Discolo
Madmaxista
La gran mayoría de ‘start-ups’ del país que están valoradas en más de 1.000 millones tiene su matriz en el extranjero
En apenas un mes, Travelperk, Fever y Domestika han superado los 1.000 millones de dólares de valoración, un hito simbólico que les convierte en empresas unicornio y que impulsa España en la liga europea de la tecnología.
Sin embargo, ninguna de las tres empresas tiene su matriz en este país, sino en Estados Unidos. No es un fenómeno aislado: Wallbox, Cabify, Jobandtalent o Letgo, otros unicornios nacidos en España, también han trasladado su holding al extranjero.
“España es un Estado complicado y anticuado. En Delaware, en Estados Unidos, puedo abrir una empresa sin necesidad de visitar físicamente el territorio. En cambio, aquí hay que ir al notario incluso para cambiar la dirección”, señala Avi Meir, fundador y consejero delegado de Travelperk, unicornio nacido en Barcelona y especializado en organizar viajes de negocios online.
Las ventajas fiscales que ofrece Delaware, “no han motivado su traslado” ya que en su caso, asegura, “la empresa está en pérdidas y por tanto, no tiene que pagar el impuesto de sociedades en España”. Pese a tener la matriz en el extranjero, la compañía conserva su principal sede operativa en Barcelona, donde da trabajo a más de 400 personas.
En el caso de Fever, start-up especializada en organizar eventos, la decisión de trasladar la sede de Madrid a Nueva York responde a motivos operativos. “Estados Unidos representa el 40% de la facturación y tener la sede allí también nos permite estar cerca de los inversores y de una futura salida a la bolsa del Nasdaq”, señalan fuentes de la empresa que también mantiene un centro operativo en Madrid. Domestika, que nació en Catalunya a principios de los 2000 trasladó hace años su sede a California, la cuna del emprendimiento mundial, y es allí donde concentra su principal actividad.
Empresas
Travelperk, Fever, Wallbox, Cabify, Jobandalent, Domestika o Letgo tienen sede legal fuera
Los casos de estas tres empresas no son aislados, sino más bien la norma entre los unicornios españoles . La barcelonesa Wallbox, que se dedica a la fabricación de cargadores para el coche eléctrico, trasladó el año pasado su sede a los Países Bajos, territorio conocido por su baja tributación. Fuentes de la empresa indican que “el traslado de la holding a Holanda es una práctica habitual porque este Estado ofrece facilidades regulatorias, en especial para operaciones como la salida a bolsa a través de una SPAC, vehículo que permitió a Wallbox empezar a cotizar en Nueva York el año pasado”. Al igual que la mayoría, Wallbox tiene su principal sede operativa en España.
La plataforma de tras*porte Cabify, otro unicornio de referencia de Madrid, hace años que tiene su holding en Delaware. Fuentes de la firma indican que así “facilitan la captación de recursos por parte de inversores internacionales”. Mientras, en Madrid, Cabify mantiene su principal centro de operaciones mediante una empresa del grupo que “paga sus impuestos en España”, remarcan con insistencia.
También ha elegido Estados Unidos, en concreto Nueva York, la plataforma catalana Letgo, especializada en la compraventa de artículos de segunda mano y que en 2020 fue adquirida por Offerup (también de EE.UU.). Devo, unicornio de ciberseguridad nacido en Madrid, también ha elegido instalarse en Cambridge, Massachussets.
Caso similar es el de Jobandtalent, plataforma madrileña de ETT. En su caso, la sede social está en el Reino Unido “por requerimientos de los inversores”, según afirmaron a este diario los fundadores, Juan Urdiales y Felipe Navío, cuando consiguieron superar una valoración de 1.000 millones hace un par de meses.
La excepción a este fenómeno es la plataforma de reparto Glovo, que siempre ha mantenido su sede en Barcelona. Sin embargo, la compañía pronto será propiedad grupo alemán Delivery Hero (si los reguladores de la competencia dan luz verde a la operación). En el caso de eDreams, el unicornio más veterano nacido en Barcelona, su consejo de administración decidió el año pasado trasladar la matriz de Luxemburgo a Madrid. En Barcelona, otras dos grandes start-ups que apuntan a convertirse en unicornio , Wallapop y Paack, confirman a este diario que mantienen su holding en la ciudad.
Modelo
La práctica es mantener oficinas en España y trasladar el holding a EE.UU., el Reino Unido o Holanda
Sea por motivos regulatorios, operativos o fiscales, el traslado de la matriz al extranjero, y en especial a paraísos fiscales o países de baja tributación, “no es un fenómeno aislado de empresas del sector tecnológico, sino que suele ser común en todo tipo de multinacionales”, apunta José María Mollinedo, secretario general de los técnicos de Hacienda (Gestha). Estos movimientos, señala, pueden causar un grave perjuicio a las arcas públicas. “Observamos que muchas filiales españolas de estas empresas, pese a tener la obligación de tributar en este país, acaban derivando los beneficios a la matriz a través de distintas técnicas de ingeniería fiscal, de forma que eluden pago del impuesto de sociedades en España”.
De momento, matiza, este fenómeno aun no se observa en los unicornios ya que la mayoría está en pérdidas. Mollinedo sostiene que aun así, estas compañías ya tienen preparada la estructura societaria para que en un futuro, cuando el negocio se consolide y obtenga beneficios, puedan tributar allá donde les sea más favorable.
