catleya
Madmaxista
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Enrique de Diego.- Para la supervivencia de la casta es fundamental que calen dos ideas en la población: 1.- que existe la crítica ergo hay democracia; 2.- que el sistema es capaz de de regenerarse internamente. Son lo que he denominado las coartadas del sistema. El caso extremo es el bufón Losantos.
Las coartadas son más difíciles de detectar y de denunciar porque representan un abuso de la confianza de la gente, y también de su pereza, pues desactivan el esfuerzo para afrontar los problemas.
Doy testimonio de que no hay crítica ergo no hay democracia, sino mierdocracia. El sistema, por supuesto, permite el histrionismo. Eso se ve perfectamente claro en los programas de corazón, donde se despellejan para entretener a la gente, pero quienes se sacan la piel a tiras cobran por ello. Y también con Losantos. El sistema precisa entretenimiento, pero sin sobrepasar nunca el límite de cuestionar los privilegios de la casta. Para ello hay que producir continuamente sucedáneos de debate, falsos de debate. Por ejemplo, la abdicación en vez de la derrocación o el referéndum monarquía-república. En eso, al parecer, se esmera precisamente Losantos.
Antes de analizar este caso extremo, vamos a ver otros casos: Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal-Quadras, Esperanza Aguirre, Federico Trillo…Puesto que la izquierda no aspira, ni tampoco la extremaizquierda, a cambiar el sistema, sino a sostenerlo, aunque sea insostenible, pues la izquierda se ha anquilosado y se ha instalado en el Estado, en la enseñanza y la sanidad estatales, el sistema presta especial atención a generar coartadas por su derecha, para no generar fisuras por ese flanco, que es su punto débil.
Medios afines al PP han publicado que, dado el malestar de las víctimas del terrorismo, y de sus apoyos sociales, por la sentencia del tribunal de Estrasburgo contra la doctrina Parot y la excarcelación de etarras, que la dirección del PP estaba evaluando repescar a Jaime Mayor Oreja para las elecciones europeas, de las que estaba descartado. Eso es, en sentido pleno, una coartada. No se habla del fondo, sino de la utilización de un señuelo. Por lo demás, Jaime Mayor Oreja es un vulgar chorizo que cobraba sobresueldos en dinero B mientras Miguel Ángel Blanco, que cobraba cuatro cortesanas, era asesinado. Mayor Oreja, que no es más que un impresentable, pidió a la nación que resistiera al chantaje de ETA, que pasaba por acercar los presos. No sólo se han acercado, sino que se han soltado, como el caso de Bolinaga y Mayor Oreja no ha dimitido, como debería si tuviera un ápice de jovenlandesal. Las coartadas nunca dimiten. Eso sería abandonar la casta. Excepción que confirma la regla: Santiago Abascal se ha cansado de serlo, aunque hasta ahora le han tenido comprado por un sueldo de ochenta mil euros.
De Alejo Vidal Quadras supongo que todo el mundo se ha dado cuenta ya de que este hortera mendicante de bolera no hace otra cosa que sacar algunos principios para que le den un puesto en las listas. Ahora, simplemente, lo tiene más difícil que nunca.
Esperanza Aguirre es la progenitora nutricia de Gürtel y una simple incompetente que dice que hay que hacer todo lo que no ha hecho como presidenta del PP de Madrid. Es una especialista en falsos debates, como la democracia interna de los partidos o las listas abiertas, que no son más que paliativos respecto a la regeneración profunda que precisa nuestra nación y que pasa ineludiblemente por tribunales especiales y juicios rápidos para los corruptos, con lo que casi todo el PP iría a la guandoca.
Federico Trillo, desde luego, de los primeros. Ha estado siempre cobrando en neցro y viviendo en el lujo mientras llevaba a los soldados a Afganistán en auténticas tartanas volantes. Pero, bueno, Yrene Calais ya le ha hecho un traje a medida. Trillo aporta la coartada católica a un sistema inmoral.
En la farsa de la casta, Losantos ocupa el papel del bufón, aquel a quien está permitido decir algunas verdades, al servicio del entretenimiento de sus señores y sin poner en peligro sus privilegios. Esta evidencia parece haber sido interiorizada por el propio Losantos, pues un testigo directo dice haber recibido de él la confidencia o consideración de que Eva Hache es la payasa de la izquierda y él de la derecha. Por de pronto, conviene aclarar algunas cuestiones respecto a su paso por la COPE. La cadena episcopal forma parte de un duopolio, junto con la cadena SER, de sostenimiento y blindaje del sistema, de la casta. Existen los medios técnicos –la radio digital- para una competencia perfecta, pero la casta nunca ha querido ponerla en marcha, porque con la hegemonía en postes de esas dos cadenas establece un bipartidismo radiofónico. Las audiencias de esos medios están aseguradas sobre un punto de partida técnico basado en las concesiones administrativas.
