6. Búsqueda de nuevos socios por parte de Rusia en otros escenarios regionales
Por su parte, el gobierno ruso avanza en la búsqueda de otros potenciales socios estratégicos en escenarios de América Latina y el Caribe, Medio Oriente, Asia Central, Asia Pacífico e Indochina. La rapidez con que ha avanzado la firma de acuerdos con China en diferentes esferas, pero sobre todo en la energética, constituyen el mejor ejemplo. También con Brasil y Argentina se ha agilizado la ratificación de nuevos acuerdos en cuestiones del comercio bilateral. Rusia demuestra también su intención de mirar hacia otros horizontes en Eurasia y con los miembros de los BRICS. De tal forma, empieza a fomentar operaciones comerciales en otras monedas diferentes al dólar, tales como el yuan, euro e incluso el propio rublo (que ya se utiliza como divisa comercial con los países post soviéticos). En junio, el diario estadounidense The Financial Times señaló que algunas empresas rusas estaban preparándose para reorientar sus contratos internacionales y pagar las operaciones en yuanes y otras divisas asiáticas, como el dólar de Hong Kong y el dólar de Singapur.13
Gazprom y la empresa china CNPC suscribieron en mayo del 2014 el mayor contrato en la historia de la empresa gasífera rusa para el suministro a China de 38 000 millones de metros cúbicos de gas anuales durante los próximos treinta años, por un monto de 400 000 millones de dólares. Fueron firmados más de cuarenta documentos conjuntos en las ramas del tras*porte, energía, infraestructuras, industria automovilística y construcción aeronáutica. China es el principal socio comercial de Rusia en el mundo. La circulación de mercancías entre ambos países alcanza la cifra de 90 000 millones de dólares anuales.14 Ambos gobiernos aumentarán el porcentaje de pagos recíprocos en rublos y yuanes a partir del presente año.
Luego de la segunda ronda de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, es muy probable que este país responda con nuevas contramedidas entre las que ya se contemplan la prohibición de importaciones de autos, ropa, así como la restricción de la participación de empresas extranjeras en los contratos públicos para el suministro de fármacos al mercado ruso. Las contramedidas rusas podrían incluir la expulsión de compañías europeas de importantes proyectos que llevan a cabo en territorio ruso, lo cual beneficiaría a los inversores de otros países. Por ejemplo, la banca china ya tiene planes de financiar las obras de una línea ferroviaria de alta velocidad entre Moscú y Kazán.15
Por otra parte, se debe resaltar la postura asumida por la canciller alemana Angela Merkel, quien demostró una estrategia moderada hacia Moscú, sin dejar de apoyar la línea de Occidente de presionar al gobierno ruso. En varias de sus entrevistas, Merkel reiteró que las sanciones financieras, económicas y militares contra Moscú no han tenido ningún resultado:
Sin embargo, Moscú mostró una señal de pragmatismo "a corto plazo", luego de la firma de un acuerdo (30 de octubre de 2014) con Ucrania y la Unión Europea que permitiría reanudar el suministro de gas a Kiev, interrumpido desde hacía cuatro meses, y mantenerlo al menos hasta marzo de 2015, lo cual a su vez colocó una presión sobre el gobierno ucraniano frente a su homólogo ruso. Por su parte, Ucrania promete pagar 3 100 millones de dólares por deudas acumuladas con Rusia desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, esa misma semana surgió un clima de máxima tensión entre Rusia y Occidente, después de que quince aviones militares rusos penetrasen el cielo europeo y provocasen una reacción de la OTAN, que anunció el "refuerzo" de la vigilancia aérea.17
7. El tema de Crimea y el reavivar del sentimiento nacionalista en Rusia
