MAESE PELMA
me gusta depilarme los huevones y tocármelos
- Desde
- 11 Jul 2021
- Mensajes
- 28.641
- Reputación
- 73.181
Las oleadas de pateras e inmi gración ilegal sobre las costas españolas están en máximos históricos. Y no hay previsión de que mejore, de hecho todo lo contrario. Según un documento de análisis de riesgos elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional, se espera que la inmi gración ilegal «empeore mucho» en los próximos cinco años, consolidándose como uno de los riesgos más importantes para la seguridad de España. Pese a que Pedro Sánchez asegura que la colaboración con jovenlandia es «excelente», lo cierto es que el número de pateras sigue aumentando.
El Departamento de Seguridad Nacional (DNS) ha publicado, junto a su informe anual de amenazas de 2023, un documento con el análisis de riesgos que clasifica no sólo las amenazas actuales, sino también la previsión de su evolución a futuro.
Se trata, según reflejan las previsiones de Seguridad Nacional, de uno de los riesgos principales que debe afrontar España. «Del conjunto de los 16 riesgos y amenazas de la Estrategia de Seguridad Nacional 2021, las campañas de desinformación, la vulnerabilidad del ciberespacio, y los flujos migratorios irregulares, están en la zona de intensidad muy alta», advierte el documento. Le atribuye una «intensidad de riesgo» de 17,02 puntos, lo que la sitúa en nivel rojo de cara a los próximos 5 años.
Informe del DSN.
Además, el informe reseña el «notable aumento de la inmi gración irregular en España (un 95% más que en 2022)». Según recoge, «las cifras de llegadas (más de 56.000 migrantes irregulares) han superado con creces las de años anteriores, de forma muy especial en las Islas Canarias».
Y todo ello a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya calificado de «excelente» la colaboración de jovenlandia en esta materia. «Tenemos la mejor relación en décadas», señaló el jefe del Ejecutivo sobre el país vecino, clave en la lucha contra la inmi gración ilegal. Sin embargo, las críticas a la inacción de jovenlandia en esta materia son habituales entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Los islotes militares
En sólo 48 horas, a finales de febrero, cerca de 200 pagapensiones ilegales llegaron en pateras procedentes de jovenlandia a la Isla de Alborán. Un territorio de soberanía española entre las aguas que separan Melilla y Almería, y que está bajo control de un destacamento de la Armada. Sólo 11 efectivos para hacer frente a unas llegadas que les superan en 1 a 18 hombres. Unos sucesos que para el Estado Mayor no tienen nada de improvisados: se sospecha que es un tanteo por parte de jovenlandia, un mensaje sobre lo «fácil» que se puede poner en jaque unas islas sin apenas protección. Un «ensayo de una oleada turística» a uno de los enclaves que Rabat reclama como propios. Sobre la mesa hay un plan militar para reforzar la vigilancia y protección de esos territorios, al que sólo le falta la luz verde del Gobierno para implementarse.
«Que sepan que no nos olvidamos de ustedes. Estamos muy pendientes de Alborán y de lo que pasa, y hemos tomado nota de algunas cosas que se necesitan». Esas palabras fueron parte del discurso que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pronunció en su reciente visita al destacamento de la Armada que protege la Isla de Alborán, en aguas a medio camino entre África y Europa. Un viaje de logística compleja que se producía sólo días después de que se restableciera el caos provocado en esta plaza de soberanía por una oleada de pateras de jovenlandia, con cerca de 200 pagapensiones a bordo (el 98% hombres en edad adulta) que puso al límite a los once militares que la defienden, que convivieron durante días con ellos ante la imposibilidad de trasladarles a Melilla por las malas condiciones de mar.
La llegada de pateras no es un hecho que extrañe a los protectores de esta Isla de Alborán, pero hasta ahora se producían a cuentagotas. La crisis de finales de febrero ha roto todos los moldes y se ha convertido en un hecho excepcional. Según fuentes militares consultadas por OKDIARIO, lo ocurrido va más allá de lo anecdótico y adquiere tintes preocupantes. En primer lugar, por la inacción de las fuerzas de seguridad marroquíes: los registros de radar muestran que en esos días había patrulleras en la zona de partida de las pateras, aunque ninguna intentó frenarlas.
