociedad que favorece y premia la mediocridad. Una sociedad en la que el cinismo se antepone al civismo. Una sociedad que asesina. Una sociedad que anula al individuo mediante la privación de libertad.
Aquellos que queráis pertenecer a ésta sociedad, saber que no estáis siendo gobernados por personas, sino por animales. Animales que ansían el poder por encima de cualquier otra consideración. Animales carentes de cualquier lógica y jovenlandesal. Ser conscientes de que el poder es su única meta. Poder para controlar la sociedad con una batuta que articula el miedo para componer una sinfonía de terror. Una sociedad de terror endulzada con caramelitos que nos ofrecen para que no hablemos ni pensemos.
Pan y circo. Es todo lo que necesitan dar a la sociedad para que no ponga en duda los valores ni pilares de la misma. Con tal de tener algo que llevar a la boca, la sociedad callará. Con tal de tener un divertimento de vez en cuando, la sociedad callará. Hay que ser conscientes de que los gobernantes llevan siglos perfeccionando sus métodos. Antes te tiraban un trozo de pan. Ahora te ponen a producir un pan que tú no puedes comer. Antes ordenaban a un grupo de gladiadores que peleasen para el deleite de la sociedad. Ahora ordenan a unos pintamonas que salgan en un debate regado constantemente de términos tales como democracia, libertad, derecho, etc. para que nos creamos libres. Este es el método sutil. Para ver métodos carentes de sutileza, y de indudable efectividad, basta con poner Salvame Deluxe o similar.
Debemos ser conscientes del peligro de éstos caramelitos. Los gobernantes los usarán a discreción con tal de no perder el poder que tanto ansían. Otro tipo de caramelito, de reciente creación y también muy efectivo es la solidaridad, muy de moda últimamente. A parte de pan y circo, ahora nos exigen ser altruistas. Para ser altruista hay que apuntarse a carreras solidarias, donar dinero a ONG`s, ir de voluntario a un país pobre, etc. Cuanto mas lejos esté ese país, mas solidario eres. Esta es una herramienta mas para evitar que el individuo piense. Una herramienta cínica en lugar de cívica. Preferimos limpiar nuestra conciencia antes que plantearnos cómo erradicar los males de ésta sociedad. Damos un trozo de pan a un pobre hombre de África, pero dejamos que le caiga una bomba que nosotros fabricamos. Esta moda altruista es realmente peligrosa, pues pronto nos caerán nuestras propias bombas.
El último y novedoso caramelito viene del desarrollo de una tecnología que no aporta nada nuevo. Esta tecnología consigue, literalmente que no veamos mas allá de nuestras propias narices. El bombardeo constante y deliberado de información no contrastada, entretenimiento barato y demás, hace que la sociedad no tenga tiempo ni de parar a pensar lo que debe o no debe hacer. Antes de pensar algo, se "tuitea", antes de ver algo, se fotografía, antes de crear, se copia. Este nuevo caramelo se ha desarrollado en tan poco tiempo y ha tenido tanto éxito, que la sociedad no sabe todavía de lo que es capaz. La tecnología debe servir para que el mundo avance, no para estancarlo.
Sin embargo, estos caramelitos no son nada comparado con el gran caramelo del que llevamos gozando siglos. Y que ha terminado en adicción. Me refiero a las religiones. Este caramelo ofrece algo que nada ni nadie puede igualar, el producto mas exitoso de la historia de la humanidad y que tiene a la sociedad pillada desde su inicio, y me temo que hasta nuestro final. Ofrece la inmortalidad. La vida después de la fin. Ofrecen ésa tremenda golosina mediante un camino de penitencia en el que todo vale. Las religiones ofrecen la vida después de la fin, pero no es gratis, ni mucho menos. Piden que entreguemos nuestra alma, nuestra jovenlandesal, nuestros principios. Este producto es el mas ingenioso que jamas se haya inventado, pues basa su éxito en la fe. La fe en algo superior, según dicen. Lo que nunca explican, es que narices significa la fe y que consecuencias tiene.
