Mitsuhirato
Baneado
- Desde
- 19 Feb 2014
- Mensajes
- 1.795
- Reputación
- 1.275
La Policía pretende gastar tres millones de euros en militarizar su uniforme
El borrador de la orden interna introduce la corona real, bastones de mando y galones en las nuevas divisas
El proyecto es un empeño personal del número dos de Cosidó, el comisario Eugenio Pino, jefe de los antidisturbios con Aznar
Establece el uso del bastón de mando en actos oficiales como "signo de dignidad y autoridad" sobre la seguridad ciudadana
La Dirección General de la Policía desarrolla un plan para modificar los uniformes del Cuerpo. El borrador de la orden interna, elaborado por el Gabinete Técnico, incluye la sustitución de los símbolos recogidos en sus divisas, como los laureles, por otros utilizados habitualmente en los cuerpos militares, caso de los galones o la corona real española. Una previsión conservadora del presupuesto necesario para llevar a cabo el cambio en la uniformidad lo cifra en tres millones de euros, según fuentes próximas al proyecto.
El citado borrador, al que tuvo acceso eldiario.es, asegura que la reforma tiene como “objetivo principal” unificar en un único texto las disposiciones vigentes en materia de uniformidad y que los policías puedan conocer así “los distintos tipos de uniformes, sus modalidades y su uso, así como el uso de divisas, distintivos y condecoraciones”. Para acabar con un supuesto desconcierto en el seno de la Policía respecto a sus propios uniformes y divisas, el proyecto incluye cambiar estas últimas. Se trata, añade, de que los agentes proyecten “una imagen homogénea, adecuada y de acercamiento a los ciudadanos”.
El proyecto modifica las divisas en todas las escalas. Por ejemplo, los policías de la escala superior, comisarios y comisarios principales, pasarán de llevar tres laureles en el hombro a distinguirse con un entorchado, tres bastones de mando orlados y una corona. De subinspector para abajo se introducen los galones en ángulo, que a quien no esté familiarizado con la uniformidad militar le recordarán a las insignias de los militares estadounidenses en las películas.
La Ley Orgánica que reguló en 1986 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reservó para la Policía el carácter civil, a diferencia de la Guardia Civil, que desempeña también funciones policiales pero tiene naturaleza militar.
El cambio no implicaría renovar completamente los uniformes, ya que las divisas van acopladas en hombro y pecho, tanto en los uniformes de invierno como en los de verano. El Cuerpo Nacional de Policía está compuesto en la actualidad por más de 68.000 agentes y el gasto por cada uno de ellos oscilaría en torno a unos 44 euros, según la estimación de las fuentes consultadas. La cifra definitiva dependerá, en cualquier caso, del concurso que se abrirá entre las empresas que opten a fabricar las divisas cuando se apruebe la orden interna.
La reforma de las divisas de la Policía es un empeño personal del director adjunto operativo, Eugenio Pino, número dos de Ignacio Cosidó y jefe de las unidades antidisturbios durante los gobiernos de José María Aznar. El borrador tiene un anexo destinado a crear divisas especiales para los cargos. Ahora, el propio Pino luce la misma divisa que cualquier otro comisario principal, pero cuando se apruebe la reforma tendrá una propia como director adjunto operativo. También lucirán una característica de su puesto los comisarios generales, los subdirectores y los jefes superiores. Todos ellos forman la cúpula del Cuerpo que es renovada cada vez que cambia el partido en el Gobierno.
En sus divisas, los mandos compartirán un nuevo símbolo, la corona real, que se introduce con el siguiente detalle: “Todas las divisas tienen integrado en su soporte como elemento principal la Corona Real de España, forrada de gules (rojo), constituida por un círculo de tonalidad oro engastado de piedras preciosas, sumado de ocho florones de hojas de acanto de tonalidad oro (visibles cinco), interpoladas de perlas de cuyas hojas salen otras tantas diademas de tonalidad oro, sumadas de perlas que convergen un mundo con el ecuador y el semimeridiano de tonalidad oro”.
Detalle de las nuevas insignias para los mandos policiales
Detalle de las nuevas insignias para los mandos policiales
Choque con la Casa del Rey
El actual borrador es la reforma de otro redactado en abril. Uno de los motivos de que hubiera que introducir modificaciones fue la queja de la Casa del Rey. En el primer proyecto, el director adjunto operativo pretendía llevar en su divisa tres bastones de mando entrecruzados, un símbolo destinado en exclusiva al capitán general de los tres Ejércitos, es decir, al rey de España.
