M. Priede
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Vox ha comprado La Gaceta, ahora La Gaceta de la Iberosfera. En ese medio culpan de todo lo que nos pasa al 'comunismo bolivariano', los gente de izquierdas, China, pilinguin y los globalistas; ni palabra de quiénes están detrás de eso que llaman 'globalismo': Los nombres de las multinacionales que financian la agenda distópica de los movimientos lgtb, feminista, ecologista, animalista...
Echad una ojeada a la manada opinadora. Con la excepción de Iván Vélez lo demás es digno de estar en nómina losantiana, si es que LD tuviera dinero o influencia, ambas desbaratadas por levantar un medio de comunicación -que pudo llegar muy lejos- a la medida de un iluso dogmático, por decirlo suave.
Opinión - La Gaceta de la Iberosfera
Todavía viven en los años 90, cuando las tertulias se convirtieron en los mayores fabricantes de opinión. En aquellos tiempos El País criticó duramente esa tendencia alegando que se acabaría el "periodismo objetivo" que ellos decían representar; en realidad temían perder la hegemonía de eso que llaman 'el relato'. Finalmente, al ver los buenos resultados que le daba a la derecha política, se sumaron.
Hoy en día el opinador o tertuliano -da lo mismo la ideología que tenga- es un individuo con menos credibilidad que nadie, menos aun que los redactores, que ya es decir. Y ni Vox ni ningún otro partido ni organización social solucionará nada mientras eludan los hechos reales que están sucediendo tras los acontecimientos distópicos que padecemos. Sería menos dañino contar la verdad (la energía primaria se agota) y por tanto obligar a medidas de racionamiento, que someter a la población a una ingeniería social que ya viene de lejos con el fin de imponer los intereses de una minoría oligárquica, cuya intención no es otra que someter a toda la civilización grecolatina a la autodestrucción (en África no impondrán banderillas obligatorias; además, aunque así lo pretendieran no habría manera de llevar a cabo esa imposición. Los fundadores de la Escuela de Frankfurt patrocinados por Rockefeller viven al fin su momento histórico).
Los organizadores de esta ingeniería social que venimos padeciendo desde hace décadas, consideran que ha llegado el momento de imponer una dictadura, para ello han hecho creer a las élites de cada país que es menos dañino tratarnos como borregos contándonos mentiras o esparciendo bichito (y todo apunta en esta dirección) que como seres capaces de razonar ante un problema de escasez.
Entre 1940 y 1950 hubo millones de muertos por hambre en Europa, la causa era inocultable: la guerra y la destrucción de las economías. ¿Por qué ocultar hoy en día que estamos en puertas de un derrumbe por causa de la escasez de energía, puesto que todos aceptaríamos ese hecho como ineludible y por tanto tendríamos una explicación racional de la angustia que se está apoderando de todas las sociedades, tal y como en su día se aceptó la penuria de sobrevivir al hambre, cuya causa estaba a la vista de todos? Pues por una razón: porque lo que buscan es aprovechar las aguas revueltas para imponer una ideología que sitúe a una oligarquía al frente de un gobierno tiránico en la civilización a la que pertenecemos. Los chinos ya tienen su tiranía, y tan dura como próspera y eficiente, por más que les duela a nuestros demócratas fundamentalistas, mientras que aquí lo que les interesa a nuestras élites no es la paz social sino el caos y la depredación de lo último que queda por depredar, estos es: a los amigos y aliados más débiles, puesto que los enemigos, Rusia y China, son bocados demasiado grandes. Ya lo dice el cardenal Vigano citando el lema masónico: Solve et Coagula, disuelve y coagula, disuelve y construye, llegar al orden (tomar el poder) a través del caos. Nada de eso leeréis en La Gaceta, el boletín oficial de Vox.
Con Trump y Bannon los muy infelices de Vox se creen algo; cuando desaparezca Trump no encontrarán en donde agarrarse. Ya pueden echar imaginación los Terstch y Bardají, que se van a quedar huérfanos, porque el imperio y su distopía continuará.
URGE CONTAR LA VERDAD, EN ESTE CASO NO POR LA TONTERÍA AQUELLA DE QUE "LA VERDAD SIEMPRE ES REVOLUCIONARIA" SINO PRECISAMENTE PARA EVITAR EL MAL MUCHO MAYOR QUE NOS QUIEREN IMPONER.