El gobierno ruso continúa aprovechando la veta nacionalista-patriótica de su política. En el cuestionado aspecto de la anexión de Crimea, el gobierno de pilinguin recibió el apoyo prácticamente unánime, no sólo por parte de los ciudadanos de su país, sino incluso de los partidos de oposición y de todos los diputados del Consejo de la Federación, que autorizaron de manera unánime al presidente pilinguin a inicios de marzo el uso de la fuerza militar dentro del territorio de Ucrania, para salvaguardar los derechos y la integridad física de los ciudadanos rusoparlantes en el territorio vecino.18
La prominente activista opositora e influyente personalidad de los medios rusos Ksenia Sovchak aprobaba desde un inicio la gestión de pilinguin en el conflicto en Crimea: "Si pilinguin logra el retorno de Crimea a Rusia sin derramamiento de sangre, él será recordado como una gran figura histórica dentro de nuestro país y nadie podrá evitarlo".19 Por el contrario, en Occidente y, sobre todo en Estados Unidos, los ciudadanos consideran al Estado ruso como una continuación de la Unión Soviética "por su naturaleza agresiva e impredecible".20 De acuerdo con una encuesta del periódico The Wall Street Journal y el canal nbc News, 72% de los estadounidenses consideran a Rusia un adversario y solamente 5% ven a pilinguin como un líder confiable y positivo, mientras que 63% lo consideran una figura negativa.21
Los resultados abrumadoramente favorables a la separación de las regiones de Donietsk y Lugansk del territorio de Ucrania como resultado del referendo celebrado el 11 de mayo pasado reforzaron las posturas nacionalistas de la contraparte rusa. El presidente ruso goza del más alto respaldo popular a su gestión en su actual tercer mandato y ello es resultado de su actuación en el conflicto con Ucrania y sobre todo de la adhesión exitosa de Crimea a su territorio. Desde el mes de marzo de 2014, la popularidad de pilinguin ha aumentado 15% y ha alcanzado 75.7%, el puntaje más alto de los últimos cinco años de acuerdo con el Centro de Investigación de la Opinión Pública de toda Rusia que publicó un informe en su sitio electrónico.22 Como ya dijimos, la Unión Europea y el gobierno de Estados Unidos incitaron a las fuerzas de oposición a llevar a cabo estrategias de presiones contra el gobierno de Kiev con el objetivo de derrotarlo y sacar a Ucrania del eje de influencia de Rusia. Sin embargo, hasta el momento se vislumbra un fortalecimiento del liderazgo ruso y un claro margen de maniobra a favor de Moscú en este conflicto que ha trascendido las fronteras del Estado ucraniano.
¿Será que Occidente obtendrá precisamente lo que no aspiraba en relación con Rusia como resultado del conflicto en Ucrania? Es muy probable.
En primer lugar, un evidente fortalecimiento del liderazgo de Rusia tanto en el escenario regional como global. Por sólo citar un ejemplo, la Sexta Cumbre de los BRICS en Fortaleza, Brasil (julio de 2014), resultó un éxito para pilinguin. En esa ocasión, el presidente ruso recibió un apoyo sólido de los presidentes de los países miembros y se firmó una serie de importantes acuerdos que fortalecen los lineamientos de la política exterior rusa y sus afanes de consolidar un orden mundial multipolar, tanto en el aspecto político, como económico y financiero. Las coincidencias de pilinguin con Dilma Rousseff y Xi Jinping en los asuntos mundiales son cada vez más sólidas. A diferencia de lo que ha declarado el presidente Obama, Rusia no ha quedado aislada luego del conflicto en Ucrania. Por el contrario, este país gana "simpatías" fuera del marco de la CEI, que ha demostrado ser un mecanismo obsoleto e ineficaz. América Latina se convierte en una región alternativa en mercados para Rusia, luego de que países como Brasil, Argentina, Ecuador, Chile, Uruguay y Paraguay hayan demostrado su interés e intención de ofrecer productos, sobre todo alimenticios, que hasta el momento eran importados por Rusia desde los países de la Unión Europea.