El borrador de la orden interna también incluye el uso del bastón de mando para que lo exhiban los comisarios en actos internos de la Policía y en otros “solemnes de representación del Cuerpo”. “Se empleará como símbolo de autoridad y dignidad del cargo en relación con la seguridad ciudadana”, afirma el borrador. No solo la cúpula policial podrá exhibir el bastón de mando, también los comisarios provinciales y locales. “Se llevará de forma natural con el brazo izquierdo extendido y sujeto por la mano sin cerrar el puño, en línea paralela al eje del cuerpo y ligeramente en oblicuo. La zona de sujeción será la parte superior, dejando ver el extremo ornamentado del bastón”, dice el texto.
Como director adjunto de la Policía, Eugenio Pino está al frente de la Junta de Gobierno que aprobó el 31 de enero conceder la más alta condecoración policial a una advocación mariana de Málaga. Los comisarios adoptaron esa decisión a propuesta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. De Pino también partió la orden verbal de introducir en los actos de la Policía la canción de homenaje a los caídos La fin no es el final, de clara connotación católica y que hasta ahora solo entonaban las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. El 28 de febrero se hizo la primera prueba. A los policías que juraban el cargo de inspector se les obligó a aprender la letra para cantarla durante el acto, que tuvo lugar en la Academia de Ávila.
Orden Uniformidad Noviembre 2013(2) by eldiario.es
La Policía pretende gastar tres millones de euros en militarizar su uniforme
---------- Post added 15-mar-2014 at 11:18 ----------
El círculo piadoso de Fernández Díaz
Buena parte de los altos cargos del Ministerio del Interior son simpatizantes del Opus
Las pasadas Navidades, por primera vez en muchos años, el christmas laico que el Ministerio de Interior ponía siempre a disposición de sus empleados en su web se agotó y los funcionarios de este departamento sólo pudieron felicitar las fiestas a los suyos con la "Adoración de los Reyes Magos". Este, como otros, es sólo un ejemplo de los milagros que ocurren alrededor del titular de esta cartera, Jorge Fernández Díaz, que recientemente se ha encomendado a Santa Teresa para que "interceda" por España en estos "tiempos recios".
El ministro que redescubrió su catolicismo en Las Vegas y declaró a la ultraderecha Hazte Oír como una asociación "de utilidad pública" confía en Dios para arreglar todos los males del país. "Estoy seguro de que el esfuerzo de ella [Santa Teresa] desde arriba, que manda mucho, hará que [el proyecto turístico de la ruta teresiana presentada el pasado 23 en FITUR] sea un éxito", proclamó Fernández Díaz la semana pasada. Y, como la unión hace la fuerza, ha creado a su alrededor todo un séquito de fieles que le ayudan a hacer llegar sus plegarias hasta esas altas esferas. Varios de sus asesores y altos cargos del Ministerio no sólo son católicos de pro, sino que incluso contribuyen a la causa con su afiliación al Opus Dei o a la Orden Constantiniana de San Jorge, a la que pertenece el propio ministro a pesar de no estar reconocida por el Vaticano.
Para empezar, el titular de Interior tiene a su propio confesor personal. El padre Silverio Nieto, ex marino mercante, ex radiotelegrafista de la oficina de la Interpol en Madrid, expolicía de la Brigada de Información franquista, exjuez y exmagistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y exprofesor de las Universidades de Comillas y San Dámaso (en Madrid) y San Antonio (Murcia), se ordenó tarde, a los 51 años (en 1999), pero su carrera espiritual le ha llevado a ser director jurídico de la Conferencia Episcopal y, tal y como adelantó El Confidencial, "fontanero" de los servicios secretos del Vaticano en España. En la actualidad, según fuentes conocedoras del departamento, no sólo es confesor del ministro, sino que le asesora en la designación de comisarios de la Policía. Es vocal, además, de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia.