Agencia Internacional de la Energía. Informe 2020. Si no intervienen los Estados la producción de petróleo podría caer un 40% para 2025
La carta del arzobispo Viganó al presidente Trump señalando a la masonería y al Estado Profundo, y la favorable respuesta de Trump en un tuit
La ideología de Abascal es la 'aznaridad'
Qué nos tendrán preparado: "¿Cómo escapar de la 'era de las pandemias'? Expertos alertan de la llegada de crisis peores"
35 años del “síndrome tóxico del aceite de colza”, una deliberada mentira y crimen de Estado
Nos endosan la nueva variante del bichito (ya le llaman "española") como nos endosaron la gripe de 1918
La epidemia del suicidio y la sutil ocultación de los datos reales
Echad una ojeada a la manada opinadora. Con la excepción de Iván Vélez lo demás es digno de estar en nómina losantiana, si es que LD tuviera dinero o influencia, ambas desbaratadas por levantar un medio de comunicación -que pudo llegar muy lejos- a la medida de un iluso dogmático, por decirlo suave.
Opinión - La Gaceta de la Iberosfera
Todavía viven en los años 90, cuando las tertulias se convirtieron en los mayores fabricantes de opinión. En aquellos tiempos El País criticó duramente esa tendencia alegando que se acabaría el "periodismo objetivo" que ellos decían representar; en realidad temían perder la hegemonía de eso que llaman 'el relato'. Finalmente, al ver los buenos resultados que le daba a la derecha política, se sumaron.
Hoy en día el opinador o tertuliano -da lo mismo la ideología que tenga- es un individuo con menos credibilidad que nadie, menos aun que los redactores, que ya es decir. Y ni Vox ni ningún otro partido ni organización social solucionará nada mientras eludan los hechos reales que están sucediendo tras los acontecimientos distópicos que padecemos. Sería menos dañino contar la verdad (la energía primaria se agota) y por tanto obligar a medidas de racionamiento, que someter a la población a una ingeniería social que ya viene de lejos con el fin de imponer los intereses de una minoría oligárquica, cuya intención no es otra que someter a toda la civilización grecolatina a la autodestrucción (en África no impondrán banderillas obligatorias; además, aunque así lo pretendieran no habría manera de llevar a cabo esa imposición. Los fundadores de la Escuela de Frankfurt patrocinados por Rockefeller viven al fin su momento histórico).
Los organizadores de esta ingeniería social que venimos padeciendo desde hace décadas, consideran que ha llegado el momento de imponer una dictadura, para ello han hecho creer a las élites de cada país que es menos dañino tratarnos como borregos contándonos mentiras o esparciendo bichito (y todo apunta en esta dirección) que como seres capaces de razonar ante un problema de escasez.
Entre 1940 y 1950 hubo millones de muertos por hambre en Europa, la causa era inocultable: la guerra y la destrucción de las economías. ¿Por qué ocultar hoy en día que estamos en puertas de un derrumbe por causa de la escasez de energía, puesto que todos aceptaríamos ese hecho como ineludible y por tanto tendríamos una explicación racional de la angustia que se está apoderando de todas las sociedades, tal y como en su día se aceptó la penuria de sobrevivir al hambre, cuya causa estaba a la vista de todos? Pues por una razón: porque lo que buscan es aprovechar las aguas revueltas para imponer una ideología que sitúe a una oligarquía al frente de un gobierno tiránico en la civilización a la que pertenecemos. Los chinos ya tienen su tiranía, y tan dura como próspera y eficiente, por más que les duela a nuestros demócratas fundamentalistas, mientras que aquí lo que les interesa a nuestras élites no es la paz social sino el caos y la depredación de lo último que queda por depredar, estos es: a los amigos y aliados más débiles, puesto que los enemigos, Rusia y China, son bocados demasiado grandes. Ya lo dice el cardenal Vigano citando el lema masónico: Solve et Coagula, disuelve y coagula, disuelve y construye, llegar al orden (tomar el poder) a través del caos. Nada de eso leeréis en La Gaceta, el boletín oficial de Vox.
Con Trump y Bannon los muy infelices de Vox se creen algo; cuando desaparezca Trump no encontrarán en donde agarrarse. Ya pueden echar imaginación los Terstch y Bardají, que se van a quedar huérfanos, porque el imperio y su distopía continuará.
URGE CONTAR LA VERDAD, EN ESTE CASO NO POR LA TONTERÍA AQUELLA DE QUE "LA VERDAD SIEMPRE ES REVOLUCIONARIA" SINO PRECISAMENTE PARA EVITAR EL MAL MUCHO MAYOR QUE NOS QUIEREN IMPONER.
Agencia Internacional de la Energía. Informe 2020. Si no intervienen los Estados la producción de petróleo podría caer un 40% para 2025
La carta del arzobispo Viganó al presidente Trump señalando a la masonería y al Estado Profundo, y la favorable respuesta de Trump en un tuit
La ideología de Abascal es la 'aznaridad'
Qué nos tendrán preparado: "¿Cómo escapar de la 'era de las pandemias'? Expertos alertan de la llegada de crisis peores"
35 años del “síndrome tóxico del aceite de colza”, una deliberada mentira y crimen de Estado
Nos endosan la nueva variante del bichito (ya le llaman "española") como nos endosaron la gripe de 1918
La epidemia del suicidio y la sutil ocultación de los datos reales
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