MOLÓN SAN
Madmaxista
La nave tripulada Oryol y el nuevo cohete ruso Soyuz-6 - Eureka
Pocas cosas hay más confusas que los planes de nuevos lanzadores espaciales rusos. El panorama es tan caótico y volátil que un servidor tomó la decisión hace unos meses de dejar de escribir sobre el tema porque prácticamente aparecía un nuevo proyecto de cohete ruso cada mes. Sin embargo, el 6 de septiembre el presidente Vladímir pilinguin aprobó el plan de desarrollo de nuevos lanzadores presentado por el jefe de Roscosmos Dmitri Rogozin, así que es un buen momento para ver cómo está la situación. Primero, pongámonos en situación. A raíz del conflicto en Ucrania el Kremlin dio prioridad al desarrollo de un nuevo cohete sustituto del Zenit denominado Soyuz-5 (antes también denominado Féniks) y apodado Irtish (Иртыш) en honor al río del mismo nombre. Este cohete será lanzado desde las instalaciones del Zenit en Baikonur, instalaciones que deberán ser modernizadas por el gobierno kazajo dentro del marco del nuevo proyecto Baiterek/Sunkar. El Soyuz-5 permitirá mantener viva la producción del motor RD-171, el más potente del mundo, tras la retirada del Zenit y, además, deberá ser el encargado de lanzar la nueva nave tripulada rusa Federatsia (PTK-NP).
Algunos de los nuevos cohetes rusos: Angará-A5, A5M, Soyuz-5 y los lanzadores pesados STK (Roscosmos).
Sin embargo, el desarrollo del Soyuz-5 ha resultado ser más complejo de lo esperado. No tanto desde el punto de vista técnico —al fin y al cabo es muy similar al Zenit—, sino porque entra en competencia directa con el cohete Angará, un cohete que ya ha sido diseñado, construido y lanzado. El Soyuz-5 estará a cargo de la empresa RKTs Progress, fabricante de los cohetes Soyuz, y en su construcción también colaborará RKK Energía, empresa fabricante de las naves Soyuz y Progress. Por su parte, el Angará corre a cargo de la empresa Khrúnichev. El Angará ya es una realidad y puede despegar desde el cosmódromo de Plesetsk, así como desde la futura rampa del cosmódromo de Vostochni, mientras que el Soyuz-5 sigue en la ‘fase de powerpoint’ y, a medio plazo, solo podrá ser lanzado desde Baikonur.
El cohete Soyuz 5/Irtish con la nave Federatsia (RKK Energía).Dmitri Rogozin, jefe de Roscosmos (tass.ru).
En este sentido, Rogozin ha tomado la lógica decisión de lanzar la futura nave tripulada rusa mediante el Angará-A5P tal y como estaba planeado originalmente. La decisión de usar el Soyuz-5 fue una orden directa del Kremlin para priorizar este último lanzador, pero no tenía mucho sentido porque Roscosmos va a construir una rampa para el Angará-A5P en Vostochni antes de hacer lo propio para el Soyuz-5. Además, el Angará-A5P es un lanzador más capaz que puede poner 24 toneladas en órbita baja, mientras que el Soyuz-5 solo puede colocar un máximo de 17 toneladas, un factor que limita seriamente el diseño de la versión para la órbita baja de la nueva nave tripulada rusa. Además, el primer vuelo del Soyuz-5 no se espera hasta 2023, y eso con suerte (antes estaba planeado para 2022), mientras que el primer vuelo de la nave tripulada rusa está previsto para 2024. El uso del Angará-A5P permitirá evitar la posibilidad de que la nave tripulada se quede en tierra esperando por su cohete.
Un Angará-A5P con la nave Federatsia en la rampa de Vostochni (Roscosmos).Cohetes Soyuz-5/Irtish (izquierda) y Angará-A5V y A5 (derecha) (Roscosmos).