Si no bautizas a un niño, y éste muere, ira al limbo. Si recibes la primera comunión, se supone que aceptas un compromiso en el que te comprometes a participar en la comunión y penitencia. Comunión y penitencia. Y esto se lo dan a los niños. Lo mas frágil, permeable y manipulable. Una institución que se aprovecha de tal manera de los seres mas indefensos solo merece mi repudio. Y ésto lo hacen a sabiendas. Quieren inculcar el miedo a la fin desde nuestro nacimiento. Y lo hacen mediante el terror en vida. Si lo intentasen siendo la sociedad adulta, jovenlandesal y libre, saben cual sería nuestra respuesta. No, gracias.
Por éste motivo, inventaron su fe. Su fe no es mas que la justificación de actos injustificables. La perdida de la razón. Su fe se basa en el miedo. Basta con escuchar cualquier sermón para darse cuenta de lo que nos piden. Llaman al ser humano mentiroso, pecador, sucio, fulastre. Nos hacen parecer culpables de todos los males, nos piden penitencia, entrega a su causa y fe ciega. Fe ciega.
Y se atreven a pedir mi alma. No se la entregaré ni en mi lecho de fin. No soy culpable.
Nos hacen creer culpables de los males de éste mundo para posteriormente ofrecernos su perdón. Debemos ser conscientes que los que tienen el patrimonio del perdón, de la bondad y de la eternidad, no son mas que terroristas. Si, terroristas. Si nos asombra lo que sucede día tras día en Oriente próximo, saber que no es mas que una lección bien aprendida de nuestra sociedad. La Santa Inquisición, la caza de brujas, la quema de la biblioteca de Alejandría, el asesinato de miles de librepensadores, cientos de guerras sin sentido y un eterno etcétera. Dos mil años de mentiras y muertes.
Pero no es lo único que nos ampara a día de hoy. A parte de una iglesia, o similar, donde cobijar nuestra inmoralidad, tenemos un Parlamento o Congreso. Mismo cinismo, mismas mentiras. Las religiones nos ofrecen la vida después de la fin. La política nos ofrece una vida sin esperanzas. Si juntamos una vida sin esperanzas, sin ambición, con la promesa de la redención de los pecados y la vida eterna, tenemos el cóctel para que la sociedad se plague de sinvergüenzas. Da igual ser un zascandil, un ladrón o un malo, que en tu lecho de fin recibirás el perdón. Y a empezar una nueva vida. Es la justificación del "todo vale". Y en ésta vida no todo vale. El fin no justifica los medios.
Lo que hoy se llama política, no lo es. Ver a los políticos hoy día, me produce una mezcla de estupor y vergüenza. Eso no son políticos, son mendigos. Mendigos de poder. Siempre el poder. Mismo objetivo que las religiones. Y trabajan con la misma herramienta, el miedo. La sociedad vota, no por el valor de unos, sino por el miedo a los otros. Miedo a los cambios. Miedo a que venga algo peor. Miedo, siempre el miedo.
Y en los cómplices medios de comunicación no paran de hablar de democracia, de derecho, de justicia y leyes. Afirman con rotundidad que vivimos en un estado democrático. Mentira. En un estado democrático todos deberíamos ser iguales ante la justicia, tener los mismos derechos básicos y gozar de igualdad de voto. Esto no se cumple. El voto no es igual en cada rincón del país, la justicia se ha diluido como una galleta bañada en leche durante demasiado tiempo y solo nos queda el derecho a ser unos borregos. A tragar todo lo que nos dicen unos peleles, incultos y desvergonzados. No paran de hablar de democracia por que quieren mantener viva una sociedad basada en mentiras. Mienten sin ningún pudor. Quieren que confiemos en su sistema. Un sistema en el que un Premio Nobel de la Paz es el mayor fabricante de armas del mundo. Un sistema en el que el presidente del Fondo Monetario Internacional puede luego ser director de un banco o ministro en un país "democrático" como el nuestro. Un sistema en que la Organización Mundial de la Salud está controlada por empresas farmacéuticas. Un sistema que permite la fin de individuos desarmados. Un sistema en el que la libertad no está permitida. Un sistema de cosa.
