Chapapote1
Madmaxista
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Cuarenta adultos sanos de entre 18 y 55 años son los participantes en un nuevo ensayo clínico cuya fase I ha puesto en marcha la Universidad de Oxford para evaluar los efectos secundarios de una banderilla que ha desarrollado contra la peste, y que está basada en la plataforma de vector viral de adenovirus, la misma que utilizó para el desarrollo de la inmunización contra el el bichito-19 junto a la farmacéutica AstraZeneca y que consiste en una versión debilitada de un bichito del resfriado común (adenovirus) de los chimpancés que ha sido modificado genéticamente para que sea imposible que se multiplique en humanos. «La banderilla que estamos probando en este ensayo de investigación se llama ChAdOx1 Plague», detallaron fuentes del equipo de investigación, que añadieron que «hasta ahora, esta banderilla contra la peste solo se ha probado en ratones de laboratorio y otras especies animales; esta es la primera vez que la banderilla se administrará a humanos».
Andrew platanord, Director del Grupo de banderillas de Oxford, aseguró que «la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de cobi19 ha demostrado la importancia de las banderillas para defender a las poblaciones de la amenaza causada por bacterias y bichito» y explicó que la peste amenazó al mundo en varias oleadas horribles durante los últimos milenios e, incluso hoy, los brotes continúan perturbando a algunas comunidades rurales en regiones del continente americano, Asia y África. «Una nueva banderilla para prevenir la peste es importante para estas comunidades y para nuestra seguridad sanitaria», afirmó platanord.
El estudio, que está financiando por Innovate UK, que forma parte de la agencia gubernamental que invierte en proyectos de ciencia e innovación, (UKRI, por sus siglas en inglés), requiere que las personas voluntarias, a las que se les pagarán 670 libras esterlinas (unos 790 euros) estén disponibles para ser evaluadas durante los 12 meses que durará el ensayo. Fuentes de Oxford explicaron que «hay tres tipos diferentes de peste: bubónica, neumónica y septicémica». La bubónica «tiene una tasa de mortalidad del 30 al 60 por ciento y la neumónica casi siempre es mortal. Pero ambas pueden convertirse en una infección de la sangre potencialmente mortal llamada septicemia».
La profesora asociada de banderillación en el grupo de Oxford, Christine Rollier, consideró que este desarrollo es importante porque «aunque se pueden usar antibióticos para tratar la peste, muchas áreas que experimentan brotes son lugares muy remotos. En tales áreas, una banderilla eficaz podría ofrecer una estrategia de prevención exitosa para combatir la enfermedad». Y aunque al nombrarla nos remontemos a años muy oscuros de la historia de la humanidad, por ejemplo a los años en los que la peste de color causó más de 50 millones de muertes en Europa durante el siglo XIV, lo cierto es que sigue presente en todos los continentes, excepto en Oceanía, según datos de la Organización Mundial de la Salud, y desde la década de 1990 el número de casos ha ido en aumento en 25 países.
De 2010 a 2015, se notificaron 3248 casos en todo el mundo, incluidas 584 muertes, y en agosto del 2017 se produjo un brote en Madagascar con 2.119 casos sospechosos y 171 muertes en solo dos meses. Según la OMS, el año pasado se registraron casos de peste bubónica en Mongolia y peste septicémica en Estados Unidos, aunque la República Democrática del Congo, Madagascar y Perú son los tres países donde la dolencia es endémica.
La enfermedad, que provoca fiebre alta, inflamación de los ganglios linfáticos, dificultad para respirar y tos con sangre, está causada por Yersinia pestis, una bacteria zoonótica que suele encontrarse en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan, y según la OMS los seres humanos pueden contagiarse por la picadura de pulgas infectadas, por contacto directo con líquidos corporales infectados o materiales contaminados o por la inhalación de gotículas respiratorias o pequeñas partículas de pacientes infectados.
¿Pero no se suponía que la peste estaba erradicada?. Décadas donde no había banderillas eficaces para muchas enfermedades, ahora en 2021 es el año de la ciencia. Ahora hay remedios para todo. Ya están probando la del vih y al final te sacan hasta para el resfriado.
Andrew platanord, Director del Grupo de banderillas de Oxford, aseguró que «la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de cobi19 ha demostrado la importancia de las banderillas para defender a las poblaciones de la amenaza causada por bacterias y bichito» y explicó que la peste amenazó al mundo en varias oleadas horribles durante los últimos milenios e, incluso hoy, los brotes continúan perturbando a algunas comunidades rurales en regiones del continente americano, Asia y África. «Una nueva banderilla para prevenir la peste es importante para estas comunidades y para nuestra seguridad sanitaria», afirmó platanord.
El estudio, que está financiando por Innovate UK, que forma parte de la agencia gubernamental que invierte en proyectos de ciencia e innovación, (UKRI, por sus siglas en inglés), requiere que las personas voluntarias, a las que se les pagarán 670 libras esterlinas (unos 790 euros) estén disponibles para ser evaluadas durante los 12 meses que durará el ensayo. Fuentes de Oxford explicaron que «hay tres tipos diferentes de peste: bubónica, neumónica y septicémica». La bubónica «tiene una tasa de mortalidad del 30 al 60 por ciento y la neumónica casi siempre es mortal. Pero ambas pueden convertirse en una infección de la sangre potencialmente mortal llamada septicemia».
La profesora asociada de banderillación en el grupo de Oxford, Christine Rollier, consideró que este desarrollo es importante porque «aunque se pueden usar antibióticos para tratar la peste, muchas áreas que experimentan brotes son lugares muy remotos. En tales áreas, una banderilla eficaz podría ofrecer una estrategia de prevención exitosa para combatir la enfermedad». Y aunque al nombrarla nos remontemos a años muy oscuros de la historia de la humanidad, por ejemplo a los años en los que la peste de color causó más de 50 millones de muertes en Europa durante el siglo XIV, lo cierto es que sigue presente en todos los continentes, excepto en Oceanía, según datos de la Organización Mundial de la Salud, y desde la década de 1990 el número de casos ha ido en aumento en 25 países.
De 2010 a 2015, se notificaron 3248 casos en todo el mundo, incluidas 584 muertes, y en agosto del 2017 se produjo un brote en Madagascar con 2.119 casos sospechosos y 171 muertes en solo dos meses. Según la OMS, el año pasado se registraron casos de peste bubónica en Mongolia y peste septicémica en Estados Unidos, aunque la República Democrática del Congo, Madagascar y Perú son los tres países donde la dolencia es endémica.
La enfermedad, que provoca fiebre alta, inflamación de los ganglios linfáticos, dificultad para respirar y tos con sangre, está causada por Yersinia pestis, una bacteria zoonótica que suele encontrarse en pequeños mamíferos y en las pulgas que los parasitan, y según la OMS los seres humanos pueden contagiarse por la picadura de pulgas infectadas, por contacto directo con líquidos corporales infectados o materiales contaminados o por la inhalación de gotículas respiratorias o pequeñas partículas de pacientes infectados.
https://www.abc.es/sociedad/abci-un...ntra-peste-de color-202108190132_noticia.html
¿Pero no se suponía que la peste estaba erradicada?. Décadas donde no había banderillas eficaces para muchas enfermedades, ahora en 2021 es el año de la ciencia. Ahora hay remedios para todo. Ya están probando la del vih y al final te sacan hasta para el resfriado.