Yo lamento cosas que atañen a muchos millones de personas más que el tal Cuevas. Todavía habrá que rendirle honores al susodicho.
Pero como de esos no nos comentan la jugada el tal Cebrián, ni el Murdoch, ni el dueño de antena3 (todos ellos de la camarilla del Cuevas), no nos acordamos. Y sin embargo, existen; cada día, cada hora y cada segundo.