Y se atreven a pedir mi voto. No se lo daré ni a punta de pistola.
Tengo veintiocho años. Me piden que entregue todo por ésta sociedad. La "democracia" me exige el voto con la amenaza de caer en un sistema peor. La iglesia exige mi alma con la amenaza de ir al infierno. Me niego a ser una oveja mas de éste rebaño controlado por, como bien dijo Ayn Rand, bárbaros y hechiceros. Un estropeado rebaño que no va a llegar a buen puerto, pues ni el rebaño tiene identidad, ni los pastores voluntad.
La sociedad de éste país debe darse cuenta de una puñetera vez de que el conformismo en un sistema de cosa solo nos traerá cosa.
Nos ofrecerán golosinas. Nos harán creer que los necesitamos. Nos harán creer que somos débiles. Nos harán creer que estamos indefensos.
Pues bien, no quiero sus golosinas. No los necesito para ser feliz. No soy débil. No estoy indefenso.
No quiero sus golosinas. Ya he tomado una buena dosis de racionalidad, jovenlandesalidad e integridad. Y es lo único necesario para mantenerse fuerte.
No necesito una sociedad cuyos valores son la fin, la infelicidad, la mediocridad y la desidia.
No confiaré en sus bárbaros y hechiceros. Y me da igual si vienen a convencerme vestidos de rojo, azul o incluso con coleta. Son participes del mismo sistema. De la misma sociedad. De la misma cosa.
En la situación actual, no dudéis que os van a hacer creer que vuestro voto es indispensable para el futuro colectivo. Quieren alimentar la mentira que les da de comer. Dejemos de confiar en éste sistema. Tenemos una poderosa arma para luchar contra un futuro mediocre. El no. No a las mentiras. No al miedo. En éste momento la razón debe ser nuestra mejor defensa. No nos dejemos engañar por el miedo. Es el momento de apostar por la vida y no por la fin.
Cambiemos el rencor y la envidia por la ambición y la racionalidad. Aparquemos los votos una larga temporada para que se den cuenta de quien está al servicio de quien. No respaldemos sus actos con esta falsa democracia. La abstención es la herramienta mas poderosa para cambiar ésta situación. Aquellas personas que piensan que si no votas, no tienes derechos, están equivocadas. Si por no votar, pierdes tu derecho a expresarte con libertad, tu derecho a vivir y a respirar, significa que estas viviendo en una dictadura del voto.
No pienso votar. El día en que éste estado se comporte de una manera racional, apoyado en personas honradas, cultas, capaces y libres, me lo plantearé.
Hasta entonces, sabed todos que me declaro en huelga. Este es un país demasiado bello como para regalarlo a una sociedad que se está auto destruyendo.
Un abrazo a todos,
Javier Sánchez
Sin mas, y agradeciendo su atención, reciban un cordial saludo.
Javier Sánchez
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Estimados amigos,
Acabo de leer un periódico que dedica dos paginas completas a un nuevo programa de televisión que procura que sus participantes vendan su alma por dinero. Cuando he llegado hace un rato de leerlo, he escuchado en televisión a un estulto hablando, seguido de un grupo de estultoes, dándole cancha en un debate "sui géneris". Hace unos pocos meses me licencié en una facultad cuyo propósito fue enseñar a engañarme. Unos meses antes, en una tertulia de bar con uno de vosotros, un desconocido que se unió a nuestra interesante charla, reconoció con asombrosa sinceridad que prefería no ser una persona libre. Un par de años atrás, un potencial licenciado cum laude afirmo en un debate en clase, y con un tono de rotunda pasividad, que " ya está todo hecho". Terrible afirmación que ya había escuchado otro par de años antes en boca de un docente de la universidad. Antes de empezar la universidad, un profesor intentó convencer a su clase de que votar no es un derecho, si no una obligación.
