catleya
Madmaxista
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La guerra con Irán es un final para América como República
Así lo informaría un medio de comunicación verdaderamente adversario.
Aventuras en Trumpland
Danny Sjursen (Ejército de los EE. UU., Ret.)16 de mayo del 19 0
¿Quiénes Creemos Que Somos? Verdaderamente. Los últimos informes de que el gobierno de Trump está considerando planes para desplegar 120,000 soldados en el Medio Oriente, presumiblemente para atacar a Irán, demuestran cómo la política exterior de W ashington finalmente se salió de los rieles.
Aún más loco, la inminente guerra con Irán no es ni siquiera la noticia más importante de la actualidad , con todo el disparate de la telenovela sobre el Informe Mueller, en los medios de comunicación tradicionales. Lo que constituye el plan propuesto es nada menos que el problema mundial más importante e inquietante del día.
Así debe ser informado por un verdadero medio de confrontación: Estados Unidos se está preparando para una guerra agresiva, ilegal e injustificada contra otro poder soberano a miles de millas de sus costas. ¡Otra vez! Todos los ciudadanos verdaderos deberían estar más allá de la consternación y los gritos disidentes de los tejados.
El plan propuesto viene inmediatamente después de la decisión de Irán, motivada por la hostilidad de los Estados Unidos, de retirarse de ciertos requisitos del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, mejor conocido como el acuerdo nuclear de Irán), aunque no de todos. Esto no debería ser ninguna sorpresa.
De hecho, es increíble que Irán haya cumplido con el tratado mientras lo hizo. Después de todo, fue Estados Unidos el que desechó unilateralmente el acuerdo, con el que sus propios servicios de inteligencia admitieron que Irán había cumplido, en contra del consejo de sus aliados europeos e incluso del Secretario de Estado Tillerson.
Al volver a imponer las sanciones a un Irán compatible, los Estados Unidos actuaron de manera agresiva y en realidad reivindicaron cualquier contraacción iraní. De hecho, el presidente Rouhani tuvo alguna justificación para su afirmación de que la medida de Teherán no violó el acuerdo, por decirlo así, pero que en realidad el JCPOA lo permitió, ya que la reimposición de las sanciones era "motivo para dejar de cumplir sus compromisos en virtud de este JCPOA total o parcialmente". . ”
Este asombroso plan militar es solo la última escalada en un peligroso juego de gallinas entre Irán y los Estados Unidos. Además, es Washington el que más a menudo ha sido el agresor. Los Estados Unidos, no Irán, desplegaron recientemente una fuerza de ataque de portaaviones y bombarderos B-52 al Golfo Pérsico. Estados Unidos, no Irán, comenzó innecesariamente una provocativa batalla semántica cuando designó al Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos como una organización terrorista.
Tan agresivo e innecesario fue este movimiento que la respuesta posterior de Irán que el verdadero equipo terrorista en la región es USCENTCOM parecía desconcertantemente exacto . Además, Washington ha exagerado durante mucho tiempo el nivel y la importancia del apoyo iraní a varios representantes regionales, como los hutíes en Yemen, las milicias chiítas en Irak y Hamas en Gaza. Conclusión: Irán actualmente no presenta una amenaza existencial y estratégica para los Estados Unidos.
Toda la sorda saga tiene una sorprendente y perturbadora similitud con la peor decisión de política exterior del siglo XXI: la última guerra de elección de Estados Unidos librada en Irak. Ambos fueron justificados por informes de inteligencia inflados , vagos y alarmantemente secretos. ¿Cómo funcionó eso en 2003? Ahora, con el New York Times informando que el número mágico es nuevamente 120,000 tropas, cerca del número que invadió Irak, podemos deducir que incluso si la guerra estuviera justificada, el ejército de los Estados Unidos no tendría las tropas necesarias para ganar.
El espectro de la guerra con Irán tiene ambos rasgos distintivos de terribles aventuras militares: Washington está nuevamente sobreestimando la intención beligerante de Irán y subestimando su capacidad para defenderse. No se equivoquen: la guerra en el Golfo Pérsico será sangrienta, indecisa y casi imposible de desentenderse. Sería la guerra de Irak 2.0, solo que peor, ya que Irán es más grande, más montañoso y tiene una población más nacionalista que incluso Irak.
El absurdo de siquiera considerar una guerra importante con Irán demuestra cuán verdaderamente se ha convertido la política exterior orwelliana de los Estados Unidos. El Sr. Trump (correctamente) elige reducir las tensiones con Rusia y Corea del Norte, pero todavía necesita un enemigo, un villano útil. Desde la carga de su administración con neoconservadores reciclados como John Bolton y Mike Pompeo, ambos iranófonos obsesivos, debería haber sido obvio que Irán sería el chivo expiatorio y la justificación del presupuesto de defensa masivo de Estados Unidos y su intención aparente de mantener un fuerte agarre militar. en el Medio Oriente.