En segundo lugar, se inicia una nueva escalada de rearme militar por parte de Rusia en todos los sectores, pero sobre todo el rearme de la aviación estratégica y de la defensa aeroespacial. En una reciente reunión sobre el programa armamentístico ruso para el periodo 2016-2025, pilinguin planteó la necesidad de conseguir avances importantes en el "desarrollo de todos los componentes de las armas de alta precisión" y subrayó que el país debe producir por sí mismo todos los equipos de importancia vital.23 La necesidad de prescindir de las importaciones para la industria de la defensa nacional ya en un corto plazo se convierte en una prioridad para Rusia, luego de las recientes sanciones de Europa y Estados Unidos en este rubro. El Ministerio de Defensa anunció que se prepara una nueva versión de la Doctrina militar de Rusia, la cual será presentada en diciembre próximo. La necesidad de introducir modificaciones a la doctrina militar vigente obedece, según explicó el subsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Mijaíl Popov, al surgimiento de "nuevas amenazas militares", que se manifiestan, por ejemplo, en la crisis ucraniana.24
En tercer lugar, como consecuencia del conflicto en Ucrania, Rusia obtiene un mayor y rotundo apoyo interno para su gobierno y, sobre todo, para la figura del presidente pilinguin, luego de que su tercer mandato fuese resultado de unas elecciones mucho menos favorables que las anteriores.25 pilinguin aspira a reelegirse nuevamente en las elecciones de 2018 por un plazo de otros seis años; este conflicto lo ayudó a ganar apoyo interno, incluso entre sus detractores.
El apoyo de Occidente al nuevo gobierno de Kiev ha logrado que el nacionalismo ruso gane mayor peso e influencia, tanto dentro del marco interno del Estado, como en su proyección exterior. Como señala el profesor de la Universidad de San Francisco, Andrei Tsygankov, "los intentos por explicar la intervención de pilinguin en Crimea sobre la base de la debilidad económica de Rusia y de su temor a la expansión de la democracia en la región son poco creíbles e ignoran las bases genuinas del nacionalismo ruso y del papel que tiene Occidente en su reciente fortalecimiento".26 Existen sectores influyentes alrededor de pilinguin que presionan desde dentro del Kremlin para lograr que la política exterior y de defensa rusa se vuelva aún más nacionalista y coloque como su máxima prioridad la defensa del interés nacional del Estado ruso, lo cual incluye el rotundo rechazo a la ampliación de la OTAN hacia los territorios fronterizos con Rusia. Precisamente el actual conflicto en Ucrania y las presiones de Occidente contra Rusia han servido de motivación a estos sectores para justificar una línea más conservadora y nacionalista en la actual política exterior. La fuerza más importante dentro de este mecanismo lo constituyen los siloviki, entre los que se encuentran el exministro de Defensa y actual jefe del Consejo Presidencial Serguei Ivanov, el excanciller Igor Ivanov y el presidente de la compañía petrolera estatal Rosneft y exviceprimer ministro, Igor Sechin, quien también había sido considerado el máximo responsable de la política económica durante una década.27 La fuerza de los siloviki radica no sólo en que son un grupo de personalidades que mantienen vínculos estrechos con la FSB (órgano sucesor de la KGB), el Ministerio del Interior, el sector militar, sino que también pertenecieron al círculo de San Petersburgo, muy cercano a pilinguin, que controlan sectores clave de la economía nacional, comparten similares puntos de vista políticos y militares y se encuentran en posiciones estratégicas.28 También ocupan posiciones clave en las empresas Rosoboronexport y Almaz-Antei, los dos gigantes del sector militar-industrial más importantes del país, en la línea aérea más grande del mundo Aeroflot, en los ferrocarriles rusos y en algunos de los bancos más importantes, como Vneshekonombank, Mezhprombank y Rossiya Bank.29
Por su parte, el gobierno ruso avanza en la búsqueda de otros potenciales socios estratégicos en escenarios de América Latina y el Caribe, Medio Oriente, Asia Central, Asia Pacífico e Indochina. La rapidez con que ha avanzado la firma de acuerdos con China en diferentes esferas, pero sobre todo en la energética, constituyen el mejor ejemplo. También con Brasil y Argentina se ha agilizado la ratificación de nuevos acuerdos en cuestiones del comercio bilateral. Rusia demuestra también su intención de mirar hacia otros horizontes en Eurasia y con los miembros de los BRICS. De tal forma, empieza a fomentar operaciones comerciales en otras monedas diferentes al dólar, tales como el yuan, euro e incluso el propio rublo (que ya se utiliza como divisa comercial con los países post soviéticos). En junio, el diario estadounidense The Financial Times señaló que algunas empresas rusas estaban preparándose para reorientar sus contratos internacionales y pagar las operaciones en yuanes y otras divisas asiáticas, como el dólar de Hong Kong y el dólar de Singapur.13
Gazprom y la empresa china CNPC suscribieron en mayo del 2014 el mayor contrato en la historia de la empresa gasífera rusa para el suministro a China de 38 000 millones de metros cúbicos de gas anuales durante los próximos treinta años, por un monto de 400 000 millones de dólares. Fueron firmados más de cuarenta documentos conjuntos en las ramas del tras*porte, energía, infraestructuras, industria automovilística y construcción aeronáutica. China es el principal socio comercial de Rusia en el mundo. La circulación de mercancías entre ambos países alcanza la cifra de 90 000 millones de dólares anuales.14 Ambos gobiernos aumentarán el porcentaje de pagos recíprocos en rublos y yuanes a partir del presente año.