Con respecto a la nave tripulada, Rogozin ha declarado que va a cambiar su nombre de Federatsia a Oryol (Орёл, «águila» en ruso). Rogozin había criticado previamente en más de una ocasión el nombre de Federatsia por parecerle demasiado aséptico y «femenino» (oryol, como soyuz, es masculino en ruso; además, Oryol viene del nombre de la fragata del zar Pedro I). Habrá que ver si nuevo nombre para la PTK-NP se mantiene, aunque vale la pena recordar que el nombre de Federatsia fue elegido por un jurado a partir de varias propuestas que resultaron finalistas tras un concurso público de Roscosmos. Como nota aparte, en el reciente festival MAKS-2019 hemos podido ver la escafandra intravehicular Sokol-M que usarán los cosmonautas en la nave Oryol y que sustituye a las Sokol-KV2 de las naves Soyuz.
La nave Federatsia/Oryol (PTK-NP) en el festival MAKS 2019 (ria.ru).Nueva escafandra Sokol-M para la nave Federatsia/Oryol (ria.ru).
Además, la semana pasada Roscosmos difundió con orgullo imágenes del comienzo de las obras de la nueva rampa del Angará en Vostochni, una tarea que se ha aplazado muchos años por razones presupuestarias. Aunque las imágenes mostraban en realidad la construcción del búnker de control subterráneo y no de la rampa propiamente dicha, son muy buenas noticias para el Angará después de años y años de retrasos en los que se llegó incluso a rumorear una posible cancelación total de este lanzador. El primer vuelo del Angará desde Vostochni debe tener lugar en agosto de 2023. Rogozin también ha anunciado que se resucitará la versión Angará-A5V con una etapa superior de hidrógeno capaz de colocar 38 toneladas en órbita baja.
Cohetes rusos. A la izquierda el Protón y la familia Angará, incluido el cancelado Angará A5V. A la derecha el Soyuz 5/Irtish y un lanzador pesado basado en el mismo con siete bloques en la primera etapa (ria.ru).El motor RD-171MV del Soyuz-5 (Roscosmos).
La vuelta a la primera plana del Angará podría hacernos pensar que Roscosmos se ha olvidado del Soyuz-5/Irtish, pero no es así. A pesar de las críticas recibidas desde diversos estamentos políticos y técnicos rusos, el proyecto de superlanzador pesado sigue adelante y el Soyuz-5 jugará un papel clave en él al servir de base del mismo. Este lanzador, conocido como STK o Yenisey (Енисей), podrá poner unas 100 toneladas en órbita baja (una versión posterior, conocida provisionalmente como Don o STK-2, será capaz de lanzar 140 toneladas). El STK dispondrá de seis bloques laterales basados en el Soyuz-5 con un motor RD-171MV cada uno, mientras que el bloque central usará un RD-180 (la versión de dos cámaras de combustión del RD-171 empleada actualmente en el cohete Atlas V estadounidense). En principio, el módulo central del Yenisey también debía incorporar un motor RD-171MV, pero Rogozin prefirió la versión con el RD-180, principalmente para mantener viva la línea de producción de este motor una vez el Atlas V sea reemplazado por el Vulcan. Yenisey también usará la etapa criogénica KVSTK derivada de una etapa similar del Angará-A5V —de ahí el interés en resucitar este lanzador— y debe despegar en 2028 desde una rampa que aún está por construir en Vostochni para llevar a cabo misiones lunares con la nave Federatsia… perdón, Oryol.
El motor RD-171MV, el más potente del mundo (ria.ru).
Pero 2028 queda muy lejos y, además, todos sabemos que es una fecha muy optimista. De aquí a entonces la cadena de producción del RD-180 puede acabar en el olvido. ¿La solución? Crear un nuevo cohete, que, como ya vemos, se ve que hay pocos. El nuevo lanzador sería una especie de versión reducida del Soyuz-5/Irtish con un motor RD-180 en la primera etapa en vez de un RD-171MV. Este lanzador podrá poner 9 toneladas en órbita baja (LEO) y 2,3 toneladas en órbita de tras*ferencia geoestacionaria (GTO), frente a las 17 toneladas en LEO y las 5 toneladas en GTO que podrá lanzar el Soyuz-5. Estas características hacen de él el sustituto ideal del Soyuz. Por si el asunto no era lo suficientemente confuso, a principios de año este cohete fue denominado provisionalmente como Soyuz-7/Volga, pero tras la reunión entre pilinguin y Rogozin ha sido presentado como Soyuz-6, con el posible sobrenombre de Amur (Амур) (es cierto que el Soyuz-6 presenta ciertas diferencias técnicas con respecto al Soyuz-7, pero se trata básicamente del mismo lanzador). El Soyuz-6/Amur, como el Soyuz-5/Irtish, podrá incorporar una etapa superior criogénica y despegará desde la rampa del Zenit en Baikonur, una rampa que será modificada en colaboración con el gobierno kazajo. pilinguin ha sugerido que la rampa se llame Nursultan Nazarbayev, en honor del ‘hombre fuerte’ de Kazajistán (Nazarbayev recientemente se ha retirado de la presidencia por motivos de salud, pero sigue siendo quien manda en el país). Eso sí, y a pesar de ser más pequeño, el Soyuz-6 despegará después del Soyuz-5: su primer vuelo está previsto para 2025.
