MonteKarmelo
Madmaxista
- Desde
- 28 Jun 2006
- Mensajes
- 7.055
- Reputación
- 12.195
Así le llamaba su sobrino, el de la foto con su Ferrari. Había caviar 000, grandes cacerías, veleros, vinos exclusivos, planes de un apartamento en NYC...
La vida que cuentan los correos del presidente de Caja Madrid ahora que la Audiencia Nacional avala investigarle por la planificación de las preferentes
La euforia le impedía a Miguel Blesa acertar con las teclas exactas de su ordenador. Pero no importaba. Él necesitaba mostrar su satisfacción lo antes posible.
«Que barbaro. Y eso que habiamops engaÑado a los clientes» (sic)
La excitación pudo más que la prudencia y el hombre que llevaba dirigiendo los destinos de Caja Madrid desde 1996 confesaba, como han venido a demostrar acontecimientos posteriores, el engaño perpetrado contra decenas de miles de suscriptores de preferentes y deuda subordinada de Caja Madrid.
De esa manera tan atropellada como espontánea respondía Blesa, ex presidente de Caja Madrid, el 26 de mayo de 2009 a las 21:09 horas, a un correo electrónico que le había remitido tan sólo dos minutos antes Matías Amat Roca, director general de Negocio de la Caja hasta el año 2010:
«Total colocado al cierre de hoy: 2.200 millones. 1.500 de nueva suscripción y 700 de canje. Hoy se han colocado 300 (200 de suscripción y 100 de canje). Creemos que el ritmo en los próximos días estará entre 100/200 día. Si fuera así cerraríamos la nueva suscripción el viernes/lunes y dejaríamos abierto el canje (en el ***eto dejamos la posibilidad de canje hasta el 11 de junio). En vez de colocar la nueva suscripción en 7 semanas (que nos parecía un periodo muy corto) se habrá colocado en 1 semana!!!!!! Lo que he aprendido es que si a los sindicatos no les gusta, probablemente es un buen producto».
En la semana en que la Audiencia Nacional ha dado luz verde a la investigación del papel de Miguel Blesa en el lanzamiento de las preferentes de Caja Madrid —el auto que lo autoriza le ha calificado como «el planeador de las preferentes»—, Crónica accede a nueva documentación que acredita que el ex presidente de Caja Madrid no sólo era el hombre que cazaba ciervos, leones, pumas o búfalos, además de ser el dirigente que le dio el tiro de gracia al oso verde de la Caja madrileña: ver portada de Crónica del pasado domingo 8 de diciembre, en la que se publicaron imágenes de Blesa posando con algunas de sus mejores piezas.
Nuevas informaciones relevantes provenientes de los correos interceptados por la Guardia Civil en Caja Madrid y que forman parte del sumario por la compra del City National Bank of Florida, evidencian alguna de las actividades más exquisitas del último presidente de la Caja pública madrileña.
Blesa lo mismo se compraba un Ferrari que planeaba invertir en un edificio de apartamentos en Nueva York junto al yerno de José María Aznar, Alejandro Agag. O respondía sin pensárselo dos veces —«¿lo venden?»— ante un correo de su mujer donde le informaba de la existencia de un simulador de carreras de Fórmula 1.
También decidía sobre la carta de vinos, para su uso exclusivo, en la planta noble de una de las torres KIO. Compraba caviar o reaccionaba con inusitada ira ante las críticas aparecidas en este periódico por la compra de un vehículo BMW blindado de más de 500.000 euros. Además contó durante 2009, último año de su presidencia, con un presupuesto mensual para gastos de representación, relaciones externas y protocolo de 84.000 euros. Durante el mes de abril de 2009, por ejemplo, se gastó la nada poco apreciable cantidad de 56.363,46 euros de esa partida.
