Israel Gracia
Madmaxista
MUNDO
Ha saltado a la fama por denunciar que las mujeres tras*género compitan en las mismas categorías deportivas junto a las mujeres biológicas
photo_cameraLa nadadora Riley Gaines agredida, por retar a un científico a demostrar qué es un hombre y qué una mujer.
FECHA
03/05/23access_time 1:16
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Riley Gaines agredida por colectivos tras*exuales.
La nadadora estadounidense Riley Gaines, ganadora en torneos organizados y supervisados por la NCAA (National Collegiate Athletic Association) cuya misión es garantizar el correcto funcionamiento de todos los programas deportivos con los que cuentan las universidades americanas, lleva más de un año abanderando su lucha por salvar el deporte de competición femenino.
Deportistas tras*género
Saltó a la fama cuando en una competición empató matemáticamente con Lia Thomas, una mujer tras*exual y quien recibió el título, porque a juicio de la NCAA, debía dar visibilidad a las mujeres tras*exuales. Se da la circunstancia de que Lia conservaba íntegramente sus genitales masculinos y compartía el vestuario femenino. Riley denunció este hecho y desde entonces, recorre las universidades con la idea de salvar los deportes femeninos frente a las deportistas tras*género.
Hace unas semanas, después de dar una charla a estudiantes de la Universidad Estatal de San Francisco, fue agredida y golpeada por un grupo de personas tras*exuales. Tuvo que encerrarse en una habitación durante tres horas, custodiada por la policía.
“Estaba bajo protección policial y aun así fue golpeada por un hombre con un vestido”, lamentó su marido Louis Barker.
Mientras la trasladaban a un lugar más seguro, los manifestantes fueron capturados en video vociferando frases como "vete a la cosa a casa" y "las mujeres tras* son mujeres" mientras colocaban banderas tras*género en las paredes de la escuela.
Como analiza Robert Brennan en Angelus News, más de 200 personas protestaron por su charla fuera del recinto. Pero dentro del auditorio, Riley también tuvo oponentes. Fue desafiada por un profesor de antropología que estaba del lado de los manifestantes.
Riley le preguntó a este antropólogo que poseía un doctorado si podía diferenciar entre restos óseos masculinos y femeninos en una excavación antropológica. Con absoluta certeza, el profesor de antropología dijo que eso no era posible.
Los estudiantes que asistieron estallaron en risas, pero el profesor se mantuvo firme sin importar cuán inestable científicamente fuera. "Obviamente, era más importante para este hombre moldear la ciencia en la imagen que promueve una causa en lugar de guiar hacia la verdad", señala Brennan.
En el último año, su objetivo ha sido hablar en universidades sobre su experiencia y el impacto que tendrá el creciente número de hombres biológicos en los deportes femeninos. Pero su voz está consiguiendo que más mujeres deportistas incluso personas tras*género, apoyen su causa.
Lia Thomas junto a Riley Gaines. Oli London y su camino de detransición
Uno de ellos es el influencer de las redes sociales Oli London, quien ha aparecido en los titulares internacionales por su camino de detransición. Oli está denunciando los ataques abiertos a la libertad de expresión en medio de la siempre polémica batalla tras*género.
“Este es un ataque a la libertad de expresión”, dijo London, citando los intentos de los activistas tras*género de silenciar a los críticos. “Es la erosión de la libertad de expresión. Es la erosión del sentido común y la normalidad”.
Citó específicamente los ataques contra la ex nadadora colegiada Riley Gaines.
London cuenta que parte de su detransición ha venido dada al descubrir la fe y explica que redescubrir a Dios le ayudó a convencerlo de la detransición, detener las cirugías de reasignación de género que alteran al ser humano.
“Afortunadamente, comencé a ir a la iglesia con regularidad y pude darme cuenta de lo que estaba haciendo y de lo dañino que era. Y fui capaz de revertir eso”.
London dijo que está agradecido por la iglesia y las "enseñanzas de Jesús", y dijo que tenía que llegar a aceptarse a sí mismo por lo que Dios hizo que fuera. “No importa cómo nos veamos, cómo nos identifiquemos, somos criaturas de Dios”, dijo. “Entonces, tenemos que aprender a aceptar eso”.
