Cirujano de hierro
Será en Octubre
La noche de Madrid, perdición de talentos: "Apenas dormía..."
Royston Drenthe y Wesley Sneijder durante su presentación en el Santiago Bernabéu, en 2007
Tan sólo dos semanas después de colgar las botas, Wesley Sneijder reaparecía el pasado domingo con una imagen que dejó impactado a medio planeta: barriga consolidada, una camisa a punto de explotar y bebida en la mano. Liberados de las cadenas que conlleva ser jugador profesional, muchos exprimen los placeres de la vida con mayor soltura una vez se despiden de los terrenos de juego. Al holandés se le conocía como Whisky Sneijder en la noche de la capital. Una noche que ha confundido, como diría Dinio, a más de un futbolistadel Real Madrid y del Atleti.
Por ejemplo a Raúl González, que conoció a Mamen Sanz, su mujer y progenitora de sus hijos, en la barra de un bar (era camarera de la discoteca Barnon). Antes de subir al altar, Sanz llegó a dejar al delantero merengue por llevar una vida tan alegre. Fue el ex entrenador Jorge Valdano quien intercedió, consiguiendo que ésta le diera una segunda oportunidad. A partir de ahí se centró, no sin antes pedir perdón en una multitudinaria rueda de prensa por sus juergas nocturnas. Aunque si se compara a Raúl con alguno de sus compañeros, en especial con los de sangre carioca, podría ser considerado un mormón. O un muermón.
Aún se recuerdan en La jovenlandesaleja las fiestas que organizaba Ronaldo Nazario. Antes de fichar por el Milán, etapa en la que acabó en comisaría por contratar a tres cortesanas (que en realidad eran travestis), el brasileño ya había dejado grabado su nombre en la noche de Madrid con tinta indeleble. Siempre andaba muy bien acompañado. "Mis juergas eran mejores de lo que la gente se podía imaginar", llegó a confesar el actual presidente del Valladolid.
Ronaldo Nazario y su ex novia Daniela Cicarelli
Su relevo lo cogió Robinho, con quien compartió vestuario durante la temporada 2005-2006. Suficiente. Pese a ganar dos Ligas, su rendimiento nunca estuvo a la altura de las expectativaspuestas en él. Le gustaba la fiesta y convirtió su sótano en un miniclub nocturno, aunque su juerga más recordada fue la de "los 40 condones". Una en la que, según publicaron varios medios brasileños en 2007, el atacante no dejaba de insistir a los guardias de seguridad que suministraran preservativos a los invitados. Robinho lo negaría todo. En aquellos días ya había concretado fecha para su boda y su pareja estaba embarazada de cinco meses. Fue la misma fiesta en la que Ronaldinho (quien por entonces militaba en el Barça), abandonó el local en el maletero de un coche para evitar ser fotografiado.
Buena decisión. Una mala instantánea te puede acompañar de por vida. Si no que se lo digan a Guti, uno de los mejores ejemplos de talento malgastado y cuya alma fiestera poco le tiene que envidiar a la de los brasileños. En 2010, tras haber exprimido todo el ocio que puede ofrecer una ciudad como Madrid, fichó por el Besiktas turco. Y fue allí donde le filmaron y fotografiaron en una actitud violenta y demacrada.
Aquel mismo día había sido detenido por quintuplicar la tasa de alcohol, lo que le hizo perder el carnet de conducir durante seis meses.
MODELOS Y (POCOS) MODALES
Si hay un común denominador que eclipsa a la mayoría de futbolistas, ése son las mujeres. Cassano lo explicaba en pocas palabras: "En Madrid apenas dormía. Había tantas tías buenas...". El italiano fue otro delantero que venía con el cartel de figura y que se fue de la capital habiendo marcado únicamente cuatro goles. "Tenía un amigo camarero. Su misión era llevarme tres o cuatro croissants tras haber hecho el amor. Me los llevaba a la escalera, yo acompañaba a la chica y hacíamos el cambio: él se llevaba a la mujer, y yo me hinchaba a croissants", recordaba años más tarde el ariete.
