La policía investiga el asesinato de un portero en la Calle de Alcalá de Madrid

La Policía Nacional investiga la fin violenta del portero de un edificio en la calle Alcalá nº 366 y busca a uno de los inquilinos como principal sospechoso.

La Policía Nacional investiga el asesinato de un portero de un edificio de Madrid. El cadáver de este hombre, español de 68 años, fue localizado en el interior de una vivienda del complejo con una herida arma blanca y se busca al residente de esa casa que permanece fugado, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

La inquietud fue la tónica general este miércoles de los vecinos del número 366 de la calle Alcalá de Madrid, de la zona de Pueblo Nuevo. No sabían cual era el paradero de su portero, Esteban, que no se había personado en su puesto de trabajo. Su hijo también preocupado por la situación se puso en contacto con los residentes.

Preguntaron puerta por puerta si se sabía algo de Esteban pero las pistas llegaron tras revisar las cámaras de seguridad del edificio. Comprobaron que el trabajador había entrado el pasado martes en la casa del 1C y no había salido de la vivienda. En ese piso, al parecer, su jovenlandesador es un hombre, Alfredo, con problemas económicos por la ludopatía, según informan los vecinos a este medio.

Este hombre problemático debía varios meses de la luz. En el vídeo se veía como abandonaba la casa sin volver a la misma con unas bolsas negras de sarama. Desde ese momento se desconoce dónde puede haberse escondido.

El cadáver del portero
Al comprobar esta situación, el hijo del portero se puso en contacto con la Policía Nacional que se personó en la vivienda a las seis de la tarde de este miércoles. Sin embargo, hasta las tres de la mañana los agentes no pudieron entrar en el domicilio por orden judicial.

Los policías localizaron el cadáver del portero con una herida de arma blanca en el cuello. El cuerpo estaba boca abajo en el pasillo de la casa. La casa estaba desordenada y con mucha sarama en su interior. El hijo del trabajador, que se encontraba en el exterior del edificio, recibió en el lugar la noticia del asesinato de su padre.

Muchos de los vecinos que esperaban desde por la tarde noticias del portero dieron su cariño al chico que acababa de perder a su padre. El juez ya ordenó el levantamiento del cuerpo que será analizado por los expertos forenses. Los primeros indicios apuntan a que el hombre fue asesinado en la tarde del martes.

El vecino de la vivienda donde fue localizado el cadáver se encuentra en paradero desconocido. La Policía Nacional investiga el asesinato de este portero e intenta hallar a este individuo que es el principal sospechoso del crimen. Las diligencias están siendo practicadas por el Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Madrid.

"Alfredo se trataba de una persona conflictiva, tenía serios problemas con el alcohol, las drojas y también con el juego. Por eso siempre estaba pidiendo dinero, no solo a los vecinos, también por el barrio", explica un vecino del inmueble a Madrid Total. Por eso, la principal hipótesis de este crimen apunta a que, una vez más, Alfredo pidió dinero a Esteban y, al negarse, comenzó una pelea entre ambos, que terminó con el asesinato del portero.


Alfredo, Apodado El Gorila, "es famoso en el barrio, además es una persona muy grande, lo que llama la atención. Lo único que hace es sentarse en las terrazas de los bares y siempre va sin asear y con una larga barba blanca sin cuidar", relata un vecino del inmueble. "Esteban me había dicho que tuviera cuidado con él, y que si me pedía dinero le dijera que no y que me fuera, que era mejor no relacionarse con él", apunta este mismo un vecino.


"La casa de Alfredo estaba hecha un desastre, él tenía síndrome de Diógenes, por eso estaba llena de bolsas de sarama y botellas, a la Policía le costó entrar en la casa de todo lo que había. Además, tenía serios problemas con el alcohol, las drojas y el juego, por lo que debía dinero", narra otro vecino. "Solo espero que le encuentren y se haga justicia, es terrible lo que ha sucedido", concluye.


El trabajador de un comercio cercano cuenta que "era una persona extraña, de esas que ves que tiene problemas, pero tampoco pensé que pudiera apiolar a nadie". Este hombre también narra que "su balcón siempre estaba lleno de palomas, a saber lo que habría dentro de su casa".