Estas son unas pocas anécdotas de una lista infinita que ha regado mi vida desde años atrás. Este es el motivo de éste escrito que quiero compartir con vosotros.
Hace años decidí no ser participe de una sociedad corrupta. La falta de jovenlandesal y de integridad es la bandera que impera hoy día en todo el mundo. Una bandera que ondea de forma constante gracias a un flujo de miedo que la mayoría se niega a ver. No participaré en una sociedad cuyos pilares son la inmoralidad y el miedo. Jamás. Una sociedad en la que las leyes son mas importantes que la justicia. Una sociedad que favorece y premia la mediocridad. Una sociedad en la que el cinismo se antepone al civismo. Una sociedad que asesina. Una sociedad que anula al individuo mediante la privación de libertad.
Aquellos que queráis pertenecer a ésta sociedad, saber que no estáis siendo gobernados por personas, sino por animales. Animales que ansían el poder por encima de cualquier otra consideración. Animales carentes de cualquier lógica y jovenlandesal. Ser conscientes de que el poder es su única meta. Poder para controlar la sociedad con una batuta que articula el miedo para componer una sinfonía de terror. Una sociedad de terror endulzada con caramelitos que nos ofrecen para que no hablemos ni pensemos.
Pan y circo. Es todo lo que necesitan dar a la sociedad para que no ponga en duda los valores ni pilares de la misma. Con tal de tener algo que llevar a la boca, la sociedad callará. Con tal de tener un divertimento de vez en cuando, la sociedad callará. Hay que ser conscientes de que los gobernantes llevan siglos perfeccionando sus métodos. Antes te tiraban un trozo de pan. Ahora te ponen a producir un pan que tú no puedes comer. Antes ordenaban a un grupo de gladiadores que peleasen para el deleite de la sociedad. Ahora ordenan a unos pintamonas que salgan en un debate regado constantemente de términos tales como democracia, libertad, derecho, etc. para que nos creamos libres. Este es el método sutil. Para ver métodos carentes de sutileza, y de indudable efectividad, basta con poner Salvame Deluxe o similar.
Debemos ser conscientes del peligro de éstos caramelitos. Los gobernantes los usarán a discreción con tal de no perder el poder que tanto ansían. Otro tipo de caramelito, de reciente creación y también muy efectivo es la solidaridad, muy de moda últimamente. A parte de pan y circo, ahora nos exigen ser altruistas. Para ser altruista hay que apuntarse a carreras solidarias, donar dinero a ONG`s, ir de voluntario a un país pobre, etc. Cuanto mas lejos esté ese país, mas solidario eres. Esta es una herramienta mas para evitar que el individuo piense. Una herramienta cínica en lugar de cívica. Preferimos limpiar nuestra conciencia antes que plantearnos cómo erradicar los males de ésta sociedad. Damos un trozo de pan a un pobre hombre de África, pero dejamos que le caiga una bomba que nosotros fabricamos. Esta moda altruista es realmente peligrosa, pues pronto nos caerán nuestras propias bombas.
El último y novedoso caramelito viene del desarrollo de una tecnología que no aporta nada nuevo. Esta tecnología consigue, literalmente que no veamos mas allá de nuestras propias narices. El bombardeo constante y deliberado de información no contrastada, entretenimiento barato y demás, hace que la sociedad no tenga tiempo ni de parar a pensar lo que debe o no debe hacer. Antes de pensar algo, se "tuitea", antes de ver algo, se fotografía, antes de crear, se copia. Este nuevo caramelo se ha desarrollado en tan poco tiempo y ha tenido tanto éxito, que la sociedad no sabe todavía de lo que es capaz. La tecnología debe servir para que el mundo avance, no para estancarlo.