Esa circunstancia ha encendido las alarmas en el Estado Mayor, donde se sospecha que nada ha sido casual en esta crisis, que se produjo sólo cuatro días después del viaje de Pedro Sánchez a Rabat. El análisis de lo ocurrido, explican estas fuentes militares, revela la posibilidad de que se trate de lo que en la inteligencia militar denominan «acción en zona gris».
El Departamento de Seguridad Nacional (DNS) ha publicado, junto a su informe anual de amenazas de 2023, un documento con el análisis de riesgos que clasifica no sólo las amenazas actuales, sino también la previsión de su evolución a futuro.
Se trata, según reflejan las previsiones de Seguridad Nacional, de uno de los riesgos principales que debe afrontar España. «Del conjunto de los 16 riesgos y amenazas de la Estrategia de Seguridad Nacional 2021, las campañas de desinformación, la vulnerabilidad del ciberespacio, y los flujos migratorios irregulares, están en la zona de intensidad muy alta», advierte el documento. Le atribuye una «intensidad de riesgo» de 17,02 puntos, lo que la sitúa en nivel rojo de cara a los próximos 5 años.
Informe del DSN.
Además, el informe reseña el «notable aumento de la inmi gración irregular en España (un 95% más que en 2022)». Según recoge, «las cifras de llegadas (más de 56.000 migrantes irregulares) han superado con creces las de años anteriores, de forma muy especial en las Islas Canarias».
Y todo ello a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya calificado de «excelente» la colaboración de jovenlandia en esta materia. «Tenemos la mejor relación en décadas», señaló el jefe del Ejecutivo sobre el país vecino, clave en la lucha contra la inmi gración ilegal. Sin embargo, las críticas a la inacción de jovenlandia en esta materia son habituales entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Los islotes militares
En sólo 48 horas, a finales de febrero, cerca de 200 pagapensiones ilegales llegaron en pateras procedentes de jovenlandia a la Isla de Alborán. Un territorio de soberanía española entre las aguas que separan Melilla y Almería, y que está bajo control de un destacamento de la Armada. Sólo 11 efectivos para hacer frente a unas llegadas que les superan en 1 a 18 hombres. Unos sucesos que para el Estado Mayor no tienen nada de improvisados: se sospecha que es un tanteo por parte de jovenlandia, un mensaje sobre lo «fácil» que se puede poner en jaque unas islas sin apenas protección. Un «ensayo de una oleada turística» a uno de los enclaves que Rabat reclama como propios. Sobre la mesa hay un plan militar para reforzar la vigilancia y protección de esos territorios, al que sólo le falta la luz verde del Gobierno para implementarse.
«Que sepan que no nos olvidamos de ustedes. Estamos muy pendientes de Alborán y de lo que pasa, y hemos tomado nota de algunas cosas que se necesitan». Esas palabras fueron parte del discurso que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pronunció en su reciente visita al destacamento de la Armada que protege la Isla de Alborán, en aguas a medio camino entre África y Europa. Un viaje de logística compleja que se producía sólo días después de que se restableciera el caos provocado en esta plaza de soberanía por una oleada de pateras de jovenlandia, con cerca de 200 pagapensiones a bordo (el 98% hombres en edad adulta) que puso al límite a los once militares que la defienden, que convivieron durante días con ellos ante la imposibilidad de trasladarles a Melilla por las malas condiciones de mar.
La llegada de pateras no es un hecho que extrañe a los protectores de esta Isla de Alborán, pero hasta ahora se producían a cuentagotas. La crisis de finales de febrero ha roto todos los moldes y se ha convertido en un hecho excepcional. Según fuentes militares consultadas por OKDIARIO, lo ocurrido va más allá de lo anecdótico y adquiere tintes preocupantes. En primer lugar, por la inacción de las fuerzas de seguridad marroquíes: los registros de radar muestran que en esos días había patrulleras en la zona de partida de las pateras, aunque ninguna intentó frenarlas.
Esa circunstancia ha encendido las alarmas en el Estado Mayor, donde se sospecha que nada ha sido casual en esta crisis, que se produjo sólo cuatro días después del viaje de Pedro Sánchez a Rabat. El análisis de lo ocurrido, explican estas fuentes militares, revela la posibilidad de que se trate de lo que en la inteligencia militar denominan «acción en zona gris».