Lo peor es que para encontrar la realidad se tiene que buscar y rebuscar hasta ir a una página de cosa (error de la matrix) llamada sopitas, donde a un redactor orate en mitad de un artículo echando cosa a la película, se le escapa que Fabian Marta ha sido declarado inocente en el juicio.
https://www.sopitas.com/cine-y-tv/t...s-conducta-sensual-inapropiada-caso-detalles/
Aunque eso sí,
Tim Ballard no es la única persona que tiene qué ver con esta película que ha estado involucrada en acusaciones similares. En agosto de 2023 les contamos que semanas antes
arrestaron en Estados Unidos a Fabian Marta, el presunto principal financiador de Sound of Freedom por secuestro de menores en primer grado, luego de llevarse sin el consentimiento de sus padres a una joven de 14 años.
En su momento, se hablaba que
Marta podría enfrentar entre 10 años y cadena perpetua en prisión si es declarado culpable. Sin embargo,
pagó una fianza de 15 mil dólares para continuar con su proceso en libertad y
al final del juicio, lo encontraron inocente (pues al parecer, Fabian fue acusado por su expareja luego de que saliera un fin de semana con su hija). Es por eso que esta polémica terminó ahí.
Pero peor aún. Otro panfleto habla así del director cuando le preguntan por Fabian Marta y les llama prensa-pinocho después de haber sido declarado inocente. Dejan a un lado su inocencia y se dedican a comentar otros aspectos que también eran mentira pero secundarios (ni siquiera era un inversor en la película). Patético.
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En la misma gira promocional, Verástegui había mencionado en La Saga con Adela Micha que Marta había sido ya declarado inocente.
“Prensa Pinocho…”
Así definió Eduardo Verástegui, productor de “Sonido de libertad”, a la prensa tras ser cuestionado por un reportero en la premiere en Mexico de la película que promociona. La pregunta iba de Fabian Marta, quién fuera detenido por acusaciones de secuestro de un menor. Marta había aportado, como muchos otros, al crowdfunding del filme para su distribución. En la misma gira promocional, Verástegui había mencionado en La Saga con Adela Micha que Marta había sido ya declarado inocente.
¿Es el reportero un Pinocho o mentiroso por cuestionar a Verástegui? No, no lo es. El reportero realizaba su labor y era claro que alguien lo cuestionaría al respecto. Vaya, Micha lo había hecho, quizás en otro tono o bajo otra dinámica, pero el punto era el mismo: aclarar el tema de Marta.
“Sonido de libertad” es quizás la película más controversial de 2023. Es una película muy exitosa, habiendo costado sólo 14 millones de dólares y llevando más de 182 de recaudación internacional (y contando, está estrenando en varios países de Latinoamérica y continúa exhibición en EE. UU). Versa sobre Tim Ballard, un agente norteamericano que combatió el tráfico de menores. Es decir, está “basada en hechos reales”. Lo polémico le viene en varios sentidos: 1) Tim Ballard, aunque reconocido por su labor, ha sido acusado de maquillar algunos aspectos de su historia, el tráfico de menores y la lucha por rescatarlos, 2) Eduardo Verástegui, otrora cantante del grupo Kairo y protagonista de telenovelas, es un defensor de
derechos humanos y católico ortodoxo; ha hecho declaraciones en contra del aborto y la gaysidad, entre otros temas, está asociado con figuras e instituciones acusadas de lo mismo que él acusa (la propia Iglesia, con muchos casos de *******astia y Antonio Berumen, productor musical, en proceso por la misma cuestión), 3) actores clave en la película (el director, Alejandro Monteverde, y Jim Caviezel, el protagonista, comparten ideología con Verástegui y Ballard, 4) todos están asociados también a teorías conspiratorias denominadas QAnon y que apuntan a altas esferas de poder como traficantes.
Eduardo Verástegui no miente al aclarar que Marta no financió el filme. No lo hizo, aportó a un crowdfunding para su distribución. Es decir, no forma parte del equipo de inversionistas. ¿Era tan difícil aclararlo? ¿Es una estrategia? No será la primera ocasión en que Verástegui actúa de manera impredecible. Hace un mes, poco más, poco menos, estuvo en una entrevista con el periodista Jorge Ramos, quién le expresó ser agnóstico (no tener certeza de la existencia de Dios, tampoco poder dudar de ella) y la respuesta de Verástegui fue ponerse a rezar, en ese momento, por Ramos. Esa acción y denominar “Prensa Pinocho” son formar de llamar la atención, de dar de qué hablar y la teoría de la agenda es clara: los medios no te dicen qué pensar, pero sí en qué.
Ahora, “Sonido de libertad” y sus realizadores no están exentos de lo que acusan. Está ya lo mencionado sobre los nexos de Verástegui con instituciones que encubren a *******astas o con personas acusadas de ello. Más, aún, “Sonido de libertad” se ostenta como un filme que cuenta una historia real, no lo es. Está basada en anécdotas de Ballard que han sido ficcionalizadas. No es un caso específico, sino que recupera de varios y también está adecuado para que sea narrativamente atractivo. Todo evento histórico que es sujeto de ser llevado a la pantalla, se vuelve ficción. Unos casos se apegan más, otros menos. “Sonido de libertad” es del segundo grupo.
La trampa de “Sonido de libertad” está en la causa: la defensa de menores. Es claro que nadie quiere que un niño sea víctima de trata, comercio, esclavitud o abuso. Sin embargo, para Verástegui pareciera que cualquier que le cuestione está en contra de la causa y no es así. Le cuestionan a él, no a la causa. Cuestionan las maneras. Su comentario fue “no te interesan (los niños), tú vienes aquí a preguntar otra cosa porque quieres desacreditar el mensaje, cualquier persona que venga en busca de desacreditar el mensaje… o eres parte de la industria de la pedofilia, o eres ignorante o no te importan los niños”.
“Sonido de libertad” es un filme emotivo. Es inevitable no conmoverse con un niño de mirada triste, que ha perdido la noción del tiempo y que se percata que ha cumplido años… un niño que ha vivido con menos de diez años experiencias que un adulto tampoco debiera vivir. Verástegui lo sabe y el éxito de la película está en ello. Pero ¿no es Eduardo Verástegui, con sus declaraciones, su postura radicalista y su mirada que sólo ve a parte de los criminales, quién desacredita o le resta veracidad a “Sonido de libertad”?
“Sonido de libertad” es el título y refiere, de acuerdo con contexto de la película, a las risas, cantos y juegos de los niños en libertad. Es una metáfora del que los niños (y cualquiera para el caso) puedan ser. Bajo esa premisa, ¿No es la postura del propio Verástegui una manera de acallar el “Sonido de libertad”? Sus declaraciones indican que cualquiera que no piense como él es “******filo, ignorante o no le importan los niños”. No es así. Si su causa (que incluye sus aspiraciones políticas presidenciales) no tiene “cola que le pisen” (y la tiene) no tendría por qué enojarse, al contrario. Cada pregunta es una oportunidad para aclarar y poner la mirada en el lugar correcto que es la causa. Llamar a la prensa “Pinocho” no es poner el foco en el lugar adecuado, pero sí es la forma de distraer de aquellos “sonidos de esclavitud” que están alrededor del filme y que son tanto o más peligrosos pues son ideológicos.
¿Es “Sonido de libertad” una película Pinocho? Sí, sí lo es. ¿Eso le quita mérito o importancia a su causa? En parte y la explicación es muy sencilla, “que tire la primera piedra quién esté libre de pecado”. Verástegui no lo está, pero sí tira la piedra.