Sin embargo, estos caramelitos no son nada comparado con el gran caramelo del que llevamos gozando siglos. Y que ha terminado en adicción. Me refiero a las religiones. Este caramelo ofrece algo que nada ni nadie puede igualar, el producto mas exitoso de la historia de la humanidad y que tiene a la sociedad pillada desde su inicio, y me temo que hasta nuestro final. Ofrece la inmortalidad. La vida después de la fin. Ofrecen ésa tremenda golosina mediante un camino de penitencia en el que todo vale. Las religiones ofrecen la vida después de la fin, pero no es gratis, ni mucho menos. Piden que entreguemos nuestra alma, nuestra jovenlandesal, nuestros principios. Este producto es el mas ingenioso que jamas se haya inventado, pues basa su éxito en la fe. La fe en algo superior, según dicen. Lo que nunca explican, es que narices significa la fe y que consecuencias tiene.
Si no bautizas a un niño, y éste muere, ira al limbo. Si recibes la primera comunión, se supone que aceptas un compromiso en el que te comprometes a participar en la comunión y penitencia. Comunión y penitencia. Y esto se lo dan a los niños. Lo mas frágil, permeable y manipulable. Una institución que se aprovecha de tal manera de los seres mas indefensos solo merece mi repudio. Y ésto lo hacen a sabiendas. Quieren inculcar el miedo a la fin desde nuestro nacimiento. Y lo hacen mediante el terror en vida. Si lo intentasen siendo la sociedad adulta, jovenlandesal y libre, saben cual sería nuestra respuesta. No, gracias.
Por éste motivo, inventaron su fe. Su fe no es mas que la justificación de actos injustificables. La perdida de la razón. Su fe se basa en el miedo. Basta con escuchar cualquier sermón para darse cuenta de lo que nos piden. Llaman al ser humano mentiroso, pecador, sucio, fulastre. Nos hacen parecer culpables de todos los males, nos piden penitencia, entrega a su causa y fe ciega. Fe ciega.
Y se atreven a pedir mi alma. No se la entregaré ni en mi lecho de fin. No soy culpable.
Nos hacen creer culpables de los males de éste mundo para posteriormente ofrecernos su perdón. Debemos ser conscientes que los que tienen el patrimonio del perdón, de la bondad y de la eternidad, no son mas que terroristas. Si, terroristas. Si nos asombra lo que sucede día tras día en Oriente próximo, saber que no es mas que una lección bien aprendida de nuestra sociedad. La Santa Inquisición, la caza de brujas, la quema de la biblioteca de Alejandría, el asesinato de miles de librepensadores, cientos de guerras sin sentido y un eterno etcétera. Dos mil años de mentiras y muertes.
Pero no es lo único que nos ampara a día de hoy. A parte de una iglesia, o similar, donde cobijar nuestra inmoralidad, tenemos un Parlamento o Congreso. Mismo cinismo, mismas mentiras. Las religiones nos ofrecen la vida después de la fin. La política nos ofrece una vida sin esperanzas. Si juntamos una vida sin esperanzas, sin ambición, con la promesa de la redención de los pecados y la vida eterna, tenemos el cóctel para que la sociedad se plague de sinvergüenzas. Da igual ser un zascandil, un ladrón o un malo, que en tu lecho de fin recibirás el perdón. Y a empezar una nueva vida. Es la justificación del "todo vale". Y en ésta vida no todo vale. El fin no justifica los medios.
Lo que hoy se llama política, no lo es. Ver a los políticos hoy día, me produce una mezcla de estupor y vergüenza. Eso no son políticos, son mendigos. Mendigos de poder. Siempre el poder. Mismo objetivo que las religiones. Y trabajan con la misma herramienta, el miedo. La sociedad vota, no por el valor de unos, sino por el miedo a los otros. Miedo a los cambios. Miedo a que venga algo peor. Miedo, siempre el miedo.