Tampoco funcionó el holandés Royston Drenthe, cuyos mejores regates los hacía cuando caía el sol: "Muchas veces tenía que salir en secreto porque no era el momento adecuado. Tenía 20 años y era difícil decir 'no' cada noche.... Como jugador del Madrid te ofrecen muchas cosas [...] Son muchas las tentaciones, y si no estás totalmente centrado...".
ATLETI: MENOS MEDIÁTICOS, IGUAL DE ANIMADOS
La noche madrileña no sólo ha atrapado a jóvenes madridistas. Más de un jugador rojiblanco también ha dado de qué hablar en lo tocante a jaranas. Para empezar, el Atlético tuvo entre sus filas al mítico Julio Alberto. Que se dice pronto. El fantástico lateral zurdo vio arruinada su carrera (y su vida familiar) por culpa de la cocaína, tal y como él mismo reconoció en su libro Mi verdad. Los beneficios de esta autobiografía los destinó a la Fundación Proyecto Hombre.
Más reciente fue el caso del griego Seitaridis que, pese a no ser un talento, también le gustaba perderse en la noche de Madrid. Éste, junto a su compañero Maniche, llegaron a ser apartados del club y fueron suspendidos de empleo y sueldo como medida disciplinaria. La falta de compromiso del dúo era más que notable, según decían los que trabajaban con ellos.
El griego Georgios Seitaridis y el luso Maniche... Entrenando.JOSÉ A. GARCÍA / MARCA
De Maniche también se rumoreaba que era aficionado a la bebida. Lo cierto es que el portugués fue detenido en la Nochebuena de 2006 por conducir a 130 kilómetros por hora en Lisboa. ¿Adivinan? No pasó el test de alcoholemia.
Quien tampoco sabía decir que no a una buena juerga era el ex centrocampista colchonero Éver Banega. En la actualidad, totalmente reformado y centrado, es uno de los pilares del Sevilla, pero no fueron pocas las banegadas que dejó nada más aterrizar en España. Le cogió el gusto a la noche madrileña, pero fue en Valencia donde dejó algunas de sus anécdotas más recordadas. Como cuando el día después de la fiesta de cumpleaños Unai Emery, entrenador che de entonces, llegó al entrenamiento una hora y cuarto tarde y, mientras se estaba cambiando para salir a ejercitarse, vomitó en el vestuario. Obviamente fue castigado.
No se quedaron atrás Daniel Carvalho, al que apodaban el Guti portugués; el Petete Correa, quien también exprimía las fiestas y que fue sancionado años más tarde, cuando jugaba en el Mallorca, por dar positivo en cocaína durante un control antidopaje; o incluso un entrenador, el Coco Basile, que logró sacar de sus casillas (aunque eso era fácil) a Jesús Gil y Gil, quien le dedicó la famosa cita: "Llevo dos meses sin hablar con este señor. Le he llamado como veinte veces. Nuestros horarios no coinciden, cuando yo me levanto, él se acuesta. Que no me toque las narices. A mí, de guapito y chulito, lo justo. Que se calle. Si quiere polémica conmigo, la va a tener aquí y en Argentina. De Coco, conmigo, coquito".
El 'Coco' Basile estrecha la mano de Jesús Gil.ARCHIVO MARCA
Qué decir de Vieri, un delantero que no sólo es recordado por su gol imposible ante el Paok de Salónica (en la temporada 97-98), también por su fama de vividor. Lo último que se supo de él es que andaba arruinado después de haberse gastado toda su fortuna en pésimas inversiones que realizó junto a su progenitora, en su afición desmesurada por el póker y, cómo no, en mujeres.
¿Y en el resto de equipos de la Comunidad de Madrid existen juerguistas? Lo raro sería encontrar un club que no los tenga. Pero pertenecer al Real Madrid, sobre todo, y al Atleti tiene tantas ventajas en lo profesional como desventajas en el ámbito personal. El foco mediático les apunta con mucha más intensidad que a los jugadores del Leganés, del Getafe o del Rayo, conjuntos que también tienen entre sus filas a parroquianos del ocio nocturno, pero cuyas historias son más difíciles de encontrar en las hemerotecas de los diarios.