El ministro es coautor, con uno de sus asesores, de una obra en honor a Sor Patrocinio
Otro de los asesores en nómina de Fernández Díaz es Raúl Armando Sandoval, uno de los hombres de confianza del ministro tan motivado por sus creencias religiosas como el propio Jorge Fernández. Sandoval es co-autor junto a éste de una obra en honor a Sor Patrocinio: Real Oratorio de Caballero de Gracia en el corazón de las dos últimas apariciones de la Virgen reconocida por la Iglesia en España [en Estudios Marianos (Salamanca), 2009] . "Miembro del Gabinete del titular de Interior como asesor, Sandoval se ocupa de los temas más diversos que Fernández Díaz le encarga directamente, desde reunirse con el grupo cristiano de la Policía para trasladarle el apoyo directo del ministro hasta intervenir en el turbio asunto del espionaje a la presidenta del PP Catalán y a la exnovia del hijo de Jordi Pujol, Victoria Álvarez, en el restaurante La Camarga.
Sandoval se reunió con la Coordinadora de Policías Cristianos, vinculada a la Consejería de Asistencia Religiosa de FEREDE, en marzo de 2013 y en el despacho que el asesor tiene en la sede del Ministerio. Sin embargo, con la detective Mayte Francés, de la agencia de detectives Método 3, Sandoval se reunió en su antiguo despacho de abogado y por indicación del ministro. Método 3 grabó la polémica conversación de Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez en el restaurante barcelonés La Camarga.
Fernández Díaz, aunque vallisoletano de nacimiento, es miembro del PP catalán, que presidió entre 1989 y 1991 y uno de sus referentes en el PP nacional. Su relación con Sánchez-Camacho es cordial y cercana, lo que, junto a la amistad de ésta con el catalán Jorge jovenlandesagas, director del Gabinete de Mariano Rajoy, le dan acceso directo al presidente. Según contó la propia detective Mayte Iglesias en varios medios, el ministro del Interior ordenó la reunión de Sandoval con ella, aunque éste se limitó a recabar información sobre el espionaje de Método 3 en La Camarga y nunca más dio señales de vida.
Luis Aguilera, subsecretario del Ministerio, es también —según fuentes cercanas— simpatizante del Opus. Entre sus otros méritos está el pertenecer a la llamada promoción de 1996 de abogados del Estado. La Gloriosa, como se la conoce, por ser la orla de la que Rajoy ha elegido a varios miembros de su equipo como a la propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, según El Confidencial.
Los directores generales de la Policía y la Guardia Civil son, como Fernández Díaz, simpatizantes de la Obra
Entre los altos cargos simpatizantes de la Obra se encuentran también el director general del Cuerpo de Policía, Ignacio Cosidó, y su homólogo en la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. Este último fue, además, investido caballero de la Orden Constantiniana en 2009, mismo año en el que ingresaron en la institución otros ilustres españoles: duques, embajadores y hasta el director de un periódico nacional.
Fernández de Mesa, diplomado en Altos Estudios Militares y con estudios de Ingeniería Técnica Naval (es funcionario en excedencia del puerto ferrolano), comenzó su carrera política en su ciudad natal, Ferrol, en 1983, fue diputado del PP durante siete legislaturas y llegó a ostentar el cargo de delegado del Gobierno en Galicia entre 2000 y 2004, en plena crisis del Prestige. Una situación de la que salió airoso echando balones fuera ("yo sólo coordinaba la tras*misión de información", se excusó ante el juez) y en la que se ganó el beneplácito de Rajoy.
Cosidó, por su parte, ha protagonizado fuertes polémicas, como la reciente destitución del Comisario General de Policía Judicial, José García Losada, —encargado de casos como el de los papeles de Bárcenas o Gürtel—, o su renovación de cargos policiales tras la llegada del PP al poder para poder rodearse de los suyos. No obstante, el director general de la Policía Nacional, ligado a Aznar y FAES, ha tenido también algún encontronazo con Fernández Díaz.
Asimismo, el jefe del Gabinete del Secretario de Estado, Alejandro Sánchez García, y el director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino Sánchez son también —siempre según fuentes cercanas al departamento— simpatizantes de la Obra. Otro de los altos cargos ligados a esta causa es el director general de Relaciones Internacionales y Extranjería, Carlos Abella y de Arístegui, hijo de Carlos Abella, que fue embajador de España ante la Santa Sede entre 1996 y 2004 y miembro de la Comisión Nacional para la Causa de Beatificación de Isabel la Católica. Su progenitora, la pintora y escritora Pilar de Arístegui también ha dedicado parte de su obra a la reina española y aboga, como su marido, por beatificarla.
