ElBillet
Madmaxista
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Las 'fake news' de la prensa para envilecer al adversario español y justificar a jovenlandia
Juan Francisco Valle, el submarinista de la Guardia Civil que rescató, el 17 de mayo, a un bebé jovenlandés de las aguas de Ceuta tenía un nombre turco. Su foto con el recién nacido en brazos dio la vuelta al mundo, pero una parte de la prensa jovenlandés aseguró que era “fake”, que no era un socorrista español sino turco. El diario 'El País' publica una antigua foto de hechos que han sucedido en Turquía y los vincula con lo que ocurre en la región fronteriza entre Castillejos y la ciudad ocupada de Ceuta”, afirmó el 21 de mayo el diario digital jovenlandés 'Hespress', el más leído del país, en el pie de la foto del submarinista y del bebé. No fue el único que hizo tales aseveraciones.
Desde que, con la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, se acentuó la crisis entre España y jovenlandia, la prensa jovenlandés, sobre todo la oficialista, se ha inventado un buen número de noticias. Su propósito es dañar la imagen del adversario español y justificar así la actuación de sus autoridades. Otros periódicos, también marroquíes, se han esforzado en desmentir esos bulos.
La entrada masiva de pagapensiones en la ciudad autónoma creó un efecto llamada
Las imágenes de más de 10.000 marroquíes, una quinta parte menores, entrando en Ceuta a nado entre el 17 y el 19 de mayo, que empañaron la reputación de jovenlandia, acusado de empujar a sus emigrantes a arriesgar sus vidas. Buena parte de los diarios de Rabat y Casablanca respondieron tratando, a su vez, de ensombrecer la actuación de aquellos españoles que les acogían del otro lado de la frontera.
"(…) los niños fueron colocados, en condiciones inhumanas, en hangares utilizados para almacenar el contrabando” en Ceuta, escribió en la agencia de prensa oficial MAP, el 20 de mayo, el columnista Mohamed Rida Braim. Los “militares maltrataron a los menores y pusieron en peligro su vida tirándoles al mar” para expulsarles de la ciudad, añadía, el 11 de junio, el diario 'As Sabah'. Respondía así a la resolución del Parlamento Europeo que reprochaba a jovenlandia la utilización de niños en la crisis que desató con España.
No siempre los diarios se inventan las noticias. Las asociaciones de la sociedad civil les bridan informaciones distorsionadas de las que después se hacen eco. La Organización jovenlandés de Derechos Humanos, una ONG complaciente con las autoridades de Rabat, afirmó que los adultos, incluso los solicitantes de asilo, “fueron expulsados por el Ejército español” de Ceuta a bastonazos, patadas, empleando gases lacrimógenos y fuego real.
"Abusos sensuales" a marroquíes
El medio que proporcionó más detalles sobre los supuestos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad españolas en Ceuta fue Chouf TV, una web de vídeos que dirige Driss Chahtane, un periodista que, tras pasar un año detrás de los barrotes, cambió de parecer sobre las autoridades de su país. Su web retransmitió en directo durante horas, desde el lado jovenlandés de la frontera con Ceuta, la retransmisión de la entrada masiva de pagapensiones en la ciudad autónoma creó un efecto llamada.
Chouf TV envió a Ceuta a su periodista estrella, Fatima-Zahra Rajmi, que no solo denunció ante la cámara las "agresiones" que padecieron los niños sino los "abusos sensuales" a los que fueron sometidas en la ciudad algunas mujeres marroquíes. Rajmi, que reside la provincia de Almería y obtuvo la nacionalidad española en 2019, fue brevemente detenida el 21 de mayo por la Guardia Civil cuando se disponía a salir de Ceuta. Tenía una requisitoria de un juzgado almeriense por un delito de lesiones.
