Agentes de paisano de la Guardia Civil llevan semanas peinando los comercios más selectos de Palma con un objetivo: averiguar si Jaume Matas, ex presidente del Govern del PP, se gastó sumas millonarias en mobiliario, sofisticados artículos de electrónica, lujosos objetos de decoración u obras de arte mientras ocupaba el máximo cargo público de las Islas. Y sobre todo saber si esas cantidades cuadran o no con sus ingresos oficiales y qué parte del género pagó en efectivo.
La última de las técnicas a las que han recurrido para obtener esta información pasa ni más ni menos que por ir exhibiendo a los encargados y dependientes de esas tiendas una fotografía –tomada directamente de una publicación– de la esposa de Matas, Maite Areal, y preguntar qué se llevó la mujer de la imagen, cuánto desembolsó por ello y de qué forma articuló el pago. Esta escena se ha repetido ya en numerosos establecimientos de la capital insular, buena parte de ellos ubicados en las inmediaciones de Jaime III, la milla de oro comercial de Palma.
Estas averiguaciones se enmarcan en una investigación orquestada por la Fiscalía Anticorrupción de Baleares. Una operación declarada bajo secreto que de momento no está tutelada por ningún Juzgado y que fue impulsada a raíz de una denuncia supuestamente anónima a finales del año pasado.
Hasta el momento, se centra en diseccionar el patrimonio de Matas y averiguar cómo pudo amasarlo. Muy especialmente la adquisición y equipamiento de su vivienda de 450 metros cuadrados ubicada en una antigua casa señorial de la calle Sant Felio, conocida popularmente como >'el palacete de Matas'. Precisamente, haciéndose eco de esa socarronería popular, la Fiscalía ha bautizado la investigación como 'Operación Buckingham'.
Equipamiento
Según fuentes de la investigación, algunos de los proveedores que trabajaron en la vivienda, a quienes la Guardia Civil también ha interrogado, habrían admitido que cobraron en neցro algún trabajo, si bien no que fuera directamente de Matas. El propio Matas salió al paso de estas acusaciones en una carta negando que, como se había filtrado, el decorador hubiese cobrado dinero neցro.
El ex presidente cifró esa inversión en equipamiento en 500.000 euros y la compra en "aproximadamente un millón". En una carta remitida recientemente a los medios aseguraba que su valor catastral es de 251.334,99 euros. Para los investigadores su valor real supera los 3 millones de euros.
Otra de las líneas de investigación se centra en un piso empleado por la familia Matas en el barrio de Salamanca de Madrid. Pese a que dicho inmueble ha venido siendo ocupado en régimen de alquiler, Anticorrupción trata de probar si el piso es en realidad de su propiedad, basándose para ello en indicios como que realizó obras de reforma y corrió con los gastos. Igualmente, sospechan que quien figura como propietario no es más que un hombre de trabajo manual, un testaferro de Matas.
La intensificación de las pesquisas sobre Matas contrasta con la pasividad que ha mostrado la Fiscalía por investigar el tren de vida de la actual presidenta del Parlament, socia clave del PSOE en el gobierno autonómica y presidenta de honor de UM Maria Antònia Munar. Eso pese a que, como ha venido desgranando este diario, la presidenta de la Cámara ha realizado junto a su marido, Miguel Munar, inversiones millonarias en naves industriales y locales comerciales, algunos de ellos ubicados precisamente en esa milla de oro por la que ahora circula la fotografía de Maite Areal.
Inmobiliaria Ranum
