castguer
Madmaxista
Un estudio conducido en la Tulane Medical School y publicado en el número de febrero de 2000 de Molecular Pathology, incluía las siguientes y llamativas estadísticas:
-********* ... la mayoría sustancial (95%) de los enfermos del SGG manifiestamente desplegados en el frente tenían anticuerpos contra el escualeno. Todos los pacientes del SGG (100%) inmunizados por el servicio en Desert Shield/Desert Storm que no fueron desplegados en el frente, pero tenían los mismos síntomas y signos que aquellos que sí estuvieron en el frente, tenían anticuerpos contra el escualeno.
-********* En contraste, ninguno (0%) de los veteranos desplegados en el Golfo Pérsico que no mostraban síntomas y signos del SGG tenían anticuerpos contra el escualeno. Ni los pacientes con enfermedad autoinmune idiopática ni los controles sanos tenían anticuerpos detectables en la sangre contra el escualeno. La mayoría de los pacientes sintomáticos del SGG tenían anticuerpos en la sangre contra el escualeno .
Según la doctora Viera Scheibner, Ph. D., una antigua investigadora científica del gobierno de Australia:
"... este adyuvante [escualeno] contribuyó a la cascada de reacciones llamada "Síndrome de la Guerra del Golfo", documentada en los soldados envueltos en la Guerra del Golfo. Los síntomas que estos soldados desarrollaron eran entre otros artritis, fibromialgia, linfadenopatía, erupciones cutáneas, sarpullidos fotosensitivos, erupciones malares, fatiga crónica, migrañas crónicas, pérdida de pelo besugo, lesiones cutáneas que no se curaban, úlceras aftosas (bucales), anemia, tasa elevada de sedimentación de eritrocitos, lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, fenómeno de Raynaud, síndrome de Sjorgren, diarrea crónica, sudores nocturnos y fiebres leves (12).
Como puedes ver, no hay prácticamente ninguna ciencia que apoye la seguridad de las inyecciones de banderillas para la salud a largo plazo o para la salud de tus hijos. Los estudios que los fabricantes de banderillas hacen para comprobar la seguridad de éstas duran una media de dos semanas, y observan sólo las enfermedades o los daños importantes y manifiestos. Los desórdenes inmunitarios como los vistos en el Síndrome de la Guerra del Golfo frecuentemente tardan años en diagnosticarse debido a la vaguedad de los primeros síntomas. Quejas de dolores de cabeza, fatiga y dolores crónicos son síntomas de muchas enfermedades diferentes.
Demos