Del mismo modo, el primer secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, pertenece al Opus. Ulloa, vinculado al PP Catalán y a FAES, fue destituido en enero del año pasado (después de apenas 12 meses en el cargo) tras el escándalo de los "informes fantasma" en los que policías anónimos acusaban de corrupción a dirigentes de la Generalitat, entre otras personalidades, en plena campaña electoral.
Además de los cargos que figuran públicamente en el organigrama del Ministerio, Fernández Díaz puede tener hasta nueve asesores más —según el Real Decreto 1887/2011 de 30 de diciembre—. Pero, tras varios días pidiendo la información insistentemente, el Ministerio del Interior se ha negado a facilitar a este diario los nombres de los asesores del ministro que integran su Gabinete.
Los 'castigados' por el ministro
Del otro lado están los castigados por Fernández Díaz. Según fuentes cercanas al ministro, el ya exdirector de Comunicación de Fernández Díaz, Alberto Gimeno, era quien, hasta su marcha, procuraba frenar la fuerte impronta religiosa que el ministro da a sus intervenciones, decisiones o comparecencias públicas. Su relevo al frente de la Oficina de Comunicación lo ocupa ahora Juan José Esteban Servus, un histórico del Ministerio de Interior. El periodista, que ocupó varios cargos en la agencia Europa Press, llegó a la dirección del gabinete de prensa de la Policía en 1996, cargo que ha ocupado hasta su reciente nombramiento como sustituto de Gimeno.
Por último, la fe del ministro le ha llevado, como ya denunció este periódico, a acosar a un alto funcionario de Interior, dejándole con despacho pero sin trabajo, quizá como represalia por haber sido quien acabó con la carrera política de su "guía espiritual". Jaime Nicolás se encuentra en pleno proceso judicial después de que en 2002 se enfrentara a Jaime Rodríguez Arana, exdirector del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Arana, miembro del Opus acusado de plagio por Jaime Nicolás, dirigía grupos de meditación y oración a los que acudía el actual ministro de Interior.
El círculo piadoso de Fernández Díaz
El borrador de la orden interna introduce la corona real, bastones de mando y galones en las nuevas divisas
El proyecto es un empeño personal del número dos de Cosidó, el comisario Eugenio Pino, jefe de los antidisturbios con Aznar
Establece el uso del bastón de mando en actos oficiales como "signo de dignidad y autoridad" sobre la seguridad ciudadana
La Dirección General de la Policía desarrolla un plan para modificar los uniformes del Cuerpo. El borrador de la orden interna, elaborado por el Gabinete Técnico, incluye la sustitución de los símbolos recogidos en sus divisas, como los laureles, por otros utilizados habitualmente en los cuerpos militares, caso de los galones o la corona real española. Una previsión conservadora del presupuesto necesario para llevar a cabo el cambio en la uniformidad lo cifra en tres millones de euros, según fuentes próximas al proyecto.
El citado borrador, al que tuvo acceso eldiario.es, asegura que la reforma tiene como “objetivo principal” unificar en un único texto las disposiciones vigentes en materia de uniformidad y que los policías puedan conocer así “los distintos tipos de uniformes, sus modalidades y su uso, así como el uso de divisas, distintivos y condecoraciones”. Para acabar con un supuesto desconcierto en el seno de la Policía respecto a sus propios uniformes y divisas, el proyecto incluye cambiar estas últimas. Se trata, añade, de que los agentes proyecten “una imagen homogénea, adecuada y de acercamiento a los ciudadanos”.
El proyecto modifica las divisas en todas las escalas. Por ejemplo, los policías de la escala superior, comisarios y comisarios principales, pasarán de llevar tres laureles en el hombro a distinguirse con un entorchado, tres bastones de mando orlados y una corona. De subinspector para abajo se introducen los galones en ángulo, que a quien no esté familiarizado con la uniformidad militar le recordarán a las insignias de los militares estadounidenses en las películas.
La Ley Orgánica que reguló en 1986 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reservó para la Policía el carácter civil, a diferencia de la Guardia Civil, que desempeña también funciones policiales pero tiene naturaleza militar.
