Ángel de Luz
Lucifer
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- 13 Feb 2014
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Esa noche que te despiertas con voces en la cabeza, después del día anterior que fuiste al psiquiatra y te dice que tienes esquizofrenia...
... y esa noche no sabes porqué, pero te levantas pensando en una hembra que conociste en República Checa, Bárbora Látalová, rubia de 25 años, estudiante de arquitectura, pelo largo y cuerpo esbelto con curvas, delgadita y preciosa de cara con ojos azules...
Y te haces una telepaja:
Piensas que ella es una extraterrestre pleyadiana y que puedes amartela a distancia.
Agarras tu miembro y piensas que es su boca, tu mano se mueve extrañamente, a compás de sus lametones y chupadas que recreas en tu mente... salvo por una excepción, que no lo estás pensando, lo estás viviendo y aunque no lo veas, lo sientes. Es real. Ella lo sabe telepáticamente y controla tu cuerpo, tus dedos, tu mano.
Y se da la vuelta. Ella está ahí contigo, en otra dimensión, invisible y telepáticamente. Bilocación. Y se abre de piernas y notas como penetras su vagina con la energía del movimiento telepático. La notas caliente y apretadita. No es tu mano física. Es la mano de ella como un vehículo de su pensamiento que te solapa en tu mano. Y no notas que la mueves tú. La mueve ella.
Y te corres. En el baño de tu casa. A solas virtualmente. Pero en realidad, estabas acompañado por ella.
...
La telepaja, amigos.
... y esa noche no sabes porqué, pero te levantas pensando en una hembra que conociste en República Checa, Bárbora Látalová, rubia de 25 años, estudiante de arquitectura, pelo largo y cuerpo esbelto con curvas, delgadita y preciosa de cara con ojos azules...
Y te haces una telepaja:
Piensas que ella es una extraterrestre pleyadiana y que puedes amartela a distancia.
Agarras tu miembro y piensas que es su boca, tu mano se mueve extrañamente, a compás de sus lametones y chupadas que recreas en tu mente... salvo por una excepción, que no lo estás pensando, lo estás viviendo y aunque no lo veas, lo sientes. Es real. Ella lo sabe telepáticamente y controla tu cuerpo, tus dedos, tu mano.
Y se da la vuelta. Ella está ahí contigo, en otra dimensión, invisible y telepáticamente. Bilocación. Y se abre de piernas y notas como penetras su vagina con la energía del movimiento telepático. La notas caliente y apretadita. No es tu mano física. Es la mano de ella como un vehículo de su pensamiento que te solapa en tu mano. Y no notas que la mueves tú. La mueve ella.
Y te corres. En el baño de tu casa. A solas virtualmente. Pero en realidad, estabas acompañado por ella.
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La telepaja, amigos.