Heteropatriarca
Madmaxista
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Recuerda: obtén todas las pruebas que puedas (grabaciones, fotos, mensajes de WhatsApp al día siguiente, etc.) por muy bien que creas que va la relación.
Un selfie desmonta una denuncia por agresión sensual a una menor en un centro comercial de Madrid
Un joven fue detenido el pasado mes de marzo tras ser denunciado por una supuesta agresión sensual en el aparcamiento de un centro comercial de Torrejón de Ardoz (Madrid). Un selfie fue la clave de este turbulento caso. La víctima era una menor y se habían conocido por redes sociales. No había cámaras de seguridad y el consentimiento era el epicentro de las diligencias. Meses después, el Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz ha decidido concluir el sumario sin el procesamiento del acusado, según un escrito al que ha tenido acceso Vozpópuli.
El atestado del caso fue realizado por la Comisaría de Policía Nacional de Torrejón de Ardoz. Las diligencias realizadas en instrucción fueron tales como la exploración de la joven, la declaración del investigado y un informe médico forense de la menor. La UFAM solicitó las grabaciones del Parque Corredor pero las cámaras "no se encontraban operativas y carecían de sistema de grabación al estarse realizando obras de mejora y rehabilitación del centro comercial".
Únicamente existía como indicio la denuncia de la chica ya que el implicado mantuvo en todo momento que las relaciones fueron consentidas. La historia de estos dos jóvenes se remonta a unas pocas semanas atrás de la denuncia de agresión sensual, según el relato judicial.
Se conocieron a través de las redes sociales TikTok e Instagram y quedaron el día 13 de marzo de 2024 para mantener relaciones sensuales. El investigado recogió a la menor. cerca de su domicilio y se dirigieron al parking del centro comercial Parque Corredor de Torrejón de Ardoz a indicación de ella, según el relato de ambos. Tras estacionar el vehículo en la zona de las últimas plazas del parking y a unos 50 metros de un bazar comercial, ambos mantuvieron un contacto sensual inicial mediante besos y tocamientos por encima de la ropa.
A partir de este momento, sus versiones son radicalmente opuestas. La menor aseguró que verbalmente le comunicó en dos ocasiones que no quería ir más allá. La cuestión nuclear de la causa se tenía que centrar en si la denunciante consintió o no las prácticas sensuales que después mantuvieron. Aún quedaba por aparecer en escena un selfie.
La chica señaló que sufrió agarrones en el cuello y cabeza de forma violenta. Unas lesiones que aparecieron atestiguadas en el informe forense pero sí en un parte médico que se efectuó 24 horas después del suceso. Según el escrito de la juez esta circunstancia choca con que la progenitora de la chica dos horas después del suceso no apreció ningún tipo de lesión externa.
(Este párrafo está pésimamente redactado no sé qué pretende decir)
La menor declaró que mantuvo una "conversación corta" con su progenitora en la que no hizo "referencia alguna a que estuviera en una situación una situación comprometida para la misma o en la que estuviera siendo forzada". "Hay que señalar, por otra parte, que ambas partes han manifestado que borraron las conversaciones previas que mantuvieron a través de las redes sociales que hubieran podido situar los hechos en un contexto más concreto", advirtió la juez.
Con todos estos elementos sobre la mesa, el Juzgado de Instrucción de Torrejón de Ardoz acordó declarar concluso el sumario, que se remitirá a la Audiencia Provincial de Madrid, sin el procesamiento del joven. No se recogieron indicios racionales de la agresión sensual y existían "únicamente versiones contradictorias", como defendió la abogada del acusado Beatriz Uriarte, de Ospina Abogados. Nunca se encontró en los dispositivos móviles el selfie que desmontó el caso.
Un selfie desmonta una denuncia por agresión sensual a una menor en un centro comercial de Madrid
Un joven fue detenido el pasado mes de marzo tras ser denunciado por una supuesta agresión sensual en el aparcamiento de un centro comercial de Torrejón de Ardoz (Madrid). Un selfie fue la clave de este turbulento caso. La víctima era una menor y se habían conocido por redes sociales. No había cámaras de seguridad y el consentimiento era el epicentro de las diligencias. Meses después, el Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz ha decidido concluir el sumario sin el procesamiento del acusado, según un escrito al que ha tenido acceso Vozpópuli.
