El primo del Adric
Madmaxista
El Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) considera que una broma pesada y obscena hacia un compañero de trabajo puede justificar un despido. En una empresa industrial de Mallorca, un trabajador colocó un cuchillo con un mensaje en la taquilla de su compañero que decía: “Te vamos a amar el pandero”, según ha informado Ultima Hora.
El dueño de la taquilla vivió el episodio con angustia y sufrió consecuencias psicológicas. La empresa activó su protocolo contra el acoso y decidió despedir al autor del supuesto chiste. El caso llegó a los tribunales, que respaldaron la sanción máxima, al considerar que la ofensa alteró la convivencia en la empresa y que la conducta fue gravemente humillante, lo que justificaba el despido.
La empresa despidió al trabajador que hizo la broma a un compañero
Tras el hallazgo del cuchillo, la empresa, junto al comité, inició una investigación para identificar al responsable. El trabajador que había realizado la acción se comunicó telefónicamente con la víctima para disculparse, explicando que se trataba de una broma.Sin embargo, el expediente disciplinario avanzó, y el despido ocurrió dos meses después. La sentencia del juzgado de lo Social, ratificada por el TSJIB, resalta que la víctima es una persona sensible y empática, que se vio profundamente afectada por la amplia difusión del incidente entre los empleados de la empresa.
El juzgado concluyó que clavar un cuchillo en una taquilla con un mensaje obsceno tiene un carácter objetivamente amenazante, y tras*mite una actitud hostil y potencialmente dañina. Además, subrayó que la acción atenta contra la dignidad personal del afectado, agravada por el hecho de que la taquilla estaba en un lugar visible, lo que permitió que otros trabajadores lo vieran.
El trabajador despedido defendió que, en la empresa, se aceptaban bromas pesadas como soldar taquillas, atar las ruedas de los coches o poner laxantes en la comida. Sin embargo, el TSJIB rechazó su alegato, citando la falta de pruebas que respalden esa cultura de bromas pesadas y considerando que la acción fue humillante sin justificación alguna.
La justicia avala que se despida a un empleado por gastar una broma pesada a un compañero