Oli London y Riley Gaines.
Ha saltado a la fama por denunciar que las mujeres tras*género compitan en las mismas categorías deportivas junto a las mujeres biológicas
FECHA
03/05/23access_time 1:16
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La nadadora estadounidense Riley Gaines, ganadora en torneos organizados y supervisados por la NCAA (National Collegiate Athletic Association) cuya misión es garantizar el correcto funcionamiento de todos los programas deportivos con los que cuentan las universidades americanas, lleva más de un año abanderando su lucha por salvar el deporte de competición femenino.
Deportistas tras*género
Saltó a la fama cuando en una competición empató matemáticamente con Lia Thomas, una mujer tras*exual y quien recibió el título, porque a juicio de la NCAA, debía dar visibilidad a las mujeres tras*exuales. Se da la circunstancia de que Lia conservaba íntegramente sus genitales masculinos y compartía el vestuario femenino. Riley denunció este hecho y desde entonces, recorre las universidades con la idea de salvar los deportes femeninos frente a las deportistas tras*género.
Hace unas semanas, después de dar una charla a estudiantes de la Universidad Estatal de San Francisco, fue agredida y golpeada por un grupo de personas tras*exuales. Tuvo que encerrarse en una habitación durante tres horas, custodiada por la policía.
“Estaba bajo protección policial y aun así fue golpeada por un hombre con un vestido”, lamentó su marido Louis Barker.
Mientras la trasladaban a un lugar más seguro, los manifestantes fueron capturados en video vociferando frases como "vete a la cosa a casa" y "las mujeres tras* son mujeres" mientras colocaban banderas tras*género en las paredes de la escuela.
Como analiza Robert Brennan en Angelus News, más de 200 personas protestaron por su charla fuera del recinto. Pero dentro del auditorio, Riley también tuvo oponentes. Fue desafiada por un profesor de antropología que estaba del lado de los manifestantes.
Riley le preguntó a este antropólogo que poseía un doctorado si podía diferenciar entre restos óseos masculinos y femeninos en una excavación antropológica. Con absoluta certeza, el profesor de antropología dijo que eso no era posible.
Los estudiantes que asistieron estallaron en risas, pero el profesor se mantuvo firme sin importar cuán inestable científicamente fuera. "Obviamente, era más importante para este hombre moldear la ciencia en la imagen que promueve una causa en lugar de guiar hacia la verdad", señala Brennan.
En el último año, su objetivo ha sido hablar en universidades sobre su experiencia y el impacto que tendrá el creciente número de hombres biológicos en los deportes femeninos. Pero su voz está consiguiendo que más mujeres deportistas incluso personas tras*género, apoyen su causa.
Uno de ellos es el influencer de las redes sociales Oli London, quien ha aparecido en los titulares internacionales por su camino de detransición. Oli está denunciando los ataques abiertos a la libertad de expresión en medio de la siempre polémica batalla tras*género.
“Este es un ataque a la libertad de expresión”, dijo London, citando los intentos de los activistas tras*género de silenciar a los críticos. “Es la erosión de la libertad de expresión. Es la erosión del sentido común y la normalidad”.
Citó específicamente los ataques contra la ex nadadora colegiada Riley Gaines.
London cuenta que parte de su detransición ha venido dada al descubrir la fe y explica que redescubrir a Dios le ayudó a convencerlo de la detransición, detener las cirugías de reasignación de género que alteran al ser humano.
“Afortunadamente, comencé a ir a la iglesia con regularidad y pude darme cuenta de lo que estaba haciendo y de lo dañino que era. Y fui capaz de revertir eso”.
London dijo que está agradecido por la iglesia y las "enseñanzas de Jesús", y dijo que tenía que llegar a aceptarse a sí mismo por lo que Dios hizo que fuera. “No importa cómo nos veamos, cómo nos identifiquemos, somos criaturas de Dios”, dijo. “Entonces, tenemos que aprender a aceptar eso”.