LoriRarita
Cuñado nija
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Mi tío Nicolás, hoy jubilado de 76 años, fue lo que vosotros entendéis por un triunfador.
A los 21 años empezó a currar como administrativo, y acabó dejándolo todo para abrir su propia empresa, que le fue de la leche. Casa de campo a las afueras, con piscina. Cochazos cada pocos años. Veraneo en sitios de postín, viajes por Europa, luna de miel en Roma.
Se casó con una alemana de 19 años, una mujer joven de la que fue su primer novio y que le ha sido fiel toda la vida. Tuvieron 2 hijas preciosas. Lo tenían todo.
Durante la crisis de 2008, mi tío perdió la empresa. Tenía por aquel entonces 60 años. Nunca lo superó. Tenía dinero ahorrado para 10 vidas, y no perdieron nada. Siguieron con su casa de campo y sus viajes. Mi tío tuvo que ponerse a trabajar en una empresa para cubrir los años que le faltaban por cotizar. Pero ya no era el mismo. El tío alegre de siempre ya no existía.
Así, mi tío lleva 16 años enterrado vivo. Tiene todo lo que en Burbuja se idolatra. Una mujer que le ha sido fiel y con la que morirá a su lado. Pasta en el banco como para comprar el foro 100 veces. Se ha reproducido. Ha tenido fortuna y muchos amigos. Pero, desde que cerró su empresa, desde que no pudo salvarla, está muerto. Peor que muerto. Sus hijas se hicieron mayores y no le dieron nietos. Una se casó y se fue a vivir la vida por todo lo alto con su marido, sin hijos. La otra prefirió vida de soltera aventurera, fue deportista durante algunos años, y creo que ahora anda por Estados Unidos.
Así, mi tío es un viejo que no tiene nada. Su empresa no está. Sus hijas se fueron. Casi todos sus amigos se han muerto, o están físicamente dolidos, o están demasiado ocupados cuidando de los nietos. No tiene hobbies, nunca los tuvo, salvo la familia y los amigos. Vendió la casa de campo porque ya no se consideraban físicamente aptos para cuidarla, y de todas formas, nunca iba nadie. Viven en un pequeño adosado de la ciudad que compraron al jubilarse, 3 habitaciones y un jardín inmenso, que nunca cuidan. Han pillado un perro para tener algo que hacer.
Perder su empresa él lo entendió como una falta de hombría o inteligencia, y jamás lo superó. Se pasa el día haciendo recados con su mujer y diciéndole a todo el que se encuentra, que su mayor deseo en la vida es morirse.
Tal cual. El otro día en la cena de Nochebuena, mi padre comentó que un colega suyo del curro había muerto. Su respuesta "eso es lo que hay que hacer, morirse de una vez".
Porque hay cosas peores que la fin.
A los 21 años empezó a currar como administrativo, y acabó dejándolo todo para abrir su propia empresa, que le fue de la leche. Casa de campo a las afueras, con piscina. Cochazos cada pocos años. Veraneo en sitios de postín, viajes por Europa, luna de miel en Roma.
Se casó con una alemana de 19 años, una mujer joven de la que fue su primer novio y que le ha sido fiel toda la vida. Tuvieron 2 hijas preciosas. Lo tenían todo.
Durante la crisis de 2008, mi tío perdió la empresa. Tenía por aquel entonces 60 años. Nunca lo superó. Tenía dinero ahorrado para 10 vidas, y no perdieron nada. Siguieron con su casa de campo y sus viajes. Mi tío tuvo que ponerse a trabajar en una empresa para cubrir los años que le faltaban por cotizar. Pero ya no era el mismo. El tío alegre de siempre ya no existía.
Así, mi tío lleva 16 años enterrado vivo. Tiene todo lo que en Burbuja se idolatra. Una mujer que le ha sido fiel y con la que morirá a su lado. Pasta en el banco como para comprar el foro 100 veces. Se ha reproducido. Ha tenido fortuna y muchos amigos. Pero, desde que cerró su empresa, desde que no pudo salvarla, está muerto. Peor que muerto. Sus hijas se hicieron mayores y no le dieron nietos. Una se casó y se fue a vivir la vida por todo lo alto con su marido, sin hijos. La otra prefirió vida de soltera aventurera, fue deportista durante algunos años, y creo que ahora anda por Estados Unidos.
Así, mi tío es un viejo que no tiene nada. Su empresa no está. Sus hijas se fueron. Casi todos sus amigos se han muerto, o están físicamente dolidos, o están demasiado ocupados cuidando de los nietos. No tiene hobbies, nunca los tuvo, salvo la familia y los amigos. Vendió la casa de campo porque ya no se consideraban físicamente aptos para cuidarla, y de todas formas, nunca iba nadie. Viven en un pequeño adosado de la ciudad que compraron al jubilarse, 3 habitaciones y un jardín inmenso, que nunca cuidan. Han pillado un perro para tener algo que hacer.
Perder su empresa él lo entendió como una falta de hombría o inteligencia, y jamás lo superó. Se pasa el día haciendo recados con su mujer y diciéndole a todo el que se encuentra, que su mayor deseo en la vida es morirse.
Tal cual. El otro día en la cena de Nochebuena, mi padre comentó que un colega suyo del curro había muerto. Su respuesta "eso es lo que hay que hacer, morirse de una vez".
Porque hay cosas peores que la fin.