LA RFEF LES LANZA CONTRA LA LIGA FEMENINA
Las árbitras españolas también quieren ser profesionales, pero se equivocan de ventanilla
Confundidas y utilizadas por el Comité Técnico de Árbitros (CTA), deberían preguntarse por qué de los 3.300 euros que el año pasado la RFEF cobraba por partido, ellas solo veían 330..
"Las árbitras levantan la voz contra la Liga", rezaba el titular del diario 'AS' sobre una información referente a la competición profesional de fútbol femenino que este martes fue presentada en Madrid, con su presidenta, Beatriz Álvarez de Mesa, como anfitriona y llamativas ausencias como la de José Manuel Franco, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), que estuvo representado por su director general, Albert Soler, no en vano el verdadero artífice de que lo que parecía un imposible, haya salido adelante, así como de la ex secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, su gran impulsora. El ministro Iceta tenía previsto ir, pero finalmente no pudo.
Lo cierto es que, aunque en un principio podía parecer un error de interpretación por parte del periodista que firmaba la noticia, quienes realmente están equivocadas son las árbitras, pues a la nueva Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF) no le compete decidir lo que ellas vayan a cobrar. Resulta llamativo que desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) se quejen de ser el único estamento que todavía no tiene contratos profesionales, como si esto no dependiera de la Federación Española de Fútbol (RFEF), a la que pertenecen, de la que directamente dependen y que la temporada pasada cobró a los clubes 3.300 euros por partido.
La desaparición de las tres mujeres de Rubiales y la reaparición del agente García 'Graba'
Kike Marín
Es decir, que si de esos 3.300 euros, las árbitras cobraron 330 y las auxiliares, 160, ¿a dónde fue a parar el resto? ¿A la 'profesionalización' de Rubiales? Por cierto, ni el todavía presidente ni nadie de la RFEF se dignó a acudir al acto de presentación de la llamada Liga F, incluido el estamento arbitral que tanto reivindica sus derechos. "El fútbol femenino merece ser profesional e independiente", dijo Beatriz Álvarez de Mesa, en una clara indirecta a Rubiales, con quien ya ha tenido la oportunidad de estar cara a cara y demostrarle que, a diferencia de otros, no se va a dejar amedrentar ni por sus formas ni por ese afán de poner palos en las ruedas de una competición que ya es una realidad.
En un primer momento, y con la excusa de que es lo mismo que se cobra en el fútbol masculino, desde la RFEF se descolgaron pidiendo en concepto de arbitrajes nada menos que 21.000 euros por partido. "Hay un dinero que proporciona el Consejo Superior de Deportes para dedicarlo al desarrollo de la liga profesional, pero eso implica todas las áreas", aseguró hace unos días el presidente del mencionado CTA, Luis Medina Cantalejo. "El respaldo por parte de la RFEF en nuestras árbitras es absoluto y debe haberlo también por parte del Gobierno. Si nos ponemos la medalla de la igualdad tenemos que caminar todos por el mismo camino", añadió el sevillano.
Beatriz Álvarez Mesa, presidenta de la LPFF, junto a Albert Soler, director general del CSD. (EFE/Javier López)
Queda muy bien decir que “el trabajo de un árbitro es dar un buen servicio a los equipos" y, por supuesto, que "no es una cuestión de mujeres y hombres, sino de un trabajador”. Sin embargo, esto es algo que Medina Cantalejo debería decírselo a su jefe, el presidente de la RFEF, en lugar de utilizar a una árbitra como Marta Huerta de Aza para dar una rueda de prensa en la que contó que “yo tengo una niña y tuve que dejar mi trabajo de maestra para dedicarme al arbitraje. Vivía con dolor de cabeza para cuadrar los viajes cada fin de semana y harta de pedir permisos para los encuentros inter semanales. Es muy injusto que con el apoyo institucional se nos deje de lado. Yo lo que exijo es lo que veo obvio, no solo como árbitra, sino como ser humano”.
