El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) ha denunciado que el crecimiento descontrolado de las importaciones de tomate de jovenlandia y las exigencias de la Comisión Europea en materia «de fitosanidad y envases» amenazan la producción comunitaria, «que sigue una tendencia decreciente». La exportación de tomate español ha descendido un 25% en cuatro años, según el portal Horto.
Ésta es la conclusión de la reunión a principios del mes de mayo en Piré-Chancé, cerca de Rennes, de los representantes del sector de Francia, Italia, Portugal y España, que subrayaron que la importación de jovenlandia ha pasado desde 2013 de 365.695 toneladas a 557.225 toneladas en 2022, volumen que se incrementa a 701.541 toneladas si se incluye Reino Unido, un país en el que las exportaciones de tomate desde España cayeron de 143.182 toneladas a 70.780.
Los representantes del sector coincidieron en que la política comunitaria en el ámbito de fitosanitarios y de envases «perjudica a la producción comunitaria» y acordaron solicitar que se retiren las propuestas de uso sostenible de fitosanitarios, de envases y de residuos de envases «por su impacto negativo en la sostenibilidad de los cultivos y en la comercialización —ya que no permitirá de facto diferenciar la producción comunitaria de la importada—.
Asimismo, según un comunicado de la FEPEX, acordaron solicitar a la Comisión Europea una ayuda extraordinaria de hasta el 10% del valor de la producción comercializada de tomate que compense los daños que está provocando la dejadez en la aplicación de las clausulas de cooperación y de salvaguarda del acuerdo de Asociación de la UE con jovenlandia. También analizaron las previsiones de la campaña de verano, que muestra una tendencia decreciente —en un 5%— para el conjunto de los cuatro países.
El sindicato Solidaridad apoya a los productores españoles
El sindicato Solidaridad denuncia que las agendas de las élites globalistas imponen regulaciones climáticas a los productores españoles y europeos que «destruyen el campo y todo el sector primario».
Así, afirman que la política de puertas abiertas al producto extranjero supone la desaparición de numerosas explotaciones agrícolas, que no pueden hacer frente a la competencia desleal de los productos procedentes de países como jovenlandia. A juicio del sindicato liderado por Rodrigo Alonso es «muy urgente acabar con esta legislación que arruina a los agricultores y a los ganaderos españoles».
Ésta es la conclusión de la reunión a principios del mes de mayo en Piré-Chancé, cerca de Rennes, de los representantes del sector de Francia, Italia, Portugal y España, que subrayaron que la importación de jovenlandia ha pasado desde 2013 de 365.695 toneladas a 557.225 toneladas en 2022, volumen que se incrementa a 701.541 toneladas si se incluye Reino Unido, un país en el que las exportaciones de tomate desde España cayeron de 143.182 toneladas a 70.780.
Los representantes del sector coincidieron en que la política comunitaria en el ámbito de fitosanitarios y de envases «perjudica a la producción comunitaria» y acordaron solicitar que se retiren las propuestas de uso sostenible de fitosanitarios, de envases y de residuos de envases «por su impacto negativo en la sostenibilidad de los cultivos y en la comercialización —ya que no permitirá de facto diferenciar la producción comunitaria de la importada—.
Asimismo, según un comunicado de la FEPEX, acordaron solicitar a la Comisión Europea una ayuda extraordinaria de hasta el 10% del valor de la producción comercializada de tomate que compense los daños que está provocando la dejadez en la aplicación de las clausulas de cooperación y de salvaguarda del acuerdo de Asociación de la UE con jovenlandia. También analizaron las previsiones de la campaña de verano, que muestra una tendencia decreciente —en un 5%— para el conjunto de los cuatro países.
El sindicato Solidaridad apoya a los productores españoles
El sindicato Solidaridad denuncia que las agendas de las élites globalistas imponen regulaciones climáticas a los productores españoles y europeos que «destruyen el campo y todo el sector primario».
Así, afirman que la política de puertas abiertas al producto extranjero supone la desaparición de numerosas explotaciones agrícolas, que no pueden hacer frente a la competencia desleal de los productos procedentes de países como jovenlandia. A juicio del sindicato liderado por Rodrigo Alonso es «muy urgente acabar con esta legislación que arruina a los agricultores y a los ganaderos españoles».
https://gaceta.es/europa/las-politi...pa-se-han-duplicado-desde-2013-20230516-1333/