Hoy el consejo de ministros ha aprobado el conjunto de medidas para impulsar las economía y ayudar a las familias. Son medidas paliativas que en modo alguno pueden erigirse en plan de choque para combatir una auténtica infección como es la crisis que se nos viene encima, cuya profundidad y duración desconocemos, y que se está desarrollando a una velocidad de vértigo, más aún, combinada con el 4,5% de inflación dibuja un diagnóstico inequívoco de estanflación, el peor de los escenarios posibles. Y no estamos hablando de una crisis coyuntural, sino sistémica, que precisa abordarla acometiendo reformas estructurales de gran calado. España ha crecido en los últimos años apoyada en dos motores, el boom inmobiliario y el consumo interno, que han resultado gravemente dañados por la crisis de las subprime. Es imprescindible avanzar hacia un cambio de modelo basado en la creación de valor añadido, productividad y en la competitividad. Es un modelo económico del que todo el mundo habla pero del que nadie hace nada para conseguirlo. De todo el paquete de medidas aprobadas, quizás las más conocidas son la de la devolución de los 400€, la supresión del Impuesto de Patrimonio y el alargamiento del plazo de la hipoteca. Pues bien, puestos a criticar, respecto a las dos primeras no deja de ser curioso que sea un gobierno de izquierdas el que suprima el impuesto conocido “ como el de los ricos” y que de los 400 € queden excluidos las rentas bajas sin retención de IRPF en nómina, para éstos les queda comerse un regalo envenenado; la subida de precios que acarreará esta mayor liquidez en los bolsillos del resto de los españoles. Respecto a la tercera, la renegociación a más años la hipoteca, aunque a simple vista pueda parecer "un balón de oxigeno" para las economías más precarias, puede convertirse ens una trampa mortal, puesto que reduce el margen de maniobra para cubrir imprevistos varios que vayan surgiendo por cuanto, y que nadie se lleve a engaño, pagar más años también supone pagar más intereses al banco, y por tanto a endeudarse más. En definitiva, un conjunto de medidas de escaso calado que llegan tarde y que a duras penas servirán para mitigar la crisis que ya acecha. SLDS.
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