A 240 KM POR HORA
Son solamente algunos de los nuevos detalles de la buena vida que se pegaba Miguel Blesa, al que su sobrino se refería como «tío Micky». «Querido tío Micky, lo siento, no me he podido resistir a mandarte esta foto. Estarás conmigo que el coche es espectacular….», le decía su pariente después de retratarse saludando dentro de su vehículo. «¿Qué tal su Ferrari?», le pregunta alguien en otro de los correos electrónicos. «Fantástico pero no está hecho para 120. He venido prudente, salvo ocasiones. He llegado a 240», contestaba Blesa. Tal debía ser su afición por la velocidad que su actual mujer le propuso comprar, en agosto de 2009, un simulador de carreras de Fórmula 1. «Amorcito mira qué pasada», le decía Gema Gámez Pérez, quien adjuntaba además una imagen del simulador. «De dónde has sacado esto, ¿Lo venden?», contestaba impetuoso Miguel Blesa.
En otro de los emails le informan de los radares fijos instalados por la Dirección General de Tráfico, ya que, como el propio Blesa reconoce, su Ferrari va «como un avión». El vehículo fue adquirido por Blesa de segunda mano en 2008 y por él declaró tan sólo 30.000 euros a efectos del pago del Impuesto de tras*misiones Patrimoniales: «Para hacer el cambio de titularidad mañana, hoy deberíamos liquidar el impuesto de tras*misiones patrimoniales. Por eso no solo tenemos que firmar el contrato de compra-venta sino indicar la (sic) el valor del vehículo, para sobre eso pagar un 4% ¿cuánto quiere que pongamos?», le preguntaba su secretaria. «30.000 euros», respondió escuetamente Blesa.
En torno a los 1.200 euros pagó de impuestos el ex presidente de Caja Madrid por su Ferrari, más o menos lo mismo que le costaba un kilo de caviar Beluga Royal 000 en 2002: «He hablado con SAEID… y me dice que encantado que le llames y te lo acerca a casa. Tiene el Sevruga -170.000 Pts/kg. Pero nos aconseja el Beluga Royal 000 (máxima calidad de caviar) que en la calle lo vende a 700.000 el Kg, pero a nosotros nos lo deja en 240.000 Pts/Kg (merece la pena) pero que no lo digamos a nadie. Cómprale ¼ de cada y pruebas…».
Y es que la vida de Miguel Blesa de la Parra —Linares, Jaén, 8 de agosto de 1947— era así, a lo grande. En otro de sus correos, este fechado en julio de 2009, cuando le quedaban apenas unos meses para abandonar la caja ya quebrada y entregarla de esta manera a su sucesor, explicaba a una amiga cómo iba a pasar sus vacaciones: «Yo estoy deseando que acabe mi curso escolar; tengo un verano movidito, no me voy a aburrir. La última semana de julio navegando en Turquía, la primera de agosto cuidando el negocio, y luego me retiraré entre la Costa Azul también con barco, Sotogrande y más Madrid, y acabaré con mi hija y el aspirante en Miami. Lo dicho, variado y movido».
En otro de los emails, de abril de 2008, se demuestra su relación de negocios con Alejandro Agag, yerno de Aznar, esta vez para la adquisición de apartamentos en Nueva York: «Como verás, el responsable de ventas [le adjunta una información sobre una promoción inmobiliaria en Nueva York] no se da por vencido y hace gala de su capacidad de persuasión. Te lo envío por si entre partido de fútbol, carrera de GP o de F1 reconsideras el proyecto; yo me uniré a lo que hagas y puede que Carlos Vela también, pero si no os decidís creo que buscaré algo en París. No nos veremos en Estambul, me coincide con caza de corzos en Hungría, una opción irresistible, sí nos veremos en otra carrera. Un abrazo, Miguel».
VEGA SICILIA, VALBUENA...
