cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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- El impuesto del Gobierno dilapidará el 4% de su resultado neto
- La rentabilidad por dividendo escala al 7% en 2023
- Su multiplicador de beneficios es de 5 veces
La banca española no termina de alzar sus alas a pesar de que el contexto por primera vez en 8 años -desde que el Banco Central Europeo (BCE) llevó las tasas al 0,05% en 2014- le es favorable. El Gobierno de Pedro Sánchez dio el pasado martes otra estocada al sector, sin previo aviso, al anunciar un impuesto especial que espera recaudar 1.500 millones de euros por año, extensible a los beneficios de 2022 y 2023 a priori, con la excusa de que los bancos tributen por la ganancia extra que le va a generar ahora una política monetaria más normalizada, tras años en los que el sector ha debido sacar adelante un negocio en el que su materia prima, el dinero, ha valido literalmente cero. "No era algo que se esperara en absoluto y es otro golpe para el sector ahora que el riesgo de recesión va en aumento", afirman los analistas de KBW en declaraciones a Bloomberg.
Como resultado, las ventas en bolsa han dilapidado buena parte de las ganancias en el año y han conducido a los dos gigantes nacionales, Santander y BBVA, a cotizar en valoraciones mínimas, no vistas desde la crisis de Lehman -salvo de manera puntual en el el bichito-. Santander y BBVA registran actualmente un multiplicador de beneficios medio de 5 veces para 2022 y también 2023, teniendo en cuenta que la bolsa no está recogiendo un valor, a priori, al alza.
¿Trampa de valor?
Fuentes del sector apuntan al sinsentido que descuenta, en estos momentos, el mercado: o bien los inversores terminarán a marchas forzadas -al calor de la primera subida de tipos que se espera ya para el 21 de julio- reconociendo los fundamentales de la banca española; o, por el contrario, los bancos se han convertido en una trampa de valoración [o value trap, como se conoce en el argot financiero].
De ser esta última premisa cierta, en algún momento llegará el recorte de las previsiones, algo que, por el momento, está lejos de verse entre los analistas. Solo en el último trimestre del año -desde el 1 de abril-, las previsiones de beneficio neto para el sector han mejorado un 5% de media; llegando al 12% en el caso de Bankinter y al 6% en el de CaixaBank; o al 4% de BBVA y Sabadell. Falta ahora por incluir el impacto del nuevo impuesto del Gobierno. Al otro lado de la ecuación, las entidades financieras cotizadas han perdido cerca de 9.000 millones de euros de capitalización en tres sesiones -un 6% de su valor-, especialmente quienes tienen una mayor exposición doméstica y una cartera hipotecaria de mayor tamaño, como es el caso de CaixaBank, que, tras la adquisición de Bankia, cuenta con una cuarta parte del mercado, de la que el 75% estaría vinculada a tipo variable. Es por ello que la entidad que capitanea Gonzalo Gortázar ha anunciado la mayor sensibilidad del sector a un alza de tipos: por cada 100 puntos básicos su margen de intereses crecerá entre el 20%-25% a doce meses vista. Se desploma casi un 11% desde el martes.
De media, la subida para la banca española es del 14%, según cálculos de Bloomberg, que considera que esta estimación puede "ser perjudicada o maltratada durante los dos próximos años ante un impuesto que aspira a recaudar 3.000 millones de euros". Bankinter es la entidad con menor sensibilidad. Del 10% al 15% crecerá su margen de intereses por cada alza en las tasas de 100 puntos. Morgan Stanley y Goldman Sachs Group calculan que para Banco Santander y BBVA el impuesto anunciado por Pedro Sánchez puede borrar un 4% del beneficio de Santander y BBVA para el año 2023, además de costarles unos 10 puntos básicos de capital. Sobre las previsiones actuales, esto supone unos 575 millones de euros en conjunto, teniendo en cuenta que el mercado espera que la entidad presidida por Ana Botín gane 9.000 millones de euros este año, y 9.300 el siguiente; cuando BBVA batirá también la barrera de los 5.000 millones de resultado neto.
Con el beneficio en máximos, comprar hoy títulos de Santander supone recuperar la inversión en menos de cinco años solo por la vía del beneficio. Y esto es algo que no sucedía desde 2009. La entidad santanderina ha elevado sus pérdidas anuales más allá del 18% y es por ello que cotiza a un PER (número de veces que la acción recoge en precio el beneficio previsto) de 4,7 veces, el más reducido de todo el sector nacional.Santander cotiza a un PER de solo 4,7 veces, el más reducido de todo el sector nacional
Además, las caídas y un dividendo al alza han conducido a la rentabilidad de sus pagos a cotas superiores al 7% para 2023, si Fráncfort no lo impide antes. Hace solo unas semanas el BCE lanzó una nueva advertencia al sector financiero sobre la viabilidad de los dividendos y recompras de acciones ante la situación de inestabilidad y crisis actual, por si fuera necesario un mayor requerimiento de capital para evitar colapsar en situaciones de estrés sistémico en la zona euro.
En el caso de BBVA, su PER se sitúa en las 5 veces para 2023, niveles similares a los de Sabadell y Unicaja. En lo que va de año la entidad catalana ha borrado sus ganancias -que llegaron a superar el 40% hace un par de meses- y la ex caja andaluza pierde un 11%. CaixaBank y Bankinter, con un PER superior a las 7 veces, aguantan en positivo 2022, al alza un 9,4% y 3,5%, respectivamente.
Lo que 'borra' el impuesto
CaixaBank será la entidad que asumirá un mayor coste ante la nueva tasa anunciada por el Gobierno. Según cálculos de firmas de análisis como BI o Credit Suisse, el nuevo impuesto detraerá el 10% de su beneficio antes de impuestos en 2023, unos 400 millones de euros; y el 9% en 2024. Unicaja y Sabadell repercutirán el mayor coste por peso sobre su ganancia bruta, con un 14% y 12%, respectivamente. Para Santander supondrá 300 millones de euros por año; que en BBVA serían de unos 250 millones y de solo 61 millones en el caso de Bankinter. Sobre el total de activos, Caixa será la firma más perjudicada, ya que los casi 800 millones -sobre un total de 3.000 en dos años- suponen el 27%.
La valoración de Santander y BBVA se hunde hasta los mínimos de Lehman (eleconomista.es)