fredesvindo
Madmaxista
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Homenaje a Nicolás Redondo en la sede de UGT
El PSOE ha participado en el acto en el que se ha rendido homenaje a la figura de Nicolás Redondo Urbieta, que fue secretario general de UGT entre 1976 y 1994 y que falleció el 3 de enero de este año, después de haber expulsado de la formación a su hijo, Nicolás Redondo Terreros, ex líder del partido en el País Vasco, por oponerse a la amnistía que la cúpula socialista defiende.
La vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, han acudido como representación del Gobierno socialista al acto de homenaje a Nicolás Redondo Urbieta, en el salón de actos de la sede de UGT, en Madrid. También estuvo la presidenta del Congreso, Francina Armengol.
Hace apenas unos meses, en septiembre de este mismo año, el PSOE expulsó a Nicolás Redondo Terreros, hijo del que fuera dirigente de UGT durante casi dos décadas, por sus críticas al partido, que se posicionó a favor de la amnistía. El ex dirigente vasco llegó a decir de su entonces partido que sería el «responsable» de «poner en paréntesis el periodo político más brillante de nuestra historia contemporánea», en alusión a la medida de gracia que otorgarían al independentismo. Sentenció que el partido no era el mismo que en el que él militaba a «finales del siglo pasado».
«Reiterado menosprecio a las siglas»
Los socialistas justificaron esta expulsión por el «reiterado menosprecio a las siglas». El 14 de septiembre se dio a conocer que se ponía fin a la militancia del hijo del histórico dirigente de UGT al que este jueves se ha homenajeado en la sede del sindicato, con la presencia de miembros del partido que han expulsado a Redondo Terreros.
Los representantes del Gobierno que han estado presentes en el acto de este jueves en la sede de UGT se han limitado a repasar la actualidad laboral y económica del país.
La vicepresidenta Montero ha hablado sobre el Salario Mínimo Interprofesional. Ha rechazado la adopción de contratas públicas porque «no parece lógico que las subidas del salario mínimo interprofesional recaigan sobre las cuentas públicas que pagamos todos los ciudadanos», ha apuntado la ministra de Hacienda.
En esta medida se han puesto de acuerdo la patronal y los sindicatos, es decir, en que se indexe el SMI a los contratos públicos. Aun así, tanto UGT como CCOO admiten que «no es una decisión» que solo competa al ministerio de Trabajo, porque tanto Economía como Hacienda también son responsables de ciertas competencias al respecto.
«Más exigentes»
Por su parte, el actual secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha dicho que si la CEOE no acepta subir el SMI el 4% pactado, van a ser «más exigentes». «Si dice que no, yo también quiero decir claramente que nuestra posición será más exigente con el Gobierno», ha trasladado el líder sindical.
En todo caso ha admitido que «no es lo mismo un salario mínimo pactado con la CEOE», porque podría llegar a tener «un desarrollo muy positivo», que otro SMI «no pactado, que siempre es más complicado de aplicar», ha concluido el secretario general de UGT.