Regar su buena vida con los vinos más excelentes era otro de los placeres sibaritas a los que se entregaba Blesa. «Presidente», le informa en un correo, en abril de 2007, Ildefonso José Sánchez Barcoj, ex director financiero de Caja Madrid, «tal y como hablamos, hemos hecho una pequeña bodega para acompañar convenientemente las “excelencias” de nuestra cocina [le adjunta dos cartas]. La primera es una carta especial para tu uso, y la segunda para uso de los miembros del Comité de Dirección. A ti te actualizaremos todas las semanas, y a los directores se la entregamos cuando piden la comida. La diferencia es que en la tuya hemos incluido algunas exquisiteces (no todo va a ser ratio de eficiencia), tipo Vega Sicilia, Valbuena, ya habituales y Chateau D’Yquem. También te hemos hecho una selección de buen champán. Un saludo».
En aquella Caja Madrid no faltaba de nada. Otro subordinado, Enrique de la Torre Martínez, le escribe, en septiebre de 2008, con el asunto: «Obsequios institucionales seleccionados». Y le dice: «Para la asamblea de noviembre regalaremos el televisor sony al Consejo, CdeControl y Comité y el telefono nokia a los CGenerales. PS: Para la Asamblea de tu reelección ira el iphone». (sic)
Durante aquel 2009, el año del correo del «Qué bárbaro», Caja Madrid emitió 3.000 millones de euros en participaciones preferentes: un producto de alto riesgo donde la entidad se comprometía a pagar una rentabilidad según sus resultados e incluso, como ha sucedido, podría no llegar a pagar nada si llegaba a una situación de números gente de izquierdas. El 98,9% de los clientes que suscribieron los 3.000 millones ese 2009 eran «familias» —como la entidad denominaba a sus clientes minoristas— y el resto, 1,1%, pequeñas empresas no financieras.
¡Qué bárbaro! Efectivamente. Ni bancos, ni fondos de garantía, ni fondos de inversión, ni grandes multinacionales, ni aseguradoras… Un producto de alto riesgo únicamente vendido a las «familias» (particulares) de Caja Madrid, haciéndoles creer que adquirían una especie de «deposito con rentabilidad fija».
Todo lo contrario. La Comisión Nacional del Mercado de Valores emitió un informe, con fecha de 7 julio de ese mismo año, (día de cierre de colocación del producto «Participaciones Preferentes Perpetuas serie II de Caja Madrid») donde se certifica esta anomalía: Caja Madrid no colocó este producto de alto riesgo a ninguna entidad con conocimientos financieros. Sólo a sus clientes tradicionales. En efecto, una barbaridad.
EL JUEZ, EN EL BANQUILLO
El pasado lunes día 9, cuando el juez Elpidio Silva regresó a su juzgado de Plaza de Castilla —después de haber cumplido cuatro meses de suspensión de empleo y sueldo—, se encontró con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de sentarle en el banquillo por delitos de prevaricación y contra la libertad de las personas cometidos presuntamente durante su instrucción del caso Blesa.
Tres días después, la tarde del jueves 12, a la misma hora que el juez Silva lanzaba sus últimos dardos en rueda de prensa celebrada en Madrid —«si tiro de la manta el sistema no lo soportaría»— la Audiencia Nacional daba vía libre al juez Andreu para investigar la estafa de las preferentes. El tribunal considera que se debe investigar «la planificación llevada a cabo por los miembros de los órganos directivos de Caja Madrid», entre ellos Miguel Blesa, «para capitalizarla con la venta de las preferentes».
Fernando Andreu llamará a Miguel Blesa en calidad de imputado por haber podido «paliar, retrasar, ocultar de alguna manera» el deterioro de Caja Madrid en los años 2008 y 2009, por haber utilizado la emisión de estas participaciones «como una manera de captar activos y disfrazar la situación de insolvencia en la que se encontraba».
