azkunaveteya
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Las diputaciones se plantean subir dos puntos la fiscalidad del ahorro y las plusvalías. El Correo
Responsables de las haciendas forales y del Gobierno vasco mantuvieron ayer la primera reunión oficial para estudiar una subida en el Impuesto sobre la Renta, con la que pretenden paliar el drástico descenso en los ingresos que sufren las arcas públicas por los efectos de la crisis económica. El encuentro se produjo en el marco del Órgano de Coordinación Tributaria. Aunque por el momento todo está «en fase de estudio», toma cuerpo la posibilidad de que las diputaciones pongan en marcha un aumento del IRPF similar al planteado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: la elevación en dos puntos de las rentas del ahorro y plusvalías -que pasarían así de tributar al 18% a hacerlo al 20%- y la supresión de la deducción general de 400 euros. Para esta última opción contemplan varias alternativas con el objetivo de favorecer a los contribuyentes con menores ingresos.
Las diputaciones no van a darse prisa en cerrar los detalles de esta nueva regulación. Más bien al contrario, aseguran fuentes conocedoras del proceso, los ejecutivos forales se proponen esperar a que el Gobierno central descubra todas sus cartas en materia de fiscalidad y a vislumbrar, incluso, cuál será el resultado de su tramitación en el Congreso. Pero, de la misma manera, quieren tener «adelantados los deberes» sobre las principales fórmulas que hay sobre la mesa.
El objetivo
El IRPF es el impuesto que centra las discusiones de diputaciones y Gobierno, ya que la normativa sobre el IVA -que previsiblemente va a experimentar también su particular escalada- corresponde al Estado. Así las cosas, los directores de las haciendas de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa asumieron ayer el compromiso de analizar el impacto que tendría en la recaudación una subida de la tributación del ahorro, similar a la que ha 'telegrafiado' la Administración central. Fuentes del Departamento de Hacienda se anticiparon a concretar que un aumento de dos puntos para este tipo de rentas -intereses de cuentas corrientes y depósitos, plusvalías de Bolsa, venta de inmuebles, terrenos, etc.-, para pasar del actual 18% al 20%, permitiría recaudar 75 millones más el próximo año.
En torno a la deducción de 400 euros que se aplicó por primera vez en la declaración de renta del ejercicio 2008, y cuya desaparición se da como segura, las haciendas forales y el Ejecutivo manejan un auténtico 'sudoku' de opciones que van a ser analizadas ahora por los ordenadores del fisco vasco. En cualquier caso, el objetivo que persiguen es que el aumento de la presión fiscal que va a suponer la reforma del IRPF castigue menos a los contribuyentes de rentas bajas.
Varias posibilidades
La primera fórmula que estudian ya las diputaciones es mantener esa desgravación a quienes obtengan rentas de trabajo inferiores a 18.000 euros anuales y cuyos rendimientos por ahorro o plusvalías no superen los 20.000 euros. Ayer, en la reunión de responsables de las haciendas también se barajó la posibilidad de que ese límite de rendimientos del capital se fije en 10.000 euros anuales.
Una segunda alternativa es eliminar los 400 euros con carácter universal, para todos los contribuyentes, pero retocar la deducción general que se aplica a las rentas del trabajo.
Todo está abierto. Las cuatro partes han quedado en mantener un nuevo encuentro antes del próximo 1 de octubre con el fin de avanzar en esta materia. Para esa fecha, el Gobierno de Zapatero ya habrá descubierto sus cartas en materia de aumento de impuestos.
LOS CAMBIOS
Rentas del ahorro: el Impuesto sobre la Renta contempla un tipo especial y único para las rentas que proceden del ahorro o de los beneficios obtenidos en la venta de bienes. Este gravamen es del 18% y se aplica, por ejemplo, a los intereses obtenidos por las cuentas corrientes y depósitos bancarios, dividendos, así como a las plusvalías conseguidas en la venta de inmuebles -pisos, lonjas, terrenos, etc.- o valores mobiliarios como acciones de Bolsa o participaciones en fondos de inversión. Las diputaciones estudian situarlo en el 20%.
400 euros: se ha aplicado en los ejercicios de 2008 y 2009 como deducción lineal a todos los contribuyentes que obtienen rentas del trabajo, a los pensionistas y también a los trabajadores autónomos. Las haciendas forales anticipaban esta deducción mediante una menor retención en los salarios mensuales.