El cambio no implicaría renovar completamente los uniformes, ya que las divisas van acopladas en hombro y pecho, tanto en los uniformes de invierno como en los de verano. El Cuerpo Nacional de Policía está compuesto en la actualidad por más de 68.000 agentes y el gasto por cada uno de ellos oscilaría en torno a unos 44 euros, según la estimación de las fuentes consultadas. La cifra definitiva dependerá, en cualquier caso, del concurso que se abrirá entre las empresas que opten a fabricar las divisas cuando se apruebe la orden interna.
La reforma de las divisas de la Policía es un empeño personal del director adjunto operativo, Eugenio Pino, número dos de Ignacio Cosidó y jefe de las unidades antidisturbios durante los gobiernos de José María Aznar. El borrador tiene un anexo destinado a crear divisas especiales para los cargos. Ahora, el propio Pino luce la misma divisa que cualquier otro comisario principal, pero cuando se apruebe la reforma tendrá una propia como director adjunto operativo. También lucirán una característica de su puesto los comisarios generales, los subdirectores y los jefes superiores. Todos ellos forman la cúpula del Cuerpo que es renovada cada vez que cambia el partido en el Gobierno.
En sus divisas, los mandos compartirán un nuevo símbolo, la corona real, que se introduce con el siguiente detalle: “Todas las divisas tienen integrado en su soporte como elemento principal la Corona Real de España, forrada de gules (rojo), constituida por un círculo de tonalidad oro engastado de piedras preciosas, sumado de ocho florones de hojas de acanto de tonalidad oro (visibles cinco), interpoladas de perlas de cuyas hojas salen otras tantas diademas de tonalidad oro, sumadas de perlas que convergen un mundo con el ecuador y el semimeridiano de tonalidad oro”.
Detalle de las nuevas insignias para los mandos policiales
Detalle de las nuevas insignias para los mandos policiales
Choque con la Casa del Rey
El actual borrador es la reforma de otro redactado en abril. Uno de los motivos de que hubiera que introducir modificaciones fue la queja de la Casa del Rey. En el primer proyecto, el director adjunto operativo pretendía llevar en su divisa tres bastones de mando entrecruzados, un símbolo destinado en exclusiva al capitán general de los tres Ejércitos, es decir, al rey de España.
El borrador de la orden interna también incluye el uso del bastón de mando para que lo exhiban los comisarios en actos internos de la Policía y en otros “solemnes de representación del Cuerpo”. “Se empleará como símbolo de autoridad y dignidad del cargo en relación con la seguridad ciudadana”, afirma el borrador. No solo la cúpula policial podrá exhibir el bastón de mando, también los comisarios provinciales y locales. “Se llevará de forma natural con el brazo izquierdo extendido y sujeto por la mano sin cerrar el puño, en línea paralela al eje del cuerpo y ligeramente en oblicuo. La zona de sujeción será la parte superior, dejando ver el extremo ornamentado del bastón”, dice el texto.
Como director adjunto de la Policía, Eugenio Pino está al frente de la Junta de Gobierno que aprobó el 31 de enero conceder la más alta condecoración policial a una advocación mariana de Málaga. Los comisarios adoptaron esa decisión a propuesta del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. De Pino también partió la orden verbal de introducir en los actos de la Policía la canción de homenaje a los caídos La fin no es el final, de clara connotación católica y que hasta ahora solo entonaban las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. El 28 de febrero se hizo la primera prueba. A los policías que juraban el cargo de inspector se les obligó a aprender la letra para cantarla durante el acto, que tuvo lugar en la Academia de Ávila.
Orden Uniformidad Noviembre 2013(2) by eldiario.es
La Policía pretende gastar tres millones de euros en militarizar su uniforme
---------- Post added 15-mar-2014 at 11:18 ----------
El círculo piadoso de Fernández Díaz
Buena parte de los altos cargos del Ministerio del Interior son simpatizantes del Opus
Las pasadas Navidades, por primera vez en muchos años, el christmas laico que el Ministerio de Interior ponía siempre a disposición de sus empleados en su web se agotó y los funcionarios de este departamento sólo pudieron felicitar las fiestas a los suyos con la "Adoración de los Reyes Magos". Este, como otros, es sólo un ejemplo de los milagros que ocurren alrededor del titular de esta cartera, Jorge Fernández Díaz, que recientemente se ha encomendado a Santa Teresa para que "interceda" por España en estos "tiempos recios".