El atestado del caso fue realizado por la Comisaría de Policía Nacional de Torrejón de Ardoz. Las diligencias realizadas en instrucción fueron tales como la exploración de la joven, la declaración del investigado y un informe médico forense de la menor. La UFAM solicitó las grabaciones del Parque Corredor pero las cámaras "no se encontraban operativas y carecían de sistema de grabación al estarse realizando obras de mejora y rehabilitación del centro comercial".
La historia de amor de los dos jóvenes
Con la falta de pruebas que tenía la juez sobre la mesa, el epicentro de las diligencias se centraba en el testimonio de los dos implicados. La magistrada Nuria Barabino Ballesteros advirtió en un escrito que "de lo actuado en la causa no aparecen indicios racionales de la comisión de un delito de agresión sensual".Únicamente existía como indicio la denuncia de la chica ya que el implicado mantuvo en todo momento que las relaciones fueron consentidas. La historia de estos dos jóvenes se remonta a unas pocas semanas atrás de la denuncia de agresión sensual, según el relato judicial.
Se conocieron a través de las redes sociales TikTok e Instagram y quedaron el día 13 de marzo de 2024 para mantener relaciones sensuales. El investigado recogió a la menor. cerca de su domicilio y se dirigieron al parking del centro comercial Parque Corredor de Torrejón de Ardoz a indicación de ella, según el relato de ambos. Tras estacionar el vehículo en la zona de las últimas plazas del parking y a unos 50 metros de un bazar comercial, ambos mantuvieron un contacto sensual inicial mediante besos y tocamientos por encima de la ropa.
A partir de este momento, sus versiones son radicalmente opuestas. La menor aseguró que verbalmente le comunicó en dos ocasiones que no quería ir más allá. La cuestión nuclear de la causa se tenía que centrar en si la denunciante consintió o no las prácticas sensuales que después mantuvieron. Aún quedaba por aparecer en escena un selfie.
La chica señaló que sufrió agarrones en el cuello y cabeza de forma violenta. Unas lesiones que aparecieron atestiguadas en el informe forense pero sí en un parte médico que se efectuó 24 horas después del suceso. Según el escrito de la juez esta circunstancia choca con que la progenitora de la chica dos horas después del suceso no apreció ningún tipo de lesión externa.
(Este párrafo está pésimamente redactado no sé qué pretende decir)
El selfie que desmontó el caso
La principal duda de la denuncia se centró en un selfie y unas conversaciones telefónicas que fueron recogidas por testimonios. "Tanto la menor como el investigado coinciden en declarar que la progenitora de aquélla la llamó por teléfono cuando ya estaban situados en los asientos de la parte de atrás del vehículo y le pidió que le enviase una foto con dicho investigado, petición a la que éste accede en dos ocasiones, bajando ambos del vehículo y haciéndose un “selfie” que envían a la progenitora", señala la magistrada.La menor declaró que mantuvo una "conversación corta" con su progenitora en la que no hizo "referencia alguna a que estuviera en una situación una situación comprometida para la misma o en la que estuviera siendo forzada". "Hay que señalar, por otra parte, que ambas partes han manifestado que borraron las conversaciones previas que mantuvieron a través de las redes sociales que hubieran podido situar los hechos en un contexto más concreto", advirtió la juez.
Con todos estos elementos sobre la mesa, el Juzgado de Instrucción de Torrejón de Ardoz acordó declarar concluso el sumario, que se remitirá a la Audiencia Provincial de Madrid, sin el procesamiento del joven. No se recogieron indicios racionales de la agresión sensual y existían "únicamente versiones contradictorias", como defendió la abogada del acusado Beatriz Uriarte, de Ospina Abogados. Nunca se encontró en los dispositivos móviles el selfie que desmontó el caso.