La Hispanidad. 2.

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PRIMERAS NOTICIAS DE LA LLEGADA DE LOS EXTRANJEROS

Y cuando fueron vistos los que vinieron por mar, en barcas van viniendo. Luego son enviadas personas. Estos no más fueron a explorarlo. Fueron bajo el pretexto de que iba a comerciar. Iba a tratar con maña a ver qué clase de gente era, haciendo el truco de vender mantas ricas. Y cuando estuvieron cerca de los hombres de Castilla, el momento frente a ellos hicieron la cereminia de tocas la tierra y los labios, estando a la punta de su barca.
Tuvieron la opinión de que era nuestro Príncipe Quetzalcóatl que había venido. Luego les dan las ricas mantas que habían traído. Fueron agraciados con dones de retorno: los hombres de Castilla les dieron collares verdes, amarillos, como que quieren parecerse al cristal de roca. Y cuando los recibieron, cuando los vieron, mucho se maravillaron. Luego regresaron a México los enviados y refieren los visto a Moctezuma. Y este les dijo: Esto lo ven en secreto. Nadie dirá cosa alguna, nadie lo publique. No más queda entre nosotros”.

[Códice Florentino, libro VI, cap. II]
LA ANGUSTIA DE MOCTEZUMA Y EL PUEBLO EN GENERAL

Moctezuma cavilaba en aquellas cosas, estaba lleno de terror, de miedo. Y todo el mundo estaba muy temeroso. Había gran espanto, había gran terror. Entre llanto se saludan, se lloran unos a otros al saludarse. Hacen caricias a otros, los niños son acariciados. También se dijo, se puso ante los ojos, se le hizo saber a Moctezuma, se le comunicó y de le dio a oír, para que en su corazón quedara bien puesto: Una mujer, de nosotros los de aquí, los viene acompañando, viene hablando en lengua náhuatl. So nombre, Malintzin, allá en la costa primeramente la cogieron.
Pues oía Moctezuma que mucho se indagaba sobre él, que los “dioses” mucho deseaban verle la cara, como que se apretaba el corazón, se llenaba de grande angustia. Andaba esconderse huyendo, se les quería esconder, se les quería escabullir a los “dioses”. Y pensaba y tuvo el pensamiento; proyectaba y tuvo el proyecto; planeaba y tuvo el plan; meditaba y andaba meditando en irse a meter en el interior de una cueva.
No pudo ocultarse, no pudo esconderse, ya no estaba ardoroso: ya nada se pudo hacer. La palabra de los encantadores con que había trastronado su corazón, con que se lo había desgarrado, se lo habían hecho estar como girando; so lo habían dejado lacio y decaído. No hizo más que esperarles. No hizo más que resolverlo en corazón, no hizo más que resignarse; dominó finalmente su corazón, se recomió en su interior, lo dejó a disposición de ver a admirar lo que habría de suceder.

[Códice Florentino, libro XII, cap. IX]
EL ENCUENTRO DE HERNÁN CORTÉS CON MOCTEZUMA

Cortés pasa por Tlaxcala y convierte a los tlaxcaltecas en sus aliados debido al repruebo que profesaban a los aztecas. Cortés inicia su marcha hacia el Valle de México, a su paso por Cholula tuvo lugar la gran matanza de que hablan las fuentes. En noviembre de 1519m tras cruzar los volcanes, llegan a Tenochtitlán.