"Si los clubes son profesionales y las jugadoras pueden dedicarse al fútbol en exclusividad, ¿por qué no van a poder hacerlo las árbitras?", pregunta el presidente del CTA, para responderse a sí mismo, diciendo que "jovenlandesalmente es una exigencia que depende de todos los sectores, RFEF, LPFF y CSD, y, si queremos mujeres que estén dedicadas a esto, tendrán que vivir del fútbol. Se está pidiendo tener una equiparación, que tengan unos mínimos".
Huerta de Aza, una las 22 árbitras principales, además de 32 asistentes, que cubrirán la nueva liga profesional femenina, tiene todo el derecho a reivindicar que "lo que me importa es poder dedicarme en cuerpo y alma a algo que las jugadoras ya están haciendo. Creo que lo que se está pidiendo es lo sensato. No estamos pidiendo millones, sino que, como las jugadoras, podamos dedicarnos a esto". El problema es que esta árbitra internacional y de la Primera RFEF (masculina) lo hace en la ventanilla equivocada.
Los 160 euros a las asistentas
Al igual que ella, la asistenta Guadalupe Porras, quien también ha cubierto este verano la Eurocopa disputada en Inglaterra y el Mundial Sub-20 que España conquistó en Costa Rica, aboga por la necesidad de profesionalizar el colectivo arbitral, para de este modo poder dedicarse plenamente a arbitrar. Sin embargo, se confunde o, mejor dicho, les confunden si creen que ello depende de esta nueva competición que desde la RFEF no han hecho sino boicotear. "Si ganan 160 euros por un partido como asistentes, ¿cómo se les va a exigir a esas chicas?", se queja Porras. "Si queremos seguir evolucionando, es fundamental tener ese contrato", añade, aunque sin girar la cabeza hacia Medina Cantalejo.
Medina Cantalejo, Huerta de Aza, Porras Ayuso y Yolanda Parga, en Las Rozas. (EFE/Víctor Lerena)
A la mencionada rueda de prensa también asistió Yolanda Parga Rodríguez, la responsable del arbitraje femenino en el CTA y, como ya contamos en este diario, mujer de Carlos Megía Dávila, el ex árbitro que desde 2009 es delegado del Real Madrid, de ahí las lógicas suspicacias que levantaron algunos arbitrajes que claramente favorecieron al equipo blanco. Al más puro estilo Rubiales, Parga destacó "la calidad del colectivo arbitral", así como lo orgullosos que está en el comité "del nivel que tienen nuestras árbitras".
Este asunto, junto a otros que aún están pendientes de resolverse, deberá tratarse en el Convenio de Coordinación entre LPFF y RFEF, y que tiene al CSD como intermediador, en el que, como informamos el pasado lunes, Rubiales no envió a su "delegación formada únicamente por mujeres", como presumieron desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sino a otra formada por tres hombres. A saber, su secretario general, Andreu Camps, Pedro González Segura, jefe de la asesoría jurídica, más conocido como 'concejal de festejos' o 'luces de neón', y el reaparecido Miguel García Caba, el vicesecretario de la RFEF que confesó ser el autor de la grabación a Javier Tebas, quien, por cierto, sí estuvo presente en la presentación de la nueva Liga F, aunque manteniéndose en un discreto segundo plano.
“No tengo ninguna duda de que habrá mujeres arbitrando en el fútbol masculino", asegura Medina Cantalejo con la demagogia que se estila habitualmente en la RFEF de Rubiales, pues a eso le añade que “si queremos tener mujeres arriba, hay que poner los mismos medios que en el masculino” o "yo no veo una liga profesional sin VAR”. Y es que, si ya hay un fútbol profesional jugado por mujeres, el único motivo por el que las árbitras pueden querer pitar en el masculino es económico, algo que en todo caso compete precisamente a la RFEF, que es la que cobra a los clubes y, haciendo bueno el refrán, como reparte, se queda la mejor parte...
