Torrevieja es el averno. La cuna del turismo paco español.
Millardos de latinitos panzones con las neveras atadas a carritos, con el puñetero reguetton distorsionando en altavoces del chino, inflandose a gazpacho y cerveza barata del aldi. sudamericanas obesas y antiestéticas con niños llorando.
Charos pelomorado con berzas colganderas.
Y si hubiere una mujer atractiva, no la violes con la mirada, según esa charo de turno, que te increpara rauda, dejando entrever su ya decrepita anima, cansada de soportar el maltrecho cuerpo en el que nadie se fijara, sino para mofarse
platanoviejas tacaños jubiletas con cuerpos derroidos por pegarle duro al anís, poniendo la sombrilla a las 7 de la mañana y yéndose al bar a poner ciegos de sol y sombra
Ir la 222 a que te calienten las astutas que luego acaban amandose neցros, y a que te soplen 10 € por una copa servido por una p**a con cara de oler cosa.
Contenedores malolientes y putrefactos a pie de calle
Millones de cucarachas correteando por el suelo haciendo suyas las calles, algunas vuelan y pican en el ojo a los turistas del paseo marítimo
Hordas de jovenlandeses y neցros deambulando por las noches sin oficio ni beneficio
Playas que parecen estercoleros, colillas, latas, compresas, condones, bolsas del mercadona
Decadencia, suciedad y mucha mucha tristeza