La noche de Madrid, perdición de talentos: "Apenas dormía..."
Royston Drenthe y Wesley Sneijder durante su presentación en el Santiago Bernabéu, en 2007
Tan sólo dos semanas después de colgar las botas, Wesley Sneijder reaparecía el pasado domingo con una imagen que dejó impactado a medio planeta: barriga consolidada, una camisa a punto de explotar y bebida en la mano. Liberados de las cadenas que conlleva ser jugador profesional, muchos exprimen los placeres de la vida con mayor soltura una vez se despiden de los terrenos de juego. Al holandés se le conocía como Whisky Sneijder en la noche de la capital. Una noche que ha confundido, como diría Dinio, a más de un futbolistadel Real Madrid y del Atleti.
Por ejemplo a Raúl González, que conoció a Mamen Sanz, su mujer y progenitora de sus hijos, en la barra de un bar (era camarera de la discoteca Barnon). Antes de subir al altar, Sanz llegó a dejar al delantero merengue por llevar una vida tan alegre. Fue el ex entrenador Jorge Valdano quien intercedió, consiguiendo que ésta le diera una segunda oportunidad. A partir de ahí se centró, no sin antes pedir perdón en una multitudinaria rueda de prensa por sus juergas nocturnas. Aunque si se compara a Raúl con alguno de sus compañeros, en especial con los de sangre carioca, podría ser considerado un mormón. O un muermón.
Aún se recuerdan en La jovenlandesaleja las fiestas que organizaba Ronaldo Nazario. Antes de fichar por el Milán, etapa en la que acabó en comisaría por contratar a tres cortesanas (que en realidad eran travestis), el brasileño ya había dejado grabado su nombre en la noche de Madrid con tinta indeleble. Siempre andaba muy bien acompañado. "Mis juergas eran mejores de lo que la gente se podía imaginar", llegó a confesar el actual presidente del Valladolid.
Ronaldo Nazario y su ex novia Daniela Cicarelli
Su relevo lo cogió Robinho, con quien compartió vestuario durante la temporada 2005-2006. Suficiente. Pese a ganar dos Ligas, su rendimiento nunca estuvo a la altura de las expectativaspuestas en él. Le gustaba la fiesta y convirtió su sótano en un miniclub nocturno, aunque su juerga más recordada fue la de "los 40 condones". Una en la que, según publicaron varios medios brasileños en 2007, el atacante no dejaba de insistir a los guardias de seguridad que suministraran preservativos a los invitados. Robinho lo negaría todo. En aquellos días ya había concretado fecha para su boda y su pareja estaba embarazada de cinco meses. Fue la misma fiesta en la que Ronaldinho (quien por entonces militaba en el Barça), abandonó el local en el maletero de un coche para evitar ser fotografiado.
Buena decisión. Una mala instantánea te puede acompañar de por vida. Si no que se lo digan a Guti, uno de los mejores ejemplos de talento malgastado y cuya alma fiestera poco le tiene que envidiar a la de los brasileños. En 2010, tras haber exprimido todo el ocio que puede ofrecer una ciudad como Madrid, fichó por el Besiktas turco. Y fue allí donde le filmaron y fotografiaron en una actitud violenta y demacrada.
Aquel mismo día había sido detenido por quintuplicar la tasa de alcohol, lo que le hizo perder el carnet de conducir durante seis meses.
MODELOS Y (POCOS) MODALES
Si hay un común denominador que eclipsa a la mayoría de futbolistas, ése son las mujeres. Cassano lo explicaba en pocas palabras: "En Madrid apenas dormía. Había tantas tías buenas...". El italiano fue otro delantero que venía con el cartel de figura y que se fue de la capital habiendo marcado únicamente cuatro goles. "Tenía un amigo camarero. Su misión era llevarme tres o cuatro croissants tras haber hecho el amor. Me los llevaba a la escalera, yo acompañaba a la chica y hacíamos el cambio: él se llevaba a la mujer, y yo me hinchaba a croissants", recordaba años más tarde el ariete.
