Tasty
Madmaxista
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La izquierda, con su bajada al fango, está demostrando su incapacidad para tomarse en serio la catástrofe climática. Lo demostró Sánchez no enviando a los militares desde el minuto uno. Para él, es más importante la estrategia para mantenerse en el poder que unir al país en contra del negacionismo del cambio climático, ese que hizo que Mazón no actuara cuando debió hacerlo.
En el fondo no es que lo nieguen, sino que les da demasiado miedo aceptarlo. No me refiero a Mazón y similares, que simplemente son brutos ignorantes que lo niegan por desconocimiento simplón. Me refiero a la izquierda de este país, que dice que el cambio climático es una certeza, que ha leído los informes y conoce la evidencia científica pero que luego actúa como si fuera parte del relato; esa historia que todos aceptamos porque nos conviene, no porque necesariamente sea verdad. POR ESO HAY TANTO NEGACIONISMO EN LA EXTREMA DERECHA. La izquierda demuestra con sus acciones lo que verdaderamente cree. Luego dice lo opuesto. Se engañan a sí mismos, porque en el fondo no son capaces de aceptar ni el feminismo, ni la existencia a una alternativa real al capitalismo, ni el cambio climático. Por eso Errejón, el chúpame la minga Dominga de Echenique, la casa de Pablo Iglesias (que fomenta la suburbanización irresponsable del campo obligando a una dependencia excesiva del coche, en contra de las ciudades de 15 minutos), las pilinguis del Tito Berni, la fascinación por el capital que demuestran sus casos de corrupción, etc. etc.
Ese celo excesivo por controlar el relato es síntoma de que ellos no creen lo que dicen. Son como un cura que, habiendo perdido la fe, se radicaliza aun más en su religión. Son como el homófobo radical que luego es pillado en un local de alterne lgtb "porque hay que conocer al enemigo". Llaman de derechas a todo el mundo porque ellos se han convertido en de derechass pero no pueden aceptarlo. Y dirán que no, que ellos no son de derechass porque el fascismo tiene otra serie de características. Pero si eso lo dice Iker Jiménez, los de izquierdas le dirán que ser de derechas ya no es lo que era, que el de derechas siempre cambia su apariencia pública para ser popular pero que mantiene un núcleo duro que le define: esa necesidad de imponerse y de crear jerarquías donde algunos son mejores que otros. ¿Acaso no es eso la corrección política? Se cambia el término no por justicia social, sino para alzar la virtud propia por encima de los demás, ignorando las oportunidades educativas que tú has tenido para darte cuenta antes de los demás sobre qué término es el más apropiado.
La izquierda, no solo en España sino en todo el mundo, es víctima del negacionismo fetichista. Su incapacidad para la autocrítica real; de dejar que se derrumbe el relato de que ustedes no se han equivocado de base, está condenando al planeta a la catástrofe climática y la fin de la democracia en favor de la tecnocracia. Ustedes son los primeros negacionistas climáticos igual que son los primeros machistas. Su gestión de la DANA es su otro Errejón. Lo peor es que ni siquiera son conscientes de ello.
Para hundir a esta izquierda es necesario adelantarles por la izquierda. Escuchen lo que dicen los filósofos de izquierda radical como Zizek. Esa es la clave para demostrar que los que llaman de derechass a todos los demás, en el fondo, sin que ellos lo puedan aceptar, son de derechass. Toda España es de derechas y eso quedó demostrado en Paracuellos y en Guernica. Solo hace falta imaginarse un país democrático donde todos los partidos son realmente de derechass y lo nieguen. Eso es España hoy.
En el fondo no es que lo nieguen, sino que les da demasiado miedo aceptarlo. No me refiero a Mazón y similares, que simplemente son brutos ignorantes que lo niegan por desconocimiento simplón. Me refiero a la izquierda de este país, que dice que el cambio climático es una certeza, que ha leído los informes y conoce la evidencia científica pero que luego actúa como si fuera parte del relato; esa historia que todos aceptamos porque nos conviene, no porque necesariamente sea verdad. POR ESO HAY TANTO NEGACIONISMO EN LA EXTREMA DERECHA. La izquierda demuestra con sus acciones lo que verdaderamente cree. Luego dice lo opuesto. Se engañan a sí mismos, porque en el fondo no son capaces de aceptar ni el feminismo, ni la existencia a una alternativa real al capitalismo, ni el cambio climático. Por eso Errejón, el chúpame la minga Dominga de Echenique, la casa de Pablo Iglesias (que fomenta la suburbanización irresponsable del campo obligando a una dependencia excesiva del coche, en contra de las ciudades de 15 minutos), las pilinguis del Tito Berni, la fascinación por el capital que demuestran sus casos de corrupción, etc. etc.
Ese celo excesivo por controlar el relato es síntoma de que ellos no creen lo que dicen. Son como un cura que, habiendo perdido la fe, se radicaliza aun más en su religión. Son como el homófobo radical que luego es pillado en un local de alterne lgtb "porque hay que conocer al enemigo". Llaman de derechas a todo el mundo porque ellos se han convertido en de derechass pero no pueden aceptarlo. Y dirán que no, que ellos no son de derechass porque el fascismo tiene otra serie de características. Pero si eso lo dice Iker Jiménez, los de izquierdas le dirán que ser de derechas ya no es lo que era, que el de derechas siempre cambia su apariencia pública para ser popular pero que mantiene un núcleo duro que le define: esa necesidad de imponerse y de crear jerarquías donde algunos son mejores que otros. ¿Acaso no es eso la corrección política? Se cambia el término no por justicia social, sino para alzar la virtud propia por encima de los demás, ignorando las oportunidades educativas que tú has tenido para darte cuenta antes de los demás sobre qué término es el más apropiado.
La izquierda, no solo en España sino en todo el mundo, es víctima del negacionismo fetichista. Su incapacidad para la autocrítica real; de dejar que se derrumbe el relato de que ustedes no se han equivocado de base, está condenando al planeta a la catástrofe climática y la fin de la democracia en favor de la tecnocracia. Ustedes son los primeros negacionistas climáticos igual que son los primeros machistas. Su gestión de la DANA es su otro Errejón. Lo peor es que ni siquiera son conscientes de ello.
Para hundir a esta izquierda es necesario adelantarles por la izquierda. Escuchen lo que dicen los filósofos de izquierda radical como Zizek. Esa es la clave para demostrar que los que llaman de derechass a todos los demás, en el fondo, sin que ellos lo puedan aceptar, son de derechass. Toda España es de derechas y eso quedó demostrado en Paracuellos y en Guernica. Solo hace falta imaginarse un país democrático donde todos los partidos son realmente de derechass y lo nieguen. Eso es España hoy.