En definitiva por, presuntamente, mirar para otro lado cuando sus clientes perdían sus ahorros por las preferentes que la entidad les colocó mientras él ponía a 240 su Ferrari, cazaba corzos a Hungría o encargaba el caviar más caro del mundo.
http://rsocial.elmundo.orbyt.es/epa...153BD902462A8496A6AF6EE5C47FDF2840C6049873EED
La vida que cuentan los correos del presidente de Caja Madrid ahora que la Audiencia Nacional avala investigarle por la planificación de las preferentes
La euforia le impedía a Miguel Blesa acertar con las teclas exactas de su ordenador. Pero no importaba. Él necesitaba mostrar su satisfacción lo antes posible.
«Que barbaro. Y eso que habiamops engaÑado a los clientes» (sic)
La excitación pudo más que la prudencia y el hombre que llevaba dirigiendo los destinos de Caja Madrid desde 1996 confesaba, como han venido a demostrar acontecimientos posteriores, el engaño perpetrado contra decenas de miles de suscriptores de preferentes y deuda subordinada de Caja Madrid.
De esa manera tan atropellada como espontánea respondía Blesa, ex presidente de Caja Madrid, el 26 de mayo de 2009 a las 21:09 horas, a un correo electrónico que le había remitido tan sólo dos minutos antes Matías Amat Roca, director general de Negocio de la Caja hasta el año 2010:
«Total colocado al cierre de hoy: 2.200 millones. 1.500 de nueva suscripción y 700 de canje. Hoy se han colocado 300 (200 de suscripción y 100 de canje). Creemos que el ritmo en los próximos días estará entre 100/200 día. Si fuera así cerraríamos la nueva suscripción el viernes/lunes y dejaríamos abierto el canje (en el ***eto dejamos la posibilidad de canje hasta el 11 de junio). En vez de colocar la nueva suscripción en 7 semanas (que nos parecía un periodo muy corto) se habrá colocado en 1 semana!!!!!! Lo que he aprendido es que si a los sindicatos no les gusta, probablemente es un buen producto».
En la semana en que la Audiencia Nacional ha dado luz verde a la investigación del papel de Miguel Blesa en el lanzamiento de las preferentes de Caja Madrid —el auto que lo autoriza le ha calificado como «el planeador de las preferentes»—, Crónica accede a nueva documentación que acredita que el ex presidente de Caja Madrid no sólo era el hombre que cazaba ciervos, leones, pumas o búfalos, además de ser el dirigente que le dio el tiro de gracia al oso verde de la Caja madrileña: ver portada de Crónica del pasado domingo 8 de diciembre, en la que se publicaron imágenes de Blesa posando con algunas de sus mejores piezas.
Nuevas informaciones relevantes provenientes de los correos interceptados por la Guardia Civil en Caja Madrid y que forman parte del sumario por la compra del City National Bank of Florida, evidencian alguna de las actividades más exquisitas del último presidente de la Caja pública madrileña.
Blesa lo mismo se compraba un Ferrari que planeaba invertir en un edificio de apartamentos en Nueva York junto al yerno de José María Aznar, Alejandro Agag. O respondía sin pensárselo dos veces —«¿lo venden?»— ante un correo de su mujer donde le informaba de la existencia de un simulador de carreras de Fórmula 1.
También decidía sobre la carta de vinos, para su uso exclusivo, en la planta noble de una de las torres KIO. Compraba caviar o reaccionaba con inusitada ira ante las críticas aparecidas en este periódico por la compra de un vehículo BMW blindado de más de 500.000 euros. Además contó durante 2009, último año de su presidencia, con un presupuesto mensual para gastos de representación, relaciones externas y protocolo de 84.000 euros. Durante el mes de abril de 2009, por ejemplo, se gastó la nada poco apreciable cantidad de 56.363,46 euros de esa partida.