"(…) fue sorprendida por la irrupción de tres vehículos en los que se desplazaban policías armados hasta los dientes", según relató la detención Driss Chahtane al diario 'Le 360', el más afín al palacio real. "Le dieron al alto, le esposaron y se la llevaron (…)", añadió. "El interrogatorio al que la sometieron estuvo centrado en averiguar por qué empleaba la expresión 'Ceuta ocupada' en sus reportajes", concluyó.
jovenlandia estudia incluir en el Paso del Estrecho a Portugal, pero no a España
Su detención "es una violación manifiesta de la libertad de prensa y de expresión", denunció sin demora, en un comunicado, el Sindicato Nacional de la Prensa jovenlandés. Los empresarios del sector, reagrupados en la Asociación Nacional de Medios de Comunicación y Editores, tampoco tardaron en criticar el atropello perpetrado por la Guardia Civil con la periodista.
Si el diario digital 'Yabiladi' de Casablanca fue el primero desmentir que la foto del submarinista y del bebé fuese falsa, otro periódico, 'Le Desk', desbarató la tesis de la detención de Fatima-Zahra Rajmi por su cobertura antiespañola de los acontecimientos de Ceuta. Publicó en su web la requisitoria judicial por lesiones. 'Le Desk' recordó además como ella esperaba, hace un año, con su cámara, a las puertas de la comisaría, al periodista crítico Omar Radi, convocado por la policía judicial. Al verle le acusaba de "traidor y espía a sueldo de una potencia extranjera". Radi está encarcelado desde julio de 2020 a la espera de juicio. Chouf TV, concluía 'Le Desk', "es una plataforma reputada por estar vinculada con algunos círculos policiales".
"El falso pasaporte argelino del jefe del Polisario", titulaba su exclusiva, en la portada de su web del 21 de mayo, el diario 'Le 360'. Reproducía el supuesto documento con el que Brahim Ghali entró en España, el 18 de abril, para ser hospitalizado. En él no figuraba el nombre del líder saharaui sino el de un tal Mohamed Benbatouche. Daba así crédito a la acusación formulada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de jovenlandia sobre la utilización por Ghali, con la complicidad de las autoridades españolas, de una falsa identidad.
The North African Journal
'Le Desk' desmenuzó el pasaporte exhibido por 'Le 360' y demostró que era una burda manipulación. Su duración era, por ejemplo, de tan solo cinco años cuando los pasaportes argelinos no expiran hasta los diez. Ghali se presentó en España con un auténtico pasaporte diplomático argelino, en el que figuraba su verdadero nombre, pero fue ingresado en el hospital de Logroño con otra identidad quizás por razones de seguridad o para evitar que lo supieran los servicios secretos marroquíes. "Mientras que una avalancha de migrantes cae sobre Ceuta una oleada de “fake news” sumerge a la prensa jovenlandés", se lamentaba el diario 'Le Desk'.
Aunque la intensidad de la crisis ha disminuido, las falsas noticias continúan. "¿Dónde se han metido los embajadores de España y Alemania?", se preguntaba el miércoles en un titular "Le Site Info". "No se han dignado a acudir", contestaba el diario, a un acto para presentar al cuerpo diplomático el modelo de desarrollo de jovenlandia. Muestran así, sostenía, su "animosidad" y su mentalidad "post colonial". En realidad, el español Ricardo Díez-Hochleitner y no asistió porque fue el único embajador acreditado en Rabat que no fue invitado. El alemán, Götz Schmidt-Bremme, hace ya semanas que se marchó a otro destino, pero la crisis entre su país y jovenlandia continúa por motivos similares a la que atraviesa España con su vecino del sur.
Las 'fake news' no son un monopolio de la prensa jovenlandés. Desde que estalló la crisis la española ha publicado unas cuantas sobre jovenlandia. Quizás las más llamativas sean aquellas sobre los numerosos lobbies contratados por las autoridades marroquíes en EEUU para defender su causa. Ya le gustaría a la diplomacia jovenlandés disponer de tantos recursos y ser tan influyente en Washington.