Allí llegan a su término, allí está la meta. En este tiempo se endereza, se engalana Moctezuma par ir a darles el encuentro con los nobles y los demás príncipes, en grandes bateas han colocado flores de las finas, la flor del escudo, la del corazón; en medio la flor de buen aroma y la amarilla fragante, la valiosa, tembién van portando collares de flores.
Dijo Cortés a Moctezuma: “¿Acaso eres tú? ¿Es que eres tú? ¿Es que ya tú eres? ¿Es verdad que eres tú Moctezuma?
Le dijo Moctezuma: “Sí, yo soy”. Inmediatamente se para para recibirle, se pone en pie y cuanto puede dobla la cabeza; así lo arenga: “Señor nuestro, te has fatigado, te has dado cansancio, ya a la tierra tú has llegado. Has arribado a tu ciudad: México. Aquí has venido a sentarte en tu solio, en tu trono. Oh, por tiempo breve te lo reservaron, te lo conservaron, los que ya se fueron, tus sustitutos. Los señores reyes Itzcoatzin... ¡Ojalá alguno de ellos estuviera viendo, viera con asombro lo que solo ahora veo venir en mí! No, no es que yo sueño, no me levanto del sueño adormilado; no lo veo en sueños, no estoy soñando. Ha cinco, ha diez días yo estaba angustiado; tenía fija la mirada en la Región del Misterio. Y tú has venido entre nubes, entre nieblas. Como que esto era lo que nos habían dicho los reyes. Que habrías de instalarte en tu asiento, que habrías de venir acá. Llega a la tierra, ven y descansa, toma posesión de tus casas reales, da refrigerio a tu cuerpo. ¡Llegad a vuestra tierra, señores nuestros!
Cuando hubo terminado la arenga Moctezuma, la oyó el marqués, se la tradujo Malintzin, se la dio a entender. Y cuando hubo percibido el sentido del discurso de Moctezuma, luego le dio respuestas por boca de Malintzin. Le dijo en lengua extraña, le dijo en lengua salvaje:
Tengo confianza en Moctezuma, que nada tema. Nosotros mucho le amamos. Bien satisfecho está nuestrro corazón. Ya hace mucho tiempo que deseábamos verlo. Luego le cogieron de la mano, con lo que lo fueron acompañando. Le dan palmadas al dorso, con que le manifiestan cariño.

[Códice Florentino, libro XII]
Establecidos los hombres de Castilla en Tenochtitlán, Moctezuma se convirtió en el prisionero de Cortés. Este tuvo que ausentarse de la ciudad para combatir a Narváez, quien venía a quitarle el mando por orden de Diego Velázquez, gobernador de Cuba. Alvarado aprovecha la ocasión, durante la fiesta de Tóxcatl en la que el pueblo se reunía en el Templo Mayor, y ataca alevosamente a los aztecas.

DESCRIPCIÓN ÉPICA DE LA CIUDAD SITIADA

Y todo esto pasó con nosotros. Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos, con esta lamentosa y triste suerte nos vimos angustiados.
En los caminos yacen dardos rotos, los cabellos están esparcidos.
Hemos comido panes de colorín, hemos masticado grama salitrosa,
pedazos de adobe, lagartijas, ratones, y tierra hecha polvo
y aun los gusanos.
Comimos la carne apenas sobre el fuego puesta.
Cuando estaba cocida la carne, de allí la arrebataban,
en el fuego mismo la comían.
Se nos puso precio. Precio de joven, del sacerdote, del niño, de la doncella.
Oro, jades, mantas ricas, plumajes de quetzal, todo eso que es precioso, en nada fue estimado.
EL SUPLICIO DE CUAUHTÉMOC

Fue cuando quemaron los pies a Cuauhtemoctzin. Cuando apenas va a amanecer lo fueron a traer, lo ataron a un palo. Y el oro lo sacaron en Cuitlahuactonco, en casa de Itzpontonqui. Fue en esta ocasión cuando murió el sacerdote que guardaba a Huitzilopochtli. Le habían hecho investigación sobre dónde estaban los atavíos del dios y los del Sumo Sacerdote de Nuestro Señor y los del Incensador Máximo. Cuando ya aparecieron los atavíos, a dos ahorcaron en medio del camino.
[Manuscrito anónimo de Tlatelolco (1528)]
UN CANTO TRISTE DE LA CONQUISTA

El siguiente cantar proviene del manuscrito que se conversa en la Biblioteca Nacional de México. Fue compuesto probablemente hacia el 1523. Con dramatismo se recuerda en él la forma en que se perdió la antigua nación mexicana:

El llanto se extiende, las lágrimas gotean allí en Tlatelolco.
Por aguas se fueron ya los mexicanos; semejan mujeres.
La huida general.
¿Adónde vamos? ¡Oh amigos! ¿Luego fue verdad?
ya abandonan la ciudad de México:
el humo se está levantando, la niebla se está extendiendo.
Con llanto se saludan el Huiznahuácatl Motelhuihtzin,
el Tlailotlácatl Tlacotzin, el Tlacatecuhtli Oquihtzin.
Llorad, amigos míos, tened entendido que con estos hechos
hemos perdido la nación mexicana.
¡El agua se ha acedado, se acedió la comida!
Esto es lo que ha hecho el Dador de la vida en Tlatelolco.
Sin recato son llamados Motelhuihtzin y Tlacotzin.
Con cantos se animaban unos a otros en Acachinanco,
ah, cuando fueron a ser puestos a prueba allí en Coyoacán.

