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Será en Octubre
«Monomarental»: una nueva palabra inventada con la que Sánchez quiere atraer al voto feminista
«Monomarental»: una nueva palabra inventada con la que Sánchez quiere atraer al voto feminista
Desde hace más de una década, el PSOE ha mantenido una batalla de términos de la que generalmente ha salido escaldado y ridiculizado si atendemos a las normas del diccionario de la RAE
A cuenta del feminismo, desde hace más de una década el PSOE ha mantenido una batalla de términos de la que generalmente ha salido escaldado y ridiculizado si nos atenemos a las normas del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El último episodio lo ha protagonizado Pedro Sánchez este miércoles al rescatar un viejo término con pretensiones inclusivas que ya dio que hablar en 2015: « Familias monomarentales».
Rodeado de banderas españolas y europeas, el presidente del Gobierno ha presentado las 110 principales medidas de su programa para las elecciones generales del 28 de abril. En ellas no ha incorporado grandes novedades con respecto a sus promesas anteriores y tampoco ha hecho alusiones a la crisis independentista de Cataluña. La principal novedad del socialista ha sido el compromiso para considerar familias numerosas a las monoparentales y, según ha dicho, «monomarentales» con dos hijos o más. Una nueva ley con la que Sánchez aseguró que quería contemplar todos los tipos de familias. «Las familias monoparentales son, sobre todo, monomarentales y necesitan el abrigo del Estado», ha declarado.
Pero, ¿qué es «monomarentales»? El término, que nunca fue recogido por la RAE, hace referencia a aquellas familias formadas solo por la progenitora y los hijos, a diferencia de la familias monoparentales que incluirían a las formadas solo por el padre y los hijos. La palabra no es ni mucho menos original de Sánchez. Ya fue utilizado con poco éxito por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, durante un acto de campaña, con el objetivo de hacer valer la presencia femenina en sus listas y atraer el voto femenino (y feminista).
«Aberración lingüística»
La RAE, sin embargo, solo admite «monoparental» para calificar a la familia limitada al padre o la progenitora y sus hijos. No lo admitió entonces y sigue sin admitirlo ahora, a pesar de la insistencia del presidente Sánchez y, hace tres años, también de la ministra socialista para la tras*ición Ecológica, Teresa Ribera. «¿Sabrá la ministra Teresa Ribera que el palabro “marental” es una aberración lingüística? ¿Que parental no viene de padre (“pater”), sino de progenitores (“parens”). En concreto del verbo latino “parire” (parir, engendrar)?», criticaba en 2015 una usuaria de Twitter.
Ante este ataque, la propia ministra aseguró que fue «una licencia expresiva para subrayar la realidad, que son madres en un 85% de los casos. Confío en que los problemas sustantivos también le preocupen en la medida equivalente. Un saludo», escribió Ribera. Un excusa igual de poco convincente que la que puso la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en 2011, cuando se dirigió a la mayoría de diputadas del Congreso como «miembras». Todo el mundo dio por hecho que aquel fue un clásico guiño al mundo feminista, que pronunció soltando una pequeña risita, pero del que luego se retractó explicando que había sido un lapsus, puesto que acababa de regresar de Iberoamérica «donde es usual ese término». Fue ahí donde las feministas se sorprendieron e indignaron, después que, efectivamente, habían entendido que era intentó premeditado por visibilizar a la mujer.
Parece que el afán de inventarse o seguir utilizando palabras no aceptadas por el diccionario de la RAE con intenciones electorales y la inclusión como telón de fondo sigue en el ADN socialista. No quedan tan lejos los «jóvenes y jóvenas» que pronunció Carmen Romero hace años o las «altas cargas», en lugar de altos cargos que se hacían llamar un grupo de mujeres de los gobiernos de Felipe González en los años ochenta.
«Monomarental»: una nueva palabra inventada con la que Sánchez quiere atraer al voto feminista
Desde hace más de una década, el PSOE ha mantenido una batalla de términos de la que generalmente ha salido escaldado y ridiculizado si atendemos a las normas del diccionario de la RAE
A cuenta del feminismo, desde hace más de una década el PSOE ha mantenido una batalla de términos de la que generalmente ha salido escaldado y ridiculizado si nos atenemos a las normas del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El último episodio lo ha protagonizado Pedro Sánchez este miércoles al rescatar un viejo término con pretensiones inclusivas que ya dio que hablar en 2015: « Familias monomarentales».
Rodeado de banderas españolas y europeas, el presidente del Gobierno ha presentado las 110 principales medidas de su programa para las elecciones generales del 28 de abril. En ellas no ha incorporado grandes novedades con respecto a sus promesas anteriores y tampoco ha hecho alusiones a la crisis independentista de Cataluña. La principal novedad del socialista ha sido el compromiso para considerar familias numerosas a las monoparentales y, según ha dicho, «monomarentales» con dos hijos o más. Una nueva ley con la que Sánchez aseguró que quería contemplar todos los tipos de familias. «Las familias monoparentales son, sobre todo, monomarentales y necesitan el abrigo del Estado», ha declarado.
Pero, ¿qué es «monomarentales»? El término, que nunca fue recogido por la RAE, hace referencia a aquellas familias formadas solo por la progenitora y los hijos, a diferencia de la familias monoparentales que incluirían a las formadas solo por el padre y los hijos. La palabra no es ni mucho menos original de Sánchez. Ya fue utilizado con poco éxito por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, durante un acto de campaña, con el objetivo de hacer valer la presencia femenina en sus listas y atraer el voto femenino (y feminista).
«Aberración lingüística»
La RAE, sin embargo, solo admite «monoparental» para calificar a la familia limitada al padre o la progenitora y sus hijos. No lo admitió entonces y sigue sin admitirlo ahora, a pesar de la insistencia del presidente Sánchez y, hace tres años, también de la ministra socialista para la tras*ición Ecológica, Teresa Ribera. «¿Sabrá la ministra Teresa Ribera que el palabro “marental” es una aberración lingüística? ¿Que parental no viene de padre (“pater”), sino de progenitores (“parens”). En concreto del verbo latino “parire” (parir, engendrar)?», criticaba en 2015 una usuaria de Twitter.
Ante este ataque, la propia ministra aseguró que fue «una licencia expresiva para subrayar la realidad, que son madres en un 85% de los casos. Confío en que los problemas sustantivos también le preocupen en la medida equivalente. Un saludo», escribió Ribera. Un excusa igual de poco convincente que la que puso la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en 2011, cuando se dirigió a la mayoría de diputadas del Congreso como «miembras». Todo el mundo dio por hecho que aquel fue un clásico guiño al mundo feminista, que pronunció soltando una pequeña risita, pero del que luego se retractó explicando que había sido un lapsus, puesto que acababa de regresar de Iberoamérica «donde es usual ese término». Fue ahí donde las feministas se sorprendieron e indignaron, después que, efectivamente, habían entendido que era intentó premeditado por visibilizar a la mujer.
Parece que el afán de inventarse o seguir utilizando palabras no aceptadas por el diccionario de la RAE con intenciones electorales y la inclusión como telón de fondo sigue en el ADN socialista. No quedan tan lejos los «jóvenes y jóvenas» que pronunció Carmen Romero hace años o las «altas cargas», en lugar de altos cargos que se hacían llamar un grupo de mujeres de los gobiernos de Felipe González en los años ochenta.