Juan Francisco Valle, el submarinista de la Guardia Civil que rescató, el 17 de mayo, a un bebé jovenlandés de las aguas de Ceuta tenía un nombre turco. Su foto con el recién nacido en brazos dio la vuelta al mundo, pero una parte de la prensa jovenlandés aseguró que era “fake”, que no era un socorrista español sino turco. El diario 'El País' publica una antigua foto de hechos que han sucedido en Turquía y los vincula con lo que ocurre en la región fronteriza entre Castillejos y la ciudad ocupada de Ceuta”, afirmó el 21 de mayo el diario digital jovenlandés 'Hespress', el más leído del país, en el pie de la foto del submarinista y del bebé. No fue el único que hizo tales aseveraciones.
Desde que, con la hospitalización en Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, se acentuó la crisis entre España y jovenlandia, la prensa jovenlandés, sobre todo la oficialista, se ha inventado un buen número de noticias. Su propósito es dañar la imagen del adversario español y justificar así la actuación de sus autoridades. Otros periódicos, también marroquíes, se han esforzado en desmentir esos bulos.
La entrada masiva de pagapensiones en la ciudad autónoma creó un efecto llamada
Las imágenes de más de 10.000 marroquíes, una quinta parte menores, entrando en Ceuta a nado entre el 17 y el 19 de mayo, que empañaron la reputación de jovenlandia, acusado de empujar a sus emigrantes a arriesgar sus vidas. Buena parte de los diarios de Rabat y Casablanca respondieron tratando, a su vez, de ensombrecer la actuación de aquellos españoles que les acogían del otro lado de la frontera.
"(…) los niños fueron colocados, en condiciones inhumanas, en hangares utilizados para almacenar el contrabando” en Ceuta, escribió en la agencia de prensa oficial MAP, el 20 de mayo, el columnista Mohamed Rida Braim. Los “militares maltrataron a los menores y pusieron en peligro su vida tirándoles al mar” para expulsarles de la ciudad, añadía, el 11 de junio, el diario 'As Sabah'. Respondía así a la resolución del Parlamento Europeo que reprochaba a jovenlandia la utilización de niños en la crisis que desató con España.
No siempre los diarios se inventan las noticias. Las asociaciones de la sociedad civil les bridan informaciones distorsionadas de las que después se hacen eco. La Organización jovenlandés de Derechos Humanos, una ONG complaciente con las autoridades de Rabat, afirmó que los adultos, incluso los solicitantes de asilo, “fueron expulsados por el Ejército español” de Ceuta a bastonazos, patadas, empleando gases lacrimógenos y fuego real.
"Abusos sensuales" a marroquíes
El medio que proporcionó más detalles sobre los supuestos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad españolas en Ceuta fue Chouf TV, una web de vídeos que dirige Driss Chahtane, un periodista que, tras pasar un año detrás de los barrotes, cambió de parecer sobre las autoridades de su país. Su web retransmitió en directo durante horas, desde el lado jovenlandés de la frontera con Ceuta, la retransmisión de la entrada masiva de pagapensiones en la ciudad autónoma creó un efecto llamada.
Chouf TV envió a Ceuta a su periodista estrella, Fatima-Zahra Rajmi, que no solo denunció ante la cámara las "agresiones" que padecieron los niños sino los "abusos sensuales" a los que fueron sometidas en la ciudad algunas mujeres marroquíes. Rajmi, que reside la provincia de Almería y obtuvo la nacionalidad española en 2019, fue brevemente detenida el 21 de mayo por la Guardia Civil cuando se disponía a salir de Ceuta. Tenía una requisitoria de un juzgado almeriense por un delito de lesiones.
