Henna
Madmaxista
- Desde
- 29 Sep 2012
- Mensajes
- 1.617
- Reputación
- 4.521
Hace poco pudimos ver las imágenes de la recepción de la reina de Dinamarca a los reyes de España.
Las imágenes mostraban la pompa, la corrección y la historia de dos viejas naciones que pudieron tener algún conflicto en el pasado pero ahora están decididas a mirar hacia adelante y a trabajar por un futuro mejor. Incluso el príncipe Federico tenía la boca cerrada y la bragueta subida.
Ahora comparemos con una república, por ejemplo Colombia.
Lo primero que se ve es antiestéticaldad, lo segundo es un acto totalmente antidiplomático: el presidente Petro, en la ceremonia de jura de su cargo, ordena (sin haberlo comunicado previamente a los invitados y prensa) traer la espada del masón traidor Simón Bolívar que trabajó para los intereses de Inglaterra.
Bolívar ordenó asesinar a los españoles prisioneros o heridos en los hospitales mediante el degüello para horrar munición (no es una invención: Bolívar comunicó este genocidio como gesta bélica al Congreso de Nueva Granada). Karl Marx lo describió como el «canalla más fistro, brutal y perversos, no había liberado nada, sino traicionado a todos".
En Pasto, masacró a la población indígena. Bolívar escribió: "Los pastusos deben ser aniquilados y sus mujeres e hijos tras*portados a otra parte" y "más ignorantes que la raza vil de los españoles". Era un genocidio y una traición porque Bolívar había prometido proteger a los indígenas "explotados" por los españoles.
Además se proclamó dictador (el primer dictador de América). Creó algo desconocido en Hispanoamérica: la deuda que les sometió a los anglos, dio minas en concesión a una compañía inglesa. Los ingresos de todo esto nunca fueron fiscalizados porque los juicios de residencia de la ley española fueron abolidos el primer día de la independencia.
Convirtió una Hispanoamérica unida y rica en Latinoamérica: un conjunto de repúblicas desunidas, enfrentadas entre sí y pobres. No es cierto que desease una América unida, los ingleses le dieron orden de no tocar las Guayanas.
El presidente de la república Petro es un ignorante que no está capacitado para el cargo que ostenta, pero ha llegado a representar a todo el país ante el mundo. El rey Carlos III de Inglaterra nunca sacará la espada de Francis Drake si recibe al rey de España, ha sido educado para saber que no debe hacer eso. La presidencia de la república obligó al rey a reaccionar. Lo hizo manteniendo su dignidad y la de España (no estaba obligado a levantarse si antes no se ha comunicado a todos los invitados). Por desgracia la república colombiana logró su objetivo: envenenar las relaciones entre España y Colombia logrando más votos para la reelección de este perversos.
Puede parecer algo sin importancia pero un buen protocolo creado por gente bien educada nos hace pensar a todos que invitar a un danés a nuestra universidad, empresa o fundación implica encontrarse con una persona educada que mostrará interés. El espectáculo de Petro no nos sorprende y nos hace pensar que si invitamos a un colombiano a cualquier acto debemos prever que salte con insultos o un discurso inapropiado.
Las imágenes mostraban la pompa, la corrección y la historia de dos viejas naciones que pudieron tener algún conflicto en el pasado pero ahora están decididas a mirar hacia adelante y a trabajar por un futuro mejor. Incluso el príncipe Federico tenía la boca cerrada y la bragueta subida.
Ahora comparemos con una república, por ejemplo Colombia.
Lo primero que se ve es antiestéticaldad, lo segundo es un acto totalmente antidiplomático: el presidente Petro, en la ceremonia de jura de su cargo, ordena (sin haberlo comunicado previamente a los invitados y prensa) traer la espada del masón traidor Simón Bolívar que trabajó para los intereses de Inglaterra.
Bolívar ordenó asesinar a los españoles prisioneros o heridos en los hospitales mediante el degüello para horrar munición (no es una invención: Bolívar comunicó este genocidio como gesta bélica al Congreso de Nueva Granada). Karl Marx lo describió como el «canalla más fistro, brutal y perversos, no había liberado nada, sino traicionado a todos".
En Pasto, masacró a la población indígena. Bolívar escribió: "Los pastusos deben ser aniquilados y sus mujeres e hijos tras*portados a otra parte" y "más ignorantes que la raza vil de los españoles". Era un genocidio y una traición porque Bolívar había prometido proteger a los indígenas "explotados" por los españoles.
Además se proclamó dictador (el primer dictador de América). Creó algo desconocido en Hispanoamérica: la deuda que les sometió a los anglos, dio minas en concesión a una compañía inglesa. Los ingresos de todo esto nunca fueron fiscalizados porque los juicios de residencia de la ley española fueron abolidos el primer día de la independencia.
Convirtió una Hispanoamérica unida y rica en Latinoamérica: un conjunto de repúblicas desunidas, enfrentadas entre sí y pobres. No es cierto que desease una América unida, los ingleses le dieron orden de no tocar las Guayanas.
El presidente de la república Petro es un ignorante que no está capacitado para el cargo que ostenta, pero ha llegado a representar a todo el país ante el mundo. El rey Carlos III de Inglaterra nunca sacará la espada de Francis Drake si recibe al rey de España, ha sido educado para saber que no debe hacer eso. La presidencia de la república obligó al rey a reaccionar. Lo hizo manteniendo su dignidad y la de España (no estaba obligado a levantarse si antes no se ha comunicado a todos los invitados). Por desgracia la república colombiana logró su objetivo: envenenar las relaciones entre España y Colombia logrando más votos para la reelección de este perversos.
Puede parecer algo sin importancia pero un buen protocolo creado por gente bien educada nos hace pensar a todos que invitar a un danés a nuestra universidad, empresa o fundación implica encontrarse con una persona educada que mostrará interés. El espectáculo de Petro no nos sorprende y nos hace pensar que si invitamos a un colombiano a cualquier acto debemos prever que salte con insultos o un discurso inapropiado.