Luego de la segunda ronda de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, es muy probable que este país responda con nuevas contramedidas entre las que ya se contemplan la prohibición de importaciones de autos, ropa, así como la restricción de la participación de empresas extranjeras en los contratos públicos para el suministro de fármacos al mercado ruso. Las contramedidas rusas podrían incluir la expulsión de compañías europeas de importantes proyectos que llevan a cabo en territorio ruso, lo cual beneficiaría a los inversores de otros países. Por ejemplo, la banca china ya tiene planes de financiar las obras de una línea ferroviaria de alta velocidad entre Moscú y Kazán.15
Por otra parte, se debe resaltar la postura asumida por la canciller alemana Angela Merkel, quien demostró una estrategia moderada hacia Moscú, sin dejar de apoyar la línea de Occidente de presionar al gobierno ruso. En varias de sus entrevistas, Merkel reiteró que las sanciones financieras, económicas y militares contra Moscú no han tenido ningún resultado:
Sin embargo, esa voz negociadora y cautelosa ha dejado lugar a un régimen de sanciones por parte de la Unión Europea y Estados Unidos hacia Rusia, lo cual a su vez provocó el anuncio de las contrasanciones rusas (agosto de 2014), sobre todo contra productos de exportación que la Unión Europea hace llegar a Rusia, como frutas, verduras, productos cárnicos de todo tipo y lácteos. Por el momento, no se ha anunciado ninguna limitación de Rusia en la exportación de gas y petróleo hacia los países de la Unión Europea. Quizás la carta energética sea un recurso que el gobierno ruso utilizará hasta el último momento, pues continúan avanzando las negociaciones paralelas con China en estas cuestiones.Esto hasta el momento no ha tenido éxito, y no se va a ver en el futuro. Los europeos y sus socios tras*atlánticos discuten, por supuesto, pero después actuamos juntos. La Comisión Europea está preparando propuestas que tengan en cuenta las diferentes preocupaciones de los distintos Estados con base en su dependencia del gas ruso. Nadie en Europa está a la espera de sanciones, nuestro objetivo siempre ha sido una solución diplomática a la crisis. Las sanciones no son un fin en sí mismo para nosotros.16
Sin embargo, Moscú mostró una señal de pragmatismo "a corto plazo", luego de la firma de un acuerdo (30 de octubre de 2014) con Ucrania y la Unión Europea que permitiría reanudar el suministro de gas a Kiev, interrumpido desde hacía cuatro meses, y mantenerlo al menos hasta marzo de 2015, lo cual a su vez colocó una presión sobre el gobierno ucraniano frente a su homólogo ruso. Por su parte, Ucrania promete pagar 3 100 millones de dólares por deudas acumuladas con Rusia desde el inicio del conflicto.