"(…) fue sorprendida por la irrupción de tres vehículos en los que se desplazaban policías armados hasta los dientes", según relató la detención Driss Chahtane al diario 'Le 360', el más afín al palacio real. "Le dieron al alto, le esposaron y se la llevaron (…)", añadió. "El interrogatorio al que la sometieron estuvo centrado en averiguar por qué empleaba la expresión 'Ceuta ocupada' en sus reportajes", concluyó.
jovenlandia estudia incluir en el Paso del Estrecho a Portugal, pero no a España
Su detención "es una violación manifiesta de la libertad de prensa y de expresión", denunció sin demora, en un comunicado, el Sindicato Nacional de la Prensa jovenlandés. Los empresarios del sector, reagrupados en la Asociación Nacional de Medios de Comunicación y Editores, tampoco tardaron en criticar el atropello perpetrado por la Guardia Civil con la periodista.
Si el diario digital 'Yabiladi' de Casablanca fue el primero desmentir que la foto del submarinista y del bebé fuese falsa, otro periódico, 'Le Desk', desbarató la tesis de la detención de Fatima-Zahra Rajmi por su cobertura antiespañola de los acontecimientos de Ceuta. Publicó en su web la requisitoria judicial por lesiones. 'Le Desk' recordó además como ella esperaba, hace un año, con su cámara, a las puertas de la comisaría, al periodista crítico Omar Radi, convocado por la policía judicial. Al verle le acusaba de "traidor y espía a sueldo de una potencia extranjera". Radi está encarcelado desde julio de 2020 a la espera de juicio. Chouf TV, concluía 'Le Desk', "es una plataforma reputada por estar vinculada con algunos círculos policiales".
"El falso pasaporte argelino del jefe del Polisario", titulaba su exclusiva, en la portada de su web del 21 de mayo, el diario 'Le 360'. Reproducía el supuesto documento con el que Brahim Ghali entró en España, el 18 de abril, para ser hospitalizado. En él no figuraba el nombre del líder saharaui sino el de un tal Mohamed Benbatouche. Daba así crédito a la acusación formulada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de jovenlandia sobre la utilización por Ghali, con la complicidad de las autoridades españolas, de una falsa identidad.
The North African Journal
'Le Desk' desmenuzó el pasaporte exhibido por 'Le 360' y demostró que era una burda manipulación. Su duración era, por ejemplo, de tan solo cinco años cuando los pasaportes argelinos no expiran hasta los diez. Ghali se presentó en España con un auténtico pasaporte diplomático argelino, en el que figuraba su verdadero nombre, pero fue ingresado en el hospital de Logroño con otra identidad quizás por razones de seguridad o para evitar que lo supieran los servicios secretos marroquíes. "Mientras que una avalancha de migrantes cae sobre Ceuta una oleada de “fake news” sumerge a la prensa jovenlandés", se lamentaba el diario 'Le Desk'.
Aunque la intensidad de la crisis ha disminuido, las falsas noticias continúan. "¿Dónde se han metido los embajadores de España y Alemania?", se preguntaba el miércoles en un titular "Le Site Info". "No se han dignado a acudir", contestaba el diario, a un acto para presentar al cuerpo diplomático el modelo de desarrollo de jovenlandia. Muestran así, sostenía, su "animosidad" y su mentalidad "post colonial". En realidad, el español Ricardo Díez-Hochleitner y no asistió porque fue el único embajador acreditado en Rabat que no fue invitado. El alemán, Götz Schmidt-Bremme, hace ya semanas que se marchó a otro destino, pero la crisis entre su país y jovenlandia continúa por motivos similares a la que atraviesa España con su vecino del sur.
Las 'fake news' no son un monopolio de la prensa jovenlandés. Desde que estalló la crisis la española ha publicado unas cuantas sobre jovenlandia. Quizás las más llamativas sean aquellas sobre los numerosos lobbies contratados por las autoridades marroquíes en EEUU para defender su causa. Ya le gustaría a la diplomacia jovenlandés disponer de tantos recursos y ser tan influyente en Washington.