Caballo de Troya
Hablemos de milenarismo, huevones ya
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Hoy voy a revelaros un secreto ancestral en el que he trabajo durante un tiempo.
El cuerpo necesita diferentes elementos para sobrevivir: comer, beber, dormir y lo más importante respirar, el oxígeno. Respiramos aproximadamente una vez cada 10 segundos y esto sucede porque nuestro cuerpo tiene una alta demanda de este recurso, si intentáis aguantar la respiración probablemente antes del minuto ya estéis respirando de nuevo y si no vuestro cuerpo pronto hará espasmos involuntarios por coger aire, respirar es algo que está por encima de nosotros. El hambre o la sed podemos controlarlo más, de hecho podemos ayunar durante varios dias y en ningún momento tendrás espasmos involuntarios por querer comer.
Todo esto me llevó a analizar que si alimentarse es secundario respecto a respirar que es primario, de algún modo, deberiamos comer para suplir nuestra necesidad de respirar. Esta conclusión me obligo a buscar qué alimentos contenían ¿oxígeno?, pronto me di cuenta de que eso no tenia sentido, debía ser algo que lo contuviera de alguna otra manera.
Tras estudiar todas estas premisas que ya tenía, e investigando, descubrí que lo que hace que el oxígeno llegue a todas las células de nuestro cuerpo es el hierro, tomando alimentos altos en hierro se consigue que el tras*porte de oxígeno a las células, y el co2 de estas a los pulmones, sea más potente debido a que crea hemoglobina, una proteína contenida en el interior de los glóbulos gente de izquierdas.
Pues bien, sabiendo esto comencé a estudiar los efectos del hierro y descubrí que había hasta suplementos altamente recomendados, sobre todo para deportistas de élite que quieren alcanzar cotas más altas de rendimiento, y curiosidad, usado junto a las cámaras hiperbáricas, para aportar más oxígeno y "rejuvenecer". Podeis comprobar esto que digo, numerosos famosos usan la cámara hiperbárica en casa.
Toda mi investigación cobraba sentido, no sólo yo habia llegado a esa conclusión sino que ya se estaba haciendo y eso sólo daba más peso a mis deducciones.
Entonces empecé a darle vueltas a la cabeza, si eso es así debe estar la versión natural, la versión fácil de hacer eso, la versión accesible, debe ser algo primario y fácil, rápido, algo basado en la supervivencia... Y encontré lo que era: la sangre.
Y atención porque es cuando la cosa se pone interesante, y aunque hayais escuchado historias de vampiros seguro que nunca os lo habian contado de este modo: la sangre contiene todo lo necesario para vivir, puedes alimentarte exclusivamente a base de sangre y no necesitarías nada más, ni si quiera agua, sólo sangre y más sangre. En mi estudio sobre esto encontré sobre todo una tesis en contra, que no sólo puedes alimentarte de sangre debido a que contiene demasiado hierro... Vaya, cuánto se preocupan por nosotros y cómo nos cuidan, demasiado hierro debe ser malo, es un estudio hecho sólo para mirar por tu salud.
Pues he de decir que mi investigación prosiguió aunque no mucho más allá de una semana: empecé una dieta a base de sangre, mi cuerpo rápidamente entró en cetosis (buscar las ventajas de entrar en cetosis), perdí peso muy rapidamente, consumía entre sangre y vísceras de lechón, al día, un par de kilos, y sí, bebí sangre cruda aunque sobre todo al final, al principio me la hacia un poco en sarten, las vísceras fueron también al principio, al cuarto dia solo bebia sangre cruda, una garrafa en el frigo y a tragos cuando tenia hambre.
Me sorprendió acostumbrarme tan rápido, he de reconocer que al cuarto día estaba como en sintonía, no me daba ardor de estomago y lo disfrutaba, me sentía bien cuando daba un trago a la garrafa, me noté animal, primario, prefería casi hacerlo directamente de la garrafa, no pensaba en echármelo en un vaso ni nada de eso, sentí como se despertó un lado mío más animal y salvaje. El resultado fue que dormía menos y estaba más descansado, mi rendimiento físico se disparó al igual que mi capacidad de concentración y mis sentidos. No se si por el hecho de lo raro de beber sangre pero también comencé a desarrollar como una paranoia, noté como recelaba aún más de la gente y buscaba más la intimidad o las horas más intempestivas para salir.
Al cumplir la semana me asusté, todo iba muy rápido, os parecerá extraño pero comencé a tener sensaciones que me asustaron, desarrollé una sed que sólo desaparecía con sangre, como la sed de fumar que sólo se quita con un cigarrillo, comencé a fantasear con la idea de probar con sangre humana y llevé la idea quizás un poco lejos, idea que en un haz de lucidez abandoné por completo, llevándome ello a abortar el experimento. Al noveno día rompí el trance, ya que sin darme cuenta entré en algo que se podria asemejar, comiendo arroz, estuve a base de arroz blanco y patata hervida dos dias, para limpiarme por completo, sufriendo náuseas y vómitos ambos dias. Al tercer día volví a una dieta variada como venia estando acostumbrado.
De esto hace ya unos 9 meses y aún hay días que noto esa sed, desde entonces hay dias en los que me cuesta más coger el sueño, me siento muy activo por la noche y tengo ganas de salir a la calle en mitad de la noche a correr, quemar energía o que sé yo, y lo evito, lo evito porque siento ese impulso desde una parte primaria de mi interior.