Tampoco funcionó el holandés Royston Drenthe, cuyos mejores regates los hacía cuando caía el sol: "Muchas veces tenía que salir en secreto porque no era el momento adecuado. Tenía 20 años y era difícil decir 'no' cada noche.... Como jugador del Madrid te ofrecen muchas cosas [...] Son muchas las tentaciones, y si no estás totalmente centrado...".
ATLETI: MENOS MEDIÁTICOS, IGUAL DE ANIMADOS
La noche madrileña no sólo ha atrapado a jóvenes madridistas. Más de un jugador rojiblanco también ha dado de qué hablar en lo tocante a jaranas. Para empezar, el Atlético tuvo entre sus filas al mítico Julio Alberto. Que se dice pronto. El fantástico lateral zurdo vio arruinada su carrera (y su vida familiar) por culpa de la cocaína, tal y como él mismo reconoció en su libro Mi verdad. Los beneficios de esta autobiografía los destinó a la Fundación Proyecto Hombre.
Más reciente fue el caso del griego Seitaridis que, pese a no ser un talento, también le gustaba perderse en la noche de Madrid. Éste, junto a su compañero Maniche, llegaron a ser apartados del club y fueron suspendidos de empleo y sueldo como medida disciplinaria. La falta de compromiso del dúo era más que notable, según decían los que trabajaban con ellos.
El griego Georgios Seitaridis y el luso Maniche... Entrenando.JOSÉ A. GARCÍA / MARCA
De Maniche también se rumoreaba que era aficionado a la bebida. Lo cierto es que el portugués fue detenido en la Nochebuena de 2006 por conducir a 130 kilómetros por hora en Lisboa. ¿Adivinan? No pasó el test de alcoholemia.
Quien tampoco sabía decir que no a una buena juerga era el ex centrocampista colchonero Éver Banega. En la actualidad, totalmente reformado y centrado, es uno de los pilares del Sevilla, pero no fueron pocas las banegadas que dejó nada más aterrizar en España. Le cogió el gusto a la noche madrileña, pero fue en Valencia donde dejó algunas de sus anécdotas más recordadas. Como cuando el día después de la fiesta de cumpleaños Unai Emery, entrenador che de entonces, llegó al entrenamiento una hora y cuarto tarde y, mientras se estaba cambiando para salir a ejercitarse, vomitó en el vestuario. Obviamente fue castigado.
No se quedaron atrás Daniel Carvalho, al que apodaban el Guti portugués; el Petete Correa, quien también exprimía las fiestas y que fue sancionado años más tarde, cuando jugaba en el Mallorca, por dar positivo en cocaína durante un control antidopaje; o incluso un entrenador, el Coco Basile, que logró sacar de sus casillas (aunque eso era fácil) a Jesús Gil y Gil, quien le dedicó la famosa cita: "Llevo dos meses sin hablar con este señor. Le he llamado como veinte veces. Nuestros horarios no coinciden, cuando yo me levanto, él se acuesta. Que no me toque las narices. A mí, de guapito y chulito, lo justo. Que se calle. Si quiere polémica conmigo, la va a tener aquí y en Argentina. De Coco, conmigo, coquito".
El 'Coco' Basile estrecha la mano de Jesús Gil.ARCHIVO MARCA
Qué decir de Vieri, un delantero que no sólo es recordado por su gol imposible ante el Paok de Salónica (en la temporada 97-98), también por su fama de vividor. Lo último que se supo de él es que andaba arruinado después de haberse gastado toda su fortuna en pésimas inversiones que realizó junto a su progenitora, en su afición desmesurada por el póker y, cómo no, en mujeres.
¿Y en el resto de equipos de la Comunidad de Madrid existen juerguistas? Lo raro sería encontrar un club que no los tenga. Pero pertenecer al Real Madrid, sobre todo, y al Atleti tiene tantas ventajas en lo profesional como desventajas en el ámbito personal. El foco mediático les apunta con mucha más intensidad que a los jugadores del Leganés, del Getafe o del Rayo, conjuntos que también tienen entre sus filas a parroquianos del ocio nocturno, pero cuyas historias son más difíciles de encontrar en las hemerotecas de los diarios.
La noche de Madrid, perdición de talentos: "Apenas dormía..."
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