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Los antifascistas buscan un muerto
«Ofensiva 2008» con este lema los antifascistas salen a la calle a «cazar»: van en grupos y armados.
En los últimos meses las calles se han llenado de manifestaciones y actos de grupos radicales - Álvaro García
Diana Valdecantos
MADRID- «Sangre con sangre». Ésa es su máxima. Claman venganza por la fin de uno de los «suyos» y su forma de actuar es de una violencia extrema. Desde el asesinato en noviembre de Carlos Palomino, la izquierda radical se ha convertido en un peligro en la región. Buscan la confrontación y se guían por el «ojo por ojo».
Las Brigadas Antifascistas de Madrid (BAF) lideran estos ataques. Según fuentes policiales, sus acciones están contempladas en lo que ellos llaman la «Ofensiva 2008». Así lo han hecho constar en panfletos, pintadas y carteles.
Sus líneas de actuación giran en torno a dos vertientes. En primer lugar, explotar cualquier acto que convoque la extrema derecha. Por eso, cada vez que un partido radical llama a una manifestación, ellos planean una contramanifestación. «Al fascismo se le combate en la calle», dicen.
Su otro frente abierto es más preocupante. Dar palizas a pequeños grupos o jóvenes solitarios con aspecto o ideología nancy. Se han hecho expertos en este aspecto. Van en grupos de cuatro a ocho personas, armados con navajas u objetos contundentes. Eligen un objetivo y van a por él. Son muy violentos y agresivos. Mientras pegan e insultan, a veces, ni siquiera se preocupan en tapar sus rostros.
Un dato que llama la atención a los investigadores encargados de estos casos es la juventud de estos chicos. La mayoría son menores y los que han cumplido la mayoría de edad, lo han hecho hace poco tiempo.
El fin de estos chicos es vengar la fin de Palomino, por ello, según fuentes policiales, el objetivo de las Brigadas Antifascistas es poner otro muerto sobre la mesa. Lo han intentado varias veces y alguno se ha salvado de milagro.
Desde ese fatídico día de noviembre que acabó con la vida de un chico de 16 años, la Policía ha detenido a alrededor de 30 antifascistas relacionados con actos violentos y se ha incautado de numerosas armas. Los altercados protagonizados por la izquierda radical se han multiplicado de forma espectacular a raíz de ese suceso.
Sólo en noviembre, tres manifestaciones, con sus respectivas contramanifestaciones se saldaron con 11 detenidos y nueve policías nacionales heridos en el tras*curso de las mismas.
En la marcha prohibida y convocada por la Coordinadora Antifascista de Atocha a Legazpi se produjeron daños en el mobiliario urbano, en vehículos policiales y en entidades bancarias. Además, los jóvenes improvisaron barricadas.
En lo que va de año, las BAF no han dado respiro a las Fuerzas de Seguridad. Este es un pequeño resumen de sus acciones más violentas llevadas a cabo en 2008.
En enero se producen, al menos, seis agresiones antifascistas. Las primeras víctimas de los radicales son tres menores a los que atacan siete individuos en Moncloa el día cinco.
Al día siguiente, seis personas atacan a un joven en Alcobendas. El día ocho de enero cuatro antifascistas vuelven a protaginizar un ataque premeditado en jovenlandesatalaz.
El día 12 de ese mes, un grupo de antifascistas agreden a jóvenes de ideología de ultraderecha en un bar que frecuentan, «Los Toledanos», en Campamento.
El 20 de enero, el partido Democracia Nacional convoca una marcha y la Coordinadora Antifascista llama a contramanifestarse. La Policía evita que se encuentren en la calle.
Dos días después, la comisaría de Arganzuela tramita una denuncia por una nueva agresión de este tipo en el Metro. En esa misma jornada, un grupo de antifascistas provocaron un incendio en el bar «Los Toledanos».
El día 27 de enero tiene lugar una de las agresiones más violentas. Un joven y su novia reciben una brutal paliza por parte de simpatizantes de la izquierda radical en Usera. El chico queda en coma durante un mes.
El primer día de febrero, cinco antifascistas intentan un ataque en un colegio en la calle Corazón de María. La Policía evita la agresión y se incauta de varias armas y objetos contundentes.
Cuatro días después, la Policía interviene dos armas blancas y dos objetos contundentes con pinchos a dos jóvenes de la ultraizquierda.
El día 9 de febrero la Coordinadora Antifascista convoca una manifestación en recuerdo de Carlos Palomino en la Plaza Villa de París.
El 19 de febrero antifascistas agreden a la comitiva del partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), cuya portavoz es Rosa Díez y a varios agentes en Pozuelo de Alarcón.
Diez días después, una concentración autorizada del partido Nación y Revolución en la plaza Tirso de Molina acaba con siete detenidos, diez policías heridos y numerosos daños en el mobiliario urbano.
En marzo, una nueva agresión en San Blas. Cinco antifascistas atacan a tres jóvenes de forma salvaje.
El cinco de abril el escenario escogido es el intercambiador de Moncloa. Ocho personas dan una paliza a una pareja de jóvenes.
El 27 de ese mes agreden a dos vigilantes jurados en Moncloa.
El 4 de mayo siete antifascistas agreden con navajas a dos jóvenes en Chamartín.
El 1 de junio una batalla campal en Sol se salda con seis detenidos.
El 7 de junio antifascistas atacan armados a cinco personas que estaban en un coche armados con hachas.
El pasado viernes, un joven recibe una paliza en Avenida de América.
El 16 de junio nuevo ataque antifascista a otro joven en Chamartín.
