La vida es una feria

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"Hallowen en 3D", pintado en neցro y sobre un fondo amarillo la atracción ofertaba su espectáculo entre ridículos dibujos de fantasmas, vampiros y monstruos varios. Si fuera petulante me habría acercado al dueño del negocio para avisarle sobre la falta de ortografía:

- "Buenos días señor, sólo era para decirle que tiene mal escrito el letrero; es "Halloween" con doble e."
- "¡Y a tí que shishi te importa! ¡Vete a la cosa!"

Y eso en el mejor de los casos, los feriantes no están para bromas; es lo que tiene vivir en fiestas todos las noches, que acabas hasta los huevones. No por nada se han hecho tantas películas de terror en las ferias.

Una noche estábamos en la marisquería de un conocido mío, cogimos la carta y leí "bogabante". No es que yo sea ningún fanático de la corrección, más bien al contrario, pero me repelen las faltas ortográficas, así que cuando el dueño se acercó a saludarnos y comentar la jugada se lo indiqué:

- "Rafa, bogavante es con v la segunda."
- "¿Estás seguro?"
- "Seguro"
- "Bueno, gracias por avisarme."

Estuve yendo por allí durante tres años más. Y bogavante siguió siendo bogabante.

En las ferias los puestos de los neցros y su jovenlandesnería están en el ojo ciego de las mismas, al final, como para que sólo los tengas que ver si buscas morralla de esa clase, lejos de las luces, del bullicio, de las tómbolas, junto a los garitos de copas y su estruendosa música. Sólo los neցros no protestan, supongo que por la cuenta que les trae, no sé cómo shishi dormirán. Si lo hacen.

Hace unos días estuve hablando con uno de ellos en mi bar. Pasó a vender la mercancía, cd´s y películas, y como de costumbre no vendió nada, los tiempos son malos para todos. Se acercó a la barra:

- "Qué tá jefe"
- "Bien, chaval, bien...¿y tú?"
- "Má jefe, no se bende nada, no dinero...ja, ja, ja"

Estos chicos siempre están sonriendo, ya puedan estar lo dolidos que estén. El "chaval" en cuestión era una montaña de musculos de metro noventa largo de altura, con unas manazas como dos mías. Pensé: "En cuanto esta gente espabile un poco y se organizen conquistan el mundo". Pero quizá eso no suceda nunca. Buenos chicos, trabajadores, humildes, fuertes...lo tienen todo para triunfar, pero...

- "¿De donde eres?"
- "De Senegá"
- "¿Cómo están las cosas por allí?"
- "Má, jefe, mu má...pero ahora mejó, nuebo presidente, má bueno, está un poco mejó...musha pobresa"
- "Ya...tómate algo"
- "Grasia jefe, un té jefe."

El chaval, no recuerdo el nombre, era de la religión del amor, como la práctica totalidad de sus compatriotas que por aquí malviven. En aquellos días estaba de Ramadán.

- ¿Y no bebéis ni coméis nada durante el día?"
- "Nada jefe."
- "Tiene que ser duro, y más con este calor"
- "Sí, é duro al prinsipio, luego má fásil. É mi religión. Lo mandó el Profeta."
- "¿Tú crees en Dios?"
- "Sí jefe."

En el caso que no vayamos hacia la Religión Única (cosa que me parece imparable), estoy convencido que la religión del futuro será la fiel a la religión del amora; la Cristiandad está muerta, murió cuando se relajó. Una religión tiene que ser fuerte o no será. Y los cristianos ya no saben que hacer para "amoldarse", cuando eso para una Fe es, simplemente, su desaparición. Una Fe tiene que imponerse.

Otra cosa graciosa de las ferias son las casetas de los partidos políticos, casposas a más no poder, como si aún siguiéramos en el 78, un eterno día de la marmota, con sus banderas, sus fotografías, su música...patéticos. Más de una vez los he visto acabar a palos y abrirse botellas en las cabezas a la hora de recoger, cuando ya están todos borrachos o puestos, basta una simple mirada, un lejano comentario para liarse la de Dios es Cristo. Panda de tarados. Viejos amargados, jóvenes abducidos, puretas envidiosos...lo peor de lo peor. Esto es España. Y siempre será así, lo llevamos en la sangre. La mala leche.

Luego están los tenderetes tipo pim, pam, pum. Que si tienes que tirar unos monigotes, colar unos aros, disparar al blanco...lo de siempre. Recuerdo una de tantas noches, iba con mi chica, era a última hora y ya andábamos bastante cargados.