Irtish/Soyuz 5/Féniks/Sunkar con la nave Federatsia/Oryol (Roscosmos).
El desarrollo del Soyuz-6 no es en principio mala idea, pero existe el temor de que su desarrollo pueda interferir con el del Soyuz-5, que ya acumula un retraso importante. A partir de 2023, y según el proyecto Baiterek, Rusia y Kazajistán esperan lanzar diez cohetes Soyuz-5/Irtish al año con un coste por lanzamiento de 50 millones de dólares o menos (en las misiones desde baikonur el Soyuz-5 también se llamará Sunkar, «halcón» en kazajo). La cifra no es aleatoria, sino que intenta ser una respuesta a los precios ofertados por SpaceX. Resumiendo, el nuevo plan de Rogozin es un poco más racional y factible que el caos previo, pero el número de lanzadores en desarrollo sigue siendo muy elevado (Soyuz-5, Soyuz-6, Angará-A5, Angará-A5M, Angará-A5V y STK/Yenisey) y el conflicto de intereses entre la familia Angará y la del Soyuz-5 sigue siendo muy fuerte.
Estación lunar rusa con la nave Oryol (PTK-NP) y un módulo lunar. Estos elementos se pondrán en órbita lunar usando el cohete pesado STK (Roscosmos).
Pocas cosas hay más confusas que los planes de nuevos lanzadores espaciales rusos. El panorama es tan caótico y volátil que un servidor tomó la decisión hace unos meses de dejar de escribir sobre el tema porque prácticamente aparecía un nuevo proyecto de cohete ruso cada mes. Sin embargo, el 6 de septiembre el presidente Vladímir pilinguin aprobó el plan de desarrollo de nuevos lanzadores presentado por el jefe de Roscosmos Dmitri Rogozin, así que es un buen momento para ver cómo está la situación. Primero, pongámonos en situación. A raíz del conflicto en Ucrania el Kremlin dio prioridad al desarrollo de un nuevo cohete sustituto del Zenit denominado Soyuz-5 (antes también denominado Féniks) y apodado Irtish (Иртыш) en honor al río del mismo nombre. Este cohete será lanzado desde las instalaciones del Zenit en Baikonur, instalaciones que deberán ser modernizadas por el gobierno kazajo dentro del marco del nuevo proyecto Baiterek/Sunkar. El Soyuz-5 permitirá mantener viva la producción del motor RD-171, el más potente del mundo, tras la retirada del Zenit y, además, deberá ser el encargado de lanzar la nueva nave tripulada rusa Federatsia (PTK-NP).
Algunos de los nuevos cohetes rusos: Angará-A5, A5M, Soyuz-5 y los lanzadores pesados STK (Roscosmos).
Sin embargo, el desarrollo del Soyuz-5 ha resultado ser más complejo de lo esperado. No tanto desde el punto de vista técnico —al fin y al cabo es muy similar al Zenit—, sino porque entra en competencia directa con el cohete Angará, un cohete que ya ha sido diseñado, construido y lanzado. El Soyuz-5 estará a cargo de la empresa RKTs Progress, fabricante de los cohetes Soyuz, y en su construcción también colaborará RKK Energía, empresa fabricante de las naves Soyuz y Progress. Por su parte, el Angará corre a cargo de la empresa Khrúnichev. El Angará ya es una realidad y puede despegar desde el cosmódromo de Plesetsk, así como desde la futura rampa del cosmódromo de Vostochni, mientras que el Soyuz-5 sigue en la ‘fase de powerpoint’ y, a medio plazo, solo podrá ser lanzado desde Baikonur.