Las árbitras españolas también quieren ser profesionales, pero se equivocan de ventanilla
Confundidas y utilizadas por el Comité Técnico de Árbitros (CTA), deberían preguntarse por qué de los 3.300 euros que el año pasado la RFEF cobraba por partido, ellas solo veían 330..
"Las árbitras levantan la voz contra la Liga", rezaba el titular del diario 'AS' sobre una información referente a la competición profesional de fútbol femenino que este martes fue presentada en Madrid, con su presidenta, Beatriz Álvarez de Mesa, como anfitriona y llamativas ausencias como la de José Manuel Franco, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), que estuvo representado por su director general, Albert Soler, no en vano el verdadero artífice de que lo que parecía un imposible, haya salido adelante, así como de la ex secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, su gran impulsora. El ministro Iceta tenía previsto ir, pero finalmente no pudo.
Lo cierto es que, aunque en un principio podía parecer un error de interpretación por parte del periodista que firmaba la noticia, quienes realmente están equivocadas son las árbitras, pues a la nueva Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF) no le compete decidir lo que ellas vayan a cobrar. Resulta llamativo que desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) se quejen de ser el único estamento que todavía no tiene contratos profesionales, como si esto no dependiera de la Federación Española de Fútbol (RFEF), a la que pertenecen, de la que directamente dependen y que la temporada pasada cobró a los clubes 3.300 euros por partido.
La desaparición de las tres mujeres de Rubiales y la reaparición del agente García 'Graba'
Kike Marín
Es decir, que si de esos 3.300 euros, las árbitras cobraron 330 y las auxiliares, 160, ¿a dónde fue a parar el resto? ¿A la 'profesionalización' de Rubiales? Por cierto, ni el todavía presidente ni nadie de la RFEF se dignó a acudir al acto de presentación de la llamada Liga F, incluido el estamento arbitral que tanto reivindica sus derechos. "El fútbol femenino merece ser profesional e independiente", dijo Beatriz Álvarez de Mesa, en una clara indirecta a Rubiales, con quien ya ha tenido la oportunidad de estar cara a cara y demostrarle que, a diferencia de otros, no se va a dejar amedrentar ni por sus formas ni por ese afán de poner palos en las ruedas de una competición que ya es una realidad.
En un primer momento, y con la excusa de que es lo mismo que se cobra en el fútbol masculino, desde la RFEF se descolgaron pidiendo en concepto de arbitrajes nada menos que 21.000 euros por partido. "Hay un dinero que proporciona el Consejo Superior de Deportes para dedicarlo al desarrollo de la liga profesional, pero eso implica todas las áreas", aseguró hace unos días el presidente del mencionado CTA, Luis Medina Cantalejo. "El respaldo por parte de la RFEF en nuestras árbitras es absoluto y debe haberlo también por parte del Gobierno. Si nos ponemos la medalla de la igualdad tenemos que caminar todos por el mismo camino", añadió el sevillano.
Beatriz Álvarez Mesa, presidenta de la LPFF, junto a Albert Soler, director general del CSD. (EFE/Javier López)
Queda muy bien decir que “el trabajo de un árbitro es dar un buen servicio a los equipos" y, por supuesto, que "no es una cuestión de mujeres y hombres, sino de un trabajador”. Sin embargo, esto es algo que Medina Cantalejo debería decírselo a su jefe, el presidente de la RFEF, en lugar de utilizar a una árbitra como Marta Huerta de Aza para dar una rueda de prensa en la que contó que “yo tengo una niña y tuve que dejar mi trabajo de maestra para dedicarme al arbitraje. Vivía con dolor de cabeza para cuadrar los viajes cada fin de semana y harta de pedir permisos para los encuentros inter semanales. Es muy injusto que con el apoyo institucional se nos deje de lado. Yo lo que exijo es lo que veo obvio, no solo como árbitra, sino como ser humano”.
