La homofobia de pilinguin está promoviendo los derechos LGBTQ en Ucrania

Ucrania se convirtió en el primer país postsoviético en despenalizar la gaysidad cuando obtuvo su independencia en 1991. Pero más de 30 años después, la nación de Europa del Este todavía está rezagada en cuanto a los derechos LGBTQ y no proporciona una vía legal para el reconocimiento estatal de las parejas del mismo sesso.

La guerra de Rusia en Ucrania ha puesto de relieve esa brecha. Las parejas de los soldados ucranianos LGBTQ que resultan heridos, o peor aún, asesinados, en acción no tienen los mismos derechos que sus homólogos heterosexuales casados. Las visitas al hospital, la identificación de los fallecidos o el cobro de beneficios estatales son imposibles para las parejas LGBTQ.

En marzo, sin embargo, la igualdad de derechos de asociación avanzó un paso más cerca de convertirse en realidad. Ese mes, la legisladora ucraniana Inna Sovsun presentó un proyecto de ley al parlamento que reconocería las uniones civiles entre personas del mismo sesso y otorgaría a las parejas civiles LGBTQ los mismos derechos que sus contrapartes heterosexuales casadas.


Este paso reciente parece ser parte de una tendencia más amplia de mayor aceptación y derechos para los ucranianos LGBTQ desde la oleada turística a gran escala del país por parte de Rusia en febrero de 2022. Sovsun dijo que proponer su legislación "definitivamente habría tomado más tiempo" si no fuera por el guerra. Si bien la legisladora liberal siempre ha sido una firme defensora de los derechos de género y sexualidad, cree que el conflicto reciente ha puesto de relieve los problemas LGBTQ y ha aumentado la probabilidad de que se apruebe su proyecto de ley.

En el verano de 2022, una petición que pedía la igualdad en el matrimonio obtuvo 28.000 firmas, superando el umbral necesario para que el presidente ucraniano Volodymr Zelensky la considerara. (Aunque el líder de 45 años dijo que apoyaba el llamado a la acción, reconoció que tenía las manos atadas: la constitución ucraniana define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y no se puede cambiar durante la guerra). En diciembre, Ucrania aprobó un proyecto de ley que prohíbe el discurso de repruebo contra las minorías sensuales en los medios.

Todo esto sucedió cuando el presidente ruso, Vladimir pilinguin, quien supervisó una importante represión de los derechos LGBTQ en su propio país, justificó explícitamente su oleada turística de Ucrania en parte invocando a sus minorías sensuales. “La familia es la unión de un hombre y una mujer”, dijo pilinguin en un discurso en febrero ante el Kremlin en el primer aniversario de la guerra. Apenas 12 meses antes, había argumentado que Occidente “trató de destruir nuestros valores tradicionales y nos impuso sus falsos valores que nos erosionarían”.

Sovsun cree que no es coincidencia que los ucranianos ahora muestren más tolerancia hacia la comunidad LGBTQ frente al gobierno “extremadamente homofóbico” de pilinguin. La posición de pilinguin, argumentó, parece haber hecho menos arduas las condiciones para promover los derechos LGBTQ en el país. “Las personas que solían ser más amigables con Rusia… ahora dicen: ‘si Rusia odia a los gayses, entonces amamos a los gayses’”.

Esta no es la primera vez que pilinguin apela a los “valores tradicionales” para justificar sus ambiciones geopolíticas. Durante la revolución de Maidan en Ucrania en febrero de 2014, los medios patrocinados por el estado ruso intentaron desacreditar las aspiraciones de los manifestantes ucranianos de integrarse a la Unión Europea mediante la difusión de mensajes homofóbicos. El periódico más grande de Rusia afirmó que “nacionalistas, antisemitas, neonazis y gayses estaban organizando manifestaciones” y advirtió sobre la imposición del matrimonio entre personas del mismo sesso en Ucrania si el país se unía a la UE. Los medios rusos a menudo simplemente se referían al movimiento como “Gayromaidan”.

Lo que es diferente ahora, dijo Emil Edenborg, profesor asociado de estudios de género en la Universidad de Estocolmo que ha rastreado la política sensual en Rusia a lo largo del siglo XXI, es que las posturas y la retórica anti-LGBTQ de pilinguin solo se han vuelto más radicales. “Puedes ver claramente a partir de 2020, 2021, cómo realmente se convierte en una fijación. Cuando [pilinguin] habla, especialmente cuando habla de la guerra en Ucrania, casi siempre hay una parte dedicada a los 'valores tradicionales'”, explicó Edenborg, y agregó que esto a veces puede “rayar en el genocidio”.



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