Sin embargo, esa misma semana surgió un clima de máxima tensión entre Rusia y Occidente, después de que quince aviones militares rusos penetrasen el cielo europeo y provocasen una reacción de la OTAN, que anunció el "refuerzo" de la vigilancia aérea.17
7. El tema de Crimea y el reavivar del sentimiento nacionalista en Rusia
El gobierno ruso continúa aprovechando la veta nacionalista-patriótica de su política. En el cuestionado aspecto de la anexión de Crimea, el gobierno de pilinguin recibió el apoyo prácticamente unánime, no sólo por parte de los ciudadanos de su país, sino incluso de los partidos de oposición y de todos los diputados del Consejo de la Federación, que autorizaron de manera unánime al presidente pilinguin a inicios de marzo el uso de la fuerza militar dentro del territorio de Ucrania, para salvaguardar los derechos y la integridad física de los ciudadanos rusoparlantes en el territorio vecino.18
La prominente activista opositora e influyente personalidad de los medios rusos Ksenia Sovchak aprobaba desde un inicio la gestión de pilinguin en el conflicto en Crimea: "Si pilinguin logra el retorno de Crimea a Rusia sin derramamiento de sangre, él será recordado como una gran figura histórica dentro de nuestro país y nadie podrá evitarlo".19 Por el contrario, en Occidente y, sobre todo en Estados Unidos, los ciudadanos consideran al Estado ruso como una continuación de la Unión Soviética "por su naturaleza agresiva e impredecible".20 De acuerdo con una encuesta del periódico The Wall Street Journal y el canal nbc News, 72% de los estadounidenses consideran a Rusia un adversario y solamente 5% ven a pilinguin como un líder confiable y positivo, mientras que 63% lo consideran una figura negativa.21
Los resultados abrumadoramente favorables a la separación de las regiones de Donietsk y Lugansk del territorio de Ucrania como resultado del referendo celebrado el 11 de mayo pasado reforzaron las posturas nacionalistas de la contraparte rusa. El presidente ruso goza del más alto respaldo popular a su gestión en su actual tercer mandato y ello es resultado de su actuación en el conflicto con Ucrania y sobre todo de la adhesión exitosa de Crimea a su territorio. Desde el mes de marzo de 2014, la popularidad de pilinguin ha aumentado 15% y ha alcanzado 75.7%, el puntaje más alto de los últimos cinco años de acuerdo con el Centro de Investigación de la Opinión Pública de toda Rusia que publicó un informe en su sitio electrónico.22 Como ya dijimos, la Unión Europea y el gobierno de Estados Unidos incitaron a las fuerzas de oposición a llevar a cabo estrategias de presiones contra el gobierno de Kiev con el objetivo de derrotarlo y sacar a Ucrania del eje de influencia de Rusia. Sin embargo, hasta el momento se vislumbra un fortalecimiento del liderazgo ruso y un claro margen de maniobra a favor de Moscú en este conflicto que ha trascendido las fronteras del Estado ucraniano.
¿Será que Occidente obtendrá precisamente lo que no aspiraba en relación con Rusia como resultado del conflicto en Ucrania? Es muy probable.
En primer lugar, un evidente fortalecimiento del liderazgo de Rusia tanto en el escenario regional como global. Por sólo citar un ejemplo, la Sexta Cumbre de los BRICS en Fortaleza, Brasil (julio de 2014), resultó un éxito para pilinguin. En esa ocasión, el presidente ruso recibió un apoyo sólido de los presidentes de los países miembros y se firmó una serie de importantes acuerdos que fortalecen los lineamientos de la política exterior rusa y sus afanes de consolidar un orden mundial multipolar, tanto en el aspecto político, como económico y financiero. Las coincidencias de pilinguin con Dilma Rousseff y Xi Jinping en los asuntos mundiales son cada vez más sólidas. A diferencia de lo que ha declarado el presidente Obama, Rusia no ha quedado aislada luego del conflicto en Ucrania. Por el contrario, este país gana "simpatías" fuera del marco de la CEI, que ha demostrado ser un mecanismo obsoleto e ineficaz. América Latina se convierte en una región alternativa en mercados para Rusia, luego de que países como Brasil, Argentina, Ecuador, Chile, Uruguay y Paraguay hayan demostrado su interés e intención de ofrecer productos, sobre todo alimenticios, que hasta el momento eran importados por Rusia desde los países de la Unión Europea.