El ministro que redescubrió su catolicismo en Las Vegas y declaró a la ultraderecha Hazte Oír como una asociación "de utilidad pública" confía en Dios para arreglar todos los males del país. "Estoy seguro de que el esfuerzo de ella [Santa Teresa] desde arriba, que manda mucho, hará que [el proyecto turístico de la ruta teresiana presentada el pasado 23 en FITUR] sea un éxito", proclamó Fernández Díaz la semana pasada. Y, como la unión hace la fuerza, ha creado a su alrededor todo un séquito de fieles que le ayudan a hacer llegar sus plegarias hasta esas altas esferas. Varios de sus asesores y altos cargos del Ministerio no sólo son católicos de pro, sino que incluso contribuyen a la causa con su afiliación al Opus Dei o a la Orden Constantiniana de San Jorge, a la que pertenece el propio ministro a pesar de no estar reconocida por el Vaticano.
Para empezar, el titular de Interior tiene a su propio confesor personal. El padre Silverio Nieto, ex marino mercante, ex radiotelegrafista de la oficina de la Interpol en Madrid, expolicía de la Brigada de Información franquista, exjuez y exmagistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y exprofesor de las Universidades de Comillas y San Dámaso (en Madrid) y San Antonio (Murcia), se ordenó tarde, a los 51 años (en 1999), pero su carrera espiritual le ha llevado a ser director jurídico de la Conferencia Episcopal y, tal y como adelantó El Confidencial, "fontanero" de los servicios secretos del Vaticano en España. En la actualidad, según fuentes conocedoras del departamento, no sólo es confesor del ministro, sino que le asesora en la designación de comisarios de la Policía. Es vocal, además, de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia.
El ministro es coautor, con uno de sus asesores, de una obra en honor a Sor Patrocinio
Otro de los asesores en nómina de Fernández Díaz es Raúl Armando Sandoval, uno de los hombres de confianza del ministro tan motivado por sus creencias religiosas como el propio Jorge Fernández. Sandoval es co-autor junto a éste de una obra en honor a Sor Patrocinio: Real Oratorio de Caballero de Gracia en el corazón de las dos últimas apariciones de la Virgen reconocida por la Iglesia en España [en Estudios Marianos (Salamanca), 2009] . "Miembro del Gabinete del titular de Interior como asesor, Sandoval se ocupa de los temas más diversos que Fernández Díaz le encarga directamente, desde reunirse con el grupo cristiano de la Policía para trasladarle el apoyo directo del ministro hasta intervenir en el turbio asunto del espionaje a la presidenta del PP Catalán y a la exnovia del hijo de Jordi Pujol, Victoria Álvarez, en el restaurante La Camarga.
Sandoval se reunió con la Coordinadora de Policías Cristianos, vinculada a la Consejería de Asistencia Religiosa de FEREDE, en marzo de 2013 y en el despacho que el asesor tiene en la sede del Ministerio. Sin embargo, con la detective Mayte Francés, de la agencia de detectives Método 3, Sandoval se reunió en su antiguo despacho de abogado y por indicación del ministro. Método 3 grabó la polémica conversación de Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez en el restaurante barcelonés La Camarga.
Fernández Díaz, aunque vallisoletano de nacimiento, es miembro del PP catalán, que presidió entre 1989 y 1991 y uno de sus referentes en el PP nacional. Su relación con Sánchez-Camacho es cordial y cercana, lo que, junto a la amistad de ésta con el catalán Jorge jovenlandesagas, director del Gabinete de Mariano Rajoy, le dan acceso directo al presidente. Según contó la propia detective Mayte Iglesias en varios medios, el ministro del Interior ordenó la reunión de Sandoval con ella, aunque éste se limitó a recabar información sobre el espionaje de Método 3 en La Camarga y nunca más dio señales de vida.
Luis Aguilera, subsecretario del Ministerio, es también —según fuentes cercanas— simpatizante del Opus. Entre sus otros méritos está el pertenecer a la llamada promoción de 1996 de abogados del Estado. La Gloriosa, como se la conoce, por ser la orla de la que Rajoy ha elegido a varios miembros de su equipo como a la propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, según El Confidencial.