El pueblo estadounidense apenas se preocupa y está excluido de la política exterior de los Estados Unidos. Una camarilla de miembros neocon de Washington, bufones trumpianos, una camarilla de traficantes de armas corporativas todopoderosas y medios de comunicación compatibles parecen dirigir los asuntos globales de Estados Unidos. Apenas se consulta al Congreso, como lo demostró el martes por la mañana cuando el senador Bob Meléndez, un miembro del comité del Senado de Relaciones Exteriores del Senado, admitió en la CNN que no había sido informado completamente y que no entendía por completo, inteligencia secreta que supuestamente justifica esta nueva escalada militar en el Golfo Pérsico. ¡Eso asusta!
Es la guerra lo que quieren los hiper-halcones no elegidos como Bolton y Pompeo, y, con una ciudadanía apática, un Congreso uniformado y un presidente flexible, es la guerra que pueden obtener . Tal pelea sería sangrienta, difícil, costosa y difícil de terminar. Destruiría cualquier resto de la estabilidad regional y solo serviría para empoderar a las dos manos ocultas detrás de esta bélica: Arabia Saudita e Israel. Invadir y / o atacar a Irán sería, de una vez por todas, el final de cualquier ficción de los Estados Unidos que sigue siendo una república representativa gobernada por la voluntad popular y las normas internacionales. En lugar de eso, estaría expuesto a lo que se ha convertido en un imperio hegemónico y deshonesto que se inclina por el poder y la destrucción.
Si todavía estuviera en uniforme, y agradezco a mis afortunadas estrellas que no lo esté, probablemente lo presentaría como un objetor de conciencia. De hecho, apenas puedo entender por qué la mayoría de los militares no darán un paso tan drástico. Aunque, hay que admitirlo, yo tampoco lo hice durante la horrible guerra de Irak.
Aun así, si leales soldados de a pie, medios de comunicación vacíos y un Congreso indiferente marchan hacia la guerra en Irán, la historia romana se repetiría, ya que el imperio finalmente se traga a toda la república.
Así lo informaría un medio de comunicación verdaderamente adversario.
Aventuras en Trumpland
Danny Sjursen (Ejército de los EE. UU., Ret.)16 de mayo del 19 0
¿Quiénes Creemos Que Somos? Verdaderamente. Los últimos informes de que el gobierno de Trump está considerando planes para desplegar 120,000 soldados en el Medio Oriente, presumiblemente para atacar a Irán, demuestran cómo la política exterior de W ashington finalmente se salió de los rieles.
Aún más loco, la inminente guerra con Irán no es ni siquiera la noticia más importante de la actualidad , con todo el disparate de la telenovela sobre el Informe Mueller, en los medios de comunicación tradicionales. Lo que constituye el plan propuesto es nada menos que el problema mundial más importante e inquietante del día.
Así debe ser informado por un verdadero medio de confrontación: Estados Unidos se está preparando para una guerra agresiva, ilegal e injustificada contra otro poder soberano a miles de millas de sus costas. ¡Otra vez! Todos los ciudadanos verdaderos deberían estar más allá de la consternación y los gritos disidentes de los tejados.
El plan propuesto viene inmediatamente después de la decisión de Irán, motivada por la hostilidad de los Estados Unidos, de retirarse de ciertos requisitos del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, mejor conocido como el acuerdo nuclear de Irán), aunque no de todos. Esto no debería ser ninguna sorpresa.
De hecho, es increíble que Irán haya cumplido con el tratado mientras lo hizo. Después de todo, fue Estados Unidos el que desechó unilateralmente el acuerdo, con el que sus propios servicios de inteligencia admitieron que Irán había cumplido, en contra del consejo de sus aliados europeos e incluso del Secretario de Estado Tillerson.
Al volver a imponer las sanciones a un Irán compatible, los Estados Unidos actuaron de manera agresiva y en realidad reivindicaron cualquier contraacción iraní. De hecho, el presidente Rouhani tuvo alguna justificación para su afirmación de que la medida de Teherán no violó el acuerdo, por decirlo así, pero que en realidad el JCPOA lo permitió, ya que la reimposición de las sanciones era "motivo para dejar de cumplir sus compromisos en virtud de este JCPOA total o parcialmente". . ”
Este asombroso plan militar es solo la última escalada en un peligroso juego de gallinas entre Irán y los Estados Unidos. Además, es Washington el que más a menudo ha sido el agresor. Los Estados Unidos, no Irán, desplegaron recientemente una fuerza de ataque de portaaviones y bombarderos B-52 al Golfo Pérsico. Estados Unidos, no Irán, comenzó innecesariamente una provocativa batalla semántica cuando designó al Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos como una organización terrorista.