El cohete Soyuz 5/Irtish con la nave Federatsia (RKK Energía).Dmitri Rogozin, jefe de Roscosmos (tass.ru).
En este sentido, Rogozin ha tomado la lógica decisión de lanzar la futura nave tripulada rusa mediante el Angará-A5P tal y como estaba planeado originalmente. La decisión de usar el Soyuz-5 fue una orden directa del Kremlin para priorizar este último lanzador, pero no tenía mucho sentido porque Roscosmos va a construir una rampa para el Angará-A5P en Vostochni antes de hacer lo propio para el Soyuz-5. Además, el Angará-A5P es un lanzador más capaz que puede poner 24 toneladas en órbita baja, mientras que el Soyuz-5 solo puede colocar un máximo de 17 toneladas, un factor que limita seriamente el diseño de la versión para la órbita baja de la nueva nave tripulada rusa. Además, el primer vuelo del Soyuz-5 no se espera hasta 2023, y eso con suerte (antes estaba planeado para 2022), mientras que el primer vuelo de la nave tripulada rusa está previsto para 2024. El uso del Angará-A5P permitirá evitar la posibilidad de que la nave tripulada se quede en tierra esperando por su cohete.
Un Angará-A5P con la nave Federatsia en la rampa de Vostochni (Roscosmos).Cohetes Soyuz-5/Irtish (izquierda) y Angará-A5V y A5 (derecha) (Roscosmos).
Con respecto a la nave tripulada, Rogozin ha declarado que va a cambiar su nombre de Federatsia a Oryol (Орёл, «águila» en ruso). Rogozin había criticado previamente en más de una ocasión el nombre de Federatsia por parecerle demasiado aséptico y «femenino» (oryol, como soyuz, es masculino en ruso; además, Oryol viene del nombre de la fragata del zar Pedro I). Habrá que ver si nuevo nombre para la PTK-NP se mantiene, aunque vale la pena recordar que el nombre de Federatsia fue elegido por un jurado a partir de varias propuestas que resultaron finalistas tras un concurso público de Roscosmos. Como nota aparte, en el reciente festival MAKS-2019 hemos podido ver la escafandra intravehicular Sokol-M que usarán los cosmonautas en la nave Oryol y que sustituye a las Sokol-KV2 de las naves Soyuz.
La nave Federatsia/Oryol (PTK-NP) en el festival MAKS 2019 (ria.ru).Nueva escafandra Sokol-M para la nave Federatsia/Oryol (ria.ru).
Además, la semana pasada Roscosmos difundió con orgullo imágenes del comienzo de las obras de la nueva rampa del Angará en Vostochni, una tarea que se ha aplazado muchos años por razones presupuestarias. Aunque las imágenes mostraban en realidad la construcción del búnker de control subterráneo y no de la rampa propiamente dicha, son muy buenas noticias para el Angará después de años y años de retrasos en los que se llegó incluso a rumorear una posible cancelación total de este lanzador. El primer vuelo del Angará desde Vostochni debe tener lugar en agosto de 2023. Rogozin también ha anunciado que se resucitará la versión Angará-A5V con una etapa superior de hidrógeno capaz de colocar 38 toneladas en órbita baja.
Cohetes rusos. A la izquierda el Protón y la familia Angará, incluido el cancelado Angará A5V. A la derecha el Soyuz 5/Irtish y un lanzador pesado basado en el mismo con siete bloques en la primera etapa (ria.ru).El motor RD-171MV del Soyuz-5 (Roscosmos).