Los directores generales de la Policía y la Guardia Civil son, como Fernández Díaz, simpatizantes de la Obra
Entre los altos cargos simpatizantes de la Obra se encuentran también el director general del Cuerpo de Policía, Ignacio Cosidó, y su homólogo en la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa. Este último fue, además, investido caballero de la Orden Constantiniana en 2009, mismo año en el que ingresaron en la institución otros ilustres españoles: duques, embajadores y hasta el director de un periódico nacional.
Fernández de Mesa, diplomado en Altos Estudios Militares y con estudios de Ingeniería Técnica Naval (es funcionario en excedencia del puerto ferrolano), comenzó su carrera política en su ciudad natal, Ferrol, en 1983, fue diputado del PP durante siete legislaturas y llegó a ostentar el cargo de delegado del Gobierno en Galicia entre 2000 y 2004, en plena crisis del Prestige. Una situación de la que salió airoso echando balones fuera ("yo sólo coordinaba la tras*misión de información", se excusó ante el juez) y en la que se ganó el beneplácito de Rajoy.
Cosidó, por su parte, ha protagonizado fuertes polémicas, como la reciente destitución del Comisario General de Policía Judicial, José García Losada, —encargado de casos como el de los papeles de Bárcenas o Gürtel—, o su renovación de cargos policiales tras la llegada del PP al poder para poder rodearse de los suyos. No obstante, el director general de la Policía Nacional, ligado a Aznar y FAES, ha tenido también algún encontronazo con Fernández Díaz.
Asimismo, el jefe del Gabinete del Secretario de Estado, Alejandro Sánchez García, y el director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino Sánchez son también —siempre según fuentes cercanas al departamento— simpatizantes de la Obra. Otro de los altos cargos ligados a esta causa es el director general de Relaciones Internacionales y Extranjería, Carlos Abella y de Arístegui, hijo de Carlos Abella, que fue embajador de España ante la Santa Sede entre 1996 y 2004 y miembro de la Comisión Nacional para la Causa de Beatificación de Isabel la Católica. Su progenitora, la pintora y escritora Pilar de Arístegui también ha dedicado parte de su obra a la reina española y aboga, como su marido, por beatificarla.
Del mismo modo, el primer secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, pertenece al Opus. Ulloa, vinculado al PP Catalán y a FAES, fue destituido en enero del año pasado (después de apenas 12 meses en el cargo) tras el escándalo de los "informes fantasma" en los que policías anónimos acusaban de corrupción a dirigentes de la Generalitat, entre otras personalidades, en plena campaña electoral.
Además de los cargos que figuran públicamente en el organigrama del Ministerio, Fernández Díaz puede tener hasta nueve asesores más —según el Real Decreto 1887/2011 de 30 de diciembre—. Pero, tras varios días pidiendo la información insistentemente, el Ministerio del Interior se ha negado a facilitar a este diario los nombres de los asesores del ministro que integran su Gabinete.
Los 'castigados' por el ministro
Del otro lado están los castigados por Fernández Díaz. Según fuentes cercanas al ministro, el ya exdirector de Comunicación de Fernández Díaz, Alberto Gimeno, era quien, hasta su marcha, procuraba frenar la fuerte impronta religiosa que el ministro da a sus intervenciones, decisiones o comparecencias públicas. Su relevo al frente de la Oficina de Comunicación lo ocupa ahora Juan José Esteban Servus, un histórico del Ministerio de Interior. El periodista, que ocupó varios cargos en la agencia Europa Press, llegó a la dirección del gabinete de prensa de la Policía en 1996, cargo que ha ocupado hasta su reciente nombramiento como sustituto de Gimeno.
Por último, la fe del ministro le ha llevado, como ya denunció este periódico, a acosar a un alto funcionario de Interior, dejándole con despacho pero sin trabajo, quizá como represalia por haber sido quien acabó con la carrera política de su "guía espiritual". Jaime Nicolás se encuentra en pleno proceso judicial después de que en 2002 se enfrentara a Jaime Rodríguez Arana, exdirector del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Arana, miembro del Opus acusado de plagio por Jaime Nicolás, dirigía grupos de meditación y oración a los que acudía el actual ministro de Interior.
El círculo piadoso de Fernández Díaz