TylerDurden2
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A Siberia solo mandabamos a pelota nazis como tu,poco castigo les daban para la guano que eran ,creo que a ti te van mas los animales que los hombres y por eso tienes esa averia en la cabeza.
Durante los años de la década de 1930, bajo Stalin, se inició un periodo de represión general de la sexualidad (el «Termidoro sensual») y leyes contra la gaysidad fueron introducidos en todos los códigos penales de las Repúblicas Soviéticas.
Nikolai Krylenko, comisario del pueblo (es decir, ministro) de justicia, anunció que:
la gaysidad es el producto de la decadencia de las clases explotadoras, que no tienen nada que hacer [...] en una sociedad democrática fundada sobre principios sanos, no hay lugar para tales personas.
La gaysidad llegó a ser considerada «contrarrevolucionaria» y una «manifestación de la decadencia de la burguesía», tanto que en 1952 se podía leer en la Gran Enciclopedia Soviética:
el origen de la gaysidad está conectada a la circunstancias sociales cotidianas, para la gran mayoría de las personas que se dedican a la gaysidad, tales perversiones se interrumpen en cuanto la persona se encuentra en un ambiente social favorable [...] En la sociedad soviética, con sus costumbres sanas, la gaysidad es vista como una perversión sensual y es considerado vergonzosa y criminal. La legislación penal soviética considera el gaysidad castigable, con excepción de aquellos casos en los que sea manifestación de un profundo desorden psíquico.
Persecución de la gaysidad en la URSS - Wikipedia, la enciclopedia libre
La represión y los gulag
El artículo 121 del código penal preveía de hecho la pena de guandoca de hasta cinco años para los actos gayses, con la posibilidad de agravante de hasta ocho años en casos de práctica mediante coacción, de relaciones con menores de edad o mediante violencia. En muchas ocasiones la guandoca se convertía en trabajos forzados en uno de los muchos gulag, donde los gayses sufrían humillaciones y palizas, incluso de otros condenados.
En los gulag se encerraron a millones de personas por los más variados motivos. Empleados muchas veces en obras faraónicas, como el Canal del Mar Báltico al Mar Blanco, los presos morían de agotamiento, de frío, de enfermedades, de palizas y de hambre, excavando en las minas o deforestando zonas perdidas en Siberia. Entre los presos, los gayses eran considerados particularmente «sacrificables». en consecuencia, aunque para los internamientos de los gayses fueran previstos relativamente pocos años, de muchos de ellos no se tuvo más noticias.
De 1934 a los primeros años de la década de 1980 fueron condenados, con base en el artículo 121, cerca de cincuenta mil hombres gayses. La cifra de los gays incriminados comenzó la bajar gradualmente sólo en la década de 1990. Aún en el primer semestre de 1992 hubo condenas con base en la ley soviética.
El KGB, el temible servicio secreto soviético, utilizaba la amenaza de denuncia por gaysidad (verdadera o falsa) para asustar a los intelectuales rusos. En consecuencia fueron condenados por gaysidad arquitectos, artistas y dirigentes públicos o del partido que habían caído en desgracia. Esto provocó entre los gays un verdadero clima de terror que, entre otras cosas, impidió el desarrollo de la consciencia propia o de una cultura lgtb.
La gaysidad era vista, además de como un crimen y un acto contrarevolucionario, sobre todo como una patología psiquiátrica: el individuo era visto como sujeto de una verdadera perversión, con infantilismo psíquico, defecto orgánico y desarreglo hormonal.