Responsables de las haciendas forales y del Gobierno vasco mantuvieron ayer la primera reunión oficial para estudiar una subida en el Impuesto sobre la Renta, con la que pretenden paliar el drástico descenso en los ingresos que sufren las arcas públicas por los efectos de la crisis económica. El encuentro se produjo en el marco del Órgano de Coordinación Tributaria. Aunque por el momento todo está «en fase de estudio», toma cuerpo la posibilidad de que las diputaciones pongan en marcha un aumento del IRPF similar al planteado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: la elevación en dos puntos de las rentas del ahorro y plusvalías -que pasarían así de tributar al 18% a hacerlo al 20%- y la supresión de la deducción general de 400 euros. Para esta última opción contemplan varias alternativas con el objetivo de favorecer a los contribuyentes con menores ingresos.
Las diputaciones no van a darse prisa en cerrar los detalles de esta nueva regulación. Más bien al contrario, aseguran fuentes conocedoras del proceso, los ejecutivos forales se proponen esperar a que el Gobierno central descubra todas sus cartas en materia de fiscalidad y a vislumbrar, incluso, cuál será el resultado de su tramitación en el Congreso. Pero, de la misma manera, quieren tener «adelantados los deberes» sobre las principales fórmulas que hay sobre la mesa.
El objetivo
El IRPF es el impuesto que centra las discusiones de diputaciones y Gobierno, ya que la normativa sobre el IVA -que previsiblemente va a experimentar también su particular escalada- corresponde al Estado. Así las cosas, los directores de las haciendas de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa asumieron ayer el compromiso de analizar el impacto que tendría en la recaudación una subida de la tributación del ahorro, similar a la que ha 'telegrafiado' la Administración central. Fuentes del Departamento de Hacienda se anticiparon a concretar que un aumento de dos puntos para este tipo de rentas -intereses de cuentas corrientes y depósitos, plusvalías de Bolsa, venta de inmuebles, terrenos, etc.-, para pasar del actual 18% al 20%, permitiría recaudar 75 millones más el próximo año.
En torno a la deducción de 400 euros que se aplicó por primera vez en la declaración de renta del ejercicio 2008, y cuya desaparición se da como segura, las haciendas forales y el Ejecutivo manejan un auténtico 'sudoku' de opciones que van a ser analizadas ahora por los ordenadores del fisco vasco. En cualquier caso, el objetivo que persiguen es que el aumento de la presión fiscal que va a suponer la reforma del IRPF castigue menos a los contribuyentes de rentas bajas.
Varias posibilidades
La primera fórmula que estudian ya las diputaciones es mantener esa desgravación a quienes obtengan rentas de trabajo inferiores a 18.000 euros anuales y cuyos rendimientos por ahorro o plusvalías no superen los 20.000 euros. Ayer, en la reunión de responsables de las haciendas también se barajó la posibilidad de que ese límite de rendimientos del capital se fije en 10.000 euros anuales.
Una segunda alternativa es eliminar los 400 euros con carácter universal, para todos los contribuyentes, pero retocar la deducción general que se aplica a las rentas del trabajo.
Todo está abierto. Las cuatro partes han quedado en mantener un nuevo encuentro antes del próximo 1 de octubre con el fin de avanzar en esta materia. Para esa fecha, el Gobierno de Zapatero ya habrá descubierto sus cartas en materia de aumento de impuestos.
LOS CAMBIOS
Rentas del ahorro: el Impuesto sobre la Renta contempla un tipo especial y único para las rentas que proceden del ahorro o de los beneficios obtenidos en la venta de bienes. Este gravamen es del 18% y se aplica, por ejemplo, a los intereses obtenidos por las cuentas corrientes y depósitos bancarios, dividendos, así como a las plusvalías conseguidas en la venta de inmuebles -pisos, lonjas, terrenos, etc.- o valores mobiliarios como acciones de Bolsa o participaciones en fondos de inversión. Las diputaciones estudian situarlo en el 20%.
400 euros: se ha aplicado en los ejercicios de 2008 y 2009 como deducción lineal a todos los contribuyentes que obtienen rentas del trabajo, a los pensionistas y también a los trabajadores autónomos. Las haciendas forales anticipaban esta deducción mediante una menor retención en los salarios mensuales.