"Si los clubes son profesionales y las jugadoras pueden dedicarse al fútbol en exclusividad, ¿por qué no van a poder hacerlo las árbitras?", pregunta el presidente del CTA, para responderse a sí mismo, diciendo que "jovenlandesalmente es una exigencia que depende de todos los sectores, RFEF, LPFF y CSD, y, si queremos mujeres que estén dedicadas a esto, tendrán que vivir del fútbol. Se está pidiendo tener una equiparación, que tengan unos mínimos".
Huerta de Aza, una las 22 árbitras principales, además de 32 asistentes, que cubrirán la nueva liga profesional femenina, tiene todo el derecho a reivindicar que "lo que me importa es poder dedicarme en cuerpo y alma a algo que las jugadoras ya están haciendo. Creo que lo que se está pidiendo es lo sensato. No estamos pidiendo millones, sino que, como las jugadoras, podamos dedicarnos a esto". El problema es que esta árbitra internacional y de la Primera RFEF (masculina) lo hace en la ventanilla equivocada.
Los 160 euros a las asistentas
Al igual que ella, la asistenta Guadalupe Porras, quien también ha cubierto este verano la Eurocopa disputada en Inglaterra y el Mundial Sub-20 que España conquistó en Costa Rica, aboga por la necesidad de profesionalizar el colectivo arbitral, para de este modo poder dedicarse plenamente a arbitrar. Sin embargo, se confunde o, mejor dicho, les confunden si creen que ello depende de esta nueva competición que desde la RFEF no han hecho sino boicotear. "Si ganan 160 euros por un partido como asistentes, ¿cómo se les va a exigir a esas chicas?", se queja Porras. "Si queremos seguir evolucionando, es fundamental tener ese contrato", añade, aunque sin girar la cabeza hacia Medina Cantalejo.
Medina Cantalejo, Huerta de Aza, Porras Ayuso y Yolanda Parga, en Las Rozas. (EFE/Víctor Lerena)
A la mencionada rueda de prensa también asistió Yolanda Parga Rodríguez, la responsable del arbitraje femenino en el CTA y, como ya contamos en este diario, mujer de Carlos Megía Dávila, el ex árbitro que desde 2009 es delegado del Real Madrid, de ahí las lógicas suspicacias que levantaron algunos arbitrajes que claramente favorecieron al equipo blanco. Al más puro estilo Rubiales, Parga destacó "la calidad del colectivo arbitral", así como lo orgullosos que está en el comité "del nivel que tienen nuestras árbitras".
Este asunto, junto a otros que aún están pendientes de resolverse, deberá tratarse en el Convenio de Coordinación entre LPFF y RFEF, y que tiene al CSD como intermediador, en el que, como informamos el pasado lunes, Rubiales no envió a su "delegación formada únicamente por mujeres", como presumieron desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sino a otra formada por tres hombres. A saber, su secretario general, Andreu Camps, Pedro González Segura, jefe de la asesoría jurídica, más conocido como 'concejal de festejos' o 'luces de neón', y el reaparecido Miguel García Caba, el vicesecretario de la RFEF que confesó ser el autor de la grabación a Javier Tebas, quien, por cierto, sí estuvo presente en la presentación de la nueva Liga F, aunque manteniéndose en un discreto segundo plano.
“No tengo ninguna duda de que habrá mujeres arbitrando en el fútbol masculino", asegura Medina Cantalejo con la demagogia que se estila habitualmente en la RFEF de Rubiales, pues a eso le añade que “si queremos tener mujeres arriba, hay que poner los mismos medios que en el masculino” o "yo no veo una liga profesional sin VAR”. Y es que, si ya hay un fútbol profesional jugado por mujeres, el único motivo por el que las árbitras pueden querer pitar en el masculino es económico, algo que en todo caso compete precisamente a la RFEF, que es la que cobra a los clubes y, haciendo bueno el refrán, como reparte, se queda la mejor parte...
Las árbitras españolas también quieren ser profesionales, pero se equivocan de ventanilla
Confundidas y utilizadas por el Comité Técnico de Árbitros (CTA), deberían preguntarse por qué de los 3.300 euros que el año pasado la RFEF cobraba por partido, ellas solo veían 330...
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