Tan agresivo e innecesario fue este movimiento que la respuesta posterior de Irán que el verdadero equipo terrorista en la región es USCENTCOM parecía desconcertantemente exacto . Además, Washington ha exagerado durante mucho tiempo el nivel y la importancia del apoyo iraní a varios representantes regionales, como los hutíes en Yemen, las milicias chiítas en Irak y Hamas en Gaza. Conclusión: Irán actualmente no presenta una amenaza existencial y estratégica para los Estados Unidos.
Toda la sorda saga tiene una sorprendente y perturbadora similitud con la peor decisión de política exterior del siglo XXI: la última guerra de elección de Estados Unidos librada en Irak. Ambos fueron justificados por informes de inteligencia inflados , vagos y alarmantemente secretos. ¿Cómo funcionó eso en 2003? Ahora, con el New York Times informando que el número mágico es nuevamente 120,000 tropas, cerca del número que invadió Irak, podemos deducir que incluso si la guerra estuviera justificada, el ejército de los Estados Unidos no tendría las tropas necesarias para ganar.
El espectro de la guerra con Irán tiene ambos rasgos distintivos de terribles aventuras militares: Washington está nuevamente sobreestimando la intención beligerante de Irán y subestimando su capacidad para defenderse. No se equivoquen: la guerra en el Golfo Pérsico será sangrienta, indecisa y casi imposible de desentenderse. Sería la guerra de Irak 2.0, solo que peor, ya que Irán es más grande, más montañoso y tiene una población más nacionalista que incluso Irak.
El absurdo de siquiera considerar una guerra importante con Irán demuestra cuán verdaderamente se ha convertido la política exterior orwelliana de los Estados Unidos. El Sr. Trump (correctamente) elige reducir las tensiones con Rusia y Corea del Norte, pero todavía necesita un enemigo, un villano útil. Desde la carga de su administración con neoconservadores reciclados como John Bolton y Mike Pompeo, ambos iranófonos obsesivos, debería haber sido obvio que Irán sería el chivo expiatorio y la justificación del presupuesto de defensa masivo de Estados Unidos y su intención aparente de mantener un fuerte agarre militar. en el Medio Oriente.
El pueblo estadounidense apenas se preocupa y está excluido de la política exterior de los Estados Unidos. Una camarilla de miembros neocon de Washington, bufones trumpianos, una camarilla de traficantes de armas corporativas todopoderosas y medios de comunicación compatibles parecen dirigir los asuntos globales de Estados Unidos. Apenas se consulta al Congreso, como lo demostró el martes por la mañana cuando el senador Bob Meléndez, un miembro del comité del Senado de Relaciones Exteriores del Senado, admitió en la CNN que no había sido informado completamente y que no entendía por completo, inteligencia secreta que supuestamente justifica esta nueva escalada militar en el Golfo Pérsico. ¡Eso asusta!
Es la guerra lo que quieren los hiper-halcones no elegidos como Bolton y Pompeo, y, con una ciudadanía apática, un Congreso uniformado y un presidente flexible, es la guerra que pueden obtener . Tal pelea sería sangrienta, difícil, costosa y difícil de terminar. Destruiría cualquier resto de la estabilidad regional y solo serviría para empoderar a las dos manos ocultas detrás de esta bélica: Arabia Saudita e Israel. Invadir y / o atacar a Irán sería, de una vez por todas, el final de cualquier ficción de los Estados Unidos que sigue siendo una república representativa gobernada por la voluntad popular y las normas internacionales. En lugar de eso, estaría expuesto a lo que se ha convertido en un imperio hegemónico y deshonesto que se inclina por el poder y la destrucción.
Si todavía estuviera en uniforme, y agradezco a mis afortunadas estrellas que no lo esté, probablemente lo presentaría como un objetor de conciencia. De hecho, apenas puedo entender por qué la mayoría de los militares no darán un paso tan drástico. Aunque, hay que admitirlo, yo tampoco lo hice durante la horrible guerra de Irak.
Aun así, si leales soldados de a pie, medios de comunicación vacíos y un Congreso indiferente marchan hacia la guerra en Irán, la historia romana se repetiría, ya que el imperio finalmente se traga a toda la república.