Los obispos nunca echaron a Losantos, ni éste fue objeto de persecución alguna, a las que él, en su tradición formativa comunista es tan propenso, sino que simplemente no le renovaron el contrato. La razón es bien sencilla: Losantos apostó por Esperanza Aguirre, que era quien le mantenía y le permitía ir montando sus propios medios de comunicación. Los obispos no fueron sólo tolerantes con su ateísmo o con su postura a favor del aborto, sino que incluso le permitieron utilizar la COPE para promocionar sus medios y presentarse a concursos públicos en directa competencia. A Zapatero siempre le interesó Losantos por su histrionismo (fue al primer programa en asistir), pero al sostenerse Rajoy y no dar el paso adelante Esperanza Aguirre, los obispos no estuvieron dispuestos a estar frente al PP oficial, porque la jerarquía católica, a través del privilegio de la crucecita, forma parte de la casta parasitaria. El Papa ha hablado con dureza contra la corrupción y los corruptos, Rouco no lo ha hecho nunca.
Losantos fue recibiendo prebendas de la facción esperancista en forma de licencias, también en la Comunidad Valenciana y Murcia. Ningún crítico real al sistema puede acceder a una de esas licencias. Conozco incluso casos de personas realmente críticas que han querido comprar licencias y han sido vetados. También ha recibido ingentes cantidades de dinero público de la Comunidad de Madrid, del Canal de Isabel II, de Telefónica, de Bankia, de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, de Bancaja e incluso 340 millones de dinero B de la caja de color del PP, lo que le introduce de lleno en el ámbito estricto de la corrupción.
¿A cambio de qué? De mantener bien cubierto el flanco derecho del PP, de presentarse como su paladín e incluso, en el máximo de impostura, como una víctima del sistema al que sirve. También de haber convertido el liberalismo en una comedia bufa, en una patente de corso para la obtención de subvenciones y para vivir del contribuyente. Losantos se ha dedicado a fomentar los instintos más bajos del hooliganismo pepero, a trastocar los debates de ideas en toscas dialécticas de fulanismos. Todo eso lo ha hecho a sueldo. Ha sido una coartada perfecta del sistema. Ahora ya está acabado. Es un simple augusto ineficaz al que la casta terminará dejando de lado muy pronto por inservible. Ya le ha abandonado Alberto Recarte, que ha vendido incluso las acciones, porque el chiringuito está muerto. César Vidal ha hecho público que está intentando venderlas pero que nadie se las compra. El final del insustancial Losantos va a ser patético. Siempre le quedará Ayanta Bailli, mientras la pague…
Las coartadas de la casta: De Mayor Oreja al caso extremo del bufón Losantos | Alerta Digital
Las coartadas son más difíciles de detectar y de denunciar porque representan un abuso de la confianza de la gente, y también de su pereza, pues desactivan el esfuerzo para afrontar los problemas.
Doy testimonio de que no hay crítica ergo no hay democracia, sino mierdocracia. El sistema, por supuesto, permite el histrionismo. Eso se ve perfectamente claro en los programas de corazón, donde se despellejan para entretener a la gente, pero quienes se sacan la piel a tiras cobran por ello. Y también con Losantos. El sistema precisa entretenimiento, pero sin sobrepasar nunca el límite de cuestionar los privilegios de la casta. Para ello hay que producir continuamente sucedáneos de debate, falsos de debate. Por ejemplo, la abdicación en vez de la derrocación o el referéndum monarquía-república. En eso, al parecer, se esmera precisamente Losantos.
Antes de analizar este caso extremo, vamos a ver otros casos: Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal-Quadras, Esperanza Aguirre, Federico Trillo…Puesto que la izquierda no aspira, ni tampoco la extremaizquierda, a cambiar el sistema, sino a sostenerlo, aunque sea insostenible, pues la izquierda se ha anquilosado y se ha instalado en el Estado, en la enseñanza y la sanidad estatales, el sistema presta especial atención a generar coartadas por su derecha, para no generar fisuras por ese flanco, que es su punto débil.
Medios afines al PP han publicado que, dado el malestar de las víctimas del terrorismo, y de sus apoyos sociales, por la sentencia del tribunal de Estrasburgo contra la doctrina Parot y la excarcelación de etarras, que la dirección del PP estaba evaluando repescar a Jaime Mayor Oreja para las elecciones europeas, de las que estaba descartado. Eso es, en sentido pleno, una coartada. No se habla del fondo, sino de la utilización de un señuelo. Por lo demás, Jaime Mayor Oreja es un vulgar chorizo que cobraba sobresueldos en dinero B mientras Miguel Ángel Blanco, que cobraba cuatro cortesanas, era asesinado. Mayor Oreja, que no es más que un impresentable, pidió a la nación que resistiera al chantaje de ETA, que pasaba por acercar los presos. No sólo se han acercado, sino que se han soltado, como el caso de Bolinaga y Mayor Oreja no ha dimitido, como debería si tuviera un ápice de jovenlandesal. Las coartadas nunca dimiten. Eso sería abandonar la casta. Excepción que confirma la regla: Santiago Abascal se ha cansado de serlo, aunque hasta ahora le han tenido comprado por un sueldo de ochenta mil euros.