‘Unicornios’ españoles... o no tanto
En apenas un mes, Travelperk, Fever y Domestika han superado los 1.000 millones de dólares de valoración, un hito simbólico que les convierte en empresas unicornio y que impulsa España en la liga europea de la tecnología.
Sin embargo, ninguna de las tres empresas tiene su matriz en este país, sino en Estados Unidos. No es un fenómeno aislado: Wallbox, Cabify, Jobandtalent o Letgo, otros unicornios nacidos en España, también han trasladado su holding al extranjero.
“España es un Estado complicado y anticuado. En Delaware, en Estados Unidos, puedo abrir una empresa sin necesidad de visitar físicamente el territorio. En cambio, aquí hay que ir al notario incluso para cambiar la dirección”, señala Avi Meir, fundador y consejero delegado de Travelperk, unicornio nacido en Barcelona y especializado en organizar viajes de negocios online.
Las ventajas fiscales que ofrece Delaware, “no han motivado su traslado” ya que en su caso, asegura, “la empresa está en pérdidas y por tanto, no tiene que pagar el impuesto de sociedades en España”. Pese a tener la matriz en el extranjero, la compañía conserva su principal sede operativa en Barcelona, donde da trabajo a más de 400 personas.
En el caso de Fever, start-up especializada en organizar eventos, la decisión de trasladar la sede de Madrid a Nueva York responde a motivos operativos. “Estados Unidos representa el 40% de la facturación y tener la sede allí también nos permite estar cerca de los inversores y de una futura salida a la bolsa del Nasdaq”, señalan fuentes de la empresa que también mantiene un centro operativo en Madrid. Domestika, que nació en Catalunya a principios de los 2000 trasladó hace años su sede a California, la cuna del emprendimiento mundial, y es allí donde concentra su principal actividad.
Empresas
Travelperk, Fever, Wallbox, Cabify, Jobandalent, Domestika o Letgo tienen sede legal fuera
Los casos de estas tres empresas no son aislados, sino más bien la norma entre los unicornios españoles . La barcelonesa Wallbox, que se dedica a la fabricación de cargadores para el coche eléctrico, trasladó el año pasado su sede a los Países Bajos, territorio conocido por su baja tributación. Fuentes de la empresa indican que “el traslado de la holding a Holanda es una práctica habitual porque este Estado ofrece facilidades regulatorias, en especial para operaciones como la salida a bolsa a través de una SPAC, vehículo que permitió a Wallbox empezar a cotizar en Nueva York el año pasado”. Al igual que la mayoría, Wallbox tiene su principal sede operativa en España.
La plataforma de tras*porte Cabify, otro unicornio de referencia de Madrid, hace años que tiene su holding en Delaware. Fuentes de la firma indican que así “facilitan la captación de recursos por parte de inversores internacionales”. Mientras, en Madrid, Cabify mantiene su principal centro de operaciones mediante una empresa del grupo que “paga sus impuestos en España”, remarcan con insistencia.
También ha elegido Estados Unidos, en concreto Nueva York, la plataforma catalana Letgo, especializada en la compraventa de artículos de segunda mano y que en 2020 fue adquirida por Offerup (también de EE.UU.). Devo, unicornio de ciberseguridad nacido en Madrid, también ha elegido instalarse en Cambridge, Massachussets.
Caso similar es el de Jobandtalent, plataforma madrileña de ETT. En su caso, la sede social está en el Reino Unido “por requerimientos de los inversores”, según afirmaron a este diario los fundadores, Juan Urdiales y Felipe Navío, cuando consiguieron superar una valoración de 1.000 millones hace un par de meses.
La excepción a este fenómeno es la plataforma de reparto Glovo, que siempre ha mantenido su sede en Barcelona. Sin embargo, la compañía pronto será propiedad grupo alemán Delivery Hero (si los reguladores de la competencia dan luz verde a la operación). En el caso de eDreams, el unicornio más veterano nacido en Barcelona, su consejo de administración decidió el año pasado trasladar la matriz de Luxemburgo a Madrid. En Barcelona, otras dos grandes start-ups que apuntan a convertirse en unicornio , Wallapop y Paack, confirman a este diario que mantienen su holding en la ciudad.
Modelo
La práctica es mantener oficinas en España y trasladar el holding a EE.UU., el Reino Unido o Holanda
Sea por motivos regulatorios, operativos o fiscales, el traslado de la matriz al extranjero, y en especial a paraísos fiscales o países de baja tributación, “no es un fenómeno aislado de empresas del sector tecnológico, sino que suele ser común en todo tipo de multinacionales”, apunta José María Mollinedo, secretario general de los técnicos de Hacienda (Gestha). Estos movimientos, señala, pueden causar un grave perjuicio a las arcas públicas. “Observamos que muchas filiales españolas de estas empresas, pese a tener la obligación de tributar en este país, acaban derivando los beneficios a la matriz a través de distintas técnicas de ingeniería fiscal, de forma que eluden pago del impuesto de sociedades en España”.
De momento, matiza, este fenómeno aun no se observa en los unicornios ya que la mayoría está en pérdidas. Mollinedo sostiene que aun así, estas compañías ya tienen preparada la estructura societaria para que en un futuro, cuando el negocio se consolide y obtenga beneficios, puedan tributar allá donde les sea más favorable.
‘Unicornios’ españoles... o no tanto
