Religión: La noticia como comunicado

La noticia como comunicado

Publicado en Viernes, 29 noviembre 2013

Ayer, a eso de las 5:15, un grupo de gente con número de integrantes entre 20 y 30, según versiones, entraron en la sede barcelonesa de UPyD y la ocuparon por un espacio de tiempo comprendido entre una y dos horas, también según versiones. Entraron, agredieron a la persona que trabajaba allí y la echaron a la calle. Colgaron una pancarta reivindicativa del balcón y salieron cuando fueron requeridos amablemente para ello por los Mossos d’Esquadra. Después de todo eran pacíficos independentistas, no los empresarios tarascas a los que hay que reducir a patadas en la cabeza.

Es curioso que un hecho grave se haya resuelto sin una sola detención. Haste que superior criterio y conocimiento de la ley del remero Carlos A. Vegas, diga otra cosa, que acataremos de inmediato, me permito incluir aquí un artículo del Código Penal vigente que pudiera ser de aplicación al caso:

Código Penal: Título X, Capítulo 2

Artículo 203. 2. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años, el que con violencia o intimidación entrare o se mantuviere contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o privada, despacho profesional u oficina, o en establecimiento, mercantil o local abierto al público.​

La prensa escrita no se ha enterado de la noticia mayormente. Ninguno de los dos diarios de Barcelona ha recogido la noticia en su versión de kiosko. La Vanguardia lo cuenta así en su web http://www.lavanguardia.com/politica/20131128/54394972922/grupo-independentista-ocupa-sede-upyd-barcelona.html. Las versiones que se publican, salvo en El Mundo y ABC, son exculpatorias. Merece una mención especial la de El País:

Un grupo de independentistas ocupa la sede de UPyD en Barcelona

Los estudiantes permanecen una hora en el edificio en actitud pacífica, según Mossos

Rosa Díez asegura que es un “ataque a la democracia” y lamenta que no haya detenidos

REBECA CARRANCO.-Una treintena de jóvenes independentistas del Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) han ocupado esta tarde durante casi una hora la sede de UPyD en Barcelona. Los jóvenes han llegado a las 17.15, y han permanecido en el local ['han llegado y han permanecido', no "han irrumpido en el local y lo han ocupado, por ejemplo. Observen que a los invasores, asaltantes se les llama 'jóvenes' cinco veces y una 'estudiantes' ] hasta pasadas las seis de la tarde, cuando han llegado los Mossos d’Esquadra. Rosa Díez ha tachado la acción de “ataque a la democracia”, a través de un comunicado.

En el interior del inmueble, en el número 437 de la Gran Vía, los jóvenes han colgado una pancarta que rezaba Defender el catalán no es ningún delito y han repetido consignas reivindicativas. Pero en ningún momento han actuado con agresividad, [sic] ni han causado ningún tipo de daño personal o material, según la policía catalana. Los Mossos han identificado uno a uno a los estudiantes, a medida que abandonaban el edificio, sin ofrecer resistencia, y darán cuenta a la autoridad judicial.

El partido sin embargo asegura que la única persona que se encontraba en el local a la llegada de los jóvenes “sufre lesiones leves en la muñeca y se encuentra con los nervios muy alterados”. Y han criticado que los Mossos no hayan detenido a nadie hasta el momento y que les hayan dejado salir de la sede “como si fuesen ciudadanos pacíficos”.

El acto de protesta [quiere decir el asalto y ocupación] es en respuesta [Rebeca Carranco tras*forma aquí la noticia en un comunicado, al asumir por su cuenta y riesgo la explicación de parte, la causa (justa, claro) de los ocupantes] a la imputación de cinco jóvenes independentistas por el boicot, en 2010, a una conferencia de Rosa Díez, la líder del partido, en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Díez fue zarandeada, y el decano de esa facultad, Salvador Cardús, acabó cubierto de pintura de uno de los botes lanzados por los estudiantes. [Estos hechos no pueden identificarse con 'defender el catalán', y son, con toda probabilidad constituyentes de delito. Como la ocupación de ayer].

“Un grupo de energúmenos ha invadido y ocupado con violencia la sede de UPyD de Barcelona, agrediendo y expulsando al compañero que estaba trabajando en ella. Se han instalado en la sede y han puesto una pancarta en el exterior”, ha criticado en Díez a través de la red social de Facebook. ”Lo que sí les puedo asegurar es que nosotros, UPyD, ni toleraremos ni callaremos. Y, desde luego, no nos iremos de Cataluña”, ha añadido.

Según ha explicado a Efe el líder de UPyD en Cataluña, Ramón de Veciana, en el momento en que se ha producido la ocupación, en la sede del partido solo había un empleado, que ha abandonado inmediatamente el edificio.”Habíamos recibido algunas amenazas, pero hasta hoy no se había llegado nunca a nada; es un ataque a la democracia”, ha señalado De Veciana, que ha criticado “el guante blanco de la policía al negarse a detener a nadie, como si fuera una mera falta y no un delito flagrante”.

Este lenguaje paliativo de la violencia es conocido. Hace años, el diario Deia daba noticia de una atraco a una sucursal de una entidad financiera en la localidad vizcaína de Balmaseda. El redactor (o la redactriz) otra Carranco escribió que los atracadores, que cataron con pasamontañas y escopetas de cañones aserrados “se dieron a la fuga llevándose un botín de 300.000 pesetas, sin hacer uso de la violencia en ningún momento”.

“¿Violación?” preguntaba James Coburn en ‘Flint, agente secreto’. “Sólo ha sido un ataque con arma amigable”.

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