Las señales del fin de los tiempos se están cumpliendo: enfermedades, incendios e inundaciones

A medida que las temperaturas récord se extienden por Europa, también crecen las preocupaciones con los innumerables casos de que la infraestructura comienza a fallar. Por ejemplo, en el Reino Unido, se suspendieron los vuelos en el aeropuerto de Luton de Londres y en la base Brize Norton de la Real Fuerza Aérea (RAF) por derretimiento de las pistas. La gestora de infraestructuras de la red ferroviaria británica Network Rail informó de una distensión en una sección de las vías del tren en el centro de Londres, y señaló que su temperatura había alcanzado los 48 grados centígrados.


Y en el resto de Europa no es mucho mejor, ya que entre el 10 y el 15 de julio, la ola de calor en España mató a unas 360 personas. El sábado, el Ministerio de Salud portugués dijo que más de 650 personas murieron por causas relacionadas con el calor, lo que significa que una persona murió cada 40 minutos entre el 7 de julio y 13 En Francia, 14.000 ciudadanos han sido evacuados de la región suroeste a causa de los incendios forestales. Las personas en los países afectados tuitean sobre sus mascotas y advierten sobre el riesgo de insolación y quemaduras en las patas. Aunque lo peor de todo es que el miedo por el fin del mundo está creciendo a medida que las imágenes apocalípticas de la Biblia han cobrado vida en los últimos meses, ya que las enfermedades, los incendios y las inundaciones han devastado el planeta.

Señales del fin de los tiempos

El Libro de Apocalipsis de la Biblia menciona como la Tierra sufrirá calor intenso y sequía, una lluvia de granizo mortal y enfermedades en los últimos días. El clima extremo es seguido por el Apocalipsis: el juicio final del hombre y la destrucción del mundo por el fuego. Y esto mismo es lo que está ocurriendo, con incendios en toda Europa en los últimos días, ya que las temperaturas extremas están abrasando el continente.



El libro de Génesis también describe una inundación, que acabará con la mayor parte de la población de la Tierra. Mientras que la ola de calor sacude medio mundo, las inundaciones repentinas en el suroeste y noroeste de China han dejado al menos una docena de muertos. En la provincia suroccidental de Sichuan, al menos seis personas han muerto y otras 12 están desaparecidas después de que las lluvias torrenciales provocaran inundaciones repentinas. Solo unas 1.300 personas habían sido evacuadas hasta el sábado. Y las tormentas han dejado 76 centímetros de lluvia a áreas cercanas a Sídney, y algunos habitantes han visto sus casas inundadas por tercera o cuarta vez en tan solo 16 meses.

Los extraños episodios de clima extremo se producen en el contexto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19, que ha apiolado a más de 6.3 millones de personas en todo el mundo. Y por si fuera poco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene previsto celebrar una reunión del comité de emergencia el jueves en la que puede decidir si la viruela símica representa una emergencia sanitaria mundial.

Será la segunda vez que el comité de emergencia se reúna sobre la viruela del mono, y la última reunión se celebró el 23 de junio. En ese momento, se decidió que el brote de viruela del mono no constituía una emergencia de salud mundial o una emergencia de salud pública de interés internacional. Sin embargo, la situación ha cambiado desde entonces. En el momento de la última reunión de la OMS, los casos globales de viruela del mono ascendían a unos 4.000. Ahora, esa cifra es más de 14.500.

Por lo que algunos han expresado su preocupación de que el actual clima extremo y las enfermedades sean un acto de Dios. Incluso la senadora ecologista francesa Mélanie Vogel compartió un mapa de España y el sur de Francia en su cuenta de Twitter advirtiendo sobre el fin de la vida humana.
“Se registraron más de 59°C en la superficie del suelo en España y 48°C en el sur de Francia”, escribió Vogel en un tuit. “Esto no es solo verano. Es solo un infierno y muy pronto se convertirá en solo el final de la vida humana si continuamos con nuestra inacción climática.”



Ya sea de los que creen que estamos a las puertas del fin de los tiempos o no, el fin del mundo, como se cuenta en la Biblia, probablemente esté más cerca de lo que pensamos. Numerosos científicos han relacionado un aumento en los eventos climáticos extremos con el cambio climático creado por el hombre.

Nada que hacer

Evaluación Nacional del Clima de Estados unidos (NCA) reveló a principios de este año que la cantidad de olas de calor, fuertes inundaciones y grandes huracanes ha aumentado drásticamente. Se espera que el cambio climático empeore la frecuencia, la intensidad y los impactos de algunos tipos de fenómenos meteorológicos extremos. Por ejemplo, el aumento del nivel del mar aumenta los impactos de las tormentas costeras y el calentamiento puede ejercer más presión sobre los suministros de agua durante las sequías. Muchos están pidiendo que se establezca más medidas para prepararse para tales desastres naturales y para acelerar el impulso hacia el cero neto. Pero todo parece indicar que ya es demasiado tarde.

En el siglo XIV se dio la PESTE en la que murió un tercio de la población europea.
No se saben las causas (o mejor dicho, no interesan las causas), sólo hay hipótesis.

Digresión-hipótesis:

La tecnología avanzada va unida al PODER CONCENTRADO, en concreto las grandes infraestructuras estatales y/o imperiales.

A la caída de Roma, las ciudades (y sus infraestructuras producto del SOBREPODER-SOBREDOMINACIÓN) fueron abandonadas y la gente retornó al mundo rural, viviendo de nuevo en aldeas.

En el mundo rural no había hacinamiento y, ADEMÁS, la gente sabía que hacer con sus productos de desecho. Eso del reciclado lo conocían y practicaban nuestros antepasados, y sin necesidad de ningún título universitario (y como ese conocimiento, cientos más).

Hacia el siglo XIV (tras la pausa altomedieval en la que se abrieron ventanas de libertad para los pueblos europeos antaño sojuzgados por Roma) el PODER de nuevo volvió a estar cada vez más concentrado (corona-clero) y por tanto, la gente volvió a ser llevada (cual flautista de Hamelin) a las ciudades... Pero el proceso fue tan rápido que las proto-ciudades no tenían aún los sistemas de alcantarillado, aguas fecales, agua corriente, fuentes, etc.

El hacinamiento unido a la insalubridad trajo consigo el aumento de RATAS y con ello la PESTE.
Por cierto, se culpó a los judíos de envenenar los pozos, y fue el inicio de los progromos.
Eso por el lado de los hechos tangibles y materiales.

Por otro lado, se retornó de nuevo a la vida disoluta, a la degradación de las costumbres, a la pérdida de libertades, etc. y ello conlleva que el ser humano se ABANDONA... y llegan las enfermedades DEL ALMA (por usar una expresión que todos entendemos, sea compartida o no).

Ahora, en el siglo XXI todo se está desmoronando de nuevo; el perfil del habitante del siglo XXI es el del URBANITA DERECHOHABIENTE BIENESTARIZADO y llegan las enfermedades masivas de nuevo, los cataclismos, etc. Y llegan las disfuncionalidades del sistema, que ya ni siquiera puede garantizar la salubridad mínima. Sí, las ratas están aumentando en todas las ciudades.

Las sociedades que no actúan por VIRTUD, por DEBER, sino por ansia de poder, ansia de placer, hedonismo, irresponsabilidad, etc., en suma, las que se dividen en MANDANTES y MANDADOS siempre terminan igual: degradación absoluta de todo y de todos.