El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
19 años y medio después de que los cajeros automáticos empezaran a dispensar los primeros euros, los billetes y monedas de peseta, la que fuera la divisa española durante 134 años, han pasado a ser meros objetos de colección.
La mañana de este miércoles ha sido la última en la que las "pelas" podían ser canjeadas por euros en la sede del Banco de España en Madrid, donde se ha formado una larga cola de personas que han apurado el plazo hasta el último día.
"Sinceramente, lo he decidido esta misma mañana. Tenía unos billetes de recuerdo, he visto que tenía un poco de tiempo y he dicho: 'Vamos a cambiarlos, ahora o nunca'", declara Julio, un madrileño de 62 años al que aún le queda una larga espera en la cola que dobla la esquina del edificio. "Es casi más por amor propio aguantar aquí, no es que desprecie el dinero, pero entre el parking y esta cola, no sé si me va a salir rentable".
Desde el 23 de junio, el Banco de España permitió que los ciudadanos que quisieran aún cambiar sus pesetas pudieran asistir a las sedes de la entidad en los distintos puntos del país sin necesidad de cita previa, quizás sin esperar una afluencia de este calibre.
La cola es variopinta, desde jubilados a estudiantes todos hacen fila pacientemente con sus monedas en botes o sus billetes bien guardados en el bolsillo. Una chica espera sola con los auriculares puestos a escasos metros de Julio.
"Me encontré ayer unos billetes haciendo limpieza en mi habitación y vi justo que hoy era el último día para cambiarlos”, declara Paula. "Una suerte porque si me los encuentro hoy ya me aguanto".
- ¿Qué edad tienes?
- 18 años.
- ¿Habías visto alguna vez pesetas?
- No, le dije a mi progenitora: "¿Qué es esto?"
Coleccionismo frustrado
No es la única de la fila que nunca ha pagado en pesetas. Mila, una joven de 22 años de Coslada, lleva allí desde la 9 de la mañana: "Son unas 17.000, así que serán unos 100 euros. Por lo menos, algo que me llevo, mejor que nada", declara. "He venido con una amiga y la invitaré a comer por ahí".
Nadie admite llevar demasiado dinero encima, quizás por precaución, quizás porque, a estas alturas, nadie guardaba cantidades muy altas de pesetas en un cajón.
Algunas de las pesetas con más valor.
¿Tienes pesetas aún por cambiar? Por estas puedes ganar una fortuna
"Llevaré unas 2.000 y pico pelas", calcula Santiago, de 67 años, que cuenta que empezó a coleccionar ediciones especiales de monedas desde los 40 años, hasta que supo que no tenían un mayor valor que su precio. "Esto es casi más la cosa folclórica de poder decir que estuve el último año aguantando para cambiarlas".
Regino, un vecino de Fuenlabrada de 77 años, también se dedicó durante décadas a coleccionar los billetes de 100 diseñados por Julio Romero de Torres con los que le pagaban los clientes de su bar. "Los que se ponían antiguamente en la Plaza Mayor, los coleccionistas, decían que esos billetes de Julio Romero de Torres valían más", declara este jubilado. "Tenían de especial el dibujo de la mujer morena desnuda, pero yo los tenía por tenerlos, nunca los vendí”.
"Billetes comidos por las ratas"
Daniel Roberto, un viajero ecuatoriano que llegó a España hace ya 27 años, cuando la peseta aún estaba en circulación, no guardó los billetes por un afán de coleccionismo, sino como testimonio histórico para su hija, ya nacida en España: "Lo guardé por tener algo de recuerdo para ella, pero, al final, te hace falta y lo tienes que hacer. Serán unos 1.000 euros como mucho", calcula.
Camilo en directo para Telemadrid
Un jubilado guarda más de un millón de pesetas en monedas y se niega a cambiarlas
En otros casos, la suerte ha permitido sacar algo de rentabilidad a unos billetes que, a partir de hoy, carecen ya de cualquier valor que no sea emocional. "Han aparecido a raíz de una venta de un piso de mi progenitora, estaban ahí guardados, la mayoría comidos por las ratas, pero valen igual", declara Javier Rodríguez, mostrando los billetes desgastados formando un fajo en su mano izquierda.
En la derecha, porta un bote lleno de monedas: "Esto me lo han regalado, uno que ya no podía esperar más en la cola y se ha ido, pero no lo voy a cambiar, esto me lo quedo de recuerdo".