Y en los cómplices medios de comunicación no paran de hablar de democracia, de derecho, de justicia y leyes. Afirman con rotundidad que vivimos en un estado democrático. Mentira. En un estado democrático todos deberíamos ser iguales ante la justicia, tener los mismos derechos básicos y gozar de igualdad de voto. Esto no se cumple. El voto no es igual en cada rincón del país, la justicia se ha diluido como una galleta bañada en leche durante demasiado tiempo y solo nos queda el derecho a ser unos borregos. A tragar todo lo que nos dicen unos peleles, incultos y desvergonzados. No paran de hablar de democracia por que quieren mantener viva una sociedad basada en mentiras. Mienten sin ningún pudor. Quieren que confiemos en su sistema. Un sistema en el que un Premio Nobel de la Paz es el mayor fabricante de armas del mundo. Un sistema en el que el presidente del Fondo Monetario Internacional puede luego ser director de un banco o ministro en un país "democrático" como el nuestro. Un sistema en que la Organización Mundial de la Salud está controlada por empresas farmacéuticas. Un sistema que permite la fin de individuos desarmados. Un sistema en el que la libertad no está permitida. Un sistema de cosa.
Y se atreven a pedir mi voto. No se lo daré ni a punta de pistola.
Tengo veintiocho años. Me piden que entregue todo por ésta sociedad. La "democracia" me exige el voto con la amenaza de caer en un sistema peor. La iglesia exige mi alma con la amenaza de ir al infierno. Me niego a ser una oveja mas de éste rebaño controlado por, como bien dijo Ayn Rand, bárbaros y hechiceros. Un estropeado rebaño que no va a llegar a buen puerto, pues ni el rebaño tiene identidad, ni los pastores voluntad.
La sociedad de éste país debe darse cuenta de una puñetera vez de que el conformismo en un sistema de cosa solo nos traerá cosa.
Nos ofrecerán golosinas. Nos harán creer que los necesitamos. Nos harán creer que somos débiles. Nos harán creer que estamos indefensos.
Pues bien, no quiero sus golosinas. No los necesito para ser feliz. No soy débil. No estoy indefenso.
No quiero sus golosinas. Ya he tomado una buena dosis de racionalidad, jovenlandesalidad e integridad. Y es lo único necesario para mantenerse fuerte.
No necesito una sociedad cuyos valores son la fin, la infelicidad, la mediocridad y la desidia.
No confiaré en sus bárbaros y hechiceros. Y me da igual si vienen a convencerme vestidos de rojo, azul o incluso con coleta. Son participes del mismo sistema. De la misma sociedad. De la misma cosa.
En la situación actual, no dudéis que os van a hacer creer que vuestro voto es indispensable para el futuro colectivo. Quieren alimentar la mentira que les da de comer. Dejemos de confiar en éste sistema. Tenemos una poderosa arma para luchar contra un futuro mediocre. El no. No a las mentiras. No al miedo. En éste momento la razón debe ser nuestra mejor defensa. No nos dejemos engañar por el miedo. Es el momento de apostar por la vida y no por la fin.
Cambiemos el rencor y la envidia por la ambición y la racionalidad. Aparquemos los votos una larga temporada para que se den cuenta de quien está al servicio de quien. No respaldemos sus actos con esta falsa democracia. La abstención es la herramienta mas poderosa para cambiar ésta situación. Aquellas personas que piensan que si no votas, no tienes derechos, están equivocadas. Si por no votar, pierdes tu derecho a expresarte con libertad, tu derecho a vivir y a respirar, significa que estas viviendo en una dictadura del voto.
No pienso votar. El día en que éste estado se comporte de una manera racional, apoyado en personas honradas, cultas, capaces y libres, me lo plantearé.
Hasta entonces, sabed todos que me declaro en huelga. Este es un país demasiado bello como para regalarlo a una sociedad que se está auto destruyendo.
Un abrazo a todos,
Javier Sánchez