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La Conferencia Episcopal ha presentado este martes los datos de la campaña de la Renta de 2022 (que se corresponde al ejercicio fiscal de 2021) que han arrojado una cifra récord en cuanto al respaldo y las aportaciones de los españoles hacia la Iglesia católica. En total, el importe asignado a la Iglesia se sitúa en los 320.723.062 euros, lo que supone un incremento del 8,5% que «va a permitir a la Iglesia hacer frente al aumento de las necesidades sociales en un contexto económico difícil», según ha explicado el vicesecretario para Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal.
Los datos provisionales de la campaña, que se han presentado en una rueda de prensa, constatan un aumento en 84.201 el número de declaraciones en favor de la Iglesia (más del doble que en el año anterior), lo que supone un importante respaldo a la labor de la Iglesia.
En conjunto, más de 8,5 millones de españoles marcan la casilla de la Iglesia teniendo en cuenta las declaraciones individuales y las conjuntas, lo que supone el 31,29% de las declaraciones presentadas. De media, la aportación que recibe la Iglesia de cada contribuyente que marca la casilla de la X es de 37,73 euros.
Giménez Barriocanal ha recordado que la Iglesia católica es «la única institución que se somete a un referéndum anual en esta línea». Preguntado sobre las razones de este incremento, ha explicado que, por una parte «hay más contribuyentes», pero que el principal motivo se encuentra en que «cuando hay un momento de especial dificultad, como ya ocurrió en la anterior crisis, la gente se reconoce en hechos concretos, y aumenta la recaudación«, para la Iglesia. «La Iglesia tiene sus luces y sus sombras, las sombras se conocen muy bien, pero también esa labor asistencial ante los momentos duros que atraviesa la gente», ha destacado.
Según ha destacado Giménez Barriocanal el número total de declaraciones a favor de la Iglesia «ha aumentado en 14 de las 17 comunidades autónomas (especialmente Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha y Comunidad valenciana) y 10 comunidades se sitúan por encima de la media en % de asignantes, en las que destacan Castilla-La Mancha (44,2%), La Rioja (43,5%), Extremadura (43,4%), Murcia (42,6%) y Castilla y León (41,7%)».
Este incremento permite, según Barriocanal, «mejorar la solidaridad y la comunión entre las distintas diócesis». De esta forma, las «diócesis con rentas mas altas ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada». Así, las aportaciones a través del IRPF se convierten en «un auténtico mecanismo de comunión eclesial que permite mantener la atención pastoral en lugares que de otra forma sería imposible», según el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal.
En el global de la financiación de la Iglesia católica, la asignación tributaria supone una media del 22% de los ingresos de las diócesis. Un porcentaje ligeramente inferior al de ejercicios pasados, lo que implica una «progresiva mejora de su capacidad de financiación propia por otras vías al margen de la declaración de la renta, como el aumento de las colectas propias, el trabajo de las oficinas de sostenimiento, entre otras acciones», ha destacado Giménez Barriocanal.
«Campaña histórica»
Por su parte, el director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad Aiguabella, ha calificado de «campaña histórica» al presente ejercicio, por el apoyo recibido que implica «un extra de motivación y de responsabilidad para la Iglesia católica que peregrina en España».
En ese sentido ha destacado que «no solo apoyan los católicos, sino españoles de toda condición que saben que la Iglesia contribuye a una sociedad más justa». Por esa razón, ha agradecido que «los contribuyentes hayan premiado esa ingente labor, a menudo callada y fecunda, de sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral».
Albalad también ha querido desmentir la «fake new» de que «estos trescientos millones vayan a manos directamente del los obispos». Al contrario, según ha explicado, la aportación se suma a la «hucha común de la Iglesia», para distribuirse «a través de un criterio de solidaridad», entre los territorios más castigados por la crisis. «En este tiempo donde todos, incluidas las parroquias, han visto aumentar sus facturas, esto supone un balón de oxígeno para poder seguir al pie del cañón», ha añadido.
Los datos provisionales de la campaña, que se han presentado en una rueda de prensa, constatan un aumento en 84.201 el número de declaraciones en favor de la Iglesia (más del doble que en el año anterior), lo que supone un importante respaldo a la labor de la Iglesia.
En conjunto, más de 8,5 millones de españoles marcan la casilla de la Iglesia teniendo en cuenta las declaraciones individuales y las conjuntas, lo que supone el 31,29% de las declaraciones presentadas. De media, la aportación que recibe la Iglesia de cada contribuyente que marca la casilla de la X es de 37,73 euros.
Giménez Barriocanal ha recordado que la Iglesia católica es «la única institución que se somete a un referéndum anual en esta línea». Preguntado sobre las razones de este incremento, ha explicado que, por una parte «hay más contribuyentes», pero que el principal motivo se encuentra en que «cuando hay un momento de especial dificultad, como ya ocurrió en la anterior crisis, la gente se reconoce en hechos concretos, y aumenta la recaudación«, para la Iglesia. «La Iglesia tiene sus luces y sus sombras, las sombras se conocen muy bien, pero también esa labor asistencial ante los momentos duros que atraviesa la gente», ha destacado.
Según ha destacado Giménez Barriocanal el número total de declaraciones a favor de la Iglesia «ha aumentado en 14 de las 17 comunidades autónomas (especialmente Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha y Comunidad valenciana) y 10 comunidades se sitúan por encima de la media en % de asignantes, en las que destacan Castilla-La Mancha (44,2%), La Rioja (43,5%), Extremadura (43,4%), Murcia (42,6%) y Castilla y León (41,7%)».
Este incremento permite, según Barriocanal, «mejorar la solidaridad y la comunión entre las distintas diócesis». De esta forma, las «diócesis con rentas mas altas ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada». Así, las aportaciones a través del IRPF se convierten en «un auténtico mecanismo de comunión eclesial que permite mantener la atención pastoral en lugares que de otra forma sería imposible», según el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal.
En el global de la financiación de la Iglesia católica, la asignación tributaria supone una media del 22% de los ingresos de las diócesis. Un porcentaje ligeramente inferior al de ejercicios pasados, lo que implica una «progresiva mejora de su capacidad de financiación propia por otras vías al margen de la declaración de la renta, como el aumento de las colectas propias, el trabajo de las oficinas de sostenimiento, entre otras acciones», ha destacado Giménez Barriocanal.
«Campaña histórica»
Por su parte, el director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, José María Albalad Aiguabella, ha calificado de «campaña histórica» al presente ejercicio, por el apoyo recibido que implica «un extra de motivación y de responsabilidad para la Iglesia católica que peregrina en España».
En ese sentido ha destacado que «no solo apoyan los católicos, sino españoles de toda condición que saben que la Iglesia contribuye a una sociedad más justa». Por esa razón, ha agradecido que «los contribuyentes hayan premiado esa ingente labor, a menudo callada y fecunda, de sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral».
Albalad también ha querido desmentir la «fake new» de que «estos trescientos millones vayan a manos directamente del los obispos». Al contrario, según ha explicado, la aportación se suma a la «hucha común de la Iglesia», para distribuirse «a través de un criterio de solidaridad», entre los territorios más castigados por la crisis. «En este tiempo donde todos, incluidas las parroquias, han visto aumentar sus facturas, esto supone un balón de oxígeno para poder seguir al pie del cañón», ha añadido.
La Iglesia obtiene una recaudación récord a través de la Renta: 320 millones de euros
Más de 8,5 millones de españoles marcaron la casilla de la Iglesia católica en el IRPF
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