[Cantares México]
MEMORIA MAYA DE LA CONQUISTA

Al contrario que en la región central de México, en las regiones mayas (Chiapas, Yucatán y Guatemala) no existía un estado central pujante como el azteca, sino pequeños estados divididos entre sí y en decadencia. Antes de Cortés ya había llegado a territorio maya náufragos españoles de la carabela de Valdivia que había salido de Darién y había encallado en los Bajos de las Víboras.

Valdivia y sus acompañantes se salvaron en un bote y fueron a parar a las costas de Yucatán. Solo Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar lograron sobrevivir. Guerrero se casó con la hija del señor de Chetumal y se quedó entre los mayas; Aguilar se incorporó a la expedición de Cortés en el 1519 a su paso por Yucatán y sirvió de intérprete intermediario entre Cortés y Malinche.

Los primeros contactos con los mayas no tuvieron gran importancia, solo presagiaban lo que habría de venir. La conquista de Yucatán se inició más tarde en el 1527 y se consumaría en 1546. No sucedió así con Guatemala: en 1523, Cortés envía a Pedro de Alvarado para someter a los cakchiqueles, los quichés, los tzutujiles, etc. Alvarado llevaba consigo a 300 hombres y numerosos tlaxcaltecas. La conquista de Guatemala no fue fácil, pues los mayas opusieron resistencia hasta la fin. El Memorial de Solalá refiere el 20 de febrero de 1524: “Fueron destruidos los quichés por los hombres de Castilla”. La última batalla fue la de Quetzaltenango (que significa ‘lugar defendido por el quetzal’).

La relación quiché tiene tono épico. A pesar de no encontrar a su paso ningún estado poderoso, la conquista de Yucatán hubo de prolongarse por varios años. A finales de 1546 la conquista del norte y parte del centro de Yucatán quedaba consumada. Los hechos de esta conquista quedaron consignados por supervivientes indígenas.

Los testimonios indígenas son:

Títulos de la Casa Ixquin Nehaib. Escrito en quiché.
Señora del Territorio de Otzoya. Solo se converva una versión castellana.
El Baile de la Conquista de los quichés. Representación teatral indígena.
Anales de los Cakchiqueles. La segunda parte refiere la Conquista y se llama también Memorial de Solalá.
Crónica de Chac Xulub Chen. Debida a Ah Nakuk Pech, señor de ese lugar.
Los 18 libros de Chilam Balam. Contienen secciones enteras de la Conquista. El más conocido es el Chilam Balam de Chumayel en versión maya. En los libros de Chilam Balam se encuentra la versión filosófica de los sabios mayas sobre la Conquista.
Texto de los chontales de Tabasco sobre la llegada de Cortés a Acalan.
EL CONCEPTO MAYA DE LA CONQUISTA

La imagen que los mayas dejaron de la Conquista presenta rasgos inconfundibles. Entre los mayas encontramos la preocupación ancestral maya de indicar la fecha exacta en que cada acontecimiento ocurrió. Por ejemplo: “que en este año se terminó de llevar el katún, se terminó de poner en pie la pieda pública que por cada veinte tunes (años) se ponía en pie, antes de que llegaran los extranjeros”.

También los quichés y cakchiqueles consignan el año y el día de los acontecimientos. Con la llegada de los españoles tocó a su fin la tradición y obsesión maya por el tiempo y por dejar marcadas las fechas con estelas (grandes piedras levantadas): “Desde que vinieron los hombres de Castilla no se volvió a hacer esto jamás”.

En relación con el tema del tiempo encontramos en estos testimonios muchas profecías que predicen con angustia la llegada de los extranjeros. No sabemos si fueron hechas antes o después de la Conquista, pero revelan el empeño maya de “explicar” con su astrología y “ruedas del tiempo” los hechos: “Se cumplió lo escrito, en este katún, aunque no lo entiendas, vendrá quien conozca la sucesión de las épocas”.