- "¡Quiero ese muñeco!"
- "Venga nena, no me jorobes...vámonos a casa..."
- "¡QUIERO ESE MUÑECO!"

El tío del puesto nos miraba...:

- "Dame tres pelotas"

El tema era que había que atizarle a tres chismes para llevarse el puñetero premio, el cual era mejor cuanto más difícil resultaba. El muñeco que se le había antojado a la nena era el mejor, prácticamente imposible, y más yendo colocao.

Pim, pam, pum...cero.
Pim, pam, pum...cero.

- "¡Déjame a mí, anda!". Ella tampoco tenía la noche.

Cuando me había pulido 50 pavos a base de tirar pelotazos a unas cosas que ya las veía dobles le dije:

- "Oye nena, vámonos de una fruta vez, estamos haciendo el iluso y esto es imposible."
- "¡Yo no me voy sin nada!"

Hablé con la bestia que nos alquilaba sus pelotas a cambio de mi dinero.

- "Oye amigo, véndeme un puñetero muñeco, el que sea, sino esta tía no me deja ir."

Sacó una especie de elefante azul con una gran trompa. Bastante grande. Lo miré.

- "¿Cuanto?"
- "60 euros"
- "Venga tío, no me jorobes...¿me va a costar 20.000 pelas el puñetero pim, pam, pum?...déjamelo en 30, ¡si es una cosa!"
- "60 euros"
- "Ahhh...¡qué boniiiito!"...gritó abrazándolo. La trompa le colgaba por la espalda.
- "¿60 euros? ¿no me lo dejas en 50 aunque sea?"
- "60 euros".

Pagué 60 euros. Unos días después pasé por la casa de mi "amol". El puñetero elefante yacía en un rincón, triste y solitario, flácido.

¿Y qué decir de los puestos de comida sarama, pollerías, churros, gofres y demás "delicattesen"?.
Ni loco como ahí. Ni borracho. Estoy seguro que hay pollos que llevan más tiempo dando vueltas en el fuego que vida disfrutaron. Los perritos calientes, hasta arriba de salsas a cual más fuerte y picante para ocultar que más que perritos son sus abuelos, hamburguesas de carne picada, ¿picada de qué, Dios mío, de qué?, y decimos de los chinos, churracos grasientos con chocolate que parece alquitrán...Un colega mío tenía una táctica:

- "Mira Kufisto, yo cuando me pongo pedo pillo un perrito de esos, me lo llevo a casa y cuando me despierto le pego un bocao...tardo 0'2 en ir al water a potar."
- "¡jorobar! ¿Y por qué haces eso?"
- "Es que hace tiempo que no me sale potar, aunque me meta los dedos hasta la campanilla, no sé por qué, pero es pegarle un bocao a la cosa esa y echar hasta la primera papilla. Te quedas nuevo...una duchita y fuera."

Los puestos de turrones más duros que las piedras, bajocuerda de los dentistas; la máquina del abrazo, lugar de reunión para el debate de la chiquillería, los fanfarrones y los borrachos, "pegas más flojo que el pedo un afeminado", "repítelo si te atreves", "lgtb", la de sangre que tiene que haber corrido en las cercanías de la máquina, yo creo que tiene que haberse convertido en vampiro, por muy fuerte que le pegues nunca es suficiente, como si la jodida máquina se dijera, "eso es, ahora ese le dirá lgtb y ya la tenemos líada...narices reventadas... sangre, SANGRE, ¡¡¡SAAAANGREEEE!!!"; las tómbolas con sus charlatanes: "tengo un perrito piloto...la muñeca chuchona...¡estoy que lo tiro!...¡VAMOS A EMPEZAR! ¡COMPREN SUS ÚLTIMOS BOLETOS!", y todo para llevarte una fruta maceta, una loganiza, un jamón salao o una tele defectuosa; los puestos de camisetas, normalmente jevis, negras, antiestéticas, o del Ché, o la hoja de marihuana, o la CCCP; las atracciones, el trenillo con la bruja resacosa vengandose a escobazos de su perversos vida en las cabezas de los niños sobrealimentados, los coches de choque, terreno macarra desde que el mundo es mundo y ritual iniciático en el consumo de hachís, la noria, recuerdo una vez, se quedó parada y nosotros 4 en todo lo alto, "hazte uno", estuvimos una hora ahí arriba, nos fumamos mil, casi vimos a la Virgen en mitad de la noche, las pelotas metálicas de nuevo cuño, que te disparan y sales a mil por hora (no os pongáis a tiro, bueno, da igual, las potas pueden ir en cualquier dirección)...en fin...
 
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