La crisis citrícola sigue dejando cifras para la historia de la agricultura en la comarca. La vertiente más de color de la historia, en este caso. La cooperativa agrícola de Algemesí Copal, la de más importancia a nivel comarcal en términos de facturación y una de las productoras de cítricos más grandes de todo el país, celebrará hoy su asamblea de liquidación de la pasada campaña; una reunión en la que se ratificarán unas cifras históricas: la arroba de naranjas navelinas se pagará a 1,06 euros de precio promedio, mientras que por las mandarinas de la variedad Marisol se ofrecerán 0,47 euros de media, según el documento de liquidación provisional al que tuvo acceso Levante-EMV.
Se tratan estas de unas cifras que hacen buenos los ya bajos precios que se vienen pagando por el producto citrícola de la Ribera en los últimos años. La temporada pasada, la navelina cotizó a un mínimo de 2,40 euros, según los datos de la Lonja de Valencia. Esta campaña el mínimo bajó hasta los 0,90 euros al final de la misma, pero se mantuvo durante los primeros meses en 1,50.
De las 10.000 toneladas de naranja navelina recogidas por Copal para la venta directa, algo menos de 4.000 se han clasificado como primera categoría, y se pagan a 1,62 euros la arroba; las de segunda, a 0,68 euros; y las de punta calibre, a 1,42 euros la arroba. Los 1,2 millones de kilos de naranjas de tercera se computan como perdidas. Las mandarinas variedad marisol, por otro lado, se han valorado a 1,34 euros en el caso de las de primera categoría „un 49 % de los 704.010 kilogramos recogidos„, el resto se consideran perdidas.
Así, para la asamblea de mañana se espera un ambiente tenso, en el que los agricultores socios de la productora tendrán algo que decir al respecto de la caída libre en los precios del cítricos cuando ya ni siquiera las cooperativas, pensadas en esta coyuntura para minimizar los daños, sirven de colchón. Sería la primera gran crisis de la nueva gerencia de Copal encabezada por Raúl Aliaga, que rejuveneció el consejo rector tras las elecciones de finales de febrero.
El sector privado alza la voz
Desde el inicio de la campaña, la importación de naranja sudafricana por parte de la Unión Europea ha estado en el punto de mira del sector citrícola valenciano como progenitora de todos los males que este año han afectado al campo. Y, por extensión, el comercio privado de cítricos, al que se le criticó que optase por comercializar las variedades de importación, más baratas. Después de conocerse los precios de Copal, el sector ha pasado facturas por las críticas anteriores y ha denunciado que cuando productoras de esta entidad liquidan «de manera tan sonrojante», también dañan «al conjunto del sector». «Pero los primeros afectados son los mismos cooperativistas», añadieron responsables de una empresa relacionada con Copal.
Caída libre: la Copal paga navelinas a 1 euros por arroba y mandarinas a 0,4
Rebelión en el campo valenciano contra la naranja de Sudáfrica: "Nos está arruinando"
Se tratan estas de unas cifras que hacen buenos los ya bajos precios que se vienen pagando por el producto citrícola de la Ribera en los últimos años. La temporada pasada, la navelina cotizó a un mínimo de 2,40 euros, según los datos de la Lonja de Valencia. Esta campaña el mínimo bajó hasta los 0,90 euros al final de la misma, pero se mantuvo durante los primeros meses en 1,50.
De las 10.000 toneladas de naranja navelina recogidas por Copal para la venta directa, algo menos de 4.000 se han clasificado como primera categoría, y se pagan a 1,62 euros la arroba; las de segunda, a 0,68 euros; y las de punta calibre, a 1,42 euros la arroba. Los 1,2 millones de kilos de naranjas de tercera se computan como perdidas. Las mandarinas variedad marisol, por otro lado, se han valorado a 1,34 euros en el caso de las de primera categoría „un 49 % de los 704.010 kilogramos recogidos„, el resto se consideran perdidas.
Así, para la asamblea de mañana se espera un ambiente tenso, en el que los agricultores socios de la productora tendrán algo que decir al respecto de la caída libre en los precios del cítricos cuando ya ni siquiera las cooperativas, pensadas en esta coyuntura para minimizar los daños, sirven de colchón. Sería la primera gran crisis de la nueva gerencia de Copal encabezada por Raúl Aliaga, que rejuveneció el consejo rector tras las elecciones de finales de febrero.
El sector privado alza la voz
Desde el inicio de la campaña, la importación de naranja sudafricana por parte de la Unión Europea ha estado en el punto de mira del sector citrícola valenciano como progenitora de todos los males que este año han afectado al campo. Y, por extensión, el comercio privado de cítricos, al que se le criticó que optase por comercializar las variedades de importación, más baratas. Después de conocerse los precios de Copal, el sector ha pasado facturas por las críticas anteriores y ha denunciado que cuando productoras de esta entidad liquidan «de manera tan sonrojante», también dañan «al conjunto del sector». «Pero los primeros afectados son los mismos cooperativistas», añadieron responsables de una empresa relacionada con Copal.
Caída libre: la Copal paga navelinas a 1 euros por arroba y mandarinas a 0,4
Rebelión en el campo valenciano contra la naranja de Sudáfrica: "Nos está arruinando"