Los mayas de tierras altas de Guatemala creyeron que los españoles eran dioses; pero los de Yucatán los llamaron desde un principio simplemente dzules (extranjeros, extraños) o “comedores de anomas”, fruto que los mayas no comían y eran como manzanas cubiertas de escamas.

Pero el rasgo más importante de los testimonios mayas sobre la Conquista está en los juicios que emitieron sobre ella:

Entonces todo era bueno y entonces los dioses fueron abatidos.
No había entonces enfermedad, no había dolor de huesos.
No había fiebre para ellos, no había viruelas.
Rectamente erguido iba su cuerpo entonces.
No fue así lo que hicieron los dzules cuando llegaron aquí.
Ellos enseñaron el miedo, vinieron a marchitar las flores.
Para que su flor viviese, dañaron y sorbieron la flor de nosotros.
¡Castrar el sol! Eso vinieron a hacer aquí los dzules.
Nos cristianizaron, pero nos hacen pasar de unos a otros como animales.
Dios está ofendido de los chupadores.
El meollo del concepto maya acerca de la Conquista: Condenan a los extranjeros por la contradicción que muestran entre sus prédicas y su manera de actuar y comportarse con la población indígena. Y este juicio lo mantienen incluso mayas ya cristianizados.

LAS PALABRAS DE LOS SACERDOTES MAYAS SOBRE LOS ESPAÑOLES

Fue el asiento del katún en que llegaron los extranjeros de barbas rubicundas, los hijos del sol, los hombres de tonalidad claro.
¡Ay! ¡Entristezcámonos porque llegaron!
Los grandes amontonadores de piedras, los grandes amontonadores de vigas, los falsos ibteeles, “raíces” de la tierra que estallan fuero al extremo de sus brazos, los embozados en sus sábanas.
¡Ay del Itzá, Brujo del agua, que vuestros dioses no valdrán ya más!
Entre Dios verdadero que viene del cielo solo de pecado hablará, solo de pecado será su enseñanza; inhumanos serán sus soldados.
Preparaos a soportar la carga de la miseria que viene a vuestros pueblos porque este katún que se asienta es katún de miseria.

[Chilam Balam]
Solamente por el tiempo loco, por los locos sacerdotes fue que entró a nosotros la tristeza, que entró a nosotros el Cristianismo.
Porque los muy cristianos llegaron aquí con el verdadero Dios, pero ese fue el principio de la miseria nuestra, el principio del padecimiento.
Fue el principio de la obra de los españoles, y de los padres, el principio de usarse los caciques, los maestros de escuela y los fiscales.
¡Que porque eran niños pequeños los muchachos de los pueblos, y mientras, se les martirizaba! ¡Infelices los pobrecitos!
Los pobrecitos no protestaban contra el que a su sabor los martirizaba, el Anticristo sobre la tierra, tigre de los pueblos, gato montés de los pueblos, chupador del pobre indio.
Pero llegará el día en que lleguen hasta Dios las lágrimas de sus ojos y baje la justicia de Dios de un golpe sobre el mundo.
¡Verdaderamente es la voluntad de Dios que regresen Ah-Kantenal e Ix-Pucyolá, para roerlos de la superficie de la tierra!

[Chilam Balam de Chumayel]
Trece meses después de la llegada de Tunatiuh fue ahorcado el rey Ahpozotzil Cahí Ymox. El día 13 Ganel fue ahorcado por Tunatiuh. El 12 Ah se cumplió el 41 año de la revolución. Catorce meses después de haber sido ahorcado el rey Ahpotzotzil, ahorcaron a Chuuy Tziquinú, jefe de la ciudad, porque estaban enfadados. El día 4 Can lo ahorcaron en Paxayá. Cinco meses después de haber sido ahorcado el Señor Chicbal llegó la noticia de que Tunatiuh había ido a morir a Xuchipillan. El día 9 Ah se cumplió el 44 año de la revolución.
Durante el año hubo un gran derrumbe, en el que murieron los castellanos en latinoamericanoy. El día 2 Tihax se derumbó el Volcán Hunahpú, el agua brotó del interior del volcán, murieron y perecieron los castellanos y pereció la mujer de Tunatiuh.

[Memorial de Solalá]
 
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