En segundo lugar, se inicia una nueva escalada de rearme militar por parte de Rusia en todos los sectores, pero sobre todo el rearme de la aviación estratégica y de la defensa aeroespacial. En una reciente reunión sobre el programa armamentístico ruso para el periodo 2016-2025, pilinguin planteó la necesidad de conseguir avances importantes en el "desarrollo de todos los componentes de las armas de alta precisión" y subrayó que el país debe producir por sí mismo todos los equipos de importancia vital.23 La necesidad de prescindir de las importaciones para la industria de la defensa nacional ya en un corto plazo se convierte en una prioridad para Rusia, luego de las recientes sanciones de Europa y Estados Unidos en este rubro. El Ministerio de Defensa anunció que se prepara una nueva versión de la Doctrina militar de Rusia, la cual será presentada en diciembre próximo. La necesidad de introducir modificaciones a la doctrina militar vigente obedece, según explicó el subsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Mijaíl Popov, al surgimiento de "nuevas amenazas militares", que se manifiestan, por ejemplo, en la crisis ucraniana.24
En tercer lugar, como consecuencia del conflicto en Ucrania, Rusia obtiene un mayor y rotundo apoyo interno para su gobierno y, sobre todo, para la figura del presidente pilinguin, luego de que su tercer mandato fuese resultado de unas elecciones mucho menos favorables que las anteriores.25 pilinguin aspira a reelegirse nuevamente en las elecciones de 2018 por un plazo de otros seis años; este conflicto lo ayudó a ganar apoyo interno, incluso entre sus detractores.
El apoyo de Occidente al nuevo gobierno de Kiev ha logrado que el nacionalismo ruso gane mayor peso e influencia, tanto dentro del marco interno del Estado, como en su proyección exterior. Como señala el profesor de la Universidad de San Francisco, Andrei Tsygankov, "los intentos por explicar la intervención de pilinguin en Crimea sobre la base de la debilidad económica de Rusia y de su temor a la expansión de la democracia en la región son poco creíbles e ignoran las bases genuinas del nacionalismo ruso y del papel que tiene Occidente en su reciente fortalecimiento".26 Existen sectores influyentes alrededor de pilinguin que presionan desde dentro del Kremlin para lograr que la política exterior y de defensa rusa se vuelva aún más nacionalista y coloque como su máxima prioridad la defensa del interés nacional del Estado ruso, lo cual incluye el rotundo rechazo a la ampliación de la OTAN hacia los territorios fronterizos con Rusia. Precisamente el actual conflicto en Ucrania y las presiones de Occidente contra Rusia han servido de motivación a estos sectores para justificar una línea más conservadora y nacionalista en la actual política exterior. La fuerza más importante dentro de este mecanismo lo constituyen los siloviki, entre los que se encuentran el exministro de Defensa y actual jefe del Consejo Presidencial Serguei Ivanov, el excanciller Igor Ivanov y el presidente de la compañía petrolera estatal Rosneft y exviceprimer ministro, Igor Sechin, quien también había sido considerado el máximo responsable de la política económica durante una década.27 La fuerza de los siloviki radica no sólo en que son un grupo de personalidades que mantienen vínculos estrechos con la FSB (órgano sucesor de la KGB), el Ministerio del Interior, el sector militar, sino que también pertenecieron al círculo de San Petersburgo, muy cercano a pilinguin, que controlan sectores clave de la economía nacional, comparten similares puntos de vista políticos y militares y se encuentran en posiciones estratégicas.28 También ocupan posiciones clave en las empresas Rosoboronexport y Almaz-Antei, los dos gigantes del sector militar-industrial más importantes del país, en la línea aérea más grande del mundo Aeroflot, en los ferrocarriles rusos y en algunos de los bancos más importantes, como Vneshekonombank, Mezhprombank y Rossiya Bank.29