De Alejo Vidal Quadras supongo que todo el mundo se ha dado cuenta ya de que este hortera mendicante de bolera no hace otra cosa que sacar algunos principios para que le den un puesto en las listas. Ahora, simplemente, lo tiene más difícil que nunca.
Esperanza Aguirre es la progenitora nutricia de Gürtel y una simple incompetente que dice que hay que hacer todo lo que no ha hecho como presidenta del PP de Madrid. Es una especialista en falsos debates, como la democracia interna de los partidos o las listas abiertas, que no son más que paliativos respecto a la regeneración profunda que precisa nuestra nación y que pasa ineludiblemente por tribunales especiales y juicios rápidos para los corruptos, con lo que casi todo el PP iría a la guandoca.
Federico Trillo, desde luego, de los primeros. Ha estado siempre cobrando en neցro y viviendo en el lujo mientras llevaba a los soldados a Afganistán en auténticas tartanas volantes. Pero, bueno, Yrene Calais ya le ha hecho un traje a medida. Trillo aporta la coartada católica a un sistema inmoral.
En la farsa de la casta, Losantos ocupa el papel del bufón, aquel a quien está permitido decir algunas verdades, al servicio del entretenimiento de sus señores y sin poner en peligro sus privilegios. Esta evidencia parece haber sido interiorizada por el propio Losantos, pues un testigo directo dice haber recibido de él la confidencia o consideración de que Eva Hache es la payasa de la izquierda y él de la derecha. Por de pronto, conviene aclarar algunas cuestiones respecto a su paso por la COPE. La cadena episcopal forma parte de un duopolio, junto con la cadena SER, de sostenimiento y blindaje del sistema, de la casta. Existen los medios técnicos –la radio digital- para una competencia perfecta, pero la casta nunca ha querido ponerla en marcha, porque con la hegemonía en postes de esas dos cadenas establece un bipartidismo radiofónico. Las audiencias de esos medios están aseguradas sobre un punto de partida técnico basado en las concesiones administrativas.
Los obispos nunca echaron a Losantos, ni éste fue objeto de persecución alguna, a las que él, en su tradición formativa comunista es tan propenso, sino que simplemente no le renovaron el contrato. La razón es bien sencilla: Losantos apostó por Esperanza Aguirre, que era quien le mantenía y le permitía ir montando sus propios medios de comunicación. Los obispos no fueron sólo tolerantes con su ateísmo o con su postura a favor del aborto, sino que incluso le permitieron utilizar la COPE para promocionar sus medios y presentarse a concursos públicos en directa competencia. A Zapatero siempre le interesó Losantos por su histrionismo (fue al primer programa en asistir), pero al sostenerse Rajoy y no dar el paso adelante Esperanza Aguirre, los obispos no estuvieron dispuestos a estar frente al PP oficial, porque la jerarquía católica, a través del privilegio de la crucecita, forma parte de la casta parasitaria. El Papa ha hablado con dureza contra la corrupción y los corruptos, Rouco no lo ha hecho nunca.
Losantos fue recibiendo prebendas de la facción esperancista en forma de licencias, también en la Comunidad Valenciana y Murcia. Ningún crítico real al sistema puede acceder a una de esas licencias. Conozco incluso casos de personas realmente críticas que han querido comprar licencias y han sido vetados. También ha recibido ingentes cantidades de dinero público de la Comunidad de Madrid, del Canal de Isabel II, de Telefónica, de Bankia, de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, de Bancaja e incluso 340 millones de dinero B de la caja de color del PP, lo que le introduce de lleno en el ámbito estricto de la corrupción.
¿A cambio de qué? De mantener bien cubierto el flanco derecho del PP, de presentarse como su paladín e incluso, en el máximo de impostura, como una víctima del sistema al que sirve. También de haber convertido el liberalismo en una comedia bufa, en una patente de corso para la obtención de subvenciones y para vivir del contribuyente. Losantos se ha dedicado a fomentar los instintos más bajos del hooliganismo pepero, a trastocar los debates de ideas en toscas dialécticas de fulanismos. Todo eso lo ha hecho a sueldo. Ha sido una coartada perfecta del sistema. Ahora ya está acabado. Es un simple augusto ineficaz al que la casta terminará dejando de lado muy pronto por inservible. Ya le ha abandonado Alberto Recarte, que ha vendido incluso las acciones, porque el chiringuito está muerto. César Vidal ha hecho público que está intentando venderlas pero que nadie se las compra. El final del insustancial Losantos va a ser patético. Siempre le quedará Ayanta Bailli, mientras la pague…
Las coartadas de la casta: De Mayor Oreja al caso extremo del bufón Losantos | Alerta Digital