A 240 KM POR HORA
Son solamente algunos de los nuevos detalles de la buena vida que se pegaba Miguel Blesa, al que su sobrino se refería como «tío Micky». «Querido tío Micky, lo siento, no me he podido resistir a mandarte esta foto. Estarás conmigo que el coche es espectacular….», le decía su pariente después de retratarse saludando dentro de su vehículo. «¿Qué tal su Ferrari?», le pregunta alguien en otro de los correos electrónicos. «Fantástico pero no está hecho para 120. He venido prudente, salvo ocasiones. He llegado a 240», contestaba Blesa. Tal debía ser su afición por la velocidad que su actual mujer le propuso comprar, en agosto de 2009, un simulador de carreras de Fórmula 1. «Amorcito mira qué pasada», le decía Gema Gámez Pérez, quien adjuntaba además una imagen del simulador. «De dónde has sacado esto, ¿Lo venden?», contestaba impetuoso Miguel Blesa.
En otro de los emails le informan de los radares fijos instalados por la Dirección General de Tráfico, ya que, como el propio Blesa reconoce, su Ferrari va «como un avión». El vehículo fue adquirido por Blesa de segunda mano en 2008 y por él declaró tan sólo 30.000 euros a efectos del pago del Impuesto de tras*misiones Patrimoniales: «Para hacer el cambio de titularidad mañana, hoy deberíamos liquidar el impuesto de tras*misiones patrimoniales. Por eso no solo tenemos que firmar el contrato de compra-venta sino indicar la (sic) el valor del vehículo, para sobre eso pagar un 4% ¿cuánto quiere que pongamos?», le preguntaba su secretaria. «30.000 euros», respondió escuetamente Blesa.
En torno a los 1.200 euros pagó de impuestos el ex presidente de Caja Madrid por su Ferrari, más o menos lo mismo que le costaba un kilo de caviar Beluga Royal 000 en 2002: «He hablado con SAEID… y me dice que encantado que le llames y te lo acerca a casa. Tiene el Sevruga -170.000 Pts/kg. Pero nos aconseja el Beluga Royal 000 (máxima calidad de caviar) que en la calle lo vende a 700.000 el Kg, pero a nosotros nos lo deja en 240.000 Pts/Kg (merece la pena) pero que no lo digamos a nadie. Cómprale ¼ de cada y pruebas…».
Y es que la vida de Miguel Blesa de la Parra —Linares, Jaén, 8 de agosto de 1947— era así, a lo grande. En otro de sus correos, este fechado en julio de 2009, cuando le quedaban apenas unos meses para abandonar la caja ya quebrada y entregarla de esta manera a su sucesor, explicaba a una amiga cómo iba a pasar sus vacaciones: «Yo estoy deseando que acabe mi curso escolar; tengo un verano movidito, no me voy a aburrir. La última semana de julio navegando en Turquía, la primera de agosto cuidando el negocio, y luego me retiraré entre la Costa Azul también con barco, Sotogrande y más Madrid, y acabaré con mi hija y el aspirante en Miami. Lo dicho, variado y movido».
En otro de los emails, de abril de 2008, se demuestra su relación de negocios con Alejandro Agag, yerno de Aznar, esta vez para la adquisición de apartamentos en Nueva York: «Como verás, el responsable de ventas [le adjunta una información sobre una promoción inmobiliaria en Nueva York] no se da por vencido y hace gala de su capacidad de persuasión. Te lo envío por si entre partido de fútbol, carrera de GP o de F1 reconsideras el proyecto; yo me uniré a lo que hagas y puede que Carlos Vela también, pero si no os decidís creo que buscaré algo en París. No nos veremos en Estambul, me coincide con caza de corzos en Hungría, una opción irresistible, sí nos veremos en otra carrera. Un abrazo, Miguel».
VEGA SICILIA, VALBUENA...
