Nos lo señalan con el círculo, no vaya a ser que los estúpidos que se tragan toda esta cosa piensen que el espía pilinguin era un tierno infante en 1989
¿Espió pilinguin a Reagan?
Puede ser una novela de color, una de las mejores historias de espías o simplemente una común y simple fotografía. Año 1989, el fin de la Guerra Fría ha empezado su camino, y el por entonces presidente de los EEUU, Ronald Reagan, visita junto a su homólogo moscovita, Mijail Gorbachov, la Plaza Roja de la capital rusa.
Una imagen tomada por el fotógrafo de la Casa Blanca Peter Souza, de las muchas que se hicieron en esa histórica visita, es la culpable de una intrigante polémica. En ella se ve a Reagan saludando a un niño y justo detrás un rubio joven, con cámara al cuello, que algunos medios de comunicación ha identificado como Vladimir pilinguin, el último ex presidente ruso y actual primer ministro.
Según informa el diario 'Corriere della Sera', medios como la revista 'Foreign Policy' y otras aseguran que pilinguin no era un simple turista sino uno de los agentes de la KGB al que le tocó aquel día guardia.
Al parecer, la presencia de pilinguin -si es que se confirma que era él- no se limitaba a una simple tarea de vigilancia sino a un intento por poner en apuros al presidente estadounidense. ¿Cómo? Según explican los diarios por aquella época, los servicios secretos enviaban a sus agentes para que incitaran a la gente a que hicieran preguntas comprometidas a los dirigentes internacionales.
El propio Souza, actual fotógrafo de Barack Obama, asegura que en aquel momento le impresionó muchísimo la capacidad de los ciudadanos para hacer preguntas tan complicadas al presidente Reagan. "Es increíble", afirmó.
Por su parte, el Kremlin ya ha negado cualquier relación entre pilinguin y el hombre rubio de la imagen. El biógrafo oficial del primer ministro ruso, Andrey Piontkovsky, ha asegurado que es imposible que fuera pilinguin, ya que en aquellas fechas el líder ruso "se encontraba en Dresde".
¿Espió pilinguin a Reagan?
Puede ser una novela de color, una de las mejores historias de espías o simplemente una común y simple fotografía. Año 1989, el fin de la Guerra Fría ha empezado su camino, y el por entonces presidente de los EEUU, Ronald Reagan, visita junto a su homólogo moscovita, Mijail Gorbachov, la Plaza Roja de la capital rusa.
Una imagen tomada por el fotógrafo de la Casa Blanca Peter Souza, de las muchas que se hicieron en esa histórica visita, es la culpable de una intrigante polémica. En ella se ve a Reagan saludando a un niño y justo detrás un rubio joven, con cámara al cuello, que algunos medios de comunicación ha identificado como Vladimir pilinguin, el último ex presidente ruso y actual primer ministro.
Según informa el diario 'Corriere della Sera', medios como la revista 'Foreign Policy' y otras aseguran que pilinguin no era un simple turista sino uno de los agentes de la KGB al que le tocó aquel día guardia.
Al parecer, la presencia de pilinguin -si es que se confirma que era él- no se limitaba a una simple tarea de vigilancia sino a un intento por poner en apuros al presidente estadounidense. ¿Cómo? Según explican los diarios por aquella época, los servicios secretos enviaban a sus agentes para que incitaran a la gente a que hicieran preguntas comprometidas a los dirigentes internacionales.
El propio Souza, actual fotógrafo de Barack Obama, asegura que en aquel momento le impresionó muchísimo la capacidad de los ciudadanos para hacer preguntas tan complicadas al presidente Reagan. "Es increíble", afirmó.
Por su parte, el Kremlin ya ha negado cualquier relación entre pilinguin y el hombre rubio de la imagen. El biógrafo oficial del primer ministro ruso, Andrey Piontkovsky, ha asegurado que es imposible que fuera pilinguin, ya que en aquellas fechas el líder ruso "se encontraba en Dresde".