«Ofensiva 2008» con este lema los antifascistas salen a la calle a «cazar»: van en grupos y armados.
En los últimos meses las calles se han llenado de manifestaciones y actos de grupos radicales - Álvaro García
Diana Valdecantos
MADRID- «Sangre con sangre». Ésa es su máxima. Claman venganza por la fin de uno de los «suyos» y su forma de actuar es de una violencia extrema. Desde el asesinato en noviembre de Carlos Palomino, la izquierda radical se ha convertido en un peligro en la región. Buscan la confrontación y se guían por el «ojo por ojo».
Las Brigadas Antifascistas de Madrid (BAF) lideran estos ataques. Según fuentes policiales, sus acciones están contempladas en lo que ellos llaman la «Ofensiva 2008». Así lo han hecho constar en panfletos, pintadas y carteles.
Sus líneas de actuación giran en torno a dos vertientes. En primer lugar, explotar cualquier acto que convoque la extrema derecha. Por eso, cada vez que un partido radical llama a una manifestación, ellos planean una contramanifestación. «Al fascismo se le combate en la calle», dicen.
Su otro frente abierto es más preocupante. Dar palizas a pequeños grupos o jóvenes solitarios con aspecto o ideología nancy. Se han hecho expertos en este aspecto. Van en grupos de cuatro a ocho personas, armados con navajas u objetos contundentes. Eligen un objetivo y van a por él. Son muy violentos y agresivos. Mientras pegan e insultan, a veces, ni siquiera se preocupan en tapar sus rostros.
Un dato que llama la atención a los investigadores encargados de estos casos es la juventud de estos chicos. La mayoría son menores y los que han cumplido la mayoría de edad, lo han hecho hace poco tiempo.
El fin de estos chicos es vengar la fin de Palomino, por ello, según fuentes policiales, el objetivo de las Brigadas Antifascistas es poner otro muerto sobre la mesa. Lo han intentado varias veces y alguno se ha salvado de milagro.
Desde ese fatídico día de noviembre que acabó con la vida de un chico de 16 años, la Policía ha detenido a alrededor de 30 antifascistas relacionados con actos violentos y se ha incautado de numerosas armas. Los altercados protagonizados por la izquierda radical se han multiplicado de forma espectacular a raíz de ese suceso.
Sólo en noviembre, tres manifestaciones, con sus respectivas contramanifestaciones se saldaron con 11 detenidos y nueve policías nacionales heridos en el tras*curso de las mismas.
En la marcha prohibida y convocada por la Coordinadora Antifascista de Atocha a Legazpi se produjeron daños en el mobiliario urbano, en vehículos policiales y en entidades bancarias. Además, los jóvenes improvisaron barricadas.
En lo que va de año, las BAF no han dado respiro a las Fuerzas de Seguridad. Este es un pequeño resumen de sus acciones más violentas llevadas a cabo en 2008.
En enero se producen, al menos, seis agresiones antifascistas. Las primeras víctimas de los radicales son tres menores a los que atacan siete individuos en Moncloa el día cinco.
Al día siguiente, seis personas atacan a un joven en Alcobendas. El día ocho de enero cuatro antifascistas vuelven a protaginizar un ataque premeditado en jovenlandesatalaz.
El día 12 de ese mes, un grupo de antifascistas agreden a jóvenes de ideología de ultraderecha en un bar que frecuentan, «Los Toledanos», en Campamento.
El 20 de enero, el partido Democracia Nacional convoca una marcha y la Coordinadora Antifascista llama a contramanifestarse. La Policía evita que se encuentren en la calle.
Dos días después, la comisaría de Arganzuela tramita una denuncia por una nueva agresión de este tipo en el Metro. En esa misma jornada, un grupo de antifascistas provocaron un incendio en el bar «Los Toledanos».
El día 27 de enero tiene lugar una de las agresiones más violentas. Un joven y su novia reciben una brutal paliza por parte de simpatizantes de la izquierda radical en Usera. El chico queda en coma durante un mes.
El primer día de febrero, cinco antifascistas intentan un ataque en un colegio en la calle Corazón de María. La Policía evita la agresión y se incauta de varias armas y objetos contundentes.
Cuatro días después, la Policía interviene dos armas blancas y dos objetos contundentes con pinchos a dos jóvenes de la ultraizquierda.
El día 9 de febrero la Coordinadora Antifascista convoca una manifestación en recuerdo de Carlos Palomino en la Plaza Villa de París.
El 19 de febrero antifascistas agreden a la comitiva del partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), cuya portavoz es Rosa Díez y a varios agentes en Pozuelo de Alarcón.
Diez días después, una concentración autorizada del partido Nación y Revolución en la plaza Tirso de Molina acaba con siete detenidos, diez policías heridos y numerosos daños en el mobiliario urbano.
En marzo, una nueva agresión en San Blas. Cinco antifascistas atacan a tres jóvenes de forma salvaje.
El cinco de abril el escenario escogido es el intercambiador de Moncloa. Ocho personas dan una paliza a una pareja de jóvenes.
El 27 de ese mes agreden a dos vigilantes jurados en Moncloa.
El 4 de mayo siete antifascistas agreden con navajas a dos jóvenes en Chamartín.
El 1 de junio una batalla campal en Sol se salda con seis detenidos.
El 7 de junio antifascistas atacan armados a cinco personas que estaban en un coche armados con hachas.
El pasado viernes, un joven recibe una paliza en Avenida de América.
El 16 de junio nuevo ataque antifascista a otro joven en Chamartín.