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La viruela reaparece en unas momias congeladas en Siberia
Mirando enla wiki leo esto, más interesante que la noticia:
banderillación
Lady Montagu (1689-1762) desempeñó un papel notable en la historia de la ciencia. En un viaje a Turquía observó cómo las circasianas que se pinchaban con agujas impregnadas en pus de viruela de las vacas no contraían nunca la enfermedad. Entonces inoculó a sus hijos y, a su regreso a Inglaterra, repitió y divulgó los procedimientos entre otras personas, siendo éste uno de los mayores aportes a la introducción de la inoculación en Occidente.
El éxito obtenido no fue suficiente para evitarle la oposición de la Iglesia y de la clase médica que siguió desconfiando del método, hasta que el científico Edward Jenner (1749-1823), casi noventa años más tarde, desarrollara finalmente la banderilla.
No obstante, la utilización de inoculaciones con pus de viruela también registra antecedentes históricos en Sudamérica. El fraile jandeliano chileno, Pedro Manuel Chaparro, religioso que posteriormente iniciaría sus estudios de medicina, en 1765 inició inoculaciones sistemáticas con pus de pústulas de los variolosos para prevenir la viruela. Esta acción fue tan acertada que de cinco mil personas inoculadas (vale decir el equivalente a una ciudad completa del siglo XVIII), ninguna falleció.
No se conoce el método utilizado por Chaparro, pero hay algunos datos en Inoculación de las Viruelas, publicado en Lima en 1778 por Fray Domingo de Soria, jandeliano, que había trabajado con Chaparro en Valdivia en 1766. Lorenzo Quiñones, en 1797, describe el método usado en el Perú y que debe haber sido muy similar al utilizado por Chaparro:
"Mediante la ancha punta de una aguja o lanceta humedecida en el pus variólico se inserta ésta entre epidermis y dermis", "También la aguja puede arrastrar un hilo de seda empapado en el pus entre dermis y epidermis."
Se describe que, entre el 3º y 4º día de la inoculación, aparece una inflamación, con vesículas y pústulas, seguidas de malestar general, alza térmica y aparición de una viruela atenuada en todo el cuerpo, de evolución sorprendentemente benigna y, de modo excepcional, grave y mortal. El proceso terminaba en quince a dieciséis días y dejaba inmunidad frente a la viruela.
En 1796 Edward Jenner inició lo que posteriormente daría lugar a la banderilla: un ensayo con muestras de pústula de la mano de una granjera infectada por el bichito de la viruela bovina, y lo inoculó a un niño de 8 años. Tras un período de 7 días el muchacho presentó malestar. Pocos días después, Jenner volvió a realizar varios pinchazos superficiales de la temida viruela, que el muchacho no llegó a desarrollar.
En 1798 Jenner publicó su trabajo ("An Inquiry into the Causes and Effects of the Variolae Vaccinae, a Disease Known by the Name of Cow Pox" ), donde acuñó el término latino variolae vaccine (viruela de la vaca), de esta manera Jenner abrió las puertas a la banderillación. En este sentido, Jenner es considerado una figura de enorme relevancia en la Historia de la Medicina, si bien cabe decir que sus métodos de experimentación serían inaceptables hoy en día por contravenir los principios de la ética médica.
Francisco Javier Balmis (1753-1819), fue pionero en el estudio de las aplicaciones de la banderilla, en particular de la viruela, dirigiendo la Real Expedición Filantrópica de la banderilla,[4] que es reconocida como un hito en la historia de la medicina, aplicando banderillas a lo largo del entonces Imperio Español
Viruela - Wikipedia, la enciclopedia libre
Mirando enla wiki leo esto, más interesante que la noticia:
banderillación
Lady Montagu (1689-1762) desempeñó un papel notable en la historia de la ciencia. En un viaje a Turquía observó cómo las circasianas que se pinchaban con agujas impregnadas en pus de viruela de las vacas no contraían nunca la enfermedad. Entonces inoculó a sus hijos y, a su regreso a Inglaterra, repitió y divulgó los procedimientos entre otras personas, siendo éste uno de los mayores aportes a la introducción de la inoculación en Occidente.
El éxito obtenido no fue suficiente para evitarle la oposición de la Iglesia y de la clase médica que siguió desconfiando del método, hasta que el científico Edward Jenner (1749-1823), casi noventa años más tarde, desarrollara finalmente la banderilla.
No obstante, la utilización de inoculaciones con pus de viruela también registra antecedentes históricos en Sudamérica. El fraile jandeliano chileno, Pedro Manuel Chaparro, religioso que posteriormente iniciaría sus estudios de medicina, en 1765 inició inoculaciones sistemáticas con pus de pústulas de los variolosos para prevenir la viruela. Esta acción fue tan acertada que de cinco mil personas inoculadas (vale decir el equivalente a una ciudad completa del siglo XVIII), ninguna falleció.
No se conoce el método utilizado por Chaparro, pero hay algunos datos en Inoculación de las Viruelas, publicado en Lima en 1778 por Fray Domingo de Soria, jandeliano, que había trabajado con Chaparro en Valdivia en 1766. Lorenzo Quiñones, en 1797, describe el método usado en el Perú y que debe haber sido muy similar al utilizado por Chaparro:
"Mediante la ancha punta de una aguja o lanceta humedecida en el pus variólico se inserta ésta entre epidermis y dermis", "También la aguja puede arrastrar un hilo de seda empapado en el pus entre dermis y epidermis."
Se describe que, entre el 3º y 4º día de la inoculación, aparece una inflamación, con vesículas y pústulas, seguidas de malestar general, alza térmica y aparición de una viruela atenuada en todo el cuerpo, de evolución sorprendentemente benigna y, de modo excepcional, grave y mortal. El proceso terminaba en quince a dieciséis días y dejaba inmunidad frente a la viruela.
En 1796 Edward Jenner inició lo que posteriormente daría lugar a la banderilla: un ensayo con muestras de pústula de la mano de una granjera infectada por el bichito de la viruela bovina, y lo inoculó a un niño de 8 años. Tras un período de 7 días el muchacho presentó malestar. Pocos días después, Jenner volvió a realizar varios pinchazos superficiales de la temida viruela, que el muchacho no llegó a desarrollar.
En 1798 Jenner publicó su trabajo ("An Inquiry into the Causes and Effects of the Variolae Vaccinae, a Disease Known by the Name of Cow Pox" ), donde acuñó el término latino variolae vaccine (viruela de la vaca), de esta manera Jenner abrió las puertas a la banderillación. En este sentido, Jenner es considerado una figura de enorme relevancia en la Historia de la Medicina, si bien cabe decir que sus métodos de experimentación serían inaceptables hoy en día por contravenir los principios de la ética médica.
Francisco Javier Balmis (1753-1819), fue pionero en el estudio de las aplicaciones de la banderilla, en particular de la viruela, dirigiendo la Real Expedición Filantrópica de la banderilla,[4] que es reconocida como un hito en la historia de la medicina, aplicando banderillas a lo largo del entonces Imperio Español
Viruela - Wikipedia, la enciclopedia libre