abdecker
Madmaxista
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Mi amigo es un buen hombre, está casado y tiene dos hijos pequeños (de menos de 6 años)
Desde que se casaron viven en un piso que era de su familia, por lo que a varios vecinos mayores los conoce de toda la vida.
Una vecina en particular llevaba tiempo diciéndole que su mujer metía hombres en casa cuando él no estaba. Mi amigo no la hacía mucho caso, una vez se lo comentó a su mujer que fue a insultó y amenazó a esa señora.
Sin embargo, la vecina se lo siguió repitiendo, le dijo que incluso cuando salía a pasear a los niños un hombre entraba en su casa.
Hace poco la propia mujer le dijo que se quedara esperando en su piso con los niños en lugar de salir a la calle.
Y así fue, al poco rato entró un hombre en su casa y a mi amigo se le cayó el mundo encima porque entró y se los encontró en su propia cama en pleno acto sensual.
Luego indagando un poco más se ha enterado que el tipo es un venezolano que trabaja de repartidor, que vive (o mejor dicho vivía) en una habitación a una calle de su casa y que al parecer en la habitación no le dejan meter mujeres y por eso iba a la suya.
Ahora mi amigo está destrozado, porque quiere luchar por su familia pero cada vez tiene menos fuerzas.
Él se fue de casa y lo primero que hizo el venezolano fue mudarse allí, así que ya sabéis más o menos cuál es el percal. Gracias a este movimiento del repartidor es que pudo recabar toda la información que tiene ahora, y que no cuento en su totalidad porque el nivel de degradación que se llegó a alcanzar es demasiado a mi entender.
Desde que se casaron viven en un piso que era de su familia, por lo que a varios vecinos mayores los conoce de toda la vida.
Una vecina en particular llevaba tiempo diciéndole que su mujer metía hombres en casa cuando él no estaba. Mi amigo no la hacía mucho caso, una vez se lo comentó a su mujer que fue a insultó y amenazó a esa señora.
Sin embargo, la vecina se lo siguió repitiendo, le dijo que incluso cuando salía a pasear a los niños un hombre entraba en su casa.
Hace poco la propia mujer le dijo que se quedara esperando en su piso con los niños en lugar de salir a la calle.
Y así fue, al poco rato entró un hombre en su casa y a mi amigo se le cayó el mundo encima porque entró y se los encontró en su propia cama en pleno acto sensual.
Luego indagando un poco más se ha enterado que el tipo es un venezolano que trabaja de repartidor, que vive (o mejor dicho vivía) en una habitación a una calle de su casa y que al parecer en la habitación no le dejan meter mujeres y por eso iba a la suya.
Ahora mi amigo está destrozado, porque quiere luchar por su familia pero cada vez tiene menos fuerzas.
Él se fue de casa y lo primero que hizo el venezolano fue mudarse allí, así que ya sabéis más o menos cuál es el percal. Gracias a este movimiento del repartidor es que pudo recabar toda la información que tiene ahora, y que no cuento en su totalidad porque el nivel de degradación que se llegó a alcanzar es demasiado a mi entender.