La mañana de este miércoles ha sido la última en la que las "pelas" podían ser canjeadas por euros en la sede del Banco de España en Madrid, donde se ha formado una larga cola de personas que han apurado el plazo hasta el último día.
"Sinceramente, lo he decidido esta misma mañana. Tenía unos billetes de recuerdo, he visto que tenía un poco de tiempo y he dicho: 'Vamos a cambiarlos, ahora o nunca'", declara Julio, un madrileño de 62 años al que aún le queda una larga espera en la cola que dobla la esquina del edificio. "Es casi más por amor propio aguantar aquí, no es que desprecie el dinero, pero entre el parking y esta cola, no sé si me va a salir rentable".
Desde el 23 de junio, el Banco de España permitió que los ciudadanos que quisieran aún cambiar sus pesetas pudieran asistir a las sedes de la entidad en los distintos puntos del país sin necesidad de cita previa, quizás sin esperar una afluencia de este calibre.
La cola es variopinta, desde jubilados a estudiantes todos hacen fila pacientemente con sus monedas en botes o sus billetes bien guardados en el bolsillo. Una chica espera sola con los auriculares puestos a escasos metros de Julio.
"Me encontré ayer unos billetes haciendo limpieza en mi habitación y vi justo que hoy era el último día para cambiarlos”, declara Paula. "Una suerte porque si me los encuentro hoy ya me aguanto".
- ¿Qué edad tienes?
- 18 años.
- ¿Habías visto alguna vez pesetas?
- No, le dije a mi progenitora: "¿Qué es esto?"
Coleccionismo frustrado
No es la única de la fila que nunca ha pagado en pesetas. Mila, una joven de 22 años de Coslada, lleva allí desde la 9 de la mañana: "Son unas 17.000, así que serán unos 100 euros. Por lo menos, algo que me llevo, mejor que nada", declara. "He venido con una amiga y la invitaré a comer por ahí".
Nadie admite llevar demasiado dinero encima, quizás por precaución, quizás porque, a estas alturas, nadie guardaba cantidades muy altas de pesetas en un cajón.
Algunas de las pesetas con más valor.
¿Tienes pesetas aún por cambiar? Por estas puedes ganar una fortuna
"Llevaré unas 2.000 y pico pelas", calcula Santiago, de 67 años, que cuenta que empezó a coleccionar ediciones especiales de monedas desde los 40 años, hasta que supo que no tenían un mayor valor que su precio. "Esto es casi más la cosa folclórica de poder decir que estuve el último año aguantando para cambiarlas".
Regino, un vecino de Fuenlabrada de 77 años, también se dedicó durante décadas a coleccionar los billetes de 100 diseñados por Julio Romero de Torres con los que le pagaban los clientes de su bar. "Los que se ponían antiguamente en la Plaza Mayor, los coleccionistas, decían que esos billetes de Julio Romero de Torres valían más", declara este jubilado. "Tenían de especial el dibujo de la mujer morena desnuda, pero yo los tenía por tenerlos, nunca los vendí”.
"Billetes comidos por las ratas"
Daniel Roberto, un viajero ecuatoriano que llegó a España hace ya 27 años, cuando la peseta aún estaba en circulación, no guardó los billetes por un afán de coleccionismo, sino como testimonio histórico para su hija, ya nacida en España: "Lo guardé por tener algo de recuerdo para ella, pero, al final, te hace falta y lo tienes que hacer. Serán unos 1.000 euros como mucho", calcula.
Camilo en directo para Telemadrid
Un jubilado guarda más de un millón de pesetas en monedas y se niega a cambiarlas
En otros casos, la suerte ha permitido sacar algo de rentabilidad a unos billetes que, a partir de hoy, carecen ya de cualquier valor que no sea emocional. "Han aparecido a raíz de una venta de un piso de mi progenitora, estaban ahí guardados, la mayoría comidos por las ratas, pero valen igual", declara Javier Rodríguez, mostrando los billetes desgastados formando un fajo en su mano izquierda.
En la derecha, porta un bote lleno de monedas: "Esto me lo han regalado, uno que ya no podía esperar más en la cola y se ha ido, pero no lo voy a cambiar, esto me lo quedo de recuerdo".
El final de las últimas pesetas, dos décadas después: "Las guardé como recuerdo, pero ahora me hacen falta"
19 años y medio después de que los cajeros automáticos empezaran a dispensar los primeros euros, los billetes y monedas de peseta, la que fuera la divisa...
www.20minutos.es