Regar su buena vida con los vinos más excelentes era otro de los placeres sibaritas a los que se entregaba Blesa. «Presidente», le informa en un correo, en abril de 2007, Ildefonso José Sánchez Barcoj, ex director financiero de Caja Madrid, «tal y como hablamos, hemos hecho una pequeña bodega para acompañar convenientemente las “excelencias” de nuestra cocina [le adjunta dos cartas]. La primera es una carta especial para tu uso, y la segunda para uso de los miembros del Comité de Dirección. A ti te actualizaremos todas las semanas, y a los directores se la entregamos cuando piden la comida. La diferencia es que en la tuya hemos incluido algunas exquisiteces (no todo va a ser ratio de eficiencia), tipo Vega Sicilia, Valbuena, ya habituales y Chateau D’Yquem. También te hemos hecho una selección de buen champán. Un saludo».
En aquella Caja Madrid no faltaba de nada. Otro subordinado, Enrique de la Torre Martínez, le escribe, en septiebre de 2008, con el asunto: «Obsequios institucionales seleccionados». Y le dice: «Para la asamblea de noviembre regalaremos el televisor sony al Consejo, CdeControl y Comité y el telefono nokia a los CGenerales. PS: Para la Asamblea de tu reelección ira el iphone». (sic)
Durante aquel 2009, el año del correo del «Qué bárbaro», Caja Madrid emitió 3.000 millones de euros en participaciones preferentes: un producto de alto riesgo donde la entidad se comprometía a pagar una rentabilidad según sus resultados e incluso, como ha sucedido, podría no llegar a pagar nada si llegaba a una situación de números gente de izquierdas. El 98,9% de los clientes que suscribieron los 3.000 millones ese 2009 eran «familias» —como la entidad denominaba a sus clientes minoristas— y el resto, 1,1%, pequeñas empresas no financieras.
¡Qué bárbaro! Efectivamente. Ni bancos, ni fondos de garantía, ni fondos de inversión, ni grandes multinacionales, ni aseguradoras… Un producto de alto riesgo únicamente vendido a las «familias» (particulares) de Caja Madrid, haciéndoles creer que adquirían una especie de «deposito con rentabilidad fija».
Todo lo contrario. La Comisión Nacional del Mercado de Valores emitió un informe, con fecha de 7 julio de ese mismo año, (día de cierre de colocación del producto «Participaciones Preferentes Perpetuas serie II de Caja Madrid») donde se certifica esta anomalía: Caja Madrid no colocó este producto de alto riesgo a ninguna entidad con conocimientos financieros. Sólo a sus clientes tradicionales. En efecto, una barbaridad.
EL JUEZ, EN EL BANQUILLO
El pasado lunes día 9, cuando el juez Elpidio Silva regresó a su juzgado de Plaza de Castilla —después de haber cumplido cuatro meses de suspensión de empleo y sueldo—, se encontró con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de sentarle en el banquillo por delitos de prevaricación y contra la libertad de las personas cometidos presuntamente durante su instrucción del caso Blesa.
Tres días después, la tarde del jueves 12, a la misma hora que el juez Silva lanzaba sus últimos dardos en rueda de prensa celebrada en Madrid —«si tiro de la manta el sistema no lo soportaría»— la Audiencia Nacional daba vía libre al juez Andreu para investigar la estafa de las preferentes. El tribunal considera que se debe investigar «la planificación llevada a cabo por los miembros de los órganos directivos de Caja Madrid», entre ellos Miguel Blesa, «para capitalizarla con la venta de las preferentes».
Fernando Andreu llamará a Miguel Blesa en calidad de imputado por haber podido «paliar, retrasar, ocultar de alguna manera» el deterioro de Caja Madrid en los años 2008 y 2009, por haber utilizado la emisión de estas participaciones «como una manera de captar activos y disfrazar la situación de insolvencia en la que se encontraba».
En definitiva por, presuntamente, mirar para otro lado cuando sus clientes perdían sus ahorros por las preferentes que la entidad les colocó mientras él ponía a 240 su Ferrari, cazaba corzos a Hungría o encargaba el caviar más caro del mundo.
http://rsocial.elmundo.orbyt.es/epa...153BD902462A8496A6AF6EE5C47FDF2840C6049873EED
Última edición: