Cuando las personas se encuentran en una situación de indefensión, desesperación o pérdida de contol buscan desesperadamente la forma de que todo vuelva a cobrar sentido, y como resultado, se crean patrones ilusorios como imágenes visuales, supersticiones y conspiraciones que ayudan al ser humano a afrontar la pérdida de control que se produce en algunas situaciones vitales.
Estos descubrimientos confirman la creencia de que la percepción de estos patrones es un mecanismo para compensar la sensación de angustia provocada por sentimientos de indefensión por la falta de control y también aportan conocimientos sobre cómo esta percepción de patrones ilusorios puede superarse.
En el documento (hay que pasar por un proceso de registro gratuito) se enumeran 6 experimentos con seres humanos en los que se inducía una situación de pérdida de control. Bajo estas circunstancias, el comportamiento humano llevaba a los individuos a reconocer formas donde no puede haberlas (como el ruido de una televisión desconectada de la antena) o a asociar precondiciones con resultados, sin que tengan ninguna interconexión razonable (como tener éxito en una entrevista de trabajo si se da tres taconazos antes de entrar a la sala de reuniones).
En otro experimento quedaba de manifiesto que los indivíduos con menor control de la situación, eran más susceptibles de percibir conspiraciones en situaciones inócuas. Por ejemplo, al presentarles un escenario en el que un empleado había renunciado a una promoción estos indivíduos eran propensos a sospechar que las conversaciones entre sus colegas y el jefe eran de reproche hacia el empleado que no promocionó.