La vuelta a la primera plana del Angará podría hacernos pensar que Roscosmos se ha olvidado del Soyuz-5/Irtish, pero no es así. A pesar de las críticas recibidas desde diversos estamentos políticos y técnicos rusos, el proyecto de superlanzador pesado sigue adelante y el Soyuz-5 jugará un papel clave en él al servir de base del mismo. Este lanzador, conocido como STK o Yenisey (Енисей), podrá poner unas 100 toneladas en órbita baja (una versión posterior, conocida provisionalmente como Don o STK-2, será capaz de lanzar 140 toneladas). El STK dispondrá de seis bloques laterales basados en el Soyuz-5 con un motor RD-171MV cada uno, mientras que el bloque central usará un RD-180 (la versión de dos cámaras de combustión del RD-171 empleada actualmente en el cohete Atlas V estadounidense). En principio, el módulo central del Yenisey también debía incorporar un motor RD-171MV, pero Rogozin prefirió la versión con el RD-180, principalmente para mantener viva la línea de producción de este motor una vez el Atlas V sea reemplazado por el Vulcan. Yenisey también usará la etapa criogénica KVSTK derivada de una etapa similar del Angará-A5V —de ahí el interés en resucitar este lanzador— y debe despegar en 2028 desde una rampa que aún está por construir en Vostochni para llevar a cabo misiones lunares con la nave Federatsia… perdón, Oryol.
El motor RD-171MV, el más potente del mundo (ria.ru).
Pero 2028 queda muy lejos y, además, todos sabemos que es una fecha muy optimista. De aquí a entonces la cadena de producción del RD-180 puede acabar en el olvido. ¿La solución? Crear un nuevo cohete, que, como ya vemos, se ve que hay pocos. El nuevo lanzador sería una especie de versión reducida del Soyuz-5/Irtish con un motor RD-180 en la primera etapa en vez de un RD-171MV. Este lanzador podrá poner 9 toneladas en órbita baja (LEO) y 2,3 toneladas en órbita de tras*ferencia geoestacionaria (GTO), frente a las 17 toneladas en LEO y las 5 toneladas en GTO que podrá lanzar el Soyuz-5. Estas características hacen de él el sustituto ideal del Soyuz. Por si el asunto no era lo suficientemente confuso, a principios de año este cohete fue denominado provisionalmente como Soyuz-7/Volga, pero tras la reunión entre pilinguin y Rogozin ha sido presentado como Soyuz-6, con el posible sobrenombre de Amur (Амур) (es cierto que el Soyuz-6 presenta ciertas diferencias técnicas con respecto al Soyuz-7, pero se trata básicamente del mismo lanzador). El Soyuz-6/Amur, como el Soyuz-5/Irtish, podrá incorporar una etapa superior criogénica y despegará desde la rampa del Zenit en Baikonur, una rampa que será modificada en colaboración con el gobierno kazajo. pilinguin ha sugerido que la rampa se llame Nursultan Nazarbayev, en honor del ‘hombre fuerte’ de Kazajistán (Nazarbayev recientemente se ha retirado de la presidencia por motivos de salud, pero sigue siendo quien manda en el país). Eso sí, y a pesar de ser más pequeño, el Soyuz-6 despegará después del Soyuz-5: su primer vuelo está previsto para 2025.
Irtish/Soyuz 5/Féniks/Sunkar con la nave Federatsia/Oryol (Roscosmos).
El desarrollo del Soyuz-6 no es en principio mala idea, pero existe el temor de que su desarrollo pueda interferir con el del Soyuz-5, que ya acumula un retraso importante. A partir de 2023, y según el proyecto Baiterek, Rusia y Kazajistán esperan lanzar diez cohetes Soyuz-5/Irtish al año con un coste por lanzamiento de 50 millones de dólares o menos (en las misiones desde baikonur el Soyuz-5 también se llamará Sunkar, «halcón» en kazajo). La cifra no es aleatoria, sino que intenta ser una respuesta a los precios ofertados por SpaceX. Resumiendo, el nuevo plan de Rogozin es un poco más racional y factible que el caos previo, pero el número de lanzadores en desarrollo sigue siendo muy elevado (Soyuz-5, Soyuz-6, Angará-A5, Angará-A5M, Angará-A5V y STK/Yenisey) y el conflicto de intereses entre la familia Angará y la del Soyuz-5 sigue siendo muy fuerte.
Estación lunar rusa con la nave Oryol (PTK-NP) y un módulo lunar. Estos elementos se pondrán en órbita lunar usando el cohete pesado STK (Roscosmos).