El cuerpo necesita diferentes elementos para sobrevivir: comer, beber, dormir y lo más importante respirar, el oxígeno. Respiramos aproximadamente una vez cada 10 segundos y esto sucede porque nuestro cuerpo tiene una alta demanda de este recurso, si intentáis aguantar la respiración probablemente antes del minuto ya estéis respirando de nuevo y si no vuestro cuerpo pronto hará espasmos involuntarios por coger aire, respirar es algo que está por encima de nosotros. El hambre o la sed podemos controlarlo más, de hecho podemos ayunar durante varios dias y en ningún momento tendrás espasmos involuntarios por querer comer.
Todo esto me llevó a analizar que si alimentarse es secundario respecto a respirar que es primario, de algún modo, deberiamos comer para suplir nuestra necesidad de respirar. Esta conclusión me obligo a buscar qué alimentos contenían ¿oxígeno?, pronto me di cuenta de que eso no tenia sentido, debía ser algo que lo contuviera de alguna otra manera.
Tras estudiar todas estas premisas que ya tenía, e investigando, descubrí que lo que hace que el oxígeno llegue a todas las células de nuestro cuerpo es el hierro, tomando alimentos altos en hierro se consigue que el tras*porte de oxígeno a las células, y el co2 de estas a los pulmones, sea más potente debido a que crea hemoglobina, una proteína contenida en el interior de los glóbulos gente de izquierdas.
Pues bien, sabiendo esto comencé a estudiar los efectos del hierro y descubrí que había hasta suplementos altamente recomendados, sobre todo para deportistas de élite que quieren alcanzar cotas más altas de rendimiento, y curiosidad, usado junto a las cámaras hiperbáricas, para aportar más oxígeno y "rejuvenecer". Podeis comprobar esto que digo, numerosos famosos usan la cámara hiperbárica en casa.
Toda mi investigación cobraba sentido, no sólo yo habia llegado a esa conclusión sino que ya se estaba haciendo y eso sólo daba más peso a mis deducciones.
Entonces empecé a darle vueltas a la cabeza, si eso es así debe estar la versión natural, la versión fácil de hacer eso, la versión accesible, debe ser algo primario y fácil, rápido, algo basado en la supervivencia... Y encontré lo que era: la sangre.
Y atención porque es cuando la cosa se pone interesante, y aunque hayais escuchado historias de vampiros seguro que nunca os lo habian contado de este modo: la sangre contiene todo lo necesario para vivir, puedes alimentarte exclusivamente a base de sangre y no necesitarías nada más, ni si quiera agua, sólo sangre y más sangre. En mi estudio sobre esto encontré sobre todo una tesis en contra, que no sólo puedes alimentarte de sangre debido a que contiene demasiado hierro... Vaya, cuánto se preocupan por nosotros y cómo nos cuidan, demasiado hierro debe ser malo, es un estudio hecho sólo para mirar por tu salud.
Pues he de decir que mi investigación prosiguió aunque no mucho más allá de una semana: empecé una dieta a base de sangre, mi cuerpo rápidamente entró en cetosis (buscar las ventajas de entrar en cetosis), perdí peso muy rapidamente, consumía entre sangre y vísceras de lechón, al día, un par de kilos, y sí, bebí sangre cruda aunque sobre todo al final, al principio me la hacia un poco en sarten, las vísceras fueron también al principio, al cuarto dia solo bebia sangre cruda, una garrafa en el frigo y a tragos cuando tenia hambre.
Me sorprendió acostumbrarme tan rápido, he de reconocer que al cuarto día estaba como en sintonía, no me daba ardor de estomago y lo disfrutaba, me sentía bien cuando daba un trago a la garrafa, me noté animal, primario, prefería casi hacerlo directamente de la garrafa, no pensaba en echármelo en un vaso ni nada de eso, sentí como se despertó un lado mío más animal y salvaje. El resultado fue que dormía menos y estaba más descansado, mi rendimiento físico se disparó al igual que mi capacidad de concentración y mis sentidos. No se si por el hecho de lo raro de beber sangre pero también comencé a desarrollar como una paranoia, noté como recelaba aún más de la gente y buscaba más la intimidad o las horas más intempestivas para salir.
Al cumplir la semana me asusté, todo iba muy rápido, os parecerá extraño pero comencé a tener sensaciones que me asustaron, desarrollé una sed que sólo desaparecía con sangre, como la sed de fumar que sólo se quita con un cigarrillo, comencé a fantasear con la idea de probar con sangre humana y llevé la idea quizás un poco lejos, idea que en un haz de lucidez abandoné por completo, llevándome ello a abortar el experimento. Al noveno día rompí el trance, ya que sin darme cuenta entré en algo que se podria asemejar, comiendo arroz, estuve a base de arroz blanco y patata hervida dos dias, para limpiarme por completo, sufriendo náuseas y vómitos ambos dias. Al tercer día volví a una dieta variada como venia estando acostumbrado.
De esto hace ya unos 9 meses y aún hay días que noto esa sed, desde entonces hay dias en los que me cuesta más coger el sueño, me siento muy activo por la noche y tengo ganas de salir a la calle en mitad de la noche a correr, quemar energía o que sé yo, y lo evito, lo evito porque siento ese impulso desde una parte primaria de mi interior.