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LA Organización Mundial de la Salud (OMS) propone la adopción de un 'Tratado de esa época en el 2020 de la que yo le hablo', o 'Acuerdo de esa época en el 2020 de la que yo le hablo'
El Director General no electo de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha estado en las redes sociales recientemente afirmando que este nuevo tratado no afectará la soberanía de los países individuales. Sin embargo, lo que no se les dice es que, junto con el Acuerdo de esa época en el 2020 de la que yo le hablo, se han propuesto enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (2005) y se están negociando. Algunas de estas enmiendas cederían una autoridad sin precedentes a la OMS y plantearían serias dudas con respecto a la soberanía estatal.
Las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional pueden adoptarse por mayoría simple de votos en la Asamblea Mundial de la Salud, el órgano rector de la OMS, sin procedimientos de ratificación nacionales posteriores. Esto significa que tal como están las cosas, estos cambios pueden pasar sin el escrutinio parlamentario y sin que usted, el público, esté informado.
En lugar de ser un asesoramiento, como lo es cualquier orientación que actualmente sale de la OMS, algunas de las nuevas enmiendas proponen que el asesoramiento de la OMS sería legalmente vinculante para todos los estados partes y su gente.
Si se adoptan las enmiendas, el Director General de la OMS no elegido y que no rinde cuentas podría declarar unilateralmente una emergencia de salud pública sin buscar el consejo de los estados miembros o los comités de la OMS. No habría comités involucrados en la toma de decisiones, ni habría controles y contrapesos en la decisión del Director General. Entonces, una persona no elegida y que no rinde cuentas tendría el poder de tomar decisiones que podrían resultar en restringir la vida de miles de millones de personas. Esta es una concentración de poder inimaginable.
Entre los cambios más preocupantes propuestos está la eliminación de una cláusula que requiere que la OMS considere los derechos humanos de una persona en la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional. La OMS estará facultada para emitir requisitos vinculantes para bloqueos, máscaras, cuarentenas, cierres de fronteras, restricciones de viaje, banderillas obligatorias, exámenes médicos obligatorios y otras medidas que considere adecuadas.
Las enmiendas propuestas también buscan implementar un sistema de base de datos internacional que permita a las naciones hacer cumplir las restricciones de viaje a través de herramientas como certificados de banderillas, certificados de profilaxis, certificados de prueba y recuperación junto con formularios de localización de pasajeros y una declaración de salud del viajero, todos preferiblemente vinculados a un código QR personal.
Las propuestas implican además un aumento significativo de la financiación de la OMS. Se requiere parte de esta financiación adicional para establecer un proceso de vigilancia extenso en todos los estados miembros, que la OMS verificará regularmente a través de un mecanismo de revisión de países. Tanto las enmiendas del RSI como el Acuerdo Pandémico propuesto también fomentan la colaboración global sistemática para contrarrestar la disidencia de la orientación oficial del gobierno o de la OMS.
La OMS busca además supervisar la vigilancia de bichito nuevos y variantes, identificarlos, determinar su "amenaza" e implementar una respuesta.
Esto creará una industria pandémica que se perpetúa a sí misma con importantes conflictos de intereses internos, financiada por los contribuyentes del mundo pero controlada por una agencia de la ONU que no tiene supervisión legal nacional y poca rendición de cuentas. Para justificar la continuación de la financiación, habrá un gran incentivo para declarar y responder a las amenazas percibidas, restringiendo la vida de las poblaciones de los estados miembros y generando ganancias para los patrocinadores de la OMS a través de recomendaciones y mandatos farmacéuticos.
Todas o algunas de las enmiendas pueden aprobarse a partir del próximo mes y a más tardar en mayo de 2024. Una vez aprobadas, se vuelven vinculantes para los 194 Estados miembros de la OMS, y los países conservan el derecho de rechazarlas dentro de un período de diez meses.
www.conservativewoman.co.uk
¿Cómo se financia la Organización Mundial de la Salud y por qué depende tanto de Bill Gates?
La agencia de salud obtiene fondos de los estados miembros que pagan las cuotas de membresía, junto con donaciones voluntarias adicionales de los estados miembros y otros socios como la Fundación Bill y Melinda Gates.
Los países miembros pagan lo que se denomina “contribuciones señaladas”, un porcentaje del PIB de un país acordado cada dos años en la Asamblea Mundial de la Salud. Por lo general, estas sumas cubren menos del 20% del presupuesto total de la OMS.
Eso significa que más del 80 por ciento de la financiación de la OMS depende de "contribuciones voluntarias", es decir, cualquier cantidad de dinero dada libremente por los donantes, ya sean estados miembros, ONG, organizaciones filantrópicas u otras entidades privadas.
Estas contribuciones voluntarias suelen estar destinadas a proyectos o enfermedades específicos, lo que significa que la OMS no puede decidir libremente cómo utilizarlas.
“Actualmente, la OMS tiene control total sobre solo alrededor de una cuarta parte de su presupuesto”.
“Por lo tanto, la OMS no puede establecer la agenda de salud global y ha tenido que cumplir con las órdenes de los donantes ricos, no solo de las naciones ricas de Europa y América del Norte, sino también de las filantropías ricas como la Fundación Gates”.
Ciertamente" quiere que la Fundación siga financiando a la OMS, argumentó que el organismo de salud debería poder usar los fondos "a su propia discreción en los temas que el Director General cree que son los más importantes del mundo".
Si bien la forma del presupuesto total de la OMS ha cambiado a lo largo de los años, la Fundación Gates se ha mantenido constantemente entre sus principales contribuyentes.
En 2018-2019, Estados Unidos fue el mayor donante con 893 millones de dólares, lo que representa alrededor del 15 % del presupuesto de la OMS.
La Fundación Gates quedó en segundo lugar, con $ 531 millones
La mayoría de estas contribuciones voluntarias son "específicas", lo que significa que están vinculadas a un programa específico o campaña de salud en una parte específica del mundo y se les da un marco de tiempo detallado durante el cual se gastan.
Pero históricamente, el enfoque en enfermedades específicas ha dejado a la OMS prácticamente pidiendo fondos para otras causas, como promover la cobertura universal de salud en los países pobres o preparar al mundo para la próxima esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
El tamaño de los fondos de la Fundación Gates compromete la independencia de la OMS.
También hay cuestiones importantes que deben plantearse sobre la buena gobernanza, incluida la responsabilidad, la representatividad y la legitimidad de tener una fundación única que sea tan influyente. El sistema actual es francamente antidemocrático.
Deben ser más tras*parentes en la forma en que deciden dónde se gastan sus fondos. Deben ser autocríticos sobre el cortoplacismo, el sesgo de prioridades, los efectos imprevistos de financiar un tema sobre otro y el aislamiento de los esfuerzos de salud global. Deben querer ser parte de la solución a la fragmentación de la gobernanza de la salud global, y no parte del problema.
www.euronews.com
El Director General no electo de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha estado en las redes sociales recientemente afirmando que este nuevo tratado no afectará la soberanía de los países individuales. Sin embargo, lo que no se les dice es que, junto con el Acuerdo de esa época en el 2020 de la que yo le hablo, se han propuesto enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (2005) y se están negociando. Algunas de estas enmiendas cederían una autoridad sin precedentes a la OMS y plantearían serias dudas con respecto a la soberanía estatal.
Las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional pueden adoptarse por mayoría simple de votos en la Asamblea Mundial de la Salud, el órgano rector de la OMS, sin procedimientos de ratificación nacionales posteriores. Esto significa que tal como están las cosas, estos cambios pueden pasar sin el escrutinio parlamentario y sin que usted, el público, esté informado.
En lugar de ser un asesoramiento, como lo es cualquier orientación que actualmente sale de la OMS, algunas de las nuevas enmiendas proponen que el asesoramiento de la OMS sería legalmente vinculante para todos los estados partes y su gente.
Si se adoptan las enmiendas, el Director General de la OMS no elegido y que no rinde cuentas podría declarar unilateralmente una emergencia de salud pública sin buscar el consejo de los estados miembros o los comités de la OMS. No habría comités involucrados en la toma de decisiones, ni habría controles y contrapesos en la decisión del Director General. Entonces, una persona no elegida y que no rinde cuentas tendría el poder de tomar decisiones que podrían resultar en restringir la vida de miles de millones de personas. Esta es una concentración de poder inimaginable.
Entre los cambios más preocupantes propuestos está la eliminación de una cláusula que requiere que la OMS considere los derechos humanos de una persona en la aplicación del Reglamento Sanitario Internacional. La OMS estará facultada para emitir requisitos vinculantes para bloqueos, máscaras, cuarentenas, cierres de fronteras, restricciones de viaje, banderillas obligatorias, exámenes médicos obligatorios y otras medidas que considere adecuadas.
Las enmiendas propuestas también buscan implementar un sistema de base de datos internacional que permita a las naciones hacer cumplir las restricciones de viaje a través de herramientas como certificados de banderillas, certificados de profilaxis, certificados de prueba y recuperación junto con formularios de localización de pasajeros y una declaración de salud del viajero, todos preferiblemente vinculados a un código QR personal.
Las propuestas implican además un aumento significativo de la financiación de la OMS. Se requiere parte de esta financiación adicional para establecer un proceso de vigilancia extenso en todos los estados miembros, que la OMS verificará regularmente a través de un mecanismo de revisión de países. Tanto las enmiendas del RSI como el Acuerdo Pandémico propuesto también fomentan la colaboración global sistemática para contrarrestar la disidencia de la orientación oficial del gobierno o de la OMS.
La OMS busca además supervisar la vigilancia de bichito nuevos y variantes, identificarlos, determinar su "amenaza" e implementar una respuesta.
Esto creará una industria pandémica que se perpetúa a sí misma con importantes conflictos de intereses internos, financiada por los contribuyentes del mundo pero controlada por una agencia de la ONU que no tiene supervisión legal nacional y poca rendición de cuentas. Para justificar la continuación de la financiación, habrá un gran incentivo para declarar y responder a las amenazas percibidas, restringiendo la vida de las poblaciones de los estados miembros y generando ganancias para los patrocinadores de la OMS a través de recomendaciones y mandatos farmacéuticos.
Todas o algunas de las enmiendas pueden aprobarse a partir del próximo mes y a más tardar en mayo de 2024. Una vez aprobadas, se vuelven vinculantes para los 194 Estados miembros de la OMS, y los países conservan el derecho de rechazarlas dentro de un período de diez meses.
What you are not being told about outrageous plans to give the WHO power over your life - The Conservative Woman
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¿Cómo se financia la Organización Mundial de la Salud y por qué depende tanto de Bill Gates?
La agencia de salud obtiene fondos de los estados miembros que pagan las cuotas de membresía, junto con donaciones voluntarias adicionales de los estados miembros y otros socios como la Fundación Bill y Melinda Gates.
Los países miembros pagan lo que se denomina “contribuciones señaladas”, un porcentaje del PIB de un país acordado cada dos años en la Asamblea Mundial de la Salud. Por lo general, estas sumas cubren menos del 20% del presupuesto total de la OMS.
Eso significa que más del 80 por ciento de la financiación de la OMS depende de "contribuciones voluntarias", es decir, cualquier cantidad de dinero dada libremente por los donantes, ya sean estados miembros, ONG, organizaciones filantrópicas u otras entidades privadas.
Estas contribuciones voluntarias suelen estar destinadas a proyectos o enfermedades específicos, lo que significa que la OMS no puede decidir libremente cómo utilizarlas.
“Actualmente, la OMS tiene control total sobre solo alrededor de una cuarta parte de su presupuesto”.
“Por lo tanto, la OMS no puede establecer la agenda de salud global y ha tenido que cumplir con las órdenes de los donantes ricos, no solo de las naciones ricas de Europa y América del Norte, sino también de las filantropías ricas como la Fundación Gates”.
Ciertamente" quiere que la Fundación siga financiando a la OMS, argumentó que el organismo de salud debería poder usar los fondos "a su propia discreción en los temas que el Director General cree que son los más importantes del mundo".
Si bien la forma del presupuesto total de la OMS ha cambiado a lo largo de los años, la Fundación Gates se ha mantenido constantemente entre sus principales contribuyentes.
En 2018-2019, Estados Unidos fue el mayor donante con 893 millones de dólares, lo que representa alrededor del 15 % del presupuesto de la OMS.
La Fundación Gates quedó en segundo lugar, con $ 531 millones
La mayoría de estas contribuciones voluntarias son "específicas", lo que significa que están vinculadas a un programa específico o campaña de salud en una parte específica del mundo y se les da un marco de tiempo detallado durante el cual se gastan.
Pero históricamente, el enfoque en enfermedades específicas ha dejado a la OMS prácticamente pidiendo fondos para otras causas, como promover la cobertura universal de salud en los países pobres o preparar al mundo para la próxima esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
El tamaño de los fondos de la Fundación Gates compromete la independencia de la OMS.
También hay cuestiones importantes que deben plantearse sobre la buena gobernanza, incluida la responsabilidad, la representatividad y la legitimidad de tener una fundación única que sea tan influyente. El sistema actual es francamente antidemocrático.
Deben ser más tras*parentes en la forma en que deciden dónde se gastan sus fondos. Deben ser autocríticos sobre el cortoplacismo, el sesgo de prioridades, los efectos imprevistos de financiar un tema sobre otro y el aislamiento de los esfuerzos de salud global. Deben querer ser parte de la solución a la fragmentación de la